NO HACÍA FALTA DESMONTAR LA ESTATUA DE COLÓN
PARA RESTAURARLA

Lo confirmaron tras la visita de funcionarios y técnicos enfrentados en la causa. Hay temor por el estado de la obra.
Boca arriba. La figura de Colón, de seis metros de altura, fue examinada ayer por especialistas y defensores del patrimonio en la plaza donde descansa. / GUSTAVO CASTAING

Por Silvia Gómez

Por primera vez desde que el Gobierno nacional comenzó a desmontar el monumento a Cristóbal Colón –ubicado en la plaza homónima, detrás de la Casa Rosada– las partes en conflicto y técnicos en restauración pudieron visitar el lugar y verificar el estado del conjunto escultórico. Y confirmaron lo que en muchas ocasiones dijeron a través de los medios: que no era necesario desarmar el grupo escultórico para restaurarlo. Incluso, se estaría trabajando con cortafierros, lo que algunos técnicos consideran riesgoso para el monumento.
“Es una obra de arte realizada con las mismas técnicas y materiales que muchas obras que se ven en cualquier ciudad europea. Llevan 300 años y más en la vía pública soportando terremotos, guerras mundiales y los cambios medioambientales. ¿Por qué aquí se desmontan y en otros lugares del mundo no?”, se preguntó Horacio Savoia, patrocinante del Circulo Italiano de Buenos Aires.
Savoia estuvo ayer en la visita, de la que también participaron funcionarios judiciales, técnicos convocados por la Ciudad, por Nación y representantes de la ONG Basta de Demoler, que promovió el amparo para impedir el traslado del monumento construido en homenaje al navegante genovés. La visita empezó a las 9.30 y terminó dos horas después. En el interior de la Casa Rosada, el subsecretario de Obras Públicas de la Nación, ingeniero Abel Fatala, recibió a la comitiva y expuso un powerpoint que llamó la atención de algunos que participaron de la visita, ya que estaba producido con información entregada por una dependencia del Gobierno porteño. En 10 días, las partes deben presentar informes sobre el estado del monumento.
En junio, y sin ningún anuncio oficial, el Gobierno nacional había comenzado a desmontar la estatua y el pedestal –donado por la colectividad italiana en 1910 y realizado en mármol por el escultor Arnaldo Zocchi– para trasladarlos a Mar del Plata.
Clarín anticipó el plan de colocar en su lugar otra escultura en homenaje a Juana Azurduy, la heroína nacida en Sucre que luchó por la Independencia y fue ascendida post morten por la presidenta Cristina Kirchner a General del Ejército Argentino.

Ayer, al mismo tiempo que la gente del equipo técnico del MOA (Monumentos y Obras de Arte, dependencia encargada del mantenimiento y restauración de unas 2.500 obras pertenecientes a la Ciudad) visitaba el monumento, desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público denunciaban ante el fiscal Juan Rozas la rotura de un bloque: “Nuestros inspectores de guardia advirtieron que la grúa que está dentro de la plaza estaba moviendo los bloques del monumento. Escucharon ruidos de cortes y golpes. Se acercaron a ver y advirtieron que uno de ellos se había roto. Los operarios se pusieron nerviosos cuando vieron a los inspectores y colocaron otro bloque tapando el roto. Pero tenemos todo documentado con fotos”, explicó Patricio Di Stéfano, de la Subsecretaría de Uso del Espacio Público. En relación a la visita que se hizo ayer en torno al monumento, Di Stéfano coincidió en que el desmantelamiento del monumento es “absolutamente innecesario, riesgoso, oneroso y sin sentido”.
La figura de Colón se encuentra recostada junto a la base del conjunto escultórico desde el 29 de junio. En ese momento, Nación argumentó que había sido removida para su restauración. Hoy sigue recostada, cubierta por telas negras de protección.
El conflicto en relación al monumento se remonta a 2005, cuando Presidencia decide enrejar la plaza. En 2007, el entonces jefe de Gobierno Jorge Telerman firmó un acuerdo en el que Nación se comprometía a abrir la plaza al público. En 2008, el gobierno de Mauricio Macri ratificó el convenio, pero la plaza jamás fue abierta. Amparándose en el supuesto mal estado del monumento, Nación decide su traslado, pese a que en 1996 –cuando pasa a ser autónoma– se le transfirieron a la Ciudad todos los espacios públicos y monumentos que están en su distrito.
“Nosotros entendemos que la autoridad para hacer todo es el Gobierno porteño. Es una cuestión de tipo histórico y jurídico. No me interesan las cuestiones políticas, pero habiendo escuchado a los técnicos, puedo decir que la restauración del monumento se pudo haber hecho sin desmontarlo. Ayer, algunos técnicos quedaron muy preocupados, porque se estaba trabajando con cortafierros para desprender los bloques, lo que inevitablemente castiga al monumento”, se lamentó Savoia.

