El frente del TSM sobre la Avenida Corrientes al 1500 |
Editorial Diario La Nación
El
Teatro San Martín (TSM) cumple hoy 70 años plenos de historia, éxitos y
también, claro, de polémicas. Se trata, entonces, de un aniversario
para celebrar y para reflexionar, una actividad esta última que a los
argentinos suele costarnos, dados siempre a adherir impulsivamente a un
solo aspecto de la realidad.
Desde el primer momento quiso el
destino que el predio del futuro TSM estuviera dedicado a alojar allí un
teatro: en 1911, se creó Teatro Nuevo, que más tarde sería Teatro
Corrientes; luego, otorgado en comodato, en ese ámbito funcionó el
legendario Teatro del Pueblo y, por fin, en 1943, el Gobierno quitó la
concesión y, un año después, creó el denominado Teatro Municipal de la
Ciudad. En 1953 comenzó a construirse el edificio actual -obra del
prestigioso estudio del arquitecto Mario Roberto Álvarez- que se terminó
en 1960 y que, desde ese momento, se transformó en un hito patrimonial y
cultural para todos los argentinos.Un párrafo aparte merece la Fundación Amigos del Teatro San Martín, creada en 1990, cuyo papel ha sido y es fundamental en la búsqueda de apoyos económicos e institucionales, colaborando en la mejora de las producciones y preservando su patrimonio artístico y edilicio.
Los 70 años serán festejados como corresponde, con un criterio curatorial que busca cruzar "la memoria con la identidad y la historia": habrá una programación especial, coproducciones, títeres, Teatroxlaidentidad y, también, un documental cuya dirección estuvo a cargo del director Eliseo Subiela. Pero uno de los puntos más destacables es que ha sido idea del ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, y del director general del Complejo Teatral de Buenos Aires, Alberto Ligaluppi, integrar todo el recorrido cultural sobre la calle Corrientes, del cual el TSM es el gran representante; por ello, habrá también a lo largo del año un desfile callejero de los titiriteros del teatro, y un ciclo de funciones especiales en el Paseo La Plaza, el teatro Picadero y el Cultural San Martín, para que el teatro oficial se una con el comercial y el alternativo, y así se potencie el teatro de Buenos Aires.
A lo largo de su existencia, el Teatro San Martín -y ahora el Complejo Teatral que integra desde 2000 con los teatros Presidente Alvear, Regio, Sarmiento y de la Ribera- ha logrado erigirse en símbolo del amor por el teatro y por la libertad de expresión, aun en los momentos más oscuros de la historia argentina. Este año, en ocasión del aniversario, también empiezan a publicarse libros que buscan reflejar esa historia, con sus distintas particularidades, y como balance estético e histórico de 70 años de producción ininterrumpida.
Es un momento clave, tanto para el teatro mismo como para la comunidad cultural porteña: el San Martín está en obra, porque se tiene la intención de renovar todas sus salas, con una inversión de 315 millones de pesos, como una apuesta al futuro, pero también un reconocimiento a su historia.
Es, por fin, un motivo de orgullo para todos que, a través de los años y de sus distintas gestiones culturales, el Teatro San Martín se haya transformado en sinónimo de cultura argentina en el mundo.
Fuente: lanacion.com
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