Una frase de Berni, el secretario de Seguridad, conmovió a Gustavo Marrone, que hoy inaugura una muestra singular de "cuadros-sándwich"
La obra tiene lado A y lado B.
Por Fernando García
Es lógico googlear la palabra "Berni" si se está escribiendo sobre arte. Sobre todo si tenemos en cuenta que, otra vez, el heavyweight rosarino convocó multitudes: 148.000 personas en Malba con la muestra "Juanito y Ramona". Pero sucede que ahora lo que se está buscando es la frase "Alguien pudo haber salido por esa puerta" atribuida a Berni, sí, pero Sergio, el secretario de Seguridad comprometido desde la noche del 18 de enero en el brumoso caso Nisman.
Es lógico googlear la palabra "Berni" si se está escribiendo sobre arte. Sobre todo si tenemos en cuenta que, otra vez, el heavyweight rosarino convocó multitudes: 148.000 personas en Malba con la muestra "Juanito y Ramona". Pero sucede que ahora lo que se está buscando es la frase "Alguien pudo haber salido por esa puerta" atribuida a Berni, sí, pero Sergio, el secretario de Seguridad comprometido desde la noche del 18 de enero en el brumoso caso Nisman.
Esa frase, extrapolada de su contexto, con ese aire
de novela noire pasó a quedar inscripta en una obra contemporánea
del artista Gustavo Marrone. En un formato de pintura negra
(pintura asfáltica y arena) que remite al informalismo de Alberto
Greco y otro que apropia la técnica callejera del stencil, Marrone
sacó la frase de Berni (Sergio) del mundo del crimen para
situarla en el contexto de Berni (Antonio): la pintura, el arte.
En
esa traspolación contundente, Marrone creó la primera obra pos Nisman
del arte argentino o acaso el primer statement plástico sobre la
misteriosa muerte del fiscal. Exhibida como esos carteles sándwich
que pululan por las zonas comerciales de la ciudad, la obra se
verá desde hoy en la inauguración de la muestra "Hipocentro", en
la flamante galería Cosmocosa (Montevideo 1430).
Gustavo
Marrone es un artista con raíces en la estética neoexpresionista
del under que dejó la Argentina en 1988 y volvió al país en 2012. Empezó
a trabajar en esta muestra hacia diciembre y el Nismangate lo
tomó en medio de la preparación de estos carteles sándwich de
autor. La frase de Berni (Sergio) fue dicha la mañana del 22 de
enero en el programa de radio que conduce Jorge Rial y se
relacionaba con el trabajo de un cerrajero en el departamento que
el fiscal ocupaba en la torre Le Parc.
Marrone incorporó esa frase
a otras con las que venía trabajando como "María, cerveza y
sexo", tomada del perfil de un internauta, o "La verdad está ahí
solo hay que evitarla". En todos los casos a Marrone le interesaba
registrar frases que "tienen una pulsión pero no resuelven; la
pulsión de dejar algo pero no dejar nada".
"En este caso se trata
de una frase dicha con todo el peso de la autoridad, tanto del
poder como de los medios, que a la vez no significa nada. Me
impresionó más allá del caso Nisman porque deja abierto todo.
¿Puede haber salido alguien o no? Es reconocer que se está a la merced
de cualquier sorpresa, no hay nada previsible y esto es anunciado,
repito, desde el poder".
Cada uno de los cuadros que
presenta Marrone en esta exposición tiene su contracuadro, el lado
B. En el caso del Berni se lee, en el reverso, la frase "Seguro
seguro no hay nada". Anónima, tomada de la lengua popular,
polinizada a nivel marca país, la frase parece completar esa zona de
penumbra que surgió de la declaración del secretario de Seguridad.
Como refiere María Moreno en el ensayo que acompaña la muestra, el
artista trabaja sobre "escombros semánticos". Para Marrone, esta
frase de Sergio Berni que dejó marcada en letra de molde abre el
juego a una crítica más abarcativa: "Tiene que ver con un problema
que veo que hay en la comunicación en la Argentina. Todo parece
dicho con el tenor de un patio de vecinos: todo es probabilidad,
potencialidad".
Éste es para Marrone un estado de las cosas que
deviene palabra como síntoma. El artista se considera heredero de
Federico Manuel Peralta Ramos en cuanto a su "amor enloquecido por
la ciudad"; por caminarla, observarla y llevarla a la obra: "En
Once ves mucha gente tirada en la calle que como todas estas
frases entró en un estado de no resolución".
Como con el
legendario Peralta Ramos, estas obras de Marrone se cierran sobre
su escritura. La misma frase de Berni (Sergio), por ejemplo, hace
referencia al caso Nisman pero se independiza como objeto: la vemos y la
nombramos al mismo tiempo. Es en la densidad de los materiales
donde Marrone marca una diferencia sustancial con el llamado arte
textual (una rama de los conceptualismos de los 70). Pudo haber
escrito la misma frase en papel pero contra toda la liviandad de
las frases, Marrone decidió que las obras (y las palabras)
pesaran. El fondo negro que se mimetiza con la letra de molde, la
argamasa de brea y arena, toda una materialidad que sugiere algo
de tabla de la ley o de bando petrificado. Que pesaran y que
pasaran, también. Por eso esa traslación del cartel sándwich, un
recurso de la cultura popular con mensajes que la gente apenas
advierte mientras camina, al ambiente de la galería de arte.
Así
las cosas, mientras la muerte del fiscal continúa en el ominoso
terreno del enigma, el arte contemporáneo argentino en manos de Gustavo
Marrone recortó una frase representativa del caso para eternizarla
en obra. Y en ese acto cerró un círculo: si Berni (Antonio) fue
de la pintura a la política; Berni (Sergio), sus dichos al menos,
pasaron del ámbito del crimen político al arte contemporáneo. La
historia y el arte, se ve, son incesantes.
Fuente: lanacion.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario