LOS DRAMAS ÍNTIMOS DE UNA CHICA MALA

Cinco videos confesionales integran la primera muestra en América de Tracey Emin, que se exhibe en el Malba. Son obras de los 90, cuando junto con Damien Hirst y otros “Young British Artists” emergió a la escena internacional.

Las noticias sobre los escándalos protagonizados por Tracey Emin se superponen. Unos cuentan que se emborracha, otros que gritó y abandonó un panel de televisión diciendo que le importaba un carajo, que tropezó con una alfombra roja, que vomitaba sus resacas delante de todos y que convirtió en obra la lista de toda la gente con que se acostó. Ciertas y no, su presentación en Buenos Aires estuvo precedida de esa bien ganada fama de chica maldita. Acaso la más mala de los Young British Artists, lo que ya es mucho decir. Todos chicos malos de los noventa, devenidos señores célebres en lo que va del nuevo siglo. La artista contemporánea que hoy goza del mayor pico de popularidad en el Reino Unido inauguró el jueves pasado en el Malba su primera muestra en América y, como tal, se prestaron a acompañarla el director del British Council y una corte de circunspectos funcionarios de la Embajada británica. En tanto, ella misma, botas vaqueras y bonito vestido de nuevo diseño británico, se parecía un poco a Miss Amelia, la desafortunada chica de la Balada del Café Triste, finalmente congraciada con una vida que le ha empezado a sonreír tras haberla tenido a los tumbos por años .
¿Pero es cierto que la vida finalmente le sonríe a Tracey?
De sus éxitos, desventuras y de la íntima relación que todo ello mantiene con su obra, habló en una entrevista pública que ofreció en el auditorio del Malba al día siguiente. Colmado de gente que conocía más las anécdotas sobre su persona que su obra misma. Aunque en verdad poco importa la diferencia entre ambas ya que son parte de la misma herramienta con que moldea un proceso creativo, que es inseparable de su propia persona.
Solitaria, furiosa y frustrada, rica, sexy, inteligente y talentosa, un buen sentido del humor. Así empezó por definirse. En el mismo tono confesional que desliza en sus obras y en especial en los videos que integran el conjunto que presenta en Buenos Aires, Emin se fue descubriendo ante el público como un ser vulnerable, necesitado de amor pero lo suficientemente fuerte como para enfrentar los ribetes más problemáticos de sí.
POR QUE NUNCA LLEGUE A SER BAILARINA, 1995.
POR QUE NUNCA LLEGUE A SER BAILARINA, 1995.

Para expresar todo esto Emin se ha valido indistintamente de pinturas, dibujos, objetos, letreros de neón, performances e instalaciones, como “Mi cama”, que trasladó al Premio Turner el desquicio de su intimidad. Pero son los filmes los que le permitieron desplegar la faceta narrativa de enorme potencial afectivo que se muestra ahora en el Malba. Emin empezó a hacer filmes al promediar los 90 y desde entonces ese capítulo de su producción quedó marcado por la singular aptitud de narrar que posee. De todas las cuestiones que revela esta exhibición acaso la más interesante sea su talento para la escritura, que hizo popular a través de sus periódicas columnas en The Independent, junto a un gran manejo de los tiempos narrativos y de los tonos de su propia voz.
Los cinco filmes elegidos por el curador Philip Larratt Smith dan cuenta de esos recursos que la artista pone sabiamente en juego. Reforzados en este caso por un diseño de montaje que compone una suerte de collage de situaciones simultáneas en la penumbra al no separar en espacios cerrados cada proyección. Así se produce una convivencia significativa de imágenes y sonido. De manera tal que el drama íntimo que la artista devela con insospechada franqueza en su doble rol de directora y protagonista, se potencia con el sonido de lo que se proyecta alrededor, que a su vez, forma parte de la misma saga personal. Por momentos una música contagiosa y por momentos un grito desgarrador.
Uno de los más crudos y conmovedores es el que da nombre a la exhibición, How it feels. Originalmente llamado Abortion, How it feels. (Aborto, lo que se siente), Este corto que dura veintidós minutos y fue realizado en 1996, abre con una placa que dice: Esta es la verdadera historia aunque mi interpretación personal de acontecimientos que tuvieron lugar en la primavera de 1990. Lo que le sigue es una larga caminata por la ciudad durante la cual la artista va relatando las circunstancias que se fueron encadenando desde que supo que estaba embarazada cuando jamás imaginó que podía llegar a estarlo, hasta que tomó la decisión de hacerse un aborto con las complicaciones que atravesó antes y después. Vestida como si fuera un muchacho, pelo corto, pantalones, saco y camisa a rayas avanza a paso firme mientras la cámara la sigue.
HOW IT FEELS, 1996.
HOW IT FEELS, 1996.

