LLEGA AL PAÍS,
UNA EXPOSICIÓN CON OBRAS DE RAFAEL Y TIZIANO

Forman parte de una muestra que ahora se está exponiendo en el Vaticano.


Cristo resucitado. El cuadro de Tiziano que se verá.
Por Guido Carelli Lynch

Rafael (Sanzio) es junto con Miguel Angel Buonarroti y Leonardo Da Vinci uno de los tres pilares de la pintura italiana del Renacimiento. Por primera vez, una de sus obras visitará la Argentina. No lo hará sola, otras 46 piezas de artistas emblemáticos de los siglos XIV al XIX llegarán al país para exponerse desde 5 de julio hasta el 30 de septiembre, en el Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires.
Tome nota: Tiziano, Carlo Crivelli, Lorenzo Lotto, Sebastiano del Piombo, Guido Reni, Guercino (Giovan Francesco Barbieri), y Rubens, entre otros, coincidirán en la muestra Meraviglie dalle Marche (Maravillas de Las Marcas), que desde el 4 de mayo y hasta este domingo se expone ni más ni menos que en El brazo de Carlo Magno, una sala en el Vaticano.
Pero volvamos a Rafael y su cuadro, la estrella de la muestra.
Santa Caterina di Alessandria proviene de la Galería Nacional de Las Marcas, ubicada en Urbino, el pueblo donde nació el genio renacentista. Es una obra chica, de apenas 49 x 15 centímetros. En el frente se aprecia la imagen de la santa y, en el reverso, una inscripción espejada en mármol. La obra data del 1502–1503, en los inicios del pintor, cuando apenas tenía 20 años y le faltaba 5 para radicarse en la ciudad papal y hacer su serie de frescos. Antonio Paolucci, actual director de los museos vaticanos y ex ministro de Cultura italiano fue quien la compró en un remate en Sotheby´s de Nueva York, en 1990, por “apenas” 600 mil dólares. “Es uno de los éxitos de mi carrera de los que estoy más orgulloso”, escribió Paolucci en el diario L’ Osservatore romano.
Angel Navarro, curador argentino de la muestra, subrayó el valor de Santa Caterina . “A pesar de ser obra de juventud, ya se ve una serie de características de Rafael, los rostros de sus figuras, las sombras suaves, y la arquitectura de la figura humana”, explicó en un diálogo con Clarín .Hay una versión más importante de la misma santa pintada por Rafael en 1508 en la National Gallery de Londres.

Santa Caterina. De Rafael. Frente y reverso.
Del mismo museo de Urbino donde se encuentra la obra de Rafael proviene el óleo sobre tela de Tiziano (1490-1576), la otra gran figura de la exposición. Este Cristo resucitado de 163 x 104 centímetros (pintado entre 1542 y 1544) fue encargado por una congregación religiosa de Las Marcas al pintor veneciano. Por estas cosas Navarro –que señala las obras de altar de casi 4 metros y otras, de seguidores de Caravaggio, que llegarán– no duda en calificar la muestra “como sin precedentes en la Argentina”.
Curiosamente las dos exposiciones –la del Vaticano y la de Buenos Aires– son posibles gracias al cierre de la Pinacoteca pública Francesco Podeti de Ancona, en la capital de la región de Las Marcas. De ese museo cerrado por refacciones proviene buena parte de las obras. La mayoría de las obras que se exhiben en la pinacoteca comunal –como casi todas las muestras en las que participó la productora italiana de Meraviglie dalle Marche , Artifex– son obras de arte sacro. Otros 15 museos de la región del centro-este de Italia aportaron obras para esta muestra itinerante auspiciada también por el fondo privado de inversiones argentino Hope Funds.
Todavía no trascendió el valor de las entradas, pero los organizadores adelantaron que será un precio accesible y habrá descuentos para jubiliados y estudiantes. Traer semejantes obras –aseguradas en 40 millones de euros– costó 600 mil euros, confirmaron, porque hay cosas que el dinero sí puede comprar: a Rafael en la Argentina, por ejemplo.

LA RELACIÓN ENTRE TRES GENIOS

Cuando Rafael nació el 6 de abril de 1483, Leonardo ya tenía 30 años. Sin embargo, el genio de Da Vinci fue una de las razones por las que Sanzio decidió radicarse en Florencia. El “esfumado” de Leonardo aparece en la obra de Rafael, igual que la geometría de sus personajes. Posiblemente se hayan conocido durante la estadía de Leonardo en Roma, entre 1514 y 16, cuando Rafael ya era el pintor más destacado de la corte papal. Con Miguel Angel sólo lo separaban 5 años y conoció algunas de sus máximas obras. De la admiración pasaron a una competencia feroz por los favores y los cargos del Vaticano y la corte de Florencia.

Fuente: clarin.com

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