La artista y arquitecta estadounidense, autora del
monumento a los caídos en Vietnam, mostró su compromiso con las
consecuencias del temporal que afectó Manhathan desde una perspectiva
reflexiva y crítica.
Por Carol Kino
The New York Times
El objetivo era que hablara sobre su nueva muestra en la Pace
Gallery de Nueva York, pero Maya Lin pronunció en cambio un discurso
apasionado sobre el medio ambiente. "No sólo necesitamos cambiar de
conducta", dijo Lin, caminando junto al Hudson River Park una mañana.
"Tiene que haber una legislación. El Estado debe estar presente." Sin
que mediara demasiado tiempo, su atención se centró en el suelo y su
recuerdo de las crecidas salobres que lo inundaron en octubre pasado
durante el huracán Sandy. "Creo que Sandy fue una verdadera señal de
alarma", dijo Lin, que es artista y arquitecta.
"La naturaleza avanzará, lo observemos o no. Vendrá a decirnos: aquí estoy." Este fervor evidencia un verdadero contraste con la figura dueña de un discurso elaborado que Lin ha mostrado al mundo desde 1981, cuando su diseño ganador para el Monumento Conmemorativo de los Veteranos de Vietnam en Washington la convirtió en una celebridad internacional estando todavía en el último año de la Universidad Yale en Connecticut.
Anteriormente, dijo Lin, su actitud consistía en "mantenerme al margen, enumerar los hechos y dejar que cada uno sacara sus conclusiones por mí" partiendo del objetivo de reelaborar sutilmente un punto de vista conocido. Un enfoque similar recorre, asimismo, trabajos como "Wave Field", una obra de arte de la tierra de 2009 en el Storm King Art Center de Mountainville, Nueva York, que cubre un valle de cuatro hectáreas con montículos de tierra que parecen dibujar ondas como olas en el océano.
De alguna manera, el huracán Sandy despertó a Lin. Cuando el agua de las inundaciones se retiró, Lin decidió al poco tiempo que su muestra en Pace la primera pensada específicamente para una galería comercial debía concentrarse en Manhattan y su paisaje circundante, su historia ambiental y sus vías fluviales.
"Quería que la gente entendiera mejor qué hay literalmente debajo de sus pies", dijo. "Quería centrarme en aspectos reveladores de Nueva York, en los que quizá no estemos pensando desde un punto de vista natural, topográfico y ambiental." Con el nombre de "Here and There", la muestra permanecerá abierta hasta el 22 de junio.
Entre los puntos más destacados figuran tres de los "ríos de alfileres" que Lin viene haciendo desde 2006, parte de una serie que a la larga incluirá a todos los ríos y estuarios importantes del mundo. Usando millares de alfileres de acero inoxidable y las sombras que éstos proyectan, crea relieves en las paredes que sugieren planos aéreos acotados.
Uno sigue el Río Hudson y sus principales afluentes; otro detalla algunos de los numerosos torrentes que todavía recorrían el centro de Manhattan hace apenas un siglo. El más grande marca los límites de la llanura aluvional de Sandy un tema que, como señala Lin, es aún más difícil de representar que un arroyo urbano sobre el que se ha construido por demás.
"Una inundación no existe, excepto en nuestros bancos de memoria", dijo. "Es un hecho temporario. No es el río y no es la tierra.
No es aquí ni allá." Lin desarrolló su pasión por la naturaleza cuando vivía en la ciudad de su universidad, Athens, en Ohio. Con su hermano, jugaban constantemente en los bosques y los arroyos que rodeaban su casa. Ya en ese momento, dijo, "Me preguntaba muy seriamente cómo una especie tiene derecho a avasallar el planeta." Lin también siente fascinación por los mapas. Suele jugar con ellos en su taller del SoHo en Lower Manhattan, trazando a menudo nuevos lagos y cráteres en las páginas de viejos atlas, o redibujando los canales en impresiones cartográficas de computadoras, que sus asistentes arman con los montones de datos topográficos que intervienen en sus proyectos más amplios. A este proceso lo llama en broma "dar paseos por el mundo".
Muchas de sus obras, como los ríos de alfileres y "Wave Field" evolucionaron directamente a partir de estos supuestos paseos.
Lin también lleva a cabo una investigación exhaustiva para cada obra, y desarrollarlas puede llevar años.
La principal motivación que tiene es su intensa curiosidad. Al final, admitió que mientras caminaba bordeando el Hudson inclusive mientras hablaba sobre sus miedos con respecto al medio ambiente en realidad había estado estudiando la superficie del agua.
"¿Cómo se forma una ola?" dijo.
"¿Cómo se disipa? Quiero visualizarlo, porque no lo entiendo."
"La naturaleza avanzará, lo observemos o no. Vendrá a decirnos: aquí estoy." Este fervor evidencia un verdadero contraste con la figura dueña de un discurso elaborado que Lin ha mostrado al mundo desde 1981, cuando su diseño ganador para el Monumento Conmemorativo de los Veteranos de Vietnam en Washington la convirtió en una celebridad internacional estando todavía en el último año de la Universidad Yale en Connecticut.
Anteriormente, dijo Lin, su actitud consistía en "mantenerme al margen, enumerar los hechos y dejar que cada uno sacara sus conclusiones por mí" partiendo del objetivo de reelaborar sutilmente un punto de vista conocido. Un enfoque similar recorre, asimismo, trabajos como "Wave Field", una obra de arte de la tierra de 2009 en el Storm King Art Center de Mountainville, Nueva York, que cubre un valle de cuatro hectáreas con montículos de tierra que parecen dibujar ondas como olas en el océano.
De alguna manera, el huracán Sandy despertó a Lin. Cuando el agua de las inundaciones se retiró, Lin decidió al poco tiempo que su muestra en Pace la primera pensada específicamente para una galería comercial debía concentrarse en Manhattan y su paisaje circundante, su historia ambiental y sus vías fluviales.
"Quería que la gente entendiera mejor qué hay literalmente debajo de sus pies", dijo. "Quería centrarme en aspectos reveladores de Nueva York, en los que quizá no estemos pensando desde un punto de vista natural, topográfico y ambiental." Con el nombre de "Here and There", la muestra permanecerá abierta hasta el 22 de junio.
Entre los puntos más destacados figuran tres de los "ríos de alfileres" que Lin viene haciendo desde 2006, parte de una serie que a la larga incluirá a todos los ríos y estuarios importantes del mundo. Usando millares de alfileres de acero inoxidable y las sombras que éstos proyectan, crea relieves en las paredes que sugieren planos aéreos acotados.
Uno sigue el Río Hudson y sus principales afluentes; otro detalla algunos de los numerosos torrentes que todavía recorrían el centro de Manhattan hace apenas un siglo. El más grande marca los límites de la llanura aluvional de Sandy un tema que, como señala Lin, es aún más difícil de representar que un arroyo urbano sobre el que se ha construido por demás.
"Una inundación no existe, excepto en nuestros bancos de memoria", dijo. "Es un hecho temporario. No es el río y no es la tierra.
No es aquí ni allá." Lin desarrolló su pasión por la naturaleza cuando vivía en la ciudad de su universidad, Athens, en Ohio. Con su hermano, jugaban constantemente en los bosques y los arroyos que rodeaban su casa. Ya en ese momento, dijo, "Me preguntaba muy seriamente cómo una especie tiene derecho a avasallar el planeta." Lin también siente fascinación por los mapas. Suele jugar con ellos en su taller del SoHo en Lower Manhattan, trazando a menudo nuevos lagos y cráteres en las páginas de viejos atlas, o redibujando los canales en impresiones cartográficas de computadoras, que sus asistentes arman con los montones de datos topográficos que intervienen en sus proyectos más amplios. A este proceso lo llama en broma "dar paseos por el mundo".
Muchas de sus obras, como los ríos de alfileres y "Wave Field" evolucionaron directamente a partir de estos supuestos paseos.
Lin también lleva a cabo una investigación exhaustiva para cada obra, y desarrollarlas puede llevar años.
La principal motivación que tiene es su intensa curiosidad. Al final, admitió que mientras caminaba bordeando el Hudson inclusive mientras hablaba sobre sus miedos con respecto al medio ambiente en realidad había estado estudiando la superficie del agua.
"¿Cómo se forma una ola?" dijo.
"¿Cómo se disipa? Quiero visualizarlo, porque no lo entiendo."
Revista Ñ Clarín
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