Desde un punto de vista dramático-religioso, esa caminata podría asimilarse a la tradición del vía crucis que la lleva a detenerse básicamente en un par de estaciones: las escalinatas de la iglesia donde supo que estaba embarazada y el hospital, donde se le practicó el aborto y luego el raspaje en que derivó por haber sido mal hecho.
Emin cuenta todo serenamente, sin golpes bajos, como una simple conversación con una amiga que ocasionalmente cuestiona sus conclusiones pero por sobre todo la ayuda a pensar. Por momentos se detiene y continúa su marcha como si en esa actitud corporal reflejara la decisión de seguir firme, adelante. O también un particular modo de canalizar el enojo consigo misma. Lo interesante de la reflexión que ocupa los veintidós minutos de duración del filme es que no culpa a nadie. Incluso trata de entender los argumentos de los otros, tan diferentes de los de ella.
Como si la mujer sola, que se sentía incapaz de sostener a un hijo no deseado y el médico cristiano que intenta persuadirla de lo contrario desde su cómoda situación económica y su vida feliz, sólo fueran parte de una coincidencia fatal. Hay algo que le permite desdoblarse y presentar las cosas así. Privilegiando la estrategia del narrador en medio de la bronca que impulsa su enérgica caminata. El recorrido es también el doloroso camino hacia sí misma que se animó a remontar recién años después.
La palabra aborto finalmente desapareció del título. La juzgó restrictiva. Así quedó simplemente “Lo que se siente”, que va más allá de este episodio, crucial y por cierto definitivo en su vida. Es una reflexión sobre la frustración, o como ella misma lo expresó: sobre “el sentimiento de fracaso al mirarse a uno mismo en retrospectiva y lo que se siente al ser un artista”. Todo eso se cruza en “How it feels” de un modo seco y perturbador. El calor, la bebida fría y los calmantes que tomó en medio de la fiebre que tuvo tras la intervención mal hecha y la enorme sensación de pérdida.
 “Dejé la pintura, dejé el arte, dejé de creer, dejé la fe… concluye en la última confesión que cierra el filme. “Me di cuenta de que había una idea mejor de la creatividad. Mejor que cualquier otra cosa que yo podía hacer con la cabeza o con las manos. Me di cuenta de que había algo, la esencia, lo más importante, el ser mismo de todo. Y me di cuenta de que si iba a hacer arte no podía ser una pinturita de mierda… Si no podía llenar al mundo con alguien a quien amar para siempre y por siempre, entonces no podía llenar el mundo con pavadas. Eso es arte”, después dijo: “Necesito al arte como necesito a Dios”.
EL AMOR ES UNA COSA EXTRAÑA, 2000.
EL AMOR ES UNA COSA EXTRAÑA, 2000.

