UNA DEMANDA SIN TECHO




En medio de una crisis financiera global, y movilizado por la realidad nacional, el mercado del arte argentino cerró la temporada 2011 con un nuevo récord de ventas.



Silenciados ya los ecos del último golpe de martillo en las tarimas porteñas, es posible suministrar algunas cifras que, con sólida elocuencia, ilustran sobre la muy positiva performance protagonizada por el arte argentino en la temporada de subastas de obras y objetos de arte.
A lo largo del año que concluye, las instituciones y empresas que operan en este segmento del mercado realizaron unas 200 sesiones de subastas. En ellas se han vendido cerca de cinco mil obras de autores argentinos por un valor equivalente a los 21,2 millones de dólares.
Este volumen de ventas impacta si lo comparamos con los 17,6 millones logrados en las subastas de 2010. La diferencia entre ambas cifras concreta un incremento del 20,5%, sin duda impensado en los inicios de la temporada, y demuestra la capacidad del arte a la hora de captar capitales carentes de demasiadas opciones de inversión válidas. A no pensar en orígenes espurios de estos números. La aplicación que las casas operadoras tuvieron que hacer de las normas dictadas en enero pasado por la Unidad de Información Financiera convierte en leyenda urbana la creencia de que el mercado estaba vinculado al lavado de dinero.
A estos guarismos locales debemos adicionar los 4,5 millones de dólares registrados por la venta de 115 obras de artistas argentinos en las subastas de arte latinoamericano que Christie's y Sotheby's realizan en Manhattan.
El año mostró una demanda que se manifestó muy firme y sostenida cuando la oferta puso en plaza obras de real valor y trascendencia. Para éstas "no hubo techo". Pero, al mismo tiempo, esta misma demanda se expresó con cierta reticencia y mucha selectividad cuando las obras a la venta no poseían determinados niveles de excelencia. La oferta, alentada por los buenos resultados del último tramo del año 2010, abrió la presente temporada con propuestas acordes a la firmeza evidenciada por el sector de compradores. La venta en los remates porteños de nueve obras por valores superiores a los cien mil dólares, cuando en el año anterior habían sido sólo dos, expresan esta confianza a pesar de las cíclicas y reiteradas situaciones críticas que agitan la vida nacional, signada además, en el año que cerramos, por los avatares de un proceso electoral.
A la hora de elegir, los compradores, entre los que figuran coleccionistas e inversores, así como quienes conjugan en simultáneo ambos perfiles, evidenciaron un sano eclecticismo. Sus compras abarcaron desde pinturas que podríamos denominar "clásicas", como la austera imagen del Riachuelo creada por Víctor Cúnsolo que encabeza el ranking de ventas del año o los paisajes de Fernando Fader, hasta obras contemporáneas de artistas como Juan Melé, Nicolás García Uriburu, Leandro Erlich, Nicola Costantino o Marcelo Pombo, que han visto superar sus récords individuales en esta temporada.  

Mucha cautela, poco glamour

Al comenzar la temporada 2011, los mayores operadores del mercado habían dejado en el olvido el duro impacto y las prolongadas consecuencias de la crisis iniciada en septiembre de 2008. Los guarismos generales, así como los que miden los diversos rubros que componen el mercado, iban acomodándose y dejando algunos saldos positivos que permitían a los observadores ser optimistas. No obstante, la oferta mantuvo cierta cautela, y la temporada careció de convocatorias teñidas de ese glamour característico del ámbito internacional. Tal vez la excepción haya sido la venta de alhajas y pertenencias de Elizabeth Taylor.
El creciente protagonismo de China se ha consolidado en el año, no sólo alistando a sus coleccionistas en la primera fila de las salas del mundo, sino también proyectando sus empresas líderes hacia más allá de sus fronteras. Tanto Poldy Group como Guardian, las dos casas de subastas más importantes de Pekín, ya han abierto oficinas de representación en Manhattan, y no descartan una operación más activa en el futuro inmediato.
Con los resultados obtenidos entre enero y septiembre, el Mei Moses Art Index ha elaborado una proyección de incremento general para este año del 11,80%. Con su particular metodología de medición, apoyada en el índice financiero Standard & Poor's, M&M advierte en el rubro Impresionistas y Modernos un crecimiento del 17,3%; en los Antiguos Maestros y siglo XIX, del 7,2%, y en el arte oriental, un decisivo 24%. Para el arte contemporáneo, registra un reacomodamiento a la baja del 4,7% y para el arte latinoamericano, una relativa paridad, ya que establece un descenso de sólo un 1,1%.
Si bien la actual crisis de la eurozona puso un toque de alerta en las operaciones, el rol del arte como espacio de refugio de valor ha quedado, una vez más, plenamente validado.
21,2
millones de dólares
Fue lo recaudado este año en las subastas porteñas por la venta de cinco mil obras de artistas argentinos
20,5%
más que en 2010
Es el incremento registrado en 2011 en Buenos Aires, respecto de las subastas del año pasado
4,5
millones de dólares
Sumaron las ventas de 115 obras de artistas argentinos en las subastas de Christie's y Sotheby's en Manhattan.

Fuente: adn CULTURA La Nación

1 comentario:

  1. yo vivo en uno de los departamentos en Palermo espero que nunca se cierre el mercado de arte porque me muero si no puedo ver mas obras

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