Londres,
13 feb (EFE).- La influencia que Pablo Picasso ejerció en artistas
británicos centra una exhibición de la Tate Britain de Londres, que
destaca la reputación que el pintor español adquirió en el Reino Unido
como figura reconocida y controvertida.
Titulada "Picasso y el Arte Moderno Británico", la exposición resalta
la "inspiración positiva" que tuvo el pintor malagueño en Duncan Grant,
Wyndham Lewis, Ben Nicholson, Henry Moore, Francis Bacon, Graham
Sutherland y David Hockney, según destacó hoy el comisario de la
muestra, Chris Stephens.
Compuesta por más de 150 obras, entre ellas 60 de Picasso, la
exhibición está dividida en varias secciones y por orden cronológico,
desde que el artista español exhibió por primera vez en las Galerías
Grafton de Londres en noviembre de 1910.
Con esta exposición, que abre al público el próximo día 15 y hasta el
15 de julio, la Tate Britain busca mostrar el gran interés que había en
este país por Picasso en el siglo XX, más profundo de lo que se pensaba
hasta ahora.
Para Stephens, se trató de una "nueva y positiva inspiración", no fue
un "proceso pasivo" por parte de los artistas británicos, puesto que
éstos encontraron en el artista español a una "figura única".
"Tenía tanta capacidad de invención. Cada generación encontró algo
nuevo en Picasso. Cada artista encontró algo diferente", manifestó el
comisario, que subrayó la capacidad que tenía el pintor malagueño para
"reinventarse".
Si bien fueron muchos los británicos que en el siglo XX se inspiraron
en Picasso, los elegidos por la Tate Britain para esta muestra reflejan
la variedad y la vitalidad con que respondieron a esa influencia que el
malagueño ejerció en ellos.
Entre las figuras de Picasso destacadas está "Cabeza de un hombre con
bigote" (1912), vista en el Reino Unido antes de la I Guerra Mundial,
cuando el Cubismo empezaba a ser conocido en este país a través de las
exhibiciones del artista pos-impresionista Roger Fry.
También aparecen "Hombre con clarinete" (1911-12) del Museo
Thyssen-Bornemisza de Madrid, "Mujer que llora" (1937) de la Tate,
"Mujeres en Argelia (1955) de una colección privada, y "Naturaleza
Muerta con Mandolina" (1924) del Museo Stedelijk de Holanda.
Pero la estrella de la exposición es "Desnudo de Mujer en sillón
rojo", uno retrato elaborado por Picasso de su amante Marie Thérése
Walter, cuyo rostro está dibujado a partir de dos perfiles: el de la
modelo y el de un amante secreto que le besa los labios.
Este óleo ha estado en manos privadas británicas prácticamente desde
que fue pintado en 1932 y forma parte de una secuencia de retratos que
Picasso le dedicó a Marie Thérése.
En una de sus salas, la Tate ha colgado una fotografía en blanco y
negro del Guernica, para recordar la gira que hizo esa obra de Picasso
por el Reino Unido entre 1938 y 1939.
Entre las obras destacadas de los británicos hay que señalar los
instrumentos musicales de Ben Nicholson, similar a un cuadro de una
guitarra que el artista malagueño pintó en 1924.
En algunos casos la influencia de Picasso entre los británicos fue
tan importante que los expertos afirman que David Hockney visitó hasta
ocho veces una gran exhibición que el museo Tate le dedicó en 1960,
cuando el pintor británico empezó su obsesión por la obra del creador
del Cubismo.
Además de pinturas y esculturas de Henry Moore, la galería muestra
fotos de Picasso en Londres en 1919, cuando trabajó en la escenografía
del ballet "El sombrero de tres picos".
Después de su paso por la Tate Britain, "Picasso y el Arte Moderno
Británico" se verá en la Galería Nacional Escocesa de Arte Moderno, en
Edimburgo.
Viviana García
Fuente: EFE
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