Fotografía facilitada por el Museo de Arte e Historia de Ginebra de un relicario de plata del busto de San Pedro, una de las cuarenta obras que componen la muestra "Fervores Medievales, Representación de los Santos en los Alpes", que el museo acaba de inaugurar, y que permanecerá abierta al público hasta mediados de septiembre. EFE |
Ginebra - Descubrir el fervor católico que
se vivía en la Edad Media en una de las ciudades más emblemáticas del
protestantismo, como Ginebra, es posible en estos días gracias a una
exposición que nos adentra en la devoción de los suizos por los santos,
justo antes de que el pueblo abrazara la reforma de Calvino y se
destruyeran la gran mayoría de las imágenes religiosas.
Cuarenta obras componen la muestra "Fervores Medievales,
Representación de los Santos en los Alpes", que acaba de abrirse en
Ginebra, hasta mediados de septiembre, de forma simultánea a otras cinco
exposiciones sobre la misma temática en Sion (Suiza), Aosta y Susa
(Italia), además de Annecy y Chambéry (Francia).
Esta exposición es el eje de un proyecto internacional lanzado por
esas seis ciudades para rescatar y dar a conocer las devociones en la
Edad Media, mediante la presentación de esculturas, manuscritos,
pinturas y reliquias de diferentes santos creadas en esa época en
localidades de los Alpes.
"Todas las obras son previas al protestantismo, y ésta es la única
manera de conocer las costumbres y las creencias de una Ginebra
católica", explicó a Efe Sylvie Treglia-Détra, representante del Museo
de Arte e Historia de Ginebra, donde tiene lugar la exhibición.
A finales de la Edad Media, la vida de las personas transcurría de
forma paralela a su creencia en los santos, entre los que destacaba San
Pedro, guardián y protector de Ginebra, a quien iban dirigidas gran
parte de las plegarias de los creyentes.
Fotografía facilitada por el Museo de Arte e Historia de Ginebra de un manuscrito del siglo XIII que explica la vida de los santos, una de las cuarenta obras que componen la muestra "Fervores Medievales, Representación de los Santos en los Alpes", que el museo acaba de inaugurar, y que permanecerá abierta al público hasta mediados de septiembre. EFE |
"Esta exposición es especial, porque, a pesar de que Ginebra no
conserva prácticamente imágenes de esa época, gracias a los préstamos de
algunas ciudades hemos conseguido reflejar cómo era aquí el arte
religioso durante los siglos XV y XVI", explicó Treglia-Détraz.
San Pedro era considerado el santo más importante para Ginebra porque
protegía a la población y a la ciudad misma, ocupando un lugar
predominante en la jerarquía de santos.
Por esta razón, su estatua estaba erigida en ese entonces a la
entrada principal de la catedral de la ciudad, que lleva su nombre y que
hoy es lugar de culto protestante.
"Un ejemplo de las pérdidas que provocó la Reforma es que esa
fachada, que transmitía la sensación de protección, carece actualmente
de esculturas que reflejen a su guardián San Pedro", explicó la portavoz
del Museo.
De las obras realizadas en Ginebra y que se conservan destaca también
un manuscrito del siglo XIII que explica la vida de los santos y que
fue el texto más copiado en esa época, siendo el equivalente de lo que
hoy en día conocemos como un "bestseller".
Otra obra a destacar es un relicario de plata del busto de San Pedro,
cedida por el cantón suizo de Valais (católico) y que ofrece una idea
de cómo eran estos objetos.
La imposición de la corriente reformista de la Iglesia llevaría a una pérdida importante de iconografía católica.
Fuente: EFE
Fuente: EFE
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