Romina Smith
Sólo el puente que ostenta en su entrada, y que llama la atención por su estilo griego, podría contar miles de historias. También podrían hacerlo sus 8 mil rosas, tan cuidadas como históricas. O quizás alcance con su pasado: se sabe que el encargado de armar el paseo fue un discípulo del genial arquitecto y paisajista francés Carlos Thays, que en esos tiempos era el director de Parques y Paseos, y que supo dejar su mirada y trabajos en grandes espacios verdes de la Ciudad. Cualquiera de esas historias pueden contar su historia. Pero todas forman una. Y es la que hoy se celebra: ícono de la Ciudad, el Rosedal de Palermo, que es reconocido en todo el mundo y fue premiado por una entidad internacional, cumplió cien años ayer. Y lo festeja hoy con tres homenajes que coincidirán dentro del predio.
Inaugurado en 1914, el Rosedal es un espacio de 3,4 hectáreas delimitado por las avenidas Infanta Isabel, Iraola y Pedro Montt, dentro del Parque 3 de Febrero, que parece salido de un cuento de Lewis Carroll: sus senderos aún mantienen su diseño y el perfume que se desprende de las 93 especies de rosas lo distinguen de cualquier otro paseo de la Ciudad.
Además, dentro del predio, que fue declarado Patrimonio Cultural de la Ciudad por la Legislatura porteña en 2011, para que ninguna restauración altere el diseño original, hay una colección de 26 bustos de poetas y escritores, y hasta un patio andaluz que supo formar a artesanos que mantuvieron la estética del paseo durante años.
Y también muchas más historias. Juan Manuel de Rosas tenía en esas tierras su residencia de verano mientras era gobernador de Buenos Aires. Pero en 1875 Domingo Sarmiento bautizó el parque 3 de Febrero, la batalla en la que Urquiza derrotó a Rosas.
Se inauguró en 1914 |
Más cerca en el tiempo hubo una etapa “privatizada”: durante 20 años, y hasta 2012, su mantenimiento estuvo a cargo de la empresa YPF, que invertía $ 300.000 por mes para tenerlo arreglado. Ese contrato se terminó cuando la petrolera fue expropiada por el Gobierno nacional. Y desde entonces lo mantiene la Ciudad. Ayer, desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público aseguraron que la idea es que siga siendo así. Para eso, hoy tienen una cuadrilla de 20 personas y cuentan con un presupuesto de $ 500.000 mensuales.
De todas maneras, y con sus miles de historias a cuestas, el Rosedal es, sin dudas, un centro de atracción único por su diseño y plantación de flores. A pesar de que la cantidad fue variando (tuvo casi 15.000 rosales de unas 1.200 variedades en sus primeros años) todavía esas flores siguen dándole fama en el mundo. Según cifras del Gobierno porteño, unas 25.000 personas lo visitan por semana.
Hoy tendrá su homenaje triple: por un lado se descubrirá la placa por haber sido premiado con el “Garden Excellence Award” por la Federación Mundial de las Sociedades de Rosas, que lo declaró “Jardín de Excelencia” por “su belleza, historia y valor educativo”. Es el primero en Sudamérica en ganarlo. Por otro lado, pondrán dos placas para conmemorar el centenario (ver Pasado y presente). Valentina Casucci, actual presidenta honoraria de la Asociación Argentina de Rosicultura (estuvo a cargo ocho años de esa entidad fundada en 1951) será quien reciba hoy el premio. “Es un orgullo para mí, que fui parte de la remodelación que se hizo en 2008. Fue un gran trabajo y hoy es un honor que este espacio, que es un símbolo de la Ciudad, tenga este prestigio”, celebró.
Pasado y Presente
Pasado y Presente
La historia
El Rosedal abrió sus puertas el 24 de noviembre de 1914. El responsable de su diseño fue Benito Carrasco, discípulo de Carlos Thays. Con el tiempo se convirtió en un símbolo de la Ciudad, aunque hacia los años 90, por falta de mantenimiento, quedó deteriorado. La petrolera YPF lo apadrinó y en 2008 financió una gran reforma para ponerlo en valor. El padrinazgo terminó en 2012, cuando la empresa fue reestatizada.
El reconocimiento
El Rosedal fue premiado con el Garden Excellence Award, un reconocimiento internacional otorgado por la Federación Mundial de las Sociedades de Rosas (WFRS, por sus siglas en inglés). Por eso, hoy se descubrirá una placa que lo acredita como “Jardín de Excelencia”. En el mismo acto se descubrirán otras dos placas, una de la Legislatura porteña y otra en nombre del Gobierno de la Ciudad.
Cuándo visitarlo
En invierno abre de martes a domingo de 8 a 18. En verano, el horario se extiende hasta las 20. Durante todo el año, los lunes permanece cerrado por tareas de mantenimiento.
El Rosedal en 1920. |
Jóvenes paseando en bote en la década de 1930. |
El Rosedal en 1926. |
Otra vieja imagen del Rosedal.
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El antiguo Rosedal, muy concurrido. |
La gente, cuidaba el paseo.
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Una vista aérea actual. |
Rosales y jacarandás en flor. |
Fuente: clarin.com
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