El nuevo espacio, que cuenta con una colección de 120 obras, está dedicado al arte contemporáneo.
Por
Mercedes Pérez Bergliaffa
- ESPECIAL PARA CLARIN
Un sol espléndido dijo presente ayer, durante la apertura del
MACBA, el Museo de Arte Contemporáneo de la Ciudad de Buenos Aires.
Ubicado en el corazón de San Telmo, al lado del Museo de Arte Moderno de
Buenos Aires –el por estos días tan polémico MAMBA–, el nuevo espacio
viene a confirmar lo que de a poco se va gestando en la zona sur: un
nuevo polo cultural con una identidad propia.
Desde temprano en la
mañana se fueron acercando al MACBA distintas personalidades del mundo
del arte, como los artistas Yuyo Noé, Guillermo Kuitca, Gyula Kosice,
Delia Cancela, Horacio Zabala, Ary Brizzi, Charly Squirru, Rogelio
Polesello, Silvana Lacarra, Fabián Burgos, Martín Di Paola, Karina
Peisajovich, Eduardo Costa y Marta Minujín, entre muchos otros, así como
el agregado cultural de la embajada de Francia, Aldo Herlaut, Isabelle
Petersen y Dieter Cavallieri –de la embajada de Suiza–, Oscar Smoje
–director del Palais de Glace–, Claudio Masseti –director del Centro
Cultural Recoleta–, Luis Ovsejevich –presidente de la Fundación Konex–,
Facundo Gómez Minujín –presidente de arteBA–, Ricardo Blanco –director
de la Academia Nacional de Bellas Artes–, Diana Saiegh –directora del
Museo de Arte del Tigre–, María Teresa Constantín –directora del Espacio
de Arte de la Fundación OSDE–, Laura Buccellato –directora del MAMBA–, y
los directores de casi todos los museos de la ciudad. No pasó lo mismo
con los museos nacionales: su ausencia llamó la atención.
El corte
de la cinta se hizo en la vereda cerca del mediodía. El financista Aldo
Rubino –dueño y director del MACBA–, junto con la curadora de la
institución, María Constanza Cerullo, y la directora artística del
museo, la historiadora del arte María José Herrera –quien luego de 27
años de desempeñarse como Jefa de Investigaciones en el Museo Nacional
de Bellas Artes asumió este nuevo desafío–, se juntaron para este
momento, junto al Ministro de Desarrollo Urbano Daniel Chain –asistió en
representación de Hernán Lombardi, quien se encuentra fuera del país–, y
los artistas Gyula Kosice, Rogelio Polesello y Marta Minujín. Rubino
cortó, con un “clic”, la cinta, y dejó así inaugurado el luminoso
espacio de siete pisos, cuatro de los cuales conforman el museo.
Obras
geométricas, de colores brillantes, se lucían ayer entre los invitados
especiales, quienes no dudaron en dirigirse inmediatamente al nivel más
precioso del edificio: una terraza con vista a todas las cúpulas
históricas de San Telmo, que brillaban alegremente. Fue un momento de
fiesta: las pinturas del MACBA observaban, desde su nueva casa, pasar
por delante artistas y copas de champagne. Y Rubino –anfitrión
emocionado–, hasta se animó a cantar unos tangos.
Fuente: Revista Ñ Clarín
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