En tanto, el relato confesional de “How it feels” se mezcla con el sonido de “Homage to Edvard Munch and All My Dead Children” (Homenaje a Edvard Munch y a todos mis hijos muertos) que se proyecta en el espacio contiguo al de la exhibición. Aquí sólo es la figura desnuda de Emin, acurrucada como un molusco en un muelle frente al mar y un grito desgarrador que no cesa y contamina a “How it feels” con un eco imposible de evitar. Sólo este ingrediente, originalmente no pensado por la artista, agrega al drama impacto adicional. Lo demás es sólo el relato desnudo y su voz.
El otro filme íntimamente relacionado con éste es, “Why I Never Became a Dancer” (Por qué nunca llegué a ser bailarina). Realizado un año antes de “How it feels”, en formato súper 8 como los otros dos, está dominado por la cautivante imagen de ella misma bailando sin parar, al ritmo “You make me feel Mighty Real”, el tema de Sylvester. La danza opera como una suerte de rito de redención a través del cual logra transformar la vergüenza y la humillación en alegría, como ha dicho Sally Munt. El filme abre con el título escrito en un tosco grafiti sobre una pared descascarada y recorre lugares significativos de su infancia y adolescencia en Margate. En ese reducto plebeyo de la costa de Inglaterra donde se crió y descubrió la vida a través del sexo, se enfrentó a la compleja situación de advertirse deseada y al mismo tiempo rechazada. El filme habla de la ilusión de superar el rechazo extendido y redimirse a través de la danza. Pero también del fracaso de esa ilusión que en última instancia la empujó a buscar horizontes fuera de Margate. A ese asunto remite también en “Riding for a Fall”, (Tentando a la suerte), 1998, que toma el título del reggae de la banda de sonido y tiene que ver con la ambición de un regreso con gloria. La vuelta triunfante al sitio de origen.
“Siempre que caí y logré reponerme, pude llegar más alto”, confesó ante una de las tantas preguntas que se le formularon el viernes pasado en el Auditorio del Malba. Su vida en ese sentido se ha parecido bastante a una montaña rusa. De las zonas más oscuras ha logrado empinarse a las más luminosas. Y no siempre está allí el amor, tópico central en su producción a través del cual ha podido canalizar reflexiones de gran hondura sobre el poder y la libertad. “Love is a Strange Thing“ (El amor es una cosa extraña), el más reciente de los videos, de 2000, remite a un sueño y alude a esa condición central en su vida y su obra. “Es una fuerza que puede transformar a Emin, escribió el curador. Estar enamorado es entrar en un grado más alto de conciencia, dependencia y vulnerabilidad extrema”. Un estado de alto riesgo que al menos hasta ahora le funcionó como fuente de su lúcida creatividad.

FICHA
Tracey Emin / How it feels

Lugar: Malba, Av. F. Alcorta 3415.
Fecha: hasta el 25 de febrero de 2013.
Horario: jue a lun y fer, 12 a 20. Miérc, hasta las 21.
Entrada: $ 30. Est, doc y jub $ 15.  Miérc, gral. $15.


Fuente: Revista Ñ Clarín

UN MODELO DE CONSERVACIÓN EN EL VESUBIO

Un emprendimiento público-privado ha tenido éxito en preservar la ciudad que destruyó la erupción del volcán en el año 79 dC. El hijo de uno de los fundadores de Hewlett-Packard ya aportó más de 20 millones de dólares.
Son instantáneas conmovedoras de una muerte repentina: restos agrupados de los que alguna vez fueron depósitos frente a la playa que quedaron inmortalizados cuando el Vesubio destruyó esta antigua ciudad romana en el año 79 dC. "Murieron por shock térmico mientras esperaban una salvación marítima", dijo hace poco el arqueólogo Domenico Camardo.
Los depósitos, que se excavaron por primera vez hace unos treinta años, incorporaron ahora sendas que brindan acceso y que pronto se abrirán al público en ocasiones especiales. Revivir la historia para un público moderno "es una de las mejores cosas que podemos hacer", afirmó Camardo, el principal arqueólogo del Proyecto de Conservación de Herculano, una iniciativa conjunta del Packard Humanities Institute, de Los Altos, California; la autoridad de patrimonio artístico local; y la British School en Roma.
El proyecto, un emprendimiento público-privado, administra el lugar desde hace más de una década. En comparación con su vecina vesubiana más conocida, Pompeya, donde los funcionarios locales –limitados por la inadecuación y la mala administración de los fondos gubernamentales– experimentan problemas para conservar y proteger el sitio al aire libre, Herculano se ha convertido en un caso de manual de conservación arqueológica exitosa.
Durante muchos años, arqueólogos y conservadores han realizado aquí lo que califican de "trabajo invisible", como la instalación de techados protectores efectivos en términos de costos o la reactivación de los desagües romanos para que las construcciones puedan volver a desagotar el agua de lluvia. En lugar de concentrarse en una serie de frescos, dicen, "razonamos en términos más amplios", señaló Camardo.

