Una mujer asegura que incineró siete obras robadas
en 2012 en Holanda. Los investigadores intentan comprobar si la mujer
dijo la verdad y horneó millones.
Siguen las investigaciones en el caso de la, por ahora, supuesta
quema de siete valiosísimas obras de arte, un botín millonario en el
que había un Picasso, dos Monet, un Matisse, un Gauguin, un Lucian Freud
y un Meyer de Haan, por parte de Olga Dogaru, la madre de uno de los
hombres que las habían robado del Museo Kunsthal de Rotterdam, en
Holanda, el año pasado.
Si el miércoles saltó la noticia de la
increíble declaración de la mujer, ayer, Ernest Oberlander-Tarnoveanu,
director del Museo de Historia Natural de Rumania, nacionalidad de los
autores del robo, dijo que las cenizas halladas en el horno de la mujer
contienen restos de pintura, lienzo y clavos.
El oficial hizo
estas declaraciones en una entrevista concedida en exclusiva a
Associated Press, en la que señaló que los científicos que desde marzo
estudian el tema habían encontrado fragmentos de pintura base, restos de
lienzo y de pintura, cobre y clavos de acero, algunos, de antes del
siglo XX”. Y añadió: “Descubrimos una serie de sustancias que son
específicas de pinturas y retratos, incluyendo zinc, plomo y azurita”.
Oberlander-Tarnoveanu
afirmó que no era de su competencia, sino de la Justicia, decidir si
las cenizas corresponden o no a las obras robadas, y afirmó que en las
próximas semanas los fiscales recibirán los resultados de las
investigaciones y podrán asegurar si la versión de los hechos que Olga
dio en su declaración es cierta. Y sentenció: “Destruir arte universal
es un crimen contra la humanidad”.
Los fiscales aún no saben si
creer la historia de la mujer, pero Pavel Susara, un crítico de arte
rumano, añadió que, en su declaración, “Olga Dogaru describe cómo
encendió el fuego, le echó la madera y quemó las pinturas, como si
estuviera quemando un par de zapatillas”, y aseguró: “O es una escritora
reprimida o está describiendo exactamente lo que hizo”.
En Bélgica
Evidentemente, y pese a las dificultades que atraviesan sus colegas (ver “ Picasso al...”), el arte le sigue pareciendo un buen botín a muchos ladrones: ayer robaron una decena de obras de arte de “gran valor patrimonial e histórico”, y obviamente económico, del museo Van Buuren, en Bruselas. Según ha informado el propio museo, dos encapuchados entraron al edificio forzando una ventana. De las obras sustraídas, las más valiosas son el cuadro La penseuse, del artista holandés Kees Van Dongen, y Crevettes et coquillages, del belga James Ensor. Los responsables del atraco, dos personas encapuchadas, entraron en el edificio en la madrugada de ayer después de forzar una ventana, lo que puso en marcha todas las alarmas. El conserje, que se encontraba solo en el momento del robo, dijo que no pudo hacer nada y que no vio el rostro de los atracadores, ya que todo pasó en dos minutos. Los ladrones huyeron en un coche que les esperaba en la puerta.
En Bélgica
Se llevaron diez obras de un museo
Evidentemente, y pese a las dificultades que atraviesan sus colegas (ver “ Picasso al...”), el arte le sigue pareciendo un buen botín a muchos ladrones: ayer robaron una decena de obras de arte de “gran valor patrimonial e histórico”, y obviamente económico, del museo Van Buuren, en Bruselas. Según ha informado el propio museo, dos encapuchados entraron al edificio forzando una ventana. De las obras sustraídas, las más valiosas son el cuadro La penseuse, del artista holandés Kees Van Dongen, y Crevettes et coquillages, del belga James Ensor. Los responsables del atraco, dos personas encapuchadas, entraron en el edificio en la madrugada de ayer después de forzar una ventana, lo que puso en marcha todas las alarmas. El conserje, que se encontraba solo en el momento del robo, dijo que no pudo hacer nada y que no vio el rostro de los atracadores, ya que todo pasó en dos minutos. Los ladrones huyeron en un coche que les esperaba en la puerta.
Fuente: clarin.com