![]()  | 
JW3. Frente del edificio diseñado por Lifschutz Davidson Sandilands (Fotos Hufton + Crow). | 
Por ROWAN MOORE * - ESPECIAL PARA THE GUARDIAN Y ARQ
Dos edificios, uno todo ángulos rectos, el otro todo curvas. Uno es JW3,
 el nuevo centro comunitario judío de Finchley Road, norte de Londres, 
diseñado por Lifschutz Davidson Sandilands; el otro es la Serpentine Sackler Gallery,
 remodelación y ampliación de un depósito de pólvora de 1805 que servirá
 de anexo a la Galería Serpentine, diseñada por Zaha Hadid. A 12 
millones de libras y 14,5 millones de libras, el costo de ambos es 
similar, aunque JW3 tiene más del doble de superficie que la galería. 
Uno tiene que ver con resolver problemas, el otro con crear un problema 
–o, para decirlo con otras palabras, satisfacer una ambición-. 
Representan polos –mutuamente excluyentes- de la arquitectura británica 
contemporánea.
JW3 es un invento de la filántropa Dame 
Vivien Duffield, que, inspirándose en los J, pensó que debería haber uno
 en Londres. 
En los Estados Unidos, estos centros son comunes. La mayoría de las ciudades de cualquier tamaño tienen uno y pueden remontarse a un siglo y medio atrás. Brindan servicios a los judíos pero también a los gentiles, ofreciendo cosas como piletas de natación a la comunidad toda. JW3 tiene una guardería, una sala para espectáculos de artes escénicas y eventos, un café y restaurante, un cine, estudios de danza, centros de aprendizaje y un centro de recursos. También posee un espacio exterior bajo nivel que puede usarse para conciertos, patinaje sobre hielo o granja temporal. Una pequeña torre de departamentos, que reemplaza las viviendas que antes había en el sitio, se levanta en un extremo.
![]()  | 
| JW3. Interior del complejo (Hufton + Crow). | 
En los Estados Unidos, estos centros son comunes. La mayoría de las ciudades de cualquier tamaño tienen uno y pueden remontarse a un siglo y medio atrás. Brindan servicios a los judíos pero también a los gentiles, ofreciendo cosas como piletas de natación a la comunidad toda. JW3 tiene una guardería, una sala para espectáculos de artes escénicas y eventos, un café y restaurante, un cine, estudios de danza, centros de aprendizaje y un centro de recursos. También posee un espacio exterior bajo nivel que puede usarse para conciertos, patinaje sobre hielo o granja temporal. Una pequeña torre de departamentos, que reemplaza las viviendas que antes había en el sitio, se levanta en un extremo.
En su aspecto arquitectónico, la forma elegida
 para expresar su identidad es casi no expresarla. “¿Qué es la 
arquitectura judía?” pregunta Alex Lifschutz de Lifschutz Davidson 
Sandilands. “No se diferencia de ninguna otra”. Lo más que puede decirse
 es que este edificio desciende de la escuela de diseño Bauhaus, algunas
 de cuyas luminarias eran judías, algunas de las cuales crearon el 
centro de edificios modernistas de Tel Aviv, algunos de los cuales se 
parecen un poco a JW3.
![]()  | 
| JW3. Imagen del edificio de noche (Hufton + Crow). | 
La construcción de hormigón gana en calidez con toques de color y madera y ladrillo en el bloque de departamentos. Los elementos de bronce y cobre suman calidad. Todo está bien hecho y pensado y la luz es buena. Parece una buena escuela secundaria o biblioteca de los años 60 (lo cual, por si se lo preguntan, es un cumplido) que hubiese sido mejorada con impermeabilización y sostenibilidad en el último medio siglo. No busca ser revolucionaria sino buena.
