La comunidad italiana y varias ONG se oponen. Detrás de la Rosada, siguen los trabajos para desmantelarlo. El Gobierno nacional y el porteño acordaron sacarlo de donde está y buscarle otro espacio en la Ciudad.
El desguace del grupo escultórico que sostenía la figura de Cristóbal Colón
no se detiene. El sábado, y debajo de un sol impiadoso, una cuadrilla
de obreros continuaba desmantelando las partes del monumento que la
comunidad italiana donó en 1910 por el centenario de la Revolución de
Mayo. Y en las últimas horas trascendió que los gobiernos de Nación y Ciudad habrían llegado a un acuerdo que dejaría las cosas en un virtual empate: el monumento no se trasladaría a Mar del Plata, sino que se mudaría a otra plaza porteña.
Según pudo reconstruir Clarín,
ambos gobiernos llegaron a este acuerdo pero ahora buscarán contar con
la aprobación o el apoyo de las asociaciones italianas, que son muchas; y
aunque poseen opiniones diversas en relación a este tema, la mayoría
estaría en contra. Los italianos conforman la mayor comunidad europea en
el país, incluso superando a la española.
“Nos oponemos
categóricamente al traslado del monumento”, sentenció el abogado
Alejandro Marrocco, representante legal de siete asociaciones italianas.
“Hay una ley, la 5105, que dice que tiene que estar ahí porque fue
voluntad de los donantes. No podemos avalar este traslado y que los
contribuyentes de la Ciudad o de la Nación terminen pagando por él”,
opinó Marrocco.
Estatua. Acostada desde el 29 de junio; corre riesgos de sufrir daños. |
“Vamos a presentarnos ante la Justicia para denunciar que continúan desmantelando el monumento. Vamos a pedir que remuevan la grúa y todo otro equipo apto para el desmonte y finalmente que se aperciba a los funcionarios públicos involucrados, para que sean pasibles de responsabilidad patrimonial en relación a los daños ocasionados en la estructura”, contó Marrocco, quien representa, junto a Dario Ventimiglia, a las asociaciones Cultura Nazionale, Cristiana de Trabajadores Italianos, Mutualidad y Cultura de Almirante Brown, Mutualidad de San Miguel, al Centro Cultural Italiano, a la Federación de Asociaciones Bonaerenses de Italianos en Argentina y Unione y Benevolenza. También pedirán a la Justicia que se reabra la plaza, cerrada al público después de la crisis de diciembre de 2001.
Lo
cierto es que la Justicia es la gran ignorada en esta causa. Mientras se
espera el fallo sobre la cuestión de fondo –determinar quién tiene
potestad sobre el Monumento a Colón– se prorrogó la cautelar que impide
su traslado. El miércoles, la jueza federal Liliana Heiland le ordenó
“al Poder Ejecutivo Nacional que se abstenga de concretar cualquier acto
que implique el desmantelamiento, desmembramiento y/o traslado del
grupo escultórico y/o de sus partes fuera de la Plaza Colón”. Todo esto,
hasta que exista “sentencia definitiva y firme” sobre la cuestión.
La Legislatura había declarado al monumento patrimonio de la Ciudad.
Y la semana pasada, a instancias de los diputados del PRO, se votó una
ley que amplió el Area de Protección Histórica en la que está la
escultura. Cuando la norma, que requiere una audiencia pública y una
segunda lectura, sea aprobada, la estatua no podrá ser alterada ni
removida.
Desarmadas. Las esculturas de la base también fueron desarmadas. |
“Hay un proceso legal que debe atenderse y el único
acuerdo debe hacerse ante la Justicia. Pero es obvio que a ninguno de
los dos gobiernos les importa lo que dice la Justicia. Estos arreglos
entre funcionarios generan mucho desasosiego”, le dijo a Clarín María
Carmen Arias Usandivaras, de la ONG Basta de Demoler.
En el lugar del monumento a Colón se colocará otro en memoria de la heroína de la Independencia, Juana Azurduy,
nacida en Bolivia. La orden para llevar a cabo este cambio fue dada
por la propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner. En estos
últimos días, los trabajos de desmantelamiento se intensificaron: entre
jueves y sábado se podía ver a nivel de la plaza una parte de la cara
trasera del pedestal, que miraba hacia la Casa Rosada. Se trata de las
figuras de una mujer y dos hombres que formaban parte de un mensaje en
relación a “la fe triunfante y la llegada de la religión a América”.
“No
puede haber conciliación entre dos demandados. Tiene que decidir la
Justicia y no Nación y Ciudad. Todo el esfuerzo de una comunidad humilde
y trabajadora no puede ser moneda de cambio de intereses políticos de los gobiernos de turno.
Hay que respetar la voluntad de los donantes”, opinó Horacio Savoia, del Círculo Italiano.
Hoy
por la tarde, en una reunión convocada por la Ciudad, se sabrá si en la
comunidad italiana avalan el acuerdo entre ambos gobiernos. Y entonces
se podría comenzar a evaluar el destino final del monumento, de 623
toneladas y trabajado en mármol de Carrara por el escultor Arnaldo
Zocchi.
¿Quién gana? El otro Cristóbal
Por Guillermo Kellmer
Todas las disputas que macrismo y kirchnerismo sostuvieron en
los últimos años, parecen haberse resuelto en los últimos días. Cuando
Jorge Capitanich llevaba pocos días como jefe de Gabinete y convocó a
Mauricio Macri a una reunión en la Rosada, el jefe de Gobierno dijo que
esperaba que la cita no sólo fuera para la foto.
Hubo foto, sí. Pero además una serie de arreglos conjuntos que luego se irían revelando.
Pocos
días antes, el ministro de Interior Florencio Randazzo anunció que
Cristina había aprobado que se corriera unos 1.000 metros del cerco del
Aeroparque para que la Ciudad pudiera concluir la extensión de la
autopista Illia. Una obra con 10 años de atraso que supuestamente
demandaba el movimiento de una torre de control de la que nadie se
quería hacer cargo de su costo. Al día siguiente del OK presidencial, ya
estaban las máquinas trabajando y se estima que en pocos meses la
autopista Illia unirá finalmente el Centro porteño con la General Paz.
Claro
que los créditos y la obra en la Illia con la que en definitiva ganarán
los vecinos eran sólo parte del cotillón. El acuerdo entre Macri y el
Gobierno tenía un claro ganador: Cristóbal López, al que lo bendijeron
con el perdón a una deuda estimada en $ 2.000 millones y la posibilidad
de que sus casinos y tragamonedas en la Ciudad sigan sin tributar
Ingresos Brutos.
El Gobierno porteño habló de una acuerdo por el
que recibirá $ 300 millones más por año. Es cierto y tan cierto como que
no controla lo que factura López y que el convenio fue aprobado en la
Legislatura por macristas y kirchneristas en apenas 15 minutos, a sobre
cerrado y sin un discurso que defendiera lo indefendible.
Fue la
misma Legislatura que con los votos macristas aprobó dos leyes para
proteger a Colón y evitar su mudanza. Leyes inútiles porque está todo
arreglado. De los dos Cristóbal, el que gana es López. Se ve que
defender a Colón ya no garpa.
Fuente: clarin.com
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