patrimonio porteño
Una ONG afirma que apelará ante el máximo Tribunal si la Nación insiste con sacarlo. Hace 49 días que está recostado sobre una tarima y aseguran que podría sufrir graves daños.
Por el suelo. En los pies y la cabeza todavía se ven las sogas que se usaron para desmontar la estatua. En la plaza se observan pocos trabajos de restauración. /PEPE MATEOS |
Está así desde hace 49 días. Acostada sobre una tarima de
madera. Cubierta por tiras y en manos de un equipo de restauración que
aparece de a ratos. Sigue custodiada para que no se la lleven: pero pese
a las denuncias por su estado y modos de conservación, deberá ser la
Justicia la que defina, finalmente, de quién es y dónde quedará la estatua de Cristóbal Colón que, desde 1921 hasta junio pasado, estuvo en pie en la plaza que lleva su nombre, detrás de la Casa Rosada.
En la pelea, que podría llegar hasta la Corte Suprema, de un lado están
la Ciudad, las sociedades protectoras del patrimonio y la comunidad
italiana que la donó. Del otro, el Gobierno nacional, que quiere
reemplazarla por la figura de Juana Azurduy.
El conflicto
ya era inédito por los motivos y por los plazos: desde principios de
este año que la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, viene
insistiendo en que “Juana Azurduy es la indicada para estar en ese
lugar”: nada más y nada menos que la plaza que da a la parte de atrás
del edificio desde donde gobierna, y que está enrejada desde 2007 por un
convenio que se firmó ese año con la Ciudad. Desde entonces el debate
gira alrededor de la escultura de Colón, que fue bajada de su base pese a
una orden judicial y sin aviso. Y puede ser un debate cada vez más
largo si llega hasta la instancia máxima que tiene la Justicia del país.
Así
lo anticiparon ayer desde la Asociación Civil proteccionista Basta de
Demoler –que impulsó un amparo contra el traslado– y varios de los
grupos afectados. “Acá es la Justicia la que tiene que resolver el
asunto de fondo: saber de quién es el monumento: la Ciudad lo
tiene inventariado desde 1926 en la Dirección de Paseos y en el
departamento de Monumentos y Obras de Arte (MOA), pero el Gobierno
nacional se atribuyó el derecho de sumarlo al inventario del Museo del
Bicentenario el 24 de mayo de 2011, totalmente arbitrariamente, y ahí
está el debate”, detalló María del Carmen Arias Usandivaras, abogada de
Basta de Demoler. Y fue aún más a fondo: “Si la Justicia falla negativa
vamos a ir a la Corte Suprema. O hasta donde sea necesario para que
Colón se quede ahí”.
Para que la pelea llegara a esta instancia hubo mucho que discutir y reclamar (ver El conflicto...). Hoy, la certeza es que no se ven trabajos fuertes sobre la escultura. Por ahora, rige un amparo que impide el traslado de la figura, pero tiene una fecha límite para el 12 de septiembre,
y si no hay una nueva resolución judicial la Nación podría quitar la
estatua y llevarla a Mar del Plata, como pretende la Presidenta. Pero
eso es lo que se va a pelear con un nuevo pedido para ampliar la
cautelar. Mientras tanto, los expertos advierten que en esa posición, recostada, la obra podría sufrir daños en su estructura,
que tiene 60 toneladas de piedra. Mientras tanto, otros siguen
discutiendo. La colectividad italiana, por su parte, pide una solución:
“Si hubiesen sido claros, o informado mejor la necesidad de restauración
o de mudarla a otra parte de la Ciudad, no esta acción arbitraria ni
caprichosa, la colectividad hubiese tratado el tema de otra manera, pero
así está muy dolida”, lamentó Julio Croci, secretario de la Federación
Calabresa.
La ONG Salvemos las estatuas también se expresó. “El
mármol carrara fue esculpido para estar en posición vertical. Es
riesgoso que esté acostado, eso profundizará las grietas y hendiduras”,
se quejó Graciela Fernández, de la agrupación. Desde que se inició el
conflicto, la Ciudad, que se opone a la mudanza, mantiene una guardia
alrededor del monumento para asegurar que no sea trasladado. Y, ahora,
además, convoca a una audiencia pública el 27 de agosto en la
Legislatura porteña para debatir sobre el reemplazo de la figura y su
reciente declaración como patrimonio cultural. Pero esa audiencia es
“tardía y redundante” para los grupos proteccionistas, que, adelantaron,
hablarán de la “inacción de los dos gobiernos” en el tema.
Desde la Casa Rosada dijeron a Clarín
que “al menos hasta el momento” la idea es mover la estatua cuando
pierda vigencia el amparo y que, a pesar de la guardia de la Ciudad, la
orden de traslado “será cumplida”. Pero ahora habrá que esperar si la
Justicia lo avala. O si obliga a sus autoridades a devolver a Colón a su
lugar.
Fuente: clarin.com
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