TESOROS DE LA ANTIGÜEDAD GRIEGA EN RIESGO

Al cierre de una exposición de esculturas romanas en el Museo Nacional Arqueológico de Atenas, se suman los yacimientos arqueológicos abandonados.


Por Randy Kennedy - The New York Times

Como parte de las medidas de austeridad impuestas a Grecia por la dirigencia económica europea se están llevando a cabo recortes presupuestarios muy profundos. El público ya está sintiendo los efectos de los recortes culturales, en la medida que las salas de los museos y hasta museos enteros sufren cierres esporádicos.
Arqueólogos y curadores griegos e internacionales advierten, sin embargo, que las verdaderas consecuencias de los recortes no se verán totalmente durante años y que serán mucho más terribles para los objetos antiguos y la erudición histórica. En los últimos seis meses, docenas de los arqueólogos estatales más experimentados del país ­los que cuentan con un mayor número de años de servicio y los salarios más altos, 1.550 euros por mes, o sea un poco menos de 2.000 dólares­ fueron obligados a jubilarse en forma anticipada como parte de una reducción de 10% del personal en el Ministerio de Cultura y de Turismo. En los últimos dos años, a raíz de los retiros comunes y la reducción, el personal del área de arqueología se contrajo aún más, de 1.100 a 900, según el gremio que representa a los arqueólogos.
Con el incremento de los impuestos, la rebaja de las pensiones y la tasa de desempleo nacional que se mantiene en más de 21%, este éxodo pasó inadvertido en el sombrío paisaje económico. Los académicos señalan, no obstante, que los recortes están empezando a provocar la desaparición de antigüedades. Los primeros culpables no son los ladrones de museos y los saqueadores de yacimientos arqueológicos con antigüedades, sino las inclemencias del tiempo y las retroexcavadoras de los promotores inmobiliarios.
En un lecho seco de un río una mañana de abril en la isla de Kythira, Aris Tsaravopoulos, ex arqueólogo estatal que fue despedido de su trabajo en noviembre, señaló una parte de la orilla que se desmoronó durante una tormenta que había tenido lugar varios meses antes. Desparramados sobre el lecho del río había cientos de piezas de vasijas minoicas, que casi seguramente se remontaban al segundo milenio antes de nuestra era, algunas pintadas con dibujos florares que mantenían un rojo vívido.
Para Tsaravopoulos, que dirigió proyectos arqueológicos y supervisó excavaciones extranjeras en la isla durante más de 15 años, el yacimiento formaba parte probablemente de una tumba o un antiguo basural. El desmoronamiento ya había hecho que algunos de los objetos fueran arrastrados al mar.
Llenándose los bolsillos con piezas de alfarería para datarlas y colocarlas en un lugar seguro, Tsaravopoulos dijo: "La próxima gran lluvia arrastrará más y en poco tiempo no quedará nada".
En otro momento, Tsaravopoulos habría organizado una excavación de emergencia in situ.
Ahora, dijo, lo único que puede hacer es alertar a colegas sobrecargados de trabajo en el servicio arqueológico estatal, con escasas esperanzas de que se realice algún trabajo de rescate a tiempo.
En Messenia, sobre la península del Peloponeso, se frenó el trabajo de excavación en un templo sobre una colina del siglo V o VI antes de nuestra era que fue descubierto en 2010 no lejos del famoso Templo de Apolo Epicuro, que es patrimonio histórico de la Unesco.
Xeni Arapogianni, la arqueóloga estatal que supervisaba la región y dirigió la excavación inicial del templo recién descubierto, se vio obligada a adherir a su retiro anticipado el otoño pasado antes de poder concluir su investigación para hacer publicaciones sobre el hallazgo.
Otra repercusión de los recortes es que las licencias en el área de investigación para los arqueólogos estatales están siendo canceladas y se obliga a los profesionales a concentrarse casi exclusivamente en el aspecto más burocrático de sus tareas: inspeccionar las obras en construcción para verificar la presencia de antigüedades enterradas.
Obviamente, mucho antes de la crisis económica actual, había yacimientos arqueológicos que se perdían o que estaban mal mantenidos, en parte debido a la magnitud enorme de la tarea. En Kythira solamente, es probable que haya docenas de estos yacimientos inexplorados. (El país tiene más de 19.000 yacimientos y monumentos arqueológicos declarados, y 210 museos de antigüedades).
"Creo que este ministerio podría duplicar o triplicar el número de arqueólogos que contrata ­y el número de guardias- y no obstante seguir teniendo falta de personal", dijo Pavlos Geroulanos, ministro de cultura y turismo de Grecia hasta que las elecciones del 6 de mayo incorporaron un gobierno provisional. Geroulanos estuvo a cargo de los recortes de personal dado que su presupuesto operativo anual disminuyó 30% en los últimos tres años.
"Tenemos muchas cosas en el país y es mucho el trabajo por hacer", dijo. 

Fuente: Revista Ñ Clarín

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