TRABAJO INVISIBLE. En Herculano, se centra en elementos estructurales, como este túnel bajo la ciudad.
TRABAJO INVISIBLE. En Herculano, se centra en elementos estructurales, como este túnel bajo la ciudad.

Los trabajos contaron también con la generosidad del filántropo estadounidense David W. Packard, hijo de uno de los fundadores de Hewlett-Packard, que ha aportado más de 20 millones de dólares al proyecto en los últimos doce años, lo que permitió crear un equipo de especialistas, casi todos italianos, para reforzar el personal local.
María Paola Guidobaldi, la funcionaria del Ministerio de Cultura que dirige el sitio, dijo que el apoyo del Packard Humanities Institute "nos permitió salvar el sitio". El gobierno italiano asigna a Herculano unos 4 millones de dólares por año, señaló, pero los fondos de Packard han permitido a los conservadores trabajar de manera más estructurada.
El desmoronamiento de paredes y otros problemas que experimenta Pompeya hacen que sus problemas de conservación no resulten muy halagadores. En 2011, la Unión Europea asignó 135 millones de dólares en un período de cuatro años destinados a la protección de Pompeya, pero los especialistas dicen que los problemas exceden la falta de fondos y comprenden cuestiones de administración e inercia burocrática.
La Unesco analiza cómo Herculano podría ser un modelo para otros sitios considerados Patrimonio de la Humanidad, sobre todo en los países árabes y del Mediterráneo.  Para los visitantes, la experiencia que permite la conservación de Herculano puede resultar visceral.
"Pompeya es espectacular. Herculano es más real", declaró la inglesa Judy Lawrence, que visitó ambos lugares este verano. "Este lugar conmueve hasta las lágrimas".

Fuente: Revista Ñ Clarín

EL MUSEO DE ARTE DECORATIVO
LUCE DESDE HOY UNA RENOVADA FACHADA

La obra, que demandó seis meses de tareas, puso en valor el frente de la emblemática residencia de Avenida del Libertador al 1900, construida entre 1911 y 1917


LANZAN UN PLAN PARA RENOVAR EL TEATRO SAN MARTÍN SIN CERRARLO


Mejorarán las tres salas principales y construirán nuevos espacios de ensayo para el Ballet Contemporáneo.

