La Casa Batlló, la vivienda para la que fue creada en 1907, desconocía la existencia del mueble
Dos vistas de la 'nueva' silla de Antoni Gaudí que sale a subasta. / balclis |
Por José Ángel Montañés /
Barcelona
No es necesario hacer encuestas para saber que Antoni Gaudí es una de las marcas de Barcelona que más vende y que todo lo que rodea a este inclasificable arquitecto despierta un máximo interés y genera muchos beneficios. La última historia tiene que ver con una pieza de mobiliario creada por él, genial y único como los edificios que el arquitecto construyó. En concreto una silla de costura inédita realizada por el reusense alrededor de 1907 para la Casa Batlló, que había acabado en el número 34 del paseo de Gràcia. Como el resto de los muebles de la vivienda fue creada en la carpintería Casas i Bardés. Está realizada en pino de melis —Pinus palustris— procedente de Cuba tallado y torneado al que dio forma ergonómica, como casi todo lo que creaba, para que se adaptara a la postura del cuerpo de la señora Batlló cuando cosía.
No es necesario hacer encuestas para saber que Antoni Gaudí es una de las marcas de Barcelona que más vende y que todo lo que rodea a este inclasificable arquitecto despierta un máximo interés y genera muchos beneficios. La última historia tiene que ver con una pieza de mobiliario creada por él, genial y único como los edificios que el arquitecto construyó. En concreto una silla de costura inédita realizada por el reusense alrededor de 1907 para la Casa Batlló, que había acabado en el número 34 del paseo de Gràcia. Como el resto de los muebles de la vivienda fue creada en la carpintería Casas i Bardés. Está realizada en pino de melis —Pinus palustris— procedente de Cuba tallado y torneado al que dio forma ergonómica, como casi todo lo que creaba, para que se adaptara a la postura del cuerpo de la señora Batlló cuando cosía.
La pieza aparece en el catálogo de la sala Balclis
con un precio de salida de 38.000 euros y se subastará la próxima
semana en Barcelona. Hasta la fecha los actuales propietarios de la Casa
Batlló, la familia Bernat, creían que existía una sola silla de
costura. Fue la que adquirieron hace unos años convencidos de que era el
único ejemplar. Tanto que desde junio comercializan réplicas “en
exclusiva mundial” de la silla creadas de forma artesanal, con la misma
madera y técnicas que usó Gaudí. Aprovechando los meses de tirón
turístico ya han comenzado a venderlas, pese a que tenían pensado
presentarlas en septiembre. El precio de venta es de 1.936 euros cada
una.
Pero ayer descubrieron, por sorpresa, que existe, al menos, una
segunda silla de costura en discordia. “Intentaremos saber todo lo
posible sobre ella porque nuestro patrimonio es lo relacionado con la
casa Batlló”, explican fuentes de la sociedad Casa Batlló S.L.U. que
gestiona las visitas —más de un millón de personas en 2012— y ofrece el
edificio para actos sociales, aunque no quisieron aclarar si intentarían
comprarla o no.
El caso es que la silla ha llegado a la sala de subastas de la mano
de los bisnietos de José Batlló que dan fe con “documento incluido” de
que es auténtica, “ya que siempre ha estado vinculada a su familia y la
han ido heredando generación a generación”, explican. El mueble tiene
una particularidad: En un momento dado se le cortaron los extremos de
sus cuatro patas para que fuera utilizada por Fermina García, la ama de
cría de la tercera generación de los Batlló, según han asegurado los
mismos dueños de la silla hasta ahora, con el fin de poder amamantar
mejor.
Tampoco hay duda de la autenticidad del mueble para los tres especialistas en Gaudí —sobre todo en la colonia Güell—,
como son Marià Marín, Manuel Medarde y Galdric Santana, que han
redactado una extensa ficha para Balclis. Tras analizar la técnica y la
cola de fijación de procedencia animal empleada y estudiar la historia
de la silla, aseguran que esta es incluso es un “modelo inicial
experimental, a modo de prototipo para posteriormente fabricar los
ejemplares definitivos, lo que confiere un valor añadido como pieza
histórica de referencia”. Aunque también reconocen que “la existencia de
algún documento de la época firmado por Gaudí, factura de pedido del
taller o ebanista que la realizó, o documento de encargo del
propietario, servirían para su completa autentificación”, además de un
estudio de dendrocronología de la madera que proporcionaría la edad de
la misma.
Ayer, primer día de exposición pública de las piezas que se
subastarán los días 17 y 18, fueron varias las personas que ya se
interesaron por la silla. La mayoría extranjeros.
Las piezas de mobiliario creadas por Gaudí han alcanzado grandes
precios en subastas. En mayo de 2011 se vendió en París un banco de dos
plazas por 320.000 euros. No rebasó el millón de euros que se pagó en
2007 por el espectacular biombo de la Casa Milà que vendió Christie’s en Nueva York.
Fuente: elpais.com
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