Desnudo XXXIV (1934), de la serie de Heinrich Foto: LA NACIÓN |
Por Natalia Blanc / La Nación
La luz que entra por la ventana ilumina el cuerpo tendido, casi en penumbras, y juega con la sombra que proyecta una cortina tejida. Sobre la piel de la modelo se dibujan formas cuadriculadas que resaltan la figura femenina en claroscuro. No hay rostro a la vista. El foco está en el torso desnudo.
La luz que entra por la ventana ilumina el cuerpo tendido, casi en penumbras, y juega con la sombra que proyecta una cortina tejida. Sobre la piel de la modelo se dibujan formas cuadriculadas que resaltan la figura femenina en claroscuro. No hay rostro a la vista. El foco está en el torso desnudo.
La imagen integra el libro Annemarie Heinrich. Desnudos, que llegará a las librerías los últimos días del año, publicado por La Azotea Editorial. Es una de las treinta y cinco fotografías en blanco y negro, la mayoría inéditas, tomadas por Heinrich entre 1934 y 1948. Con la publicación de este volumen de colección,
el sello creado y dirigido por Sara Facio rinde homenaje a la célebre
fotógrafa nacida en Alemania en 1912, que en 1930 abrió su primer
estudio en Buenos Aires. Conocida como una destacada retratista
especializada en figuras del espectáculo, Heinrich se dedicó también al
estudio del desnudo en la fotografía. El libro, que surgió a partir de
un proyecto presentado por Alicia y Ricardo Sanguinetti, hijos de la
fotógrafa, dialoga con la muestra La Seducción Fatal. Imaginarios
Eróticos del siglo XIX, que se exhibe en el Museo Nacional de Bellas
Artes hasta el 15 de marzo.
Como escribió María Moreno en el
prólogo, "Annemarie no sublimaba la carne, aunque su propuesta estética
estaba lejos de todo realismo. Esa forma suya conocía su
contemporaneidad con las vanguardias pictóricas argentinas. Con la
iluminación y la preferencia por el claroscuro, solía cubrir la piel
femenina con una tersura estatuaria -de una estatua en donde la carne no
se haya transfigurado del todo-, «nacaraba», inventaba líneas,
esculpía". En varias de las imágenes incluidas en el libro, como Desnudo 49 y Torso,
se percibe la búsqueda estética que describe Moreno en su texto.
Heinrich retrata el cuerpo femenino como una escultura; ilumina la piel
para que luzca como una superficie de mármol o de yeso, como hizo
Auguste Rodin en el Minotauro, obra que integra la sección
"Erotismo y violencia: el rapto", de la exhibición del Bellas Artes
curada por Laura Malosetti Costa.
La historia escrita en la carne
Claro
que, a diferencia de una fotografía que captura un instante, las
pinturas, los grabados y las esculturas crean una escena, se proponen
narrar una historia. El rapto de Europa, pintura de Giovanni Lanfranco, y La cautiva,
de Juan Manuel Blanes, que pueden verse en el recorrido por La
Seducción Fatal, son algunos ejemplos. Agrupados en la sección "Desnudas
y desnudos: voyeurismo, distancia y transgresión", aparecen La siesta, de Cesáreo Bernaldo de Quirós; El baño, de Prilidiano Pueyrredón, y El despertar de la criada, de Eduardo Sívori, entre otros óleos sobre tela.
Organizada
junto con la Biblioteca Nacional, en la muestra se exhiben sesenta y
cinco obras entre pinturas, esculturas, grabados, fotografías e impresos
de artistas europeos y argentinos del siglo XIX. La Sala del Tesoro de
la Biblioteca, lugar habitualmente de acceso reservado a investigadores,
se abrió al público para que todos puedan apreciar grabados,
litografías y publicaciones eróticas de los siglos XVIII, XIX y XX que
se conservan en vitrinas. Allí, en la continuación de La Seducción
Fatal, titulada "De la intención erótica al sueño pornográfico", figura
la colección L'Art et le Beau, el álbum Le Parnasse Satyrique, obras del
artista francés Paul Avril y aguafuertes y litografías de los italianos
Alfredo Baruffi y Edoardo Rubino.
