GRANDES ESCULTORES ARGENTINOS:
JOSÉ FIORAVANTI, 1896 -1977



Monumento a la Bandera, Rosario, Provincia de Santa Fe.  La obra en su conjunto simboliza la nave de la Patria surcando las aguas del mar de la eternidad en procura de un destino glorioso. A través de los diferentes conjuntos escultóricos se representan valores económicos, espirituales, históricos, geográficos y telúricos de nuestra Nación.


   José Fioravanti

                                           Los célebres lobos marinos de la rambla del Casino de Mar del Plata,                                junto a los cuales se han fotografiado tantos miles y miles de turistas.


    La típica foto familiar para el recuerdo.

Los lobos marinos de Fioravanti se han convertido en el símbolo de Mar del Plata y figuran desde en logos de hoteles de turismo hasta packagings de los más variados productos regionales. Fueron esculpidos por Fioravanti en piedra caliza extraída de canteras locales.


 
José Fioravanti nació en Buenos Aires en 1896 y murió en la misma ciudad en 1977. Autodidacto, se inició muy joven en el arte, concurriendo luego a algunos talleres particulares. Expuso por primera vez en 1912, a los 16 años de edad, presentándose en el Salón Nacional. A los 23 años, consiguió el Primer Premio en el Salón Nacional con su obra Mi hermana María (1919). En 1924 viajó a recorrer Europa, expuso en el Museo de Arte Moderno de Madrid y en el Museo de Luxemburgo de París. Regresó a la Argentina en 1927, realizando dos exposiciones individuales en Buenos Aires. En 1929 viajó por segunda vez a Europa, residiendo en París hasta 1935. De esta época son las obras Vieja vasca y el grupo escultórico de mármol El tributo. De su visión romántica y profunda de la vida merecen destacarse Resurrexit y Ariel caído. A partir de 1935 se instaló en Buenos Aires, donde retomó la amistad con sus antiguos compañeros, entre ellos Alfredo Bigatti, con el que realizó importantes y significativas esculturas.Fue designado profesor en la Escuela Superior de Bellas Artes. En 1936 Fioravanti obtuvo el Gran Premio del Salón Nacional con Mujer con libro, retrato de la que fue su esposa, la pintora Ludvilla Feodorounam. Realizó también un busto del pintor Antonio Pedone. Años más tarde, en 1958, recibió la medalla de oro que anualmente concede el Consejo Internacional de Buenos Aires a la labor de un artista plástico. Entre sus obras emplazadas en Buenos Aires figuran: Monumento a Avellaneda, Monumento a Roque Sáenz Peña (Diagonal Norte y Florida), Monumento a Roosvelt, Monumento a Simón Bolívar (Parque Rivadavia). Su obra cumbre es el Monumento a la Bandera, grandiosa obra emplazada en las barrancas del Río Paraná, en la ciudad de Rosario, hecha en colaboración con Alfredo Bigatti y los arquitectos Ángel F. Guido y Alejandro Bustillo. Puede verse obra suya en un gran número de museos de España, Francia, Luxemburgo, Italia y Estados Unidos.

                                                  Monumento a la Bandera, Madre Patria.


Escultor monumental prolífico, es escasa la bibliografía que profundiza en su obra. Tal vez sea uno de los escultores con mayor incidencia en el imaginario de la iconografía popular, pero a quien casi nadie conoce, de cuya obra casi nadie habló y cuyas obras han sido maltratadas o directamente robadas sin que a nadie llamara la atención. La obra de Fioravanti es permeable a un análisis evolutivo tanto desde el punto de vista del tratamiento arquitectónico de los soportes (basamentos, pedestales y muros) como desde el análisis formal de las esculturas de bulto y relieves, ya que en todos sus monumentos aparece la tríada: soporte arquitectónico / esculturas / relieves. Desde el punto de vista del tratamiento arquitectónico, sus primeros monumentos se presentan como una masa compacta sobre la cual se ubican las figuras y relieves. El caso ejemplar es el Monumento a Nicolás Avellaneda, concebido su soporte como una pirámide escalonada de tipo egipcio o, si se quiere, de un zigurat mesopotámico en cuyos diversos niveles se van ubicando los personajes y relieves.
                                                  Monumento a la Bandera, Los Andes.

