EN DEFENSA DEL PATRIMONIO URBANO

Claude Monet, Esc. Francesa, 1840-1926
Debate. Daniel Sabsay


El Jefe de Gobierno ha iniciado una demanda por daños, estimados en 24 millones de pesos, contra Sonia Berjman como consecuencia del amparo que ella interpuso, junto a la organización “Basta de Demoler”, contra el gobierno de la Ciudad por la instalación de la línea H de subterráneos en la Plaza Intendente Alvear. Esta insólita acción dirigida contra destacados ciudadanos que se molestan por la defensa de lo público y el cumplimiento de las Constituciones Nacional y de la Ciudad, considera que los nombrados han actuado con temeridad y malicia y que debido a ello el erario público ha perdido dicha suma.
Semejante pretensión desconoce de manera palmaria el marco jurídico vigente. Cabe destacar antes que nada que la Constitución porteña establece en su primer artículo que “…organiza sus instituciones autónomas como democracia participativa…”. Esta clara definición se ve confirmada por el elevado número de disposiciones particulares que la concretan a través de la creación de instituciones, como el amparo del artículo 14, en realidad una acción popular ya que legitima a toda persona cuando está en juego la defensa de derechos colectivos.
En este caso nos encontramos frente a una situación de carácter público, en tanto se trata de proteger el patrimonio natural y cultural de nuestra urbe, que es uno de los componentes del derecho a un ambiente sano como lo prevé el artículo 41 de la Constitución nacional. Por ello por mandato constitucional todos estamos obligados a contribuir a su protección. En la situación que nos ocupa se actuó eficazmente en la detención de un acto abiertamente ilegal y arbitrario de la administración porteña. Cabe recordar que la ley que estableció el trazado de la línea H determinó que ésta debía correr debajo de la avenida Pueyrredón para que concluyera en la estación que debía ser construida cerca de la Facultad de Derecho. Sin embargo, de manera intempestiva las autoridades locales deciden localizarla en la mencionada plaza ignorando que fue diseñada por Carlos Thays en 1897, quien luego también fue el creador de la Plaza Francia, constituyendo conjuntamente el gran patrimonio verde de la Ciudad, lo que motivó que esta zona que es conocida como la de “las plazas de la Recoleta”, fuese declarada por ley, Área de Protección Histórica.
Gracias a la eficaz actuación de Sonia Berjman, ilustre personalidad de nuestra Ciudad, se logró preservar la plaza evitando la tala de sus árboles y la modificación de su fisonomía de conformidad a lo que dispone la norma correspondiente. En realidad en una democracia en la que funcionan adecuadamente las instituciones de control, esta acción debería ser emprendida por los funcionarios y no por los gobernados. Convengamos que la intervención de estos últimos se suscita frente al incumplimiento de sus “servidores públicos”. Así como en su momento recurrimos a este medio para apoyar al Jefe de Gobierno por su valiente lucha a favor de la libertad de expresión, hoy lo hacemos para manifestarle nuestro descontento por un accionar que no se condice con la promesa de “nueva política” que el ingeniero Macri y su partido pregonan y le pedimos que por favor actúe con grandeza y retire tan lamentable demanda.

Daniel Sabsay es Profesor de Derecho Constitucional (UBA) y Presidente del Consejo Asesor de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN)

 
Fuente: clarin.com

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