Investigación en España / Cuestionan las medidas de seguridad
Adrián Sack
Para LA NACION
Para LA NACION
MADRID.- El misterio por el robo del Códice Calixtino,
uno de los tesoros más valiosos del arte y la historia de España,
continuó ayer entre los crecientes lamentos por su pérdida y la
desesperación de las autoridades por la falta de pistas.
La obra, un manuscrito del siglo XII que contiene
textos sobre el apóstol Santiago y una guía para la peregrinación, fue
sustraída el martes de la catedral de Santiago de Compostela mediante un
plan minuciosamente pensado para burlar todas las medidas de seguridad,
según señaló la policía española.
A pesar del intenso operativo desplegado para recuperar
el Códice, que en el mercado negro podría alcanzar los 100 millones de
euros, los investigadores aún no han podido encontrar ninguna anomalía
en el recinto del archivo cardenalicio donde se hallaba.
La policía revisa desde ayer cientos de horas de
grabaciones de las cámaras de seguridad ubicadas en las inmediaciones de
la sala donde fue robado, en busca de indicios sobre el momento del
ingreso de los ladrones. Pero la inexplicable ausencia de cámaras
enfocadas directamente hacia el armario acorazado donde se hallaba la
pieza dificulta las tareas de rastreo, para la que fueron convocados de
urgencia tres expertos de la Brigada Central del Patrimonio Artístico de
Madrid.
Los policías se sumaron así a un grupo de nueve
detectives locales que trabajan sobre las más diversas hipótesis, entre
ellas una que cobró fuerza en las últimas horas: que el códice ya fue
enviado fuera de España. Pero también pusieron en práctica un intenso
operativo de búsqueda en el resto de Galicia, que incluye minuciosos
controles en automóviles y estrictos interrogatorios.
Críticas
A
todo esto, no cesó ayer la condena generalizada por las frágiles
medidas de seguridad en torno a una obra considerada única en su tipo
por los expertos.
Las críticas no faltaron, tampoco, desde la propia
policía. "Las medidas de seguridad eran mínimas", denunció el secretario
del Sindicato Unificado de la Policía en Galicia (SUP), Xosé Freire,
quien además señaló que la desaparición del códice "podría haber
ocurrido en cualquier momento", ya que no estaba en manos de expertos en
seguridad, sino sólo a cargo del deán de la catedral.
En tanto, el gobierno de Galicia no ocultó su
preocupación por la desaparición de una de las piezas más importantes
del patrimonio cultural de la región, pero no descartó un final feliz.
"Tarde o temprano, lo vamos a recuperar, esté donde
esté", dijo el presidente de la Xunta gallega, Alberto Núñez Feijoo,
quien señaló las dificultades que los ladrones tendrían para poder
traficar la pieza en el mercado negro.
Fuente texto: lanacion.com
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