Una experta británica asegura que estaban a 480 km de allí, en la ciudad de Nínive.
Recreación. La arqueóloga británica Stephanie Dalley hizo esta ilustración en base a textos antiguos . /THE GUARDIAN |
The Guardian. Especial
La ubicación geográfica de una de las siete maravillas del mundo
antiguo –los legendarios jardines colgantes de Babilonia– ha sido uno
de los grandes misterios de la Antigüedad. El hecho de no encontrar
ningún rastro de ellos en los vestigios de Babilonia llevó incluso a
algunos arqueólogos a dudar de su existencia. Ahora, una académica
británica reunió una cantidad de pruebas textuales para demostrar que
estaban en Nínive, a 480 kilómetros de Babilonia, a comienzos del siglo
VII AC.
Después de 18 años de estudio, Stephanie Dalley, de la
Universidad de Oxford, llegó a la conclusión de que fueron construidos
por los asirios en el norte de Mesopotamia –actualmente Irak– y no por
sus grandes enemigos, los babilonios, en el sur.
Su
investigación demuestra que quien llevó a cabo esta proeza de ingeniería
y arte no fue el rey babilonio Nabucodonosor sino el rey asirio
Senaquerib.
La evidencia presentada por Dalley, experta en
lenguas de Medio Oriente, surgió al descifrar las escrituras cuneiformes
babilonia y asiria y reinterpretar posteriores textos griegos y
romanos. En éstos figuraba una inscripción asiria del siglo VII a.C.
que, según pudo descubrir, había sido mal traducida a principios del
siglo pasado. Se sorprendió al encontrar la descripción del propio
Senaquerib de un “palacio sin parangón” y una “maravilla para todos los
pueblos”.
Describe la maravilla de una espiral que elevaba el agua y formaba parte de un complejo sistema de canales, diques y acueductos
para traer agua de ríos que estaban a 80 kilómetros de Nínive y los
jardines colgantes. El texto registra que el agua se extraía “todo el
día”.
Recientes excavaciones hallaron rastros de acueductos. Uno
cerca de Nínive era tan grande que, según dijo Dalley, desde el aire sus
vestigios parecen un tramo de autopista. Después de haber abordado su
teoría en 1992, Dalley está presentando ahora una multitud de pruebas en
su libro “El misterio de los Jardines Colgantes de Babilonia”, que
Oxford University Press dará a conocer el 23 de mayo. La autora supone
que dividirá a la opinión académica, pero la evidencia la convenció de
que los jardines de Senaquerib cumplen con los requisitos para ser una
maravilla del mundo, “una concepción magnífica, espectacular en materia de ingeniería y artísticamente brillante”.
Dalley reconstruyó textos antiguos donde se revela un jardín que
recreaba un paisaje de montaña. Tenía terrazas, senderos con columnas,
plantas exóticas, árboles y torrentes ondulantes. Hasta el momento, es
poco lo que se ha estudiado sobre Nínive porque se consideraba que el
lugar era peligroso para hacer excavaciones.
Traducción: Cristina Sardoy
Fuente: clarin.com
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