Marcello Dantas. Diseñó nueve museos y explica la necesidad de utilizar las nuevas tecnologías en los espacios de arte.
EN BUENOS AIRES. DANTAS VINO A PARTICIPAR DE JORNADAS SOBRE MUSEOS.
Para definir de forma rotunda a este brasileño formado en Estados
Unidos, curador y diseñador de museos interactivos, puede decirse que
Marcello Dantas es “un creador de públicos” dentro de un concepto
novedoso: museos inmersivos e interactivos. La popular revista Isto E,
de Brasil, lo considera un “constructor de audiencias”. Dantas
saltó a la fama luego del diseño y puesta en marcha del Museo de la
Lengua Portuguesa, situado en la Estación de la Luz, en el casco
histórico de San Pablo. Abierto en 2006, deslumbró por ser un portento
de imaginación en un contexto inesperado. Dantas llegó a Buenos
Aires para las Jornadas sobre “Museos y Cultura participativa”,
convocadas por las fundaciones Telefónica y TYPA que preside Américo
Castilla, en el Espacio Telefónica. Ante una concurrida audiencia,
también participaron Sebastian Chan, del Powerhouse Museum, de
Australia, y los artistas Mariano Sardón y Leo Nuñez, entre otros. En diálogo con Clarín, Dantas cuenta que ya diseñó nueve museos “de la identidad”, como los
llama. Y entre ellos incluye, el Museo del Caribe, en Barranquilla,
Colombia, el de la Independencia en Bogotá, el Museo Cocuruto, en la
cima del Cerro Pan de Azúcar, Río de Janeiro, el de las Minas y el
Metal, en Belo Horizonte, y el de las Telecomunicaciones en estas dos
últimas ciudades. El curador conceptualiza así los museos que
proyecta en diversos países: “Parto de la idea de que el público llega a
un museo donde desconoce todo. Recurro a equipos de expertos que
aportan la historia y los contenidos, y creo un lenguaje que le permita a
la gente vivir una experiencia de inmersión. Mi objetivo es descubrir
dónde está el territorio emocional de las personas. Me apoyo en la
naturaleza, porque es parte fundamental de la cultura”.Todo
comenzó con el Museo de la Lengua Portuguesa, porque el artista se
convenció del gran aporte de Brasil en la supervivencia del idioma de
Machado de Assis. “De los 220 millones de lusohablantes, 200 millones
están en el vecino carioca”, dice Dantas.“La lengua es un regalo
que la madre le hace al hijo para que este le haga al suyo. Es el
sustrato de la cultura y un elemento fundamental de significación de una
sociedad. Pero es una herencia inmaterial y su dificultad es cómo
contarla” señala.Para Dantas lo correcto es hablar de nuevos
museos que cuentan, desde diferentes perspectivas y con la tecnología
como base del lenguaje multimedia, la identidad de una sociedad, de una
provincia, de un país. “Todos son museos que celebran la identidad, que
es lo que nos vincula como personas de una sociedad, lo que nos hace
sentir que tenemos algo en común”, dice el curador.Dantas
trabaja, en esencia, sobre un concepto: “interactivo e inmersivo”. La
inmersión es el sentimiento de estar dentro de un sitio imaginario y que
el visitante viva una experiencia inolvidable donde haya puentes que
cruzan: la música, la literatura, el arte…después en la vida cotidiana
reconoces en la calle lo que viviste en el museo. Eso crea un vínculo
con los territorios recorridos. La creación de espacios simbólicos
inmersivos abre una puerta magnífica”. Para ello, el curador
recurre a una combinación de tecnologías que pone al servicio del arte.
En el Museo del Caribe, por caso, resolvió de manera sorprendente la
visualización de la cultura oral, con videoproyecciones, y la riqueza de
la flora se recoge en diapositivas 3D. En ese museo hay una sala
especial “Gabriel García Márquez”, cuya exhibición permanente nada tiene
que envidiarle al realismo mágico del escritor. La prioridad de
Dantas no son los contenidos, sino “el desarrollo de una gramática
audiovisual. He curado más de 140 exposiciones y mi mayor interés está
en crear un lenguaje, encontrar formas para contar la historia como
artista: un léxico, instrumentos, elementos para transformar una
historia”. De cara al futuro opina que, el museo tal y como lo
conocemos no desaparecerá a causa de los museos interactivos ni los
virtuales, pero “lo cierto es que no volverá a crearse otro Louvre”. El
museo es el templo de las musas. Hay que crear nuevos museos para una
sociedad atravesada por la revolución digital, convertir la
inmaterialidad de la cultura en nuevos lenguajes expresivos”.
Fuente: clarin.com
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