Una historia de amor, un hombre y una mujer muy al final de la vida. Durante tres años Alejandro Kirchuk retrató a sus abuelos, Mónica y Simón, en la rutina, si es que en algún momento la enfermedad, el Alzheimer, da lugar a la cotidianeidad. Kirchuk, que ganó el primer lugar del World Press Photo en la categoría “Vida cotidiana” por la serie “Nunca te dejaré ir”, comenzó a fotografiar a la pareja cuando la enfermedad de Mónica recién se anunciaba. “El Alzheimer fue el punto de partida, un diagnóstico que ella había recibido 5 años antes. Marcos dedicó su vida a cuidarla y yo lo fui fotografiando. Busqué documentar cómo el paso del tiempo iba cambiando las cosas. El cuidado era distinto, porque al comienzo era la pérdida de la memoria. Y los cuidados eran desde un lugar afectivo, de cariño. Pero el último año Mónica lo pasó en la cama y él la asistía en todo: desde darle de comer hasta cambiarle los pañales. Sólo aceptó recibir ayuda básica: quiso cuidarla él todo el tiempo”.
Esta serie estuvo expuesta en la Getty Images Gallery, de Londres. Por este mismo trabajo fue finalista de la beca Ian Parry, de Inglaterra. Kirchuk, de 24 años, es fotógrafo free-lance. Cuenta que el título de este trabajo, el que él pensó para la historia de amor de sus abuelos, era “La noche que me quieras”, por el tango, que en realidad dice “El día que me quieras”, y que su abuela cantaba.
Mónica, una de los dos protagonistas de este relato gráfico, murió el año pasado. “Otra de las fotos de esta serie, una de las últimas, es de Simón en el cementerio, el día del cumpleaños de mi abuela. Pero no quise que terminara ahí sino darle un rasgo de continuidad”, dice.
Así que la última foto que sacó Kirchuk es de su abuelo, solo, en la casa que compartió con esa mujer a la que tanto, y tan amorosamente, había cuidado.
Nora Viater
Fuente: clarin.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario