Las fuerzas gubernamentales sirias transitan cerca de un puente volado en la ciudadela antigua de Alepo, en el norte del país, el 4 de septiembre de 2012.
Por Michel Moutot
El
extraordinario patrimonio arqueológico sirio es víctima de los combates
y la destrucción, pero también del robo y el saqueo organizados, que se
multiplican en todo el país, afirmaron a la AFP fuentes concordantes.
En un país repleto de tesoros antiguos, donde la corrupción y el
tráfico de objetos arqueológicos eran crónicos, la generalización de los
combates, el vacío de poder en algunas zonas y el control de otras por
grupos armados han causado un gran incremento de saqueos y excavaciones
ilícitas.
"Es evidente que en situaciones de este tipo, siempre se da un
aumento de los saqueos, de las excavaciones ilegales y del contrabando",
dijo a la AFP por teléfono Véronique Dauge, del Centro del Patrimonio
Mundial de la UNESCO, recordando la devastación en este sector ocurrida
en Irak en 2003.
El ejército sirio es con frecuencia acusado de saquear él mismo o de
tolerar que saqueen civiles, a menudo organizados en bandas de
traficantes.
En Reyhanli, una pequeña ciudad turca fronteriza con Siria, un
refugiado sirio procedente de la famosa ciudad antigua de Palmira dijo a
la AFP que el museo había sido saqueado y que había robos a gran escala
en el lugar. "El ejército está allí, vigilándolo todo", agregó,
afirmando que el saqueo era cometido por las milicias del régimen de
Bashar Al Asad.
Un vídeo amateur puesto en línea el 17 de agosto muestra siete u ocho
esculturas, varios bustos, hacinados en la parte trasera de una
camioneta, mientras unos militares hablan cerca del vehículo.
"Hemos hecho oír lo que dicen a los sirios que trabajan con nosotros y
se trata de soldados. Todo nos lleva a pensar que el ejército está
robando o deja robar antigüedades en Palmira y otros lugares", afirmó a
la AFP el arqueólogo español Rodrigo Martín.
Martín es el portavoz de un equipo de arqueólogos sirios y
extranjeros que han formado el grupo Patrimonio sirio en peligro, cuyo
objetivo es intentar controlar, a través de una red de informantes, lo
que está ocurriendo en los sitios arqueológicos.
Fuerte demanda en el mercado
"Ha habido combates en algunos sitios, otros son saqueados, en otros lugares, el ejército permite excavar a las bandas a cambio de su complicidad en el conflicto", dijo. "Pero a pesar de que tenemos muchos contactos, es difícil saber lo que realmente está pasando. Descubriremos la magnitud de los daños sólo después de la guerra", agregó.
Su organización también ha recibido testimonios que acusan a los
grupos rebeldes de recurrir al tráfico para financiarse. "Tenemos ecos,
rumores, pero es muy difícil verificarlos", indicó.
En un artículo del London Times del 12 de septiembre, un traficante
de antigüedades libanés que dijo llamarse Abu Jaled afirma que los
rebeldes han formado grupos de saqueadores clandestinos para financiar
su lucha. "Los rebeldes necesitan armas y las antigüedades son un buen
modo de comprarlas", dijo.
Un informe de la organización Euromed Heritage, financiada por la
Unión Europea, subraya el riesgo de estas excavaciones ilegales. "Son un
peligro para la historia y el patrimonio sirios desde hace muchos años.
Lamentablemente, los acontecimientos actuales aumentan este peligro de
modo significativo. Muchos grupos se han lanzado a realizar excavaciones
clandestinas, empezando por las fuerzas de seguridad", acusa el
informe.
"Más aún, las excavaciones clandestinas se han convertido en objetos
de negociación: las autoridades las toleran a cualquiera que acepte
estar al margen de la sublevación o que denuncie a militantes", añade.
Según la arqueóloga británica Emma Cunliffe, el desastre iraquí de
2003 se está repitiendo. "Mire el precio de las hermosas piezas que se
subastan en Christie's y Sotheby's. Son ridículamente caras. Mientras
haya semejante demanda en el mercado internacional, el saqueo
continuará", exclamó.
Fuente: AFP
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