Mientras fue ministro con Mubarak, el ajuar funerario de Tutankamón dañado por los saqueadores podía restaurarse en cinco días y las momias destruidas en el Museo de El Cairo eran de escasa categoría. Ahora que se ve obligado a dimitir por graves cargos de connivencia con el viejo dictador, Zahi Hawass ha reconocido que valiosos centros arqueológicos de todo Egipto están siendo “atacados por criminales de forma sistemática" y que el patrimonio del país “se encuentra en serio peligro”.
Hawass, que durante los últimos diez años ha sido el máximo responsable de antigüedades, dice que se marcha porque no puede soportar el expolio de unos yacimientos que la Policía y el Ejército "no son capaces de proteger”. Dos semanas antes, él mismo aseguraba que todos los monumentos del país estaban a salvo.
Fuente texto: noticiasarteseleccion.com
Zahi Hawass examina la momia de Hatsheput, la faraona hombre, en el Museo Egipcio de El Cairo.Foto National Geographic Magazine/Kenneth Garret
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