Hubo récord de ventas en 2013. A los nuevos compradores ya no los mueve el “amor al arte”. Ven el coleccionismo como sinónimo de hacer dinero
Mientras el mercado del arte bate sus récords históricos –en 2013 el producto de las subastas alcanzó los 12.050 millones de dólares, lo que supuso una subida del 13% respecto al año anterior–, el galerista escocés Michael Findlay, que promovió los primeros retratos realizados por Andy Warhol y fue director Internacional de Arte de la casa de subastas Christie’s hasta el año 2000, afirma que el coleccionismo ha cambiado con el tiempo, que el coleccionista de antes se guiaba por su amor a las obras y el de ahora se mueve por criterios económicos. “Hoy vivimos en una cultura monetarizada en la que el coleccionismo se entiende como sinónimo de hacer dinero”, subrayó el galerista, afincado en Nueva York desde hace décadas, en una entrevista con EFE en Barcelona.
Ante la pregunta de cuáles son las características que debe reunir una ciudad para convertirse en un punto clave para el mercado del arte, Findley lo tuvo claro: “Debe ser un lugar donde no haya muchas restricciones burocráticas, tiene que disponer de una red de coleccionistas y de buenos servicios como restaurantes de prestigio y hoteles lujosos”, afirmó, y añadió: “A los marchantes les gusta vivir bien”.
El experto se cuestionó también el porqué de la importancia del precio de una obra de arte y se respondió diciendo que “es un tema privado que no tiene ninguna relación con la calidad de la obra sino del contexto en el que la venta tiene lugar”.
Aseguró además que fijar el precio de las obras de arte sólo tiene efectos negativos como que la gente se interese por el nombre del pintor y, a modo de broma, señaló: “Yo quitaría los nombres de los autores de los museos, así el público vería colores y formas y no millones de dólares enmarcados”.
Así las cosas cabe recordar cuál fue el “nombre” que resonó a fines de 2013: el del artista irlandés Francis Bacon, cuya obra “Tres estudios de Lucian Freud” se vendió por 127 millones de dólares, convirtiéndose en la obra más cara vendida en una subasta.
Fuente: Revista Ñ Clarín
Fuente: Revista Ñ Clarín
No hay comentarios:
Publicar un comentario