CON JOHN CAGE, MAR DEL PLATA INGRESA AL CALENDARIO MUNDIAL DE LAS VANGUARDIAS

Desde el jueves y hasta el domingo, un grupo de artistas llevará la obra del innovador estadounidense al gran público a través del Festival de Arte Contemporáneo John Cage “Rarísimo” durante el cual Playa Grande será escenario de una performance escénico-musical para 12 bocinas de 12 autos.

Por Pablo E. Chacón

El Festival de Arte Contemporáneo John Cage Rarísimo desembarca este año en Mar del Plata. La idea de los organizadores y managers, que están trabajando en el emprendimiento hace ya casi un año, no sólo es presentar algunas de las piezas del innovador norteamericano al gran público, articuladas a interpretaciones de sus colegas Mauricio Kagel y Morton Feldman. También buscan ocupar diversos espacios del balneario con performances, instalaciones de videoarte, cine, conferencias, música experimental y obras de teatro, para las cuales están invitados artistas de diversas nacionalidades que trabajarán sin estancamientos de áreas con el fin de promover actividades y escuchas no tan habituales y situar a la ciudad en el calendario internacional de las vanguardias. En el sitio www.rarisimo.org pueden consultarse fechas y horarios. Está todo listo para empezar mañana y continuar hasta el domingo.
Martín Virgili, músico, productor y alma mater del proyecto le dice a Ñ que “Mar del Plata tiene la infraestructura, los espacios y el clima ideal tanto para actividades al aire libre como en espacios cerrados, y además una tradición de vanguardia en el campo de la música, el cine, los mass media, etcétera, que componen la viga maestra de la sociedad del espectáculo que caracteriza al mundo digital contemporáneo, sin perder de vista que Cage es un tipo menos escuchado que versionado y hablado. Pero poco estudiado e interpretado. Para entenderlo, que no es tan fácil, están invitados los especialistas Rafael Cippolini y Lux Lindner, que además traen algunas sorpresas”.
El otro espíritu del Festival, sin dudas, está encarnado en el diseñador gráfico Mario Gemin, un marplatense de proyección internacional, que trabajó en Barcelona junto a Yves Zummermann y América Sánchez; y que en la Argentina diseña libros para los artistas Jorge Macchi, Ana Gallardo y Matías Duville, entre otros. Gemin confirma los dichos de Virgili, y agrega que “es un lujo, una gracia, haber podido conectar con gente que –valiéndose de las nuevas tecnologías– supo recuperar el espíritu de vanguardia que alguna vez tuvo esta ciudad. Sería bueno no olvidar que por acá entró la bossa nova a la Argentina, que en su momento pasaron María Callas, Pier Paolo Pasolini, Witold Gombrowicz; que acá tuvieron sus casas de veraneo Victoria Ocampo y su hermana Silvina, esposa de Adolfo Bioy Casares; que Borges dio una de sus últimas conferencias en la Argentina en el Teatro Auditorium, que acá vivió una larga temporada Osvaldo Lamborghini, y que acaso gracias a todo eso, la universidad creció en oferta y matrículas. Pero es importante remarcar que la vanguardia musical estricta, estuvo ausente. Bien, ya no lo está”.
¿Y por qué un homenaje a Cage? Lo dice el manifiesto que se reparte estos días en la sede y en Buenos Aires, donde se están ensayando todavía algunas piezas:
“¿Por la contingencia que nos encuentra en su centenario? En buena medida sí. Pero también por la inspiración que su obra nos ofrece; sembrar la democracia en el reino del sonido y del ruido, es el inicio de un reordenamiento de la estética, más cerca de la igualdad, más humilde también. Después, para tener a tiro sus ideas, que quizás no sean tantas, y que nos animamos resumir en un intento por consubstanciarnos (a nosotros mismos y a nuestras creaciones) con el curso de la vida. Y por la felicidad que su legado perpetúa. Esto no sólo por sus obras: ¡cuántas veces vimos a Cage sonreír en una foto! ¿Una pose? Pensamos que no. Más bien el entendimiento que la alegría es una ética y una política. La obra de Cage es un respaldo: el arte es una gracia, como lo son los mares, las montañas y los pájaros”.
Cage, remasterizado, si se quiere, por ese inmenso poeta californiano, íntimo de Jack Kerouac, sobreviviente de una generación diezmada: Gary Snyder, casi la representación del comunismo de la naturaleza (o de la cultura de la naturaleza) en una ciudad de fuerte raigambre socialista.
