BORGES Y PERÓN:
NO LOS UNIÓ EL AMOR PERO SÍ LA SANGRE


Compartieron un ancestro que vivió en el siglo XVIII, en la zona de Rosario.


Mucho, pero no suficiente se ha escrito sobre Juan Domingo Perón y Jorge Luis Borges, sobre sus obras y sus respectivas historias, vivencias e infortunios. También fueron públicos sus pensamientos diferentes y sus duelos verbales cargados de ironía y antagonismo visceral.
Desde el “ascenso” de Bibliotecario a Inspector de Aves obtenido por Borges en 1946, pasando por la máxima borgeana “los peronistas no son buenos ni malos… son incorregibles”, ambos representaron distintos escenarios de la vida política y cultural argentina durante décadas. Ni el amor, ni el espanto los uniría. El nexo entre ambos es, gracias a la investigación realizada por el abogado Ignacio Martín Cloppet, estrictamente sanguíneo.
Así lo demuestra el libro Eva Duarte y Juan Perón: La cuna Materna. Perón y Evita descienden de conquistadores. El parentesco de Borges y Perón, que acaba de editarse.
Efectivamente, Borges y Perón, comparten un ancestro: el Maestre de Campo Pedro Pascual de Acevedo, quien poblara de descendientes la pampa santafesina y bonaerense y uno de los primeros habitantes de Rosario.
De Acevedo se casó tres veces y tuvo numerosa descendencia entre la que se destacan los presidentes Luis y Roque Sáenz Peña. Como acaudalado estanciero, terrateniente y hombre de armas, participó en varias incursiones contra los indios calchaquíes que asolaban las estancias santafesinas a principios del siglo XVIII. Del matrimonio con su primera esposa, Estefanía de Obelar, en 1719, desciende Juan Domingo Perón, en tanto Jorge Luis Borges lo hace del segundo matrimonio, con Tomasa Benítez.
El escritor conocía su ascendencia Acevedo y “sospechaba” de su parentesco con Perón. Según cuenta Cloppet, en un momento Borges advierte a su sobrino Miguel de Torre Borges –que investigaba su genealogía– que no sacudieran demasiado el árbol genealógico, “a ver si algún día resultaba que éramos parientes de Perón”.
Esto, además del ya establecido parentesco de Borges con Juan Manuel de Rosas, por su bisabuelo Isidoro Suárez, primo del Restaurador.
La cuna materna es la saga del primer libro de Cloppet: Los orígenes de Juan Perón y Eva Duarte, de 2010, donde estudia los ancestros paternos de ambos. Cloppet tiene excelente documentación propia, pues posee un archivo personal gracias a su parentesco con los Duarte (su abuela materna y Evita eran primas hermanas) y por relaciones de amistad de su abuelo con los Perón.
Cloppet no habla de doctrinas ni de política en sus libros: enfoca su estudio en las familias. Así, desmiente que Perón tuviera sangre indígena, al identificar a sus ancestros maternos, originariamente españoles venidos a América desde mediados del siglo XVI. Esto pone en evidencia la falsedad de la versión que sostenía que la bisabuela de Perón –María Victoria Gaona– era tehuelche. La sangre materna de Perón resultó ser de viejo linaje conquistador al igual que la de Eva Duarte, de quien se informan datos filiatorios que remontan al siglo XV.
El primer libro de Cloppet puso fin a la controversia sobre el lugar de nacimiento de Perón y sobre los orígenes familiares de los Duarte (Huart), llegándose a conocer los pueblos vascos de donde procedían los apellidos.
Próximamente, las dos obras serán publicadas en francés en un volumen conjunto, lo que da una cabal imagen del interés de sus estudios.
El vínculo parental descubierto por Cloppet entre Borges y Perón le da nueva significación (tal vez irónica) a aquella frase borgeana: “… hay que tener cuidado al elegir los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos.”

Fuente: Revista Ñ Clarín

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