La Ciudad anunció ayer el plan de obras para remodelar y refuncionalizar el Teatro General San Martín.
Durante todo 2013, sin cerrarlo , el Gobierno porteño implementará una renovación total de uno de los edificios más impactantes de Buenos Aires, obra del célebre arquitecto Mario Roberto Alvarez.
“En el San Martín se renovó por completo la escena teatral y es de una importancia decisiva.
Las obras se realizarán con el teatro abierto y funcionando, y sin dudas es el desafío logístico más importante”, destacó Hernán Lombardi, ministro de Cultura porteño. “Para 2014 el teatro estará a nuevo”, prometió ayer Daniel Chain, titular de Desarrollo Urbano.
Sin fecha precisa, el arranque de las obras sería en los primeros meses de 2013.
Aunque no se informó cuánto costarán , parte de los trabajos deberían financiarse con el dinero obtenido de la subasta de 17 inmuebles de la Ciudad, cuya venta fue aprobada por la Legislatura en agosto con el fin de obtener recursos para ésta y otras obras en edificios ligados a Cultura.
Como pauta general de lo que será la restauración del teatro, que junto con el Centro Cultural funciona desde 1960, se aplicarán criterios de la arquitectura sustentable. En uno de los cuerpos del edificio se construirá una cubierta verde para colaborar con la mitigación del efecto “isla de calor” que se genera en las ciudades por la gran concentración de hormigón.
Otro de los puntos importantes del proyecto es la construcción de una nuevo volumen para albergar dos nuevas salas de ensayo para el Ballet Contemporáneo.
Y se adecuarán otros espacios existentes relacionados con el cuerpo de bailarines: camarines, sanitarios y oficinas de Dirección y Administración. Según confirmó ayer la Ciudad, estas obras aún se encuentra en proceso de licitación.
Finalmente todo el teatro será renovado a nivel tecnológico.
Las salas Martín Coronado, Casacuberta y Lugones se adecuarán a las normativas de seguridad vigentes, con la modernización de las instalaciones electromecánicas, eléctricas, termomecánicas, contra incendios, la iluminación, y se cambiarán también los revestimientos y las butacas. También se mejorará la fotogalería en el hall central y se actualizarán los sanitarios.
En la conferencia de prensa de ayer estuvieron presentes, además de Lombardi y Chain, el director del Complejo Teatral Buenos Aires, Alberto Ligaluppi, y Eva Soldati, presidenta de la Fundación Amigos del Teatro San Martín, entre otros. Junto con las obras, se presentó la temporada 2013 de todos los teatros gestionados por la Ciudad: además del San Martín, el Regio, Alvear, Sarmiento y De La Ribera (Ver Pág. 67 ).
En 2011 el teatro ya había recuperado el brillo de su fachada sobre la avenida Corrientes, que fue totalmente restaurada. Los trabajos respetaron los trazos que diseñó Alvarez.

Fuente: clarin.com

 

SUPERAMOS LAS 500.000 VISITAS
A NUESTRO BLOG
DESDE TODAS PARTES DEL MUNDO


Paul Klee, Escuela Suiza, 1879-1940
Castle and Sun, 1928
 
En el día de hoy, 29 de noviembre de 2012, hemos superado las 500.000 visitas a nuestro blog desde todas partes del Mundo.
Saludamos con ese motivo a todos quienes nos visitan y les agradecemos que nos lean y consulten.
Su fidelidad nos estimula, obliga y compromete a seguir cada día tratando de superarnos, consiguiendo más y mejor material - textos e imágenes - y a cuidar de manera muy especial la parte visual de nuestro blog.

Pedro L. Baliña........................
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DOS GRABADOS DE PICASSO FUERON VENDIDOS
EN NUEVA YORK POR MÁS DE 200.000 DÓLARES


NUEVA YORK - Dos grabados de Pablo Picasso se vendieron hoy en Nueva York por más de 100.000 dólares cada uno durante una subasta en la casa Christie’s en la que se vendieron obras de Joan Miró, Salvador Dalí, Henri Matisse y Marc Chagall, que alcanzaron un precio total de más de tres millones de dólares. La subasta, que continuará mañana, incluye grabados realizados entre 1910 y la primera década de este siglo, con precios que oscilan entre los 1.000 y los 250.000 dólares, para que “coleccionistas de todo tipo tengan la oportunidad de adquirir una de estas obras”. Una de las piezas estrella fue una litografía realizada por Picasso 1881-1973) en 1958, titulada “Mujer con blusa de flores”, por la que se pagaron 110.500 dólares, según informó la casa de subastas en un comunicado de prensa. Otra de las obras más cotizadas de la jornada fue “Retrato de Jacqueline de cara II”, un grabado en linóleo pintado por el genio malagueño en 1962 que alcanzó un precio de 104.500 dólares. El cuadro más caro fue una aguatinta del ruso Chagall (1887-1985),realizado en 1976 y titulada “Louis Aragon, aquel que decía las cosas sin decir nada”, por la que se pagaron 146.500 dólares. Otros de los artistas españoles cuyas creaciones figuraron en la subasta fueron Miró (1893-1983) y Dalí (1904-1989).
Entre las obras que se vendieron del primero, destacó el colorido grabado “Séquito para el rey Ubu”, que alcanzó los 80.500 dólares; la litografía “Constelaciones”, por la que se pagaron 74.500, y la aguatinta “Gargantúa”, en 52.000 dólares.
De Dalí sobresalió la obra “Moisés y el monoteísmo”, de 1974, por la que se pagaron 22.500 dólares.
El mismo precio que alcanzaron dos grabados de Matisse (1869-1954), “Desnudo acostado en frutero” y “Mano izquierda cerca de Epaule”.
La subasta, por la que de momento se han obtenido poco más de tres millones de dólares, continuará mañana, con obras ente las que destaca un retrato de Liz Taylor realizado por Andy Warhol, que podría alcanzar los 150.000 dólares.