Entre sus piezas señeras se interpretará, de la mano de la pianista argentina Haydée Schvartz y el multiinstrumentista y vocalista colombiano Rodolfo Acosta R., “Four Walls”, de 1944, un dispositivo compuesto en colaboración con el coréografo Merce Cunningham, cuyo ensayo este cronista tuvo oportunidad de ver, para su asombro y descubrimiento.
 “’Four Walls’ constituye un ejemplo de minimalismo. Y quizá más que eso. La propuesta es anticipatoria: un poco antes que el discurso minimal explotara en la obra de Riley, Reich y Glass, Cage ya había visto el blanco a la distancia. Arcaica y meditativa (sólo se utilizan las teclas “blancas” del piano), e interrumpida en el meridiano de su desarrollo por un solo vocal, esta pieza es parte del repertorio de composiciones que involucran al silencio como materia de construcción”, cuenta Virgili.
Otra de las piezas de Cage que se recreará será “Five”, con Acosta R. como invitado especial, seguido de una serie de composiciones en esa estela, interpretadas por el colombiano Guillermo Rendón para “Tremolo tremulante”; Acosta R. otra vez, haciendo “Laberinto”; el uruguayo Eduardo Fernández, concentrado en “A meditaton on ‘Sakura’”, y el colombiano Fabián Quiroga, en “Hilo natural”. Completará el set un ensamble de música contemporánea colombiana compuesto por los guitarristas Rubén Gómez, Daniel Forero, Alvaro Herrán y Germán Molano.
La conferencia a cuatro voces “Hacia dónde vamos y qué estamos haciendo”, que Cage escribió en 1961 para ser leída en un colegio de Nueva York, tomará una forma “libre”: presentada bajo el formato de cuatro textos simultáneos, con las voces jugando a manera de contrapunto, simultáneamente, individualmente, tal cual un formato de cámara, interpretado por Acosta R., Mariano Losi, Adriana de los Santos y Virgili.
La performance escénico-musical para 12 bocinas de 12 autos se dividirá en cuatro secciones: “Para doce automóviles”, de Mariano Losi; “Titilar de luciérnagas metálicas con ilusión de heraldo” (para doce autos en círculo), de Antonio Zimmerman; “Doce” de Rodolfo Acosta R.; y “Bocinata ficta”, de Sebastián Bauer. Esto es: doce autos en círculo, cuatro compositores, y una proclama que interroga al espacio público desde adentro. Será en Playa Grande, el día del cierre del Festival.
Antes, el miércoles, en la Plaza del Agua, se interpretará “Acción fugitiva para 111 bicicletas”, , de Kagel: una propuesta donde 111 ciclistas prepararon sus rodados con timbres o cornetas de modo tal que entre todos compongan una masa sonora inédita, basada en la sonata para piano número 32 en do menor opus 111 de Ludwig van Beethoven. La dirección será del colombiano Rodolfo Acosta Restrepo, y su asistente, Daniel Leguizamón.
Lux Lindner presentará “cAGE aGAINST THE machine” (catamac) como una producción del departamento de Artes Espaciotemporales del COMARGIN (Comisariado de la Argentinidad Inmanente) y la excusa, según el performer, “es John Cage, un fenómeno americano. Un Satie que se encuentra con Walt Whitman”. Lindner dice que “con catmac aspiramos a una obra autorregulada, sin fisuras, hermética, neomoderna y sin humor, finamente posdramática. La estructura no es evidente; es más como un árbol de ideas subordinado a ciertos factores de orden azaroso. Comprende un entramado de códigos de diferentes lenguajes que interaccionan: música, danza, dibujos, proyecciones audiovisuales, fragmentos de textos de Cage, Eric Satie, Marcel Duchamp y Federico Peralta Ramos.
El jueves habrá una conferencia de Rafael Cippolini, “Una modestia animal: lección narrativa en un acto y medio; Raúl Manrupe disertará sobre animación argentina. El viernes, Rodolfo Acosta, Daniel Leguizamón, el Cuarteto Atemporáneo y Elsa Justel pondrán en acto un “Conversatorio: Cage hoy”; y el sábado, Lindner, Schvartz, Gabriel Valverde y Leguizamón hablaran sobre la actualidad de Cage. Ese sábado se esperan algunas sorpresas, como el resto de los días.
En rigor, Mar del Plata será intervenida por un grupo de artistas que manejan saberes, técnicas y discursos heterogéneos pero que sin consentir a los caprichos del mercado no hacen de su condena más que un acto irónico que les permite aprovechar sus posibilidades.

Fuente: Revista Ñ Clarín

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