Los restauradores encontraron pruebas que consideran concluyentes: las iniciales “GB” en las pinturas.
Detalle. Una de las imágenes, ahora atribuidas a Giotto. /PIETRO CROCCHIONI - EFE |
La edad Media es un largo y oscuro periodo histórico comprendido
entre los siglos V y XV, y caracterizado por sus innumerables
incógnitas. Gran parte de la vida y la obra de los artistas que
destacaron en aquel tiempo, se pierden de forma inevitable entre
misterio y tinieblas. Pero ahora, un reciente descubrimiento podría
poner un poco de luz a esos tiempos de tiniebla.
Las
iniciales “GB”, apenas visibles, que fueron halladas anteayer por el
equipo de restauradores que, dirigido por Sergio Fusetti, trabaja desde
2010 en los frescos de la Capilla de San Nicolás, en la parte más baja
de la italiana Basílica de San Francisco de Asís, construída en 1253,
indicarían, según los restauradores, que su autor fue Giotto di Bondoni
(1267-1337), el innovador pintor, arquitecto y escultor, nacido en
Florencia, que rompió con las limitaciones del arte de la Baja Edad
Media, introduciendo el realismo, y convirtiéndose así en precursor de
los cambios que desembocarían en el movimiento más importante de la
Historia del Arte: el Renacimiento italiano.
No era de forma gratuita que sus contemporáneos consideraban sus obras como “milagros del naturalismo”.
Los frescos fueron dañados en el año 1997, cuando un terremoto sacudió
la región de Umbría, en pleno centro de Italia, cerca del río Tíber,
lugar donde se ubica la basílica, pero no fue hasta 2010 cuando
comenzaron las tareas de restauración de este lugar, que durante siglos
fue uno de los focos más importantes de peregrinación.
Las
pinturas donde se han encontrado las iniciales, representan a la Virgen
María sosteniendo al niño Jesús, a San Juan Bautista y a San Francisco y
hasta ahora, la teoría más aceptada por los estudiosos de la Historia
del Arte era que habían sido realizados por los seguidores de Giotto
durante el siglo XIV. Pero desde esta semana, las nuevas pruebas han
hecho girar la opinión de los expertos.
Según Sergio Fusetti,
“este es uno de los primeros trabajos del artista, y es de extrema
importancia para reconstruir la cronología de su trabajo y el de su
taller”.
Este no es el primer hallazgo que se hace en el lugar
desde que comenzara la restauración de las pinturas de sus paredes: el
año pasado, mientras se restauraba otro fresco de Giotto (este, sin
ninguna duda), que representa la muerte de San Francisco de Asís, se
encontró otra imagen de la que tampoco se habían percatado hasta el
momento: la de un demonio que observa la escena con expresión maliciosa
desde una nube, y que nunca antes había sido visto.
Señala Sergio
Fusetti que los frescos “fueron encontrados en muy mal estado”, pero
que tras los trabajos de restauración, que están a punto de terminar,
“podrá volver a admirarse su belleza y su riqueza”, y será pronto, ya
que el día 6 de diciembre la capilla se abrirá al público.
En las
paredes de la Basílica, que desde el año 2000 integra la lista de
monumentos considerados patrimonio de la humanidad, hay 200 metros
cuadrados de frescos, que según Giuseppe Piamontesse, padre del Convento
de Asís, “constituyen la Biblia de los pobres, que permitió y permite a
muchas personas acercarse a la vida de San Francisco de Asís”.
El costo de la restauración: casi 470 mil dólares.
Fuente: clarin.com
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