El bailarín Miguel Angel Zotto dio una clase de lujo y cantó Amelita Baltar. Hubo unas 2.000 personas.
A CIELO ABIERTO. LA GENTE SE ANIMO A BAILAR EN UN ESCENARIO AMBIENTADO COMO UNA VERDADERA MILONGA.
Por Nora Sánchez
Caminito ayer hizo honor a su tradición, íntimamente ligada al tango. En uno de los puntos más emblemáticos de la Ciudad, con el antiguo puente y la Vuelta de Rocha de marco, hubo una gran milonga al aire libre comandada por el bailarín Miguel Angel Zotto. Y para el cierre, cantó Amelita Baltar.
El encuentro fue la primera jornada del ciclo Grandes Milongas en La Boca, que forma parte de la programación cultural gratuita de “La Ciudad al Aire Libre”, que presenta el Ministerio de Cultura porteño.
Poco después de las 18.30, arrancó una clase de baile de lujo de una hora guiada por un bailarín con 25 años de carrera profesional como Zotto, quien estuvo acompañado por Diana Gúspero. “Al tango lo inventó el público, no lo inventaron los bailarines. Por eso todos sus movimientos son naturales”, lanzó como primera premisa Zotto, seguido atentamente por unas 2.000 personas, según estiman los organizadores. Pero el momento de bailar no arrancó con Zotto, ya que durante la previa pasaban música y la gente podía subir al escenario, ambientado como una milonga , con sillas y mesas en semicírculo. “Cuando escuchamos las orquestas de Castillo, Troilo y Pugliese, no pudimos resistirnos”, contó Leonor Bruschini, sin soltarle la mano a su marido, Osvaldo Fernández, ambos de Lanús y de más de 70 años.
El gran final fue con Amelita Baltar, que arrancó con Preludio para el año 3001 , de Piazzolla y Ferrer, y terminó con Balada para un loco , de los mismos autores. En el medio, hubo espacio para clásicos como Vuelvo al sur y Fruta amarga . Y para el adelanto de Sería fácil , un tema que incluirá en su próximo disco.
“Este escenario une el tango con un paisaje maravilloso y sirve para revitalizar a La Boca”, apuntó el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi. Las milongas al aire libre continuarán todos los sábados y domingos hasta el 13 de febrero.
El encuentro fue la primera jornada del ciclo Grandes Milongas en La Boca, que forma parte de la programación cultural gratuita de “La Ciudad al Aire Libre”, que presenta el Ministerio de Cultura porteño.
Poco después de las 18.30, arrancó una clase de baile de lujo de una hora guiada por un bailarín con 25 años de carrera profesional como Zotto, quien estuvo acompañado por Diana Gúspero. “Al tango lo inventó el público, no lo inventaron los bailarines. Por eso todos sus movimientos son naturales”, lanzó como primera premisa Zotto, seguido atentamente por unas 2.000 personas, según estiman los organizadores. Pero el momento de bailar no arrancó con Zotto, ya que durante la previa pasaban música y la gente podía subir al escenario, ambientado como una milonga , con sillas y mesas en semicírculo. “Cuando escuchamos las orquestas de Castillo, Troilo y Pugliese, no pudimos resistirnos”, contó Leonor Bruschini, sin soltarle la mano a su marido, Osvaldo Fernández, ambos de Lanús y de más de 70 años.
El gran final fue con Amelita Baltar, que arrancó con Preludio para el año 3001 , de Piazzolla y Ferrer, y terminó con Balada para un loco , de los mismos autores. En el medio, hubo espacio para clásicos como Vuelvo al sur y Fruta amarga . Y para el adelanto de Sería fácil , un tema que incluirá en su próximo disco.
“Este escenario une el tango con un paisaje maravilloso y sirve para revitalizar a La Boca”, apuntó el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi. Las milongas al aire libre continuarán todos los sábados y domingos hasta el 13 de febrero.
Fuente: clarin.com
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