Los puntos más débiles aparecen cuando la 
cuidada eficiencia de JW3 no se relaja. La guardería se parece demasiado
 a oficinas reconvertidas y el espacio exterior es rígido y frágil. Se 
podría haber disfrutado más de la diversidad y los contrastes del 
programa de necesidades, pero la paleta de materiales y detalles elegida
 no lo fomenta. El edificio además es menos atractivo cuando se lo ve 
por primera vez, cuando se presentan a la calle pantallas acústicas 
reflectantes de vidrio mitigadas por plantes, que por ahora parecen 
incómodas.
![]()  | 
| SERPENTINE SACKLER GALLERY. La obra de Zaha Hadid es una adición a la Galería Serpentine (EFE). | 
Con curvas de autor
Zaha
 Hadid, entretanto, dice que quiere crear algo “fantástico”, y casi toda
 la energía de su proyecto para la Serpentine Sackler se pone al 
servicio de alcanzar esta meta en un lugar en particular, que es un 
restaurante y “espacio social” bajo un techo protuberante enteramente 
blanco que parece un carpa y está adosado al viejo depósito de 
pólvora.El interior es ciertamente extraordinario, un ambiente de 
ondulaciones y capas de brillo hacia el cual descienden desde el 
cielorraso tallos huecos con luz. Si JW3 es como una escuela de los 60, 
esto es como otro elemento de ese período, un sobreviviente de una feria
 mundial olvidada, digamos un pabellón de astrofísica. Es una pieza de 
época instantánea que probablemente encuentre su mayor realización como 
salón de fiestas. Lo cual, dadas las altas tarifas de los alquileres 
para eventos, tendrá un papel importante en el plan de negocios de la 
Serpentine.
![]()  | 
| SERPENTINE SACKLER GALLERY. El edificio cuenta con la marca distintiva de Zaha Hadid (EFE). | 
Pero este momento de lo “fantástico” tiene 
su costo, que resulta más visible afuera que adentro. Las curvas, 
idealmente fluidas, a veces rechinan y tropiezan en los rincones y, si 
la estructura buscaba flotar, tocar el suelo levemente, más bien rola y 
cabecea. Juntas demasiado visibles traicionan la aspiración de lograr 
una superficie sin costuras y el edificio se vuelve menos convincente 
cuando tiene que enfrentase a la lluvia, los desagües, las manchas y las
 hojas muertas. Y, hablando del clima, sería lindo que el restaurante 
tuviera grandes ventanales que pudieran abrirse para comunicarnos con el
 parque exterior, pero el diseño no lo permite.
En el 
edificio viejo no se ve el mismo amor e interés que recibe el interior 
de la carpa. Su conversión en galerías en general es rutinaria, con un 
momento de torpeza cuando una viga nueva atraviesa indiferente la obra 
antigua. También encontramos una de las vistas arquitectónicas más 
extrañas de este siglo cuando el estudio futurista de Zaha Hadid adopta 
un estilo neogeorgiano sumiso y cuadrado para hacer que una nueva 
ampliación trasera haga juego con el depósito de pólvora. Debe haber 
mejores maneras de respetarlo que esta.
![]()  | 
| SERPENTINE SACKLER GALLERY. Zaha Hadid, con su obra por detrás (EFE). | 
JW3 y la Serpentine Gallery ofrecen alternativas: se puede ser sobrio y responsable o ambicioso y extravagante. Si, en la comparación de estos dos edificios, el primer enfoque sale mejor parado, en otros momentos será a la inversa. Pero se trata de una falsa oposición que pasa por alto la posibilidad de que la arquitectura opere en más de un registro. Es más, pasa por alto la necesidad de que los edificios se adapten, tanto atmosférica como funcionalmente, a sus propósitos. Si la búsqueda de lo fantástico de Hadid no conllevara la subordinación de casi todo lo demás y si Lifschutz se soltara en los momentos indicados, estaríamos ante algo verdaderamente especial.
*Crítico de arquitectura de The Guardian
Traducción: Elisa Carnelli.
Fuente: ARQ Clarín
Fuente: ARQ Clarín






No hay comentarios:
Publicar un comentario