La Ciudad inauguró una escultura. Y María Kodama hizo su ya tradicional fiesta.
Torta, velitas, música house y mucho bullicio para el celebrar
el 112° cumpleaños de Jorge Luis Borges. El festejo se inició puntual, a
las 19.30, como cada 24 de agosto de cada año en la Fundación
Internacional Jorge Luis Borges, en Anchorena 1660. La torta fue un
bizcochuelo con pepitas de chocolate adornada con un laberinto que se
formaba con las palabras “Borges” y “Kodama” entrelazadas.
Y una
sorpresa de la viuda del escritor y presidenta de la Fundación
Internacional Jorge Luis Borges para los invitados: fue un grupo de
manga japonés que se paseó con los disfraces pertinentes por el evento.
De
la torta y del grupo japonés disfrutaron, entre muchos otros, el
profesor Rolando Costa Picazo – quien comentó la obra de Borges en la
edición de Planeta – el especialista de la Universidad de Leipzig
Alfonso de Toro, la escritora Alina Diaconu, el escritor Martin Hadis,
el editor actual de Borges, Pablo Avelluto, de Random House Mondadori,
la crítica Cristina Piña, Rosa María Ravera, ex presidenta de la
academia Bellas Artes, Ana María Cabrera escritora y Hernán Lombardi,
ministro de Cultura de la Ciudad. Entre brindis, empanaditas de carne y
queso, los invitados escucharon “The Wall”, de Pink Floyd, una de las
canciones favoritas de Borges.
Antes, al mediodía, hubo otra
fiesta. Fue en la Casa de la Cultura porteña y se trató de la
inauguración de una escultura que a Borges le hubiera gustado: podría
haber leído las palabras en relieve de la obra del artista plástico Raúl
Farco. En esos libros con solapas de mármol, las letras se recorren con
los dedos formando las palabras que el autor de “El Aleph” dejó al
mundo, sin saber que el día de su 112º cumpleaños sería trending topic (tema del día) en Twitter.
María
Kodama ponderó la original escultura de Farco, artista de la Galería
Maman. Es un árbol de corteza metálica de 6,5 metros de altura integrado
por 25 libros de piedra, en alusión a los 25 años de la muerte del
argentino más universal. Además, desde una videoinstalación titulada
“Borges-Ajedrez”, en el patio de la Casa de Cultura, el escritor les
hablaba a los contemporáneos.
Kodama recordó cuánto se divertía Borges en sus cumpleaños y que escuchaba a los Rolling Stones, otra de sus bandas favoritas.
Satisfaction, maestro.
Fuente: clarin.com
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