Fue sustraída de la casa de una coleccionista en Beverly Hills, con ayuda de su mayordomo.
El final parece
el de un clásico relato policial: fue el mayordomo. En 1991, una
coleccionista de arte de Beverly Hills se fue de viaje y dejó su casa
por algunas semanas. Al mayordomo, que se había jactado de los millones
de su empleadora en un bar, le pagaron 5.000 dólares por entregar copias
de la llave de la casa -y por su silencio, claro-. Durante las semanas
que duró el viaje, un grupo de ladrones entró y salió varias veces de la
vivienda para llevarse varias piezas de arte, valuadas por un total de
un millón de dólares. En el botín estaba Chica joven con serpiente,
una escultura de bronce de Auguste Rodin, que acaba de ser nuevamente
atribuida a su dueña legítima y que, con un precio estimado de 100.000
dólares, será subastada este año en Nueva York.
Tardó veinte años
en aparecer la escultura: en 2011 fue ofrecida anónimante en la casa de
subastas Christie's, en su sede londinense. Como la obra del escultor
francés estaba denunciada, se iniciaron investigaciones y negociaciones
entre los abogados de los que la ofrecían y los de la coleccionista de
arte de Beverly Hills, cuyo nombre no se dio a conocer. La policía de
esa zona de Los Angeles, que había encontrado y detenido al mayordomo en
un hotel de Miami, investigó el caso durante 24 años y finalmente logró
que la coleccionista fuera reconocida como la legítima dueña de la
obra.
El caso no fue cerrado: en esas "visitas" habilitadas por el mayordomo, los ladrones se llevaron además un bosquejo de El beso, una de las esculturas más celebres de Rodin, y La primavera eterna,
otra obra del francés. "Cuando volví después de ese viaje, mi casa
estaba como si le hubiera pasado un terremoto por encima", declaró la
coleccionista al diario británico The Independent. Pasado el temblor,
recuperó la primera pieza.
Fuente: clarin.com
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