A medida que avanza en su carrera, los monumentos “montaña” se van transformando en monumentos oradados con espacios interiores para ser recorridos como en el caso de los monumentos a Bolívar y a Roosevelt, en donde la montaña vertical da paso a una plataforma horizontal apta para la circulación humana. Un análisis formal de sus primeros monumentos de la década del ‘30 y ‘40, muestra al artista bajo una doble influencia –arcaica y vanguardista a la vez– que lo distancia de la escultura academicista ecléctica. Por un lado, exhibe una influencia arcaizante, tal vez consecuencia de su paso e interés por Egipto; por otro lado, sus figuras humanas se pueden relacionar con las propuestas innovadoras de Aristide Maillol.
                        Monumento a la Bandera, Río Paraná.

En esta etapa sus retratos recibieron la calificación de “esencialistas” (Rodríguez, 1963:18), ya que los retratos de estas obras aparecen en actitud hierática y con algunos rasgos fisonómicos “esenciales” que permiten identificar a la escultura con el personaje representado, como en los casos de los monumentos a Avellaneda, Sáenz Peña, y Bolívar. A medida de que su carrera avanza, incorpora el bronce como material (en sus inicios la piedra era su material predilecto) para la realización de las esculturas y aplica rasgos psicológicos y realistas en el tratamiento de los retratos como en el caso de los monumentos a Roosevelt y a Mujica Láinez.



    Monumento a la Bandera, El Norte, relieve.




                      "Monumento a Canto a la Argentina de Rubén Darío", Plaza Rubén Darío, Avenida del Libertador y  Austria, Buenos Aires.


Este monumento dedicado a "Canto a la Argentina" de Rubén Darío, poeta nicaragüense iniciador del modernismo literario hispanoamericano, que asímismo dedicó, por encargo del diario La Nación, una composición "Canto a la Argentina" en coincidencia con el Centenario de la Revolución de Mayo de 1810.
Este extenso poema (con más de 1.000 versos, es el más largo de los que escribió el autor), destaca el carácter de tierra de acogida para inmigrantes de todo el mundo de nuestro país, y enaltece, como símbolos de su prosperidad, a la Pampa, a Buenos Aires y al Río de la Plata.
En una línea similar está su poema, "Oda a Mitre", dedicado al prócer argentino Bartolomé Mitre.
El monumento representa en el bronce los conjuros fantásticos que enlazan y señalan el espíritu Argentino, su territorio Pampeano, Buenos Aires y el Río de la Plata como gigantescos símbolos de prosperidad y testimonio.
El símbolo más característico de la poesía de Darío es el cisne, identificado con el Modernismo hasta el punto de que cuando el poeta mexicano Enrique González Martínez quiso derogar esta estética lo hizo con un poema en el que exhortaba a "torcerle el cuello al cisne". La presencia del cisne es obsesiva en la obra de Darío, desde Prosas profanas, donde el autor le dedica los poemas "Blasón" y "El cisne", hasta Cantos de vida y esperanza, una de cuyas secciones se titula también "Los cisnes". Salinas explica la connotación erótica del cisne, en relación con el mito, al que Darío se refiere en varias ocasiones, de Júpiter y Leda. Sin embargo, se trata de un símbolo ambivalente, que en ocasiones funciona como emblema de la belleza y otras simboliza al propio poeta.
Esta es la estrofa que se lee en la parte posterior del monumento de Fioravanti:


¡Argentina tu día a llegado!

¡Buenos Aires amada ciudad!

El Pegaso de estrellas herrado

Sobre ti vuela en vuelo inspirado

Oíd mortales, el grito sagrado:

¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!
   "El Pegaso de estrellas herrado..." 



 
     Monumento a Roque Sáenz Peña, Diagonal Norte y Florida, Buenos Aires.



    Relieve de la pare posterior del Monumento a Roque Sáenz Peña
   Otra tioma del mismo relieve. Atrás y ariba, Roque Sáenz Peña
                       Monumento a Roque Sáenz Peña, Diagonal Norte y Florida, Buenos Aires.