Al carácter narrativo de las
imágenes se suma el valor del texto. Por eso en el catálogo de la
muestra y en la página web de la Biblioteca es posible leer ensayos
breves escritos especialmente para acompañar las imágenes expuestas.
Fueron convocados, entre otros, María Moreno, Aníbal Jarkowski, Selva
Almada, Diego Tatián, Christian Ferrer, José Emilio Burucúa, Gonzalo
Aguilar, Luisa Valenzuela y Andrea Giunta. Cada uno escribió sobre una
obra en particular y en esos textos se advierte la mirada de los autores
sobre el desnudo en el arte y su vinculación con el deseo, la seducción
y el erotismo.
Estos mismos temas, enfocados desde el exceso en
obras de artistas como Goya, Rodin y Picasso, se abordan en una muestra
en homenaje al marqués de Sade, inaugurada este año en el Museo D'Orsay,
de París, que estará abierta hasta el 25 de enero. Polémico por sí
mismo, el autor volvió a ser sinónimo de escándalo cuando las
autoridades del museo difundieron un video promocional con imágenes de
cuerpos desnudos entrelazados en una especie de orgía, que culminaba con
la palabra Sade.
El despertar de la criada, de Eduardo Sívori Foto: LA NACIÓN |
De las mujeres a los hombres
Cuando
se piensa en la representación del cuerpo desnudo en una obra de arte
enseguida aparece una imagen femenina. Tanto en La Seducción Fatal como
en el libro de fotografías de Heinrich, los modelos son mujeres. En
contraposición a la tendencia, el Museo Leopold de Viena organizó en
2013 una muestra centrada en el desnudo masculino desde 1800 hasta la
actualidad. Lo curioso, en ese caso, no sólo fue que las 300 obras
(entre pinturas, fotografías, dibujos y esculturas) mostraran
variaciones sobre la desnudez masculina, sino que el museo vienés
convocó al público para que visitara la muestra... sin ropa.
Así,
los visitantes que se animaron a cumplir la consigna ingresaban en la
sala sin prenda alguna. Causó polémica, por supuesto, y en las fotos que
publicaron los medios se veían hombres y mujeres de espaldas, con las
colas al aire, pero con zapatos y, en algunos casos, también medias.
Masculino
/ Masculino. El hombre Desnudo en el Arte de 1800 hasta la Actualidad
llegó en septiembre de 2013 al Museo D'Orsay y tuvo también excelente
convocatoria. Claro que al museo parisino todos fueron vestidos.
Los trabajos de una pionera, por tres
Desnudos
La azotea editorial
Cuando
el sello La Azotea cumplió 40 años en 2013, su directora, Sara Facio,
convocó a fotógrafos destacados para que presentaran proyectos de
volúmenes con material inédito. Entre la cantidad de propuestas, fue
elegida la de Alicia y Ricardo Sanguinetti, hijos de Annemarie Heinrich y
también fotógrafos. Por otra parte, ellos cedieron el archivo personal
de su madre a la Universidad Nacional de Tres de Febrero para su
catalogación y conservación. Una selección de ese material se exhibirá a
partir del 8 de febrero en el Museo de la Untref con el título
Estrategias de la Mirada. Además, desde el 20 de marzo, Malba abrirá
como exposición temporaria Annemarie Heinrich. Intenciones Secretas.
Génesis de la Liberación Femenina en sus Fotografías Vintage, que reúne
50 fotos producidas entre 1930 y 1950.
Letras para una seducción fatal
De las obras de arte a los textos: un recorrido posible
En el Bellas Artes
Imaginarios
Eróticos del siglo XIX comprende 65 obras (pinturas, grabados,
esculturas) de la colección del museo. La muestra, con entrada gratuita,
se puede visitar de martes a viernes, de 12.30 a 20.30, y los fines de
semana, desde las 9.30. Hay visitas guiadas todos los días, a las 18.
En la web de la Biblioteca
Los textos de los escritores invitados que acompañan las obras de arte están disponibles en el sitio web www.bn.gov.ar..
No hay comentarios:
Publicar un comentario