Fuente: EFE


GRECIA ENCUENTRA OBJETOS ROBADOS
EN EL MUSEO DE OLIMPIA


Grecia encontró decenas de objetos arqueológicos de gran valor robados en febrero en el museo de Olimpia, después de haber detenido a tres personas relacionadas con el hurto.

Por Angelos Tzortzinis

Grecia encontró decenas de objetos arqueológicos de gran valor robados en febrero en el museo de Olimpia, después de haber detenido a tres personas relacionadas con el hurto, anunció este sábado el ministerio de Educación.
"El hallazgo y la detención de los ladrones, así como la recuperación de objetos robados constituyen un gran éxito", declaró el secretario de Estado de Educación encargado de la Cultura, Costas Tzavaras, en un comunicado.
"Los arqueólogos están haciendo estimaciones actualmente pero creemos que se encontraron todos los objetos", afirmó a AFP una fuente ministerial.
Dos hombres armados y encapuchados habían robado decenas de objetos, alguno de ellos de más de 3.000 años de antigüedad.
Antes, la policía griega había anunciado la detención, el viernes, de uno de los sospechosos en un hotel de la ciudad de Patras. Había intentado vender un anillo de oro de 3.300 años a un policía vestido de civil, que se había presentado como un potencial comprador.
El hombre, que había pedido 300.000 euros, acabó confesando la identidad de sus cómplices, afirmó una fuente policial local.
Posteriormente los policías fueron a un pueblo cercano a Olimpia en busca de los otros objetos robados en el museo dedicado a los Juegos Olímpicos de la Antigüedad.

Fuente: AFP

TUTANKAMÓN:
90 AÑOS DEL DESCUBRIMIENTO DE SU TUMBA



Hace ya 90 años que se descubrió la única tumba real intacta del valle de los reyes en Egipto, la de Tutankamón. un nombre que evoca todo tipo de misterios. Se le sigue considerando el mayor descubrimiento arqueológico de toda la Humanidad y durante los ultimos seis años ha estado cerrada para ser restaurada, sin embargo en el aniversario hemos podido entrar en ella.



Fuente: coonic

GARDEL, EL GANCHO TAQUILLERO
DE LOS ESTUDIOS PARAMOUNT


Hace 80 años filmaba Melodía de arrabal, su 4 ª película en Francia.
Por Eduardo Parise

La palabra “arrabal” deriva del árabe “al rabad”. Define al lugar o barrio que está fuera del recinto al que pertenece. Es decir: la zona de extramuros en las viejas ciudades fortificadas. Y aunque Buenos Aires nunca tuvo murallas, sí tuvo un arrabal y una música que inmigrantes extranjeros y criollos fundieron en esas zonas alejadas del Centro (como lo eran Barracas, La Boca o el Abasto, a fines del siglo XIX) para moldear ese sonido que hoy identifica a lo argentino y es universal: se llama tango y, por su origen, se la puede considerar una clásica melodía de arrabal.
Hace 80 años, en Joinville-le Pont (una comuna francesa cercana a París), esa melodía del arrabal porteño hizo historia para el cine y para la música. Allí, en un complejo de seis edificios conocidos como “Les Studios Paramount”, Carlos Gardel (el “inventor” del tango-canción) puso presencia y voz para darle forma a “Melodía de arrabal”, la cuarta y última película que “el famosísimo cantador de tangos” (como lo definían aquellos empresarios) haría en Francia. Ya había realizado “Luces de Buenos Aires”, “Espérame” y “La casa es seria”. Y la Paramount sabía que en Gardel tenía el “gancho” taquillero necesario para ganar el mercado latino.
La película, dirigida por el francés Louis Garnier, se filmó entre octubre y noviembre de 1932. El elenco encabezado por Gardel tenía una figura femenina, clave en el libreto. Se llamaba Magdalena Nile del Río, había nacido en 1906 en San Telmo y era una estrella de la Paramount con el nombre artístico de Imperio Argentina. También participaron, entre otros, Vicente Padula, Jaime Devesa, Helena D’Algy y Felipe Sassone. Como prueba de la fuerza que en ese tiempo tenía la figura de Gardel, la obra se filmó en castellano.

Afiche. La película se estrenó en Buenos Aires en 1933 y fue un éxito en el mundo de habla hispana.
Pero en “Melodía de arrabal” había alguien más que brillaba en el firmamento gardeliano y que lo iba a acompañar hasta aquel trágico 24 de junio de 1935, en Medellín. Era Alfredo Le Pera, un hombre nacido en junio de 1900 en San Pablo, Brasil, pero que apenas unos meses después ya vivía en Buenos Aires con sus padres. Y aunque alguna vez se habían encontrado con Gardel en los cafés porteños, dicen que la Paramount le había pedido que se acercara al cantor para apuntalarlo en su creciente carrera artística. Le Pera hizo el guión de la película, algo que también había hecho en “Espérame” y “La casa es seria” y que iba a seguir en “Cuesta abajo”, “El tango en Broadway”, “El día que me quieras” y “Tango bar”. Por fortuna, el talento creativo surgido de la sociedad de esos dos genios está presente en el patrimonio musical y cultural del mundo.
Los escenarios montados para “Melodía de arrabal” y algunos agregados en el guión no tenían la impronta de Buenos Aires que pretendía Le Pera. Y hasta generaron tensas discusiones. Pero las obras cantadas por Gardel ayudaron para el éxito. Allí estaba no sólo la que le dio título a la película sino también joyas como “Silencio”, “Cuando tú no estás” y la tonada “Mañanita de sol”, a dúo con Imperio Argentina.
El 30 diciembre de 1932, en el barco Giulio Césare, Gardel llegó a Buenos Aires y elogió la obra, a la que calificó de muy importante intriga policial. “Melodía de arrabal” se estrenó el 5 de abril de 1933 en el cine Porteño, que estaba en Corrientes 846. Y cuando el cantor entró al hall del cine, la gente lo ovacionó de pie. Los detractores del tango no tuvieron piedad con la película y la calificaron como “ramplona”. A pesar de eso, en poco tiempo fue un éxito en el mundo de habla hispana. Pero esa es otra historia.

Fuente: clarín.com

RÉCORD PARA UNA CÁMARA DE FOTOS:
DOS MILLONES DE DÓLARES


Una joya. La cámara Leica que fue usada por David Douglas Duncan. / Ap
Una cámara que perteneció al fotógrafo estadounidense David Douglas Duncan fue rematada el sábado en Viena por un récord mundial de 1,68 millón de euros (2,19 millones de dólares). Duncan, de 96 años, utilizó esa cámara cuando trabajó para la revista Life.
La Leica M3D que fue subastada data de 1955 y es una de sólo cuatro fabricadas en el mismo modelo. En un comunicado, la casa de remates Westlicht informó que el segundo precio más alto obtenido el sábado fue para una Leica bañada en oro, que se vendió por 1,02 millón de euros (1,3 millón de dólares).
Durante la Segunda Guerra Mundial, David Douglas Duncan fue fotógrafo en los frentes del Pacífico Sur. Durante este tiempo, revistas como National Geographic le compraron diversos artículos, lo que lo animó a continuar con la fotografía tras el fin del conflicto. Así, entre 1946 y 1956 fue fotoperiodista para la conocida revista Life, para la que inmortalizó acontecimientos históricos como el final de la ocupación británica de India, el boom del petróleo en Arabia Saudí y, sobre todo, las guerras de Corea y Vietnam.


Pablo Picasso. Por David Duncan.
Otro fotógrafo famoso, Robert Capa, lo animó a conocer a Pablo Picasso.
En 1956, en uno de sus viajes a Europa se presentó en la casa del artista en Mougins (Francia), con un anillo grabado con los nombres “PICASSO–DUNCAN” como regalo. Picasso lo recibió mientras se bañaba; fue cuando le tomó su célebre primer retrato, y surgió una amistad que duró hasta la muerte del andaluz en 1973. Duncan le tomó unas 25.000 fotografías y publicó siete libros que introducen al lector en un espacio reservado para el trabajo, la familia y los amigos del genial pintor.
Duncan fue, además, el primer fotógrafo en exponer solo en el Whitney Museum of American Art de Nueva York.

Fuente: clarin.com

EL MEJOR ARTE DEL ESPACIO PÚBLICO

Un equipo de arquitectos y artistas de todo el país eligió, a pedido de Ñ, las obras imprescindibles a cielo abierto de la Argentina, con una variable común a todas: el acceso libre y gratuito. Canto al Trabajo (Buenos Aires) y Al Ejército de los Andes (Mendoza), a la cabeza de las preferencias.

Canto al trabajo. R. Yrurtia, Buenos Aires, 1907.
Monumento a la Bandera. A. Guido y otros, Rosario, 1957
Mural inspirado en “Jujuy: Los gauchos norteños”. A. Sirio, Buenos Aires, 1939.

Mural en Los Molinos Building. P. Siquier, Buenos Aires, 2008.
A Carlos María de Alvear. A. Bourdelle, Buenos Aires, 1926.

Fuente Las Nereidas. Lola Mora, Buenos Aires, 1903.
Ruinas Jesuitas de San Ignacio Miní. San Ignacio, Misiones, 1610
Hermandad Hispano-Argentina. L. B. Somoza, Mendoza, 1947.
Monumento de la Cruz. Daniel Cella, Santa Ana, Misiones, 2011
Biblioteca Nacional. C. Testa, Buenos Aires, 1992.
Sirena. Anónimo. Buenos Aires.
A la Democracia. G. Kosice, Buenos Aires, 2000.
Hércules arquero. A. Bourdelle, Buenos Aires, 1909.
Del Fin del Milenio. A. Williams, Buenos Aires, 1966.
Edificio Otto Wulff. M. F. Rönnow, Buenos Aires, 1912- 1914.

A Sarmiento. A. Rodin, Buenos Aires, 1900.
De los Españoles. A. Querol y otros, Buenos Aires, 1927.

Por Mercedes Pérez Bergliaffa

Al centro o al margen, pero siempre en la ciudad. Ahí es donde nacen las llamadas “obras de arte en espacio público”. Desde grafitis hasta monumentos históricos, desde edificios hasta murales, esculturas decorativas e intervenciones artísticas, existen muchas tipologías y tienen diferencias amplias. Aquí tuvimos una pequeña, reciente –y triste– época de oro para las intervenciones urbanas. Ocurrió desde el 2001 hasta alrededor del 2007. Entonces, las calles hervían. Y este tipo de obras, también. Desde entonces, la temperatura de las intervenciones todavía no descendió: tiene altas y bajas.
Actualmente, algunos más planificados que otros –no es lo mismo crear un monumento de 500 kilos que crear (