El autor de esta nota recorre la denominada 1ª
Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Argentina y opina sobre
sus cualidades, expectativas y el nivel promedio de las obras que
expone.
Por Román García Azcárate
En el terreno del arte, la palabra ‘bienal’ no es siempre
sinónimo de prestigio. Pero el término en cierto modo anuncia, promete,
ciertas dimensiones del acontecimiento en cuestión, cierta calidad de
obra —aún polémica o cuestionable, pero a partir de un umbral
determinado—, una seriedad no menor en el planteo que preside las
muestras englobadas dentro de esa denominación: no se trata apenas de
reiterar el evento de marras cada dos años y ya. La llamada 1ª Bienal de
Arte Contemporáneo de Argentina, inaugurada que se desarrolla entre el 3
y 10 de octubre en el Centro Cultural Borges porteño, deberá trabajar a
futuro para cubrir esas expectativas centrales.
Hay referencias
ineludibles, que inciden decisivamente. Las de Venecia, San Pablo, La
Habana, Praga, o del Mercosur en Porto Alegre no son lo mismo que las
bienales de Resistencia en el Chaco, Cuenca en Ecuador o Dakar en
Senegal; pero en todas ellas predomina una intención directriz
transparente, explícita y sobre todo respaldada por los hechos
principales: es decir, por las piezas expuestas, la labor curatorial, la
producción conceptual. No se sospecha en ninguna de esas muestras
negligencia o “vista gorda” en la selección de los trabajos a exponer.
La Bienal recientemente abierta en el CC Borges—curiosamente la única
que involucra en su nombre a toda una nacionalidad, la nuestra— se
inicia con un signo de amplitud y tolerancia artística probablemente
excesivos. Puertas abiertas a todo aquel con derecho a intentar hacerse
un lugar entre los consagrados de siempre en el campo diverso de las
artes visuales mediante sus obras: cuando menos cuantitativamente se
privilegia la oportunidad al desconocido hasta el momento, mientras
pueda pagar su espacio en la exhibición.
Algo apretada, esta
bienal está integrada en su primera edición por unas 180 piezas de 151
autores, 92 de los cuales son argentinos. Los restantes pertenecen a
otras 18 nacionalidades que van de Ecuador a Francia o Alemania. No
todos los involucrados carecen de renombre. Además de contados
participantes, la producción conceptual programada oficialmente es
cuando menos respetable.
EXPOSITOR Y MIEMBRO DEL COMITÉ ACADÉMICO. Vito Campanella, autor de “Paris sans laisser d’adresse” (fragmento). |
Oscar Steinberg, el mexicano Gregorio Luke, Rosa Faccaro, Osvaldo Mastromauro, Daniel Schavelzon, Julio Sapolnik figuran entre los disertantes programados. El mismo Luke, Ponciano Cárdenas, Vito Campanella y Hugo Irureta (estos tres últimos también exponen aquí) forman el Comité Académico. Junto a María Elena Beneito, igualmente expositora, constituyeron los cuatro el Comité de Selección.
Es
el contraste entre lo que contextual e implícitamente promete la
denominación de Bienal Internacional y el nivel de una enorme proporción
de las obras expuestas lo que hace ruido. Tampoco se ha respetado en la
admisión de los trabajos lo que se entiende por arte contemporáneo. El
resultado de eso cuelga en los muros de la exhibición, en las
esculturas, en las instalaciones.
Parte de las obras que se
muestran en el tercer piso del CCR hasta el 10 de octubre pueden
vislumbrarse en el video que integra esta nota. En él hablan también la
organizadora y curadora de la exhibición, María Elena Beneito, y un
puñadito de expositores: el argentino Pablo Di Masso
—a quien Ñ Digital ha entrevistado otras veces y que en esta
oportunidad representa a España, donde reside desde hace décadas los
meses que no pasa en nuestro país—, los mexicanos Paul Achar Zavalza y Jerónimo Arévalo, hijo del artista azteca Javier Arévalo, y el ruso afincado en Argentina Yuri Gogol.
No tanto la opinión de esos creadores, como sí varias de las obras
registradas en el video pueden ilustrar fugazmente acerca del nivel
artístico promedio que campea en la exposición.
Queda por verse la
evolución que tendrá este evento con el tiempo. De acá a dos años podrá
comprobarse, esencialmente, si persiste el maridaje entre su
denominación actual y la calidad promedio de la obra expuesta en este
arranque.
1ª Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Argentina
Centro Cultural Borges
Viamonte 525, Buenos Aires
De 10 a 19 hs, hasta el 10 de octubre.
Entrega de premios y brindis de cierre: 9 de octubre a las 19 hs.
Entrada libre y gratuita.
Fuente: Revista Ñ Clarín
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