Escultura. El monumento ha sido realizado en piedra Mar del Plata, la figura del eminente hombre público, en actitud sedente, con sus manos, apoyando sobre un libro, representa al hombre de estado. Completan el monumento, dos grupos escultóricos, uno de los cuales representa La Acogida, estando constituído por un desnudo femenino y un niño. El otro grupo esta representado por un hombre, con la espada y la tabla de la Ley significa "El Voto Obligado". En la parte posterior, de este monumento, completando la arquitectura de la base, se encuentra una fuente vertedero, que encuadra un relieve de un desnudo femenino, que representa la idea de Roque Saenz Peña, de América para la Humanidad. La Comisión Ejecutiva del Monumento del Dr. Roque Saenz Peña, fue la encargada de la erección del mismo, cuyo gasto fue cubierto por suscripción popular, fijándose la plazoleta formada por la intersección de la Diagonal Norte y las calles Florida y Bartolomé Mitre, para su ubicación de acuerdo con lo dispuesto por Ley N° 11.229, promulgada el 04/10/1923. Se dió posesión del terreno a la Comisión Ejecutiva para su ubicación en el lugar actual, por Resolución del 16/07/1936.
                       Monumento a Simón Bolívar, Parque Rivadavia, barrio de Caballito, Buenos Aires. 


Escultura.Este monumento esta contituído por tres piezas de mampostería, enchapadas en mármol travertino nacional, representando un arco de triunfo, encontrándose en su friso, la leyenda: " A Simón Bolvar, la Nación Argentina ", sobre el centro del fuste, en sus laterales, se hallan dos relieves, que simbolizan " El Juramento " y " La Entrevista de Guayaquil ". En el centro y hacia el frente de la obra arquitectónica se encuentra la figura del prócer, realizada en bronce, sobre una base de mampostería, enchapada en mármol traventino nacional. Sobre los extremos, y en una misma línea, se hallan dos desnudos, que representan " La Inspiración " y " La Gloria ". El Poder Ejecutivo Decreta bajo el N° 50.465, el 23/10/1934 una Ley designando a una Comisión Nacional de Homenaje a Simón Bolívar, presidida por el General Esteban Vaccarazza, teniendo por finalidad realizar una suscripción popular.
   Monumento a Simón Bolívar, Parque Rivadavia, Caballito, Buenos Aires.
    Altorelieve, cemento, 2,30 X 7,00 metros, Teatro San Martín, hall del segundo piso, Buenos Aires.
   El altorelieve del Teatro San Martín, de noche, en semipenumbra.
    Monumento a Franklin Delano Roosevelt, Plaza Seeber, Palermo, Buenos Aires.

El monumento a Roosevelt presenta unos cambios importantes respecto a sus retratos anteriores. En primer lugar pareciera acercarse al retrato de tipo psicológico impresionista propio de Rodin, y se aleja de sus propuestas primigenias de retratos “esencialistas” arcaicos. Roosevelt le presentó al artista un problema nuevo respecto a los personajes anteriores de sus monumentos. Y es que Roosevelt había sido fotografiado y filmado muchas veces frente al escaso archivo de imágenes de los personajes del siglo XIX tratados por el escultor. Roosevelt fue uno de los protagonistas de la Segunda Guerra Mundial cuya imagen se difundió por los medios de comunicación masiva. Fioravanti tuvo que tomar en cuenta la popularidad del personaje “mediático” y, a la vez que desarrolló cierta fidelidad realista al modelo, por otro lado no compitió en verosimilitud con los medios audiovisuales. Evitó así caer así en el efecto facsimilar e ingenuo del retrato hiperrealista. Fioravanti aprovechó las limitaciones físicas de Roosevelt, que se vio obligado a trasladarse en silla de ruedas durante los acontecimientos políticos que le dieron mayor visibilidad, y ubicó al político sedente en el centro de la escena, en contraste con las alegorías de pie que se sitúan a ambos laterales, enfatizando la jerarquía política del líder que permanece en su silla como en un trono.




La alegoría de la Libertad en el Monumento a Roosevelt


El monumento a Roosevelt está conformado por una plataforma de mármol travertino a la veta casi a nivel del suelo de donde surgen tres pedestales independientes en el que se ubican respectivamente tres figuras humanas en bronce. En el centro, el retrato sedente del líder y a ambos laterales, las dos alegorías en esculturas de bulto. Además, en las caras laterales y el lado posterior del pedestal del homenajeado, se ubican relieves alegóricos. La figura masculina de las alegorías es una estatua titulada “Combate contra el mal” que es, en realidad, una original alegoría de la fatalidad. En este caso, a diferencia de la tradición de la historia de la escultura que representa la alegoría de la fatalidad en la figura de una serpiente que vence a los justos, aquí aparece la alegoría de la fatalidad vencida encarnada en una serpiente decapitada por la potente imagen de la figura masculina. Tal vez represente el fascismo vencido en la Segunda Guerra Mundial por las fuerzas aliadas comandadas por el ex presidente. Tanto la figura masculina como la serpiente también pueden ser tomadas como una alegoría de la guerra. La figura femenina recibe el título de “Libertad de religión” y la podemos tomar como una alegoría de la libertad. Frente a la figura severa con la que Bourdelle presentó a la libertad en su monumento a Alvear, aquí la alegoría aparece representada por una mujer estilizada de gran erotismo y movimiento aunque de esquemático tratamiento del rostro. Como contraste frente a la alegoría masculina que se eleva del otro lado de Roosevelt, en lugar de portar una serpiente vencida, muestra una paloma a punto de levantar vuelo. Aquí la alegoría de la libertad también puede ser tomada como representación de la paz. De este modo, la estructura del monumento presentaría una conformación simétrica: al lado izquierdo de Roosevelt, la alegoría de la trilogía democracia/libertad/paz, y del lado derecho la alegoría de la trilogía fascismo/fatalidad/guerra.

                                   Monumento a Nicolás Avellaneda, Plaza Jardines de Invierno, Palermo.

Este impactante Monumento a Nicolás Avellaneda, se construyó en homenaje a este presidente argentino, oriundo de la Provincia de Tucumán, quien gobernara nuestra Nación desde el año 1874 hasta el año 1880. Este monumento fue esculpido en mármol y se levanta sobre un enorme basamento de piedra. Sus dimensiones son muy grandes y al estar colocado entre tanto verde, se destaca por el color cobrizo pálido, que lo hace aparecer imponente. En la cima del grupo escultórico se alza la figura de Avellaneda, de pie y mirando al horizonte.

                                                             Monumento a Nicolás Avellaneda, Parque Tres de Febrero, Palermo.

Consta además de cuatro bellísimas figuras femeninas de fantástica factura, que miran hacia los cuatro puntos cardinales. Rodeando a esas figuras se admiran relieves que representan los diferentes procesos acaecidos durante el Proceso de Federalización de Buenos Aires. Esta fabulosa obra fue realizada por Fioravanti en el año 1935. Nicolás Avellaneda (1836-1885) fue un notable político argentino, presidente de nuestra República. Durante su mandato se terminó la conquista de la Patagonia y se federalizó la Ciudad de Buenos Aires.
La Pastora, del Monumento a José Martínez de Hoz, París, 1927, piedra.
Está emplazado en el predio de la Sociedad Rural Argentina, en Palermo.


   Homenaje a Beethoven, Plaza Lavalle, Buenos Aires.
Donación de la Asociación Wagneriana.


"RECOGIENDO FRUTOS"
Placa escultórica de cemento.
Firmada José FIORAVANTI abajo a la derecha. .
Alto 204 cm Ancho 148 cm
Colección Marcos Curi, Buenos Aires



Mujer con libro

  • AUTOR:Fioravanti, José 
    Nacionalidad Argentina
    (Argentina, Buenos Aires, 1896 – Argentina, Buenos Aires, 1977)
  • FECHA:1937
  • ORIGEN:Salón Nacional de Artes Plásticas (1937)
  • GÉNERO:alegoría, figura
  • ESCUELA:Argentina S.XX
  • TÉCNICA:Talla
  • OBJETO:Escultura
  • ESTILO:Académico Figuración
  • SOPORTE:Piedra de Francia
  • MEDIDAS:103,5 x 90 x 51 cm.
  • UBICACIÓN:Sala 45 - Patio de Esculturas

Más sobre José Fioravanti en:


http://puesta-en-valor.blogspot.com.ar/2017/05/jose-fioravanti-un-escultor-enorme.html




6 comentarios:

  1. Muy bueno. Felicitaciones. En la empresa en la que trabajo hay obras de Fioravanti muy lindas.

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  2. qué emoción este reconocimento a un Maestro - Artista que fue condenado al olvido por seres inescrupulosos cuyo intrès era invisbilizar su enorme obra con el único interés de malvenderla a los mercaderes del arte.
    Patricia Diana Ruffino

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  3. Muy buena y didáctica reseña. como es tu costumbre Pedro.
    Esteban Gini

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  4. Que buena reseña de este artista del que apenas conocia solo por nombre y profesion. Me encontré con esta info googleando mi nombre y apellido que coindice con el de este genio del arte.

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