Protegido y sin traslado hasta diciembre


Al menos hasta diciembre, una medida cautelar impide el traslado del monumento a Mar del Plata. Pese a esta cautelar, el Gobierno nacional avanzó con el desmantelamiento y en junio, con un grúa, se quitó la figura de Colón, que quedó recostada junto al pedestal. Por el momento, la Justicia habilitó a Nación a realizar trabajos de restauración, pero los promotores del amparo aseguran que el desmantelamiento continúa. El lunes, la Sala V de la Cámara Federal en lo Contencioso Administrativo, presidida por Jorge Alemany, había convocado a una audiencia a los gobiernos de Nación y Ciudad, a los promotores del amparo –Basta de Demoler– y a la Asociación Círculo Italiano. Después de que cada técnico convocado por las partes expusiera su punto de vista, se terminó por impulsar la visita de ayer al monumento, para de estar manera confrontar las diferentes versiones en torno a la polémica. Otro de los temas en cuestión es el dominio público que la Ciudad tiene sobre el bien patrimonial: “Más allá de la restauración, hay un tema de fondo que es jurídico: la titularidad sobre el bien en cuestión”, dijeron desde Basta de Demoler.

NUESTRO COMENTARIO A ESTE TEMA:


¡¡¡ Vaya novedad !!!
Lo dije desde el primer día: todo este tema obedecía sólo a un capricho de la presidenta de la Nación, que avanzó sobre algo con lo que no debió haberse metido. Quien tiene jurisdicción, es el M.O.A., la coordinación de Monumentos y Obras de Arte, dependiente del Ministerio de Ambiente y Espacio Público del Gobierno de la Ciudad, que además es el órgano de consulta de la Legislatura Porteña sobre el tema específico de las obras de arte de los espacios públicos de la Ciudad.
Conté también cuál había sido la génesis del capricho presidencial a partir de un comentario sin asidero del comandante bolivariano Hugo Chávez.
Se actuó de la peor manera posible, llevándose todo por delante, fabricando el hecho consumado en base a mentiras y con métodos bajos y patoteriles. El tema no resistía el más mínimo análisis: era evidente que a la presidenta, el estado de conservación del monumento le importaba un bledo. Si le hubiera importado sincera, auténticamente, hubiera empezado por evitar tocar el monumento y por frenar su desguace y traslado, que sólo entrañaba riesgos de daños mayores de todo tipo. Hasta un chico de cuatro años se daría cuenta del enorme contasentido ése.
Fuimos subestimados como ciudadanos y después de unos días de haberse empezado a desmontar el monumento, la presidenta, en un encuentro con la prensa en el Instituto Balseiro, de Bariloche, reconoció que al monumento a Colón se lo desmontaba con la intención de reemplazarlo por otro dedicado a recordar a Juana Azurduy de Padilla.
Comenté entonces que me parecía perfecto que en Buenos Aires hubiera un monumento dedicado a recordar a Juana Azurduy y pregunté si el monumento sería menos homenaje si estuviera emplazado en algún otro de los miles y miles de lugares vacantes posibles que hay en la Ciudad para ubicarlo al nuevo monumento
sin tener que eliminarlo previamente al monumento a Colón.
Han estado metiendo mano sobre el monumento a Cristóbal Colón operarios que no tienen ni la más pálida idea de lo que es tratar obras de arte. Han roto pedazos de mármol y hemos presentado las pruebas fotográficas. El monumento es propiedad del Pueblo argentino, pero su depositaria es la Capital Federal común a toda la República.
La presidenta de la Nación no debió haberse metido con ese monumento.
La comunidad italiana, que fue la donante, está en todo su derecho de sentirse ofendida por no haberse escuchado sus pedidos de frenar el desguace y la destrucción del monumento.
Mar del Plata, adonde se pretende trasladarlo, ya tiene un monumento al descubridor de América, en la plaza cuyo nombre lo recuerda.
Ya sabemos que cuando a la presidenta se le mete algo en la cabeza, no importan los métodos para conseguirlo ni la historia anterior: se llevan puesto lo que sea con tal de conseguir salirse con la suya.
En vez de llenarse la boca hablando de los pueblos originarios y después ni siquiera recibirlos y escucharlos en una audiencia y que en cambio tuviera que recibirlos el Papa Francisco en el Vaticano, hubiera sido mucho más productivo haber ahorrado los miles y miles de dólares que se han gastado sólo en alquiler de grúas para hacer el desguace del monumento a Colón y haberlos en cambio usado para darles agua potable a los Qom. Y haberles ordenado a los gobernadores del NEA que no los persigan y combatan.
Sin palabras.

 

P. L. B.

 

 

Fuente: clarín.com

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