RUINA DEL CENTENARIO

Tres dimensiones.

El pabellón de Fiestas, Correos y Telégrafos se hizo en 1910 y ahora está abandonado detrás del Regimiento de Patricios.
Cúpula. Se ve desde el estacionamiento de un hipermercado. Foto: Juano Tesone
Cúpula. Se ve desde el estacionamiento de un hipermercado. Foto: Juano Tesone

Berto González Montaner*
En 1910, para la celebración del primer centenario de la Revolución de Mayo, se hicieron en Buenos Aires una serie de exposiciones internacionales de gran relevancia. Entre ellas la que tuvo lugar en el actual predio de La Rural en Palermo, dedicada a la Agricultura y a la Ganadería, que dejó como legado una serie de bellísimas construcciones que aún siguen en funcionamiento. No sucedió lo mismo con las obras de lo que fue la Exposición de Ferrocarriles y Transportes Terrestres, realizada en los terrenos donde hoy funcionan el Regimiento de Infantería 1 “Patricios” y el hipermercado Jumbo. Así lo recuerda Juan Carlos Grassi, director de la revista Ferias & Congresos, en un artículo publicado recientemente.
Allí se levantaban una serie de grandes pabellones de distintos países jalonados sobre la actual avenida Intendente Bullrich por un gran portal de acceso en estilo Art Nouveau y rematando, casi en el fondo de este predio triangular, en el Pabellón de Fiestas, Correos y Telégrafos.
De estas magníficas construcciones sólo quedó en pie este último, una joya arquitectónica por la que su autor, el arquitecto italiano Virginio Colombo, del estudio Vinent, Maupas y Jauregui, se ganó merecidamente una medalla de oro. Su composición responde al eclecticismo académico y la ornamentación (cuando todavía se mantenía) reconocía influencias de la llamada Secesión Vienesa. El frente curvo, en forma de hemiciclo, tiene una suerte de galería sostenida por grandes columnas apareadas. Por encima, una gran cúpula vidriada remataba en un grupo escultórico compuesto por cuatro figuras femeninas que sostenían, en lo más alto, un globo terráqueo.
Hoy, para encontrar este fantástico pabellón, hay que subir al estacionamiento que tiene el hipermercado Jumbo en su terraza, llegar hasta el fondo y mirar hacia la izquierda. Y allí aparece esta joya que ya no luce como lo que era. Su estado actual es lamentable, casi una ruina, tal como lo viene alertando Juan C. Grassi desde su revista. El globo terráqueo y las piezas escultóricas ya no existen. Sus muros están llenos de grietas de donde emergen arbustos. Muchos de sus vidrios están rotos; revoques y cielo rasos, caídos; las columnas agujereadas revelan su estructura interior, de hierro; los pisos de madera, casi por completo ausentes, dejan ver la perfilería y los pilares de mampostería que los sostenían.
Según el presidente de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos, el arquitecto Jaime Sorín, la responsabilidad de semejante abandono es de la empresa que obtuvo la concesión del predio a mediados de la década del ´90. Y entre sus obligaciones contractuales estaba mantener en buen estado esta joyita.
A partir de 2010, el llamado Pabellón del Centenario, el antiguo Pabellón de Fiestas, Correos y Telégrafos, fue declarado “Monumento Histórico Nacional”, pero recién ahora, según cuenta Sorín, se está trabajando en un pliego de licitación para recuperarlo. “Es una inversión importante que tiene que hacer el Estado, y está dispuesto a hacerla”. El pabellón cerró sus puertas en 1911, tres años más tarde se instaló en el predio el Regimiento de Patricios y muchos recordarán el pabellón como el lugar donde se hicieron la revisación médica para el servicio militar.
Hoy esta pequeña pieza patrimonial busca un nuevo destino. Sorín dice que varias instituciones históricas, cuando se enteraron de la licitación para refaccionarlo, se mostraron interesadas en funcionar allí. Grassi, por su lado, propone crear el Museo del Centenario, un lugar donde se exhiban muestras de fotografía, numismática y elementos históricos de las seis grandes exposiciones que se hicieron en 1910. Además de la de Ferrocarriles y transporte y la de Agricultura y ganadería, las Internacionales de Higiene, de Arte, de Industria y la de Productos Españoles. Casi por casualidad, el tema dispara otra pregunta: ¿Qué hace todavía ahí, en medio de la Ciudad y vecino del Pabellón, el Regimiento de Patricios? Luis Ovsejevich, el creador de los Premios Konex, el otro día luego de compartir la visita al flamante Centro Cultural Kirchner me dio una posible respuesta: habría que mudar el Regimiento y hacer allí un gran parque cultural que incluya el postergado Auditorio Buenos Aires. Tal vez así, en ese contexto, la ruina del Centenario pueda volver a lucir como el Pabellón del Centenario.
* Editor General ARQ


Fuente: clarin.com

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