Pekín,
3 - El artista y disidente chino Ai Weiwei, en régimen de
libertad vigilada desde el pasado junio, ha decidido instalar varias
cámaras dentro de su casa como "regalo" al público y en protesta por el
asedio al que le someten las autoridades chinas, según dijo este martes a
Efe.
"Se trata de un regalo al público y, también, a la seguridad
pública", declaró Ai por teléfono desde su estudio, una casa-oficina que
los internautas pueden seguir en directo para reivindicar, a su modo,
la falta de libertad a la que le somete la decena de objetivos de las
autoridades gubernamentales que cercan su finca.
La página -weiweicam.com-, se puede visitar sin necesidad de emplear
un servidor que, normalmente previo pago, permite entrar desde China a
páginas censuradas por las autoridades comunistas, y muestra desde hace
unas horas varios planos congelados del artista frente a su ordenador o
del patio trasero de la casa.
"Las imágenes están congeladas porque la página está saturada de
visitas", aclaró Ai y negó que su mal funcionamiento se debiera a haber
sido intervenida por las autoridades de la potencia asiática.
Ese mismo interés en su orwelliana iniciativa provocó la constante
ocupación de su línea telefónica, una respuesta por la que Ai insiste en
"querer devolver al público" la atención prestada mediante la
transparencia de sus mundanas actividades: "ahora, por ejemplo, estoy
comiendo", añade.
El activista, que permaneció detenido durante 81 días sin cargos
entre abril y junio de 2011 y fue acusado posteriormente por las
autoridades chinas de evadir más de dos millones de dólares de la
compañía en la que trabaja, ya se mostró sobrecogido al recibir entonces
donaciones de más de 30.000 compatriotas para afrontar el pago de la
multa.
La elección de Ai del espacio cibernético para continuar con sus
protestas ilustra la importancia de internet como medio de expresión de
la sociedad china, una tendencia que inquieta al gobierno de Pekín desde
que el pasado año surgiesen intentos de extender a China las revueltas
árabes a través de la red.
El último paso contra la libertad de expresión ocurrió el pasado
sábado, cuando el Gobierno anunció el cierre de 16 páginas webs, censuró
dos populares redes sociales y detuvo a seis personas en relación con
la divulgación de rumores que apuntaban a un posible golpe de estado en
China.
Esta operación de "limpieza" de los contenidos "perjudiciales" en
internet, llamada "Brisa de Primavera" por la Policía, se saldó el
pasado marzo con la detención de un millar de personas acusados de
distintos tipos de delitos informáticos.
Ai, asiduo de Twitter -bloqueado en China- y uno de los activistas
chinos más famosos fuera de las fronteras del país asiático por su
carácter vindicativo, ha elegido esta vez crear su propio Gran Hermano
virtual para ceder su intimidad a favor de la libertad de la que carece.
Fuente: EFE
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