Patrimonio
              
Será
 el próximo jueves; los jueces quieren interiorizarse sobre los trabajos
 de restauración en curso; entidades civiles rechazan que la estatua se 
manipule o mude
              
El próximo jueves, funcionarios judiciales a cargo del amparo que impide el traslado del Monumento de Cristóbal Colón
 de la plaza situada detrás de la Casa Rosada visitarán el lugar junto 
con las partes en conflicto y técnicos en restauración de mármol.
              
Así lo decidió ayer la Sala V de la Cámara Federal en lo Contencioso Administrativo, que también ordenó al Estado nacional que entregue por escrito copia del proyecto previsto para refaccionar la escultura, supuestamente dañada.
              
La decisión se tomó luego de la audiencia que dirigió 
el presidente de la Sala V, Jorge Federico Alemany, de la que 
participaron representantes del Estado nacional, del gobierno porteño y 
de los promotores del amparo, la asociación Basta de Demoler, el Círculo
 Italiano y otras entidades de la comunidad italiana local.
              
Los diversos actores fueron acompañados por 
especialistas profesionales en restauración del mármol, material con el 
que el escultor Arnaldo Zocchi confeccionó la estatua, donada en 1910 
por la colectividad italiana residente en nuestro país al celebrarse el 
centenario de la Revolución de Mayo.
              
Entre esos expertos se encontraba el prestigioso 
restaurador Domingo Tellechea, convocado por la Universidad de La Plata 
para dirigir los trabajos sobre el monumento que realiza un grupo de 
escultores y un equipo de la Facultad de Bellas Artes de esa casa de 
estudios.
              
Según relató a LA NACION Horacio Savoia, patrocinante 
de la Asociación Círculo Italiano, luego de la exposición de los 
interesados, el juez Alemany convocó a la visita al lugar para pasado 
mañana.
              
Cuando concurran, encontrarán a la figura de Colón 
recostada sobre el césped, junto a la base de la estatua. Como se 
recordará, a fines de junio la Casa Rosada envió una grúa a desmantelar 
la escultura, pues pretende reemplazarla por otra de Juana Azurduy.
              
El desmonte ocurrió pese a la existencia de una medida 
cautelar que lo impedía, emitida a pedido de las asociaciones Basta de 
Demoler y Salvemos las Estatuas, que habían acudido a la Justicia cuando
 la mudanza del monumento a Mar del Plata era sólo un rumor.
              
Las asociaciones habían argumentado que la estatua es 
un bien patrimonial de dominio público del gobierno porteño y, por lo 
tanto, el Poder Ejecutivo Nacional no podía apoderarse de ella y decidir
 unilateralmente el traslado.
              
La Justicia ordenó paralizar la manipulación de la 
escultura y, recientemente, la medida cautelar que frena su mudanza fue 
prorrogada hasta diciembre próximo. No obstante, se permitió el avance 
de las tareas de restauración.
              
Diversas apelaciones provocaron la elevación de la 
causa a la Sala V de la Cámara Federal en lo Contencioso Administrativo,
 integrada por el mencionado juez Alemany y sus colegas Guillermo Treacy
 y Pablo Gallegos Fedriani.
              
Otro de los especialistas que participaron ayer de la 
audiencia fue el arquitecto Marcelo Magadán, especialista en 
restauración de monumentos históricos. En mayo del año pasado, Magadán 
fue convocado por la Universidad Nacional de San Martín para que 
evaluara la conveniencia o no de desmontar y trasladar la escultura a 
Mar del Plata.
              
Su opinión y la del resto del equipo que intervino fue 
negativa. Actualmente, Magadán asesora a Basta de Demoler. Y, ayer, 
explicó ante el camarista Alemany que una estatua puede refaccionarse 
sin necesidad de desarticular sus partes.
              
En tanto, las asociaciones que promovieron el amparo 
recordaron que, más allá de estas cuestiones técnicas que la Cámara 
pretende desentrañar, las objeciones apuntan al aspecto jurídico detrás 
de la manipulación de la estatua.
              
"Es un bien donado por la colectividad italiana a la 
ciudad de Buenos Aires para ser emplazado en la plaza Colón. Es decir, 
no puede trasladarse y, si necesitara una restauración, debería 
encararla el gobierno porteño", dijo Savoia.
              
"El problema no es cómo hacer la restauración, sino que
 directamente no debía hacerse. No discutimos cómo hacerlo, el tema de 
fondo es jurídico: es la titularidad sobre el bien", coincidió María 
Carmen Arias Usandivaras, presidenta de Basta de Demoler.
              
Los amparistas coincidieron en que la restauración es 
una excusa para la remoción del monumento y su traslado. Ayer, 
sostuvieron, el subsecretario de Obras, Abel Fatala, que representó a la
 Casa Rosada en la audiencia, admitió que, finalizada la refacción, se 
pretende mudarlo a Mar del Plata..
Fuente: lanacion.com
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