Estuvo a punto de terminar en la basura. Pero el regalo que el
médico escocés George McLaren obtuvo de uno de sus pacientes en la
década del sesenta y luego legó a su hija Fiona podría ser un cuadro
perdido de Leonardo Da Vinci: si los estudios lo confirman, sería una
obra de unos 156 millones de dólares.
El primer gran sorprendido
fue Harry Robertson, director de la casa de subastas Sotheby’s en
Escocia, cuando se enfrentó al cuadro en una de las paredes de la granja
familiar de los McLaren. “Quedó boquiabierto y sin palabras”, definió
Fiona, que lo invitó a tasar la obra cuando sobrevinieron los problemas
financieros.
Detrás de Robertson, otros expertos en el trabajo del
célebre maestro italiano analizaron el cuadro, según informó el diario
inglés Daily Mail. Sebastian Thewes, ex director de la casa de remates
Christie’s en Escocia, compartió las sensaciones de su colega.
La virgen de las rocas. El niño aporta algunas pistas. |
El cuadro, una madonna con un bebé en brazos, tiene “pistas” que llevan a otras obras del genio florentino, como La Última Cena, hoy exhibida en Milán, y La Virgen de las Rocas, una obra de la que hay dos versiones, una en París y otra en Londres.
Estas pistas (ver Las posibles claves) alientan las expectativas de los más optimistas, aunque los resultados finales de los análisis especializados, que hará la Universidad de Cambridge, se conocerán el año que viene.
La última cena (fragmento). Un clásico de Leonardo. |
La tela, descuidada en una habitación londinense durante años, tiene una antigüedad estimada de 500 años. Si en 2013 se confirma que se trata de un Da Vinci, Fiona, la enfermera británica hija del médico escocés,
tendrá sus problemas económicos solucionados.
Las posibles claves
Las posibles claves
El niño que está en brazos se parece al de “La Virgen de las Rocas”.
La “V” en el cabello de la mujer es similar a la que se forma entre ella y Jesús en “La última Cena”.
Una flor de lis apenas visible detrás de la cabeza del bebé sería el emblema del Priorato de Sion.
El hombro de la mujer está sin terminar, algo habitual en los trabajos de Da Vinci.
El segundo dedo del pie del bebé es más largo que su dedo gordo, otra característica del pintor.
Fuente: clarin.com
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