Joaquín
Caler, un párroco granadino, ha descubierto que hace ocho años la
pintura que compró es un Murillo. Así lo demuestran diversos estudios de
expertos en arte y la obra del maestro barroco sevillano. Lo adquirió
tras enterarse de que una familia sevillana quería deshacerse de él, y
este sacerdote aficionado al arte decidió comprarlo para su colección.
El
cuadro, que estaba bastante deteriorado, fue objeto de un proceso de
limpieza.
Tras el hollín se descubrieron los trazos que para los
expertos no dejan lugar a dudas, es obra de Bartolomé Esteban Murillo.
En principio creía que se trataba de una obra del siglo XIX, aunque
posteriormente se data el lienzo de 72 centímetros de alto por unos 54
de ancho, en el siglo XVII.
Durante un año la obra estará expuesta en el
museo de la Catedral de Guadix, para que todos los que lo deseen puedan
contemplar esta singular pintura barroca.
Fuente: yahoo.es
El cuadro, que estaba bastante deteriorado, fue objeto de un proceso de limpieza.
Tras el hollín se descubrieron los trazos que para los expertos no dejan lugar a dudas, es obra de Bartolomé Esteban Murillo.
En principio creía que se trataba de una obra del siglo XIX, aunque posteriormente se data el lienzo de 72 centímetros de alto por unos 54 de ancho, en el siglo XVII.
Durante un año la obra estará expuesta en el museo de la Catedral de Guadix, para que todos los que lo deseen puedan contemplar esta singular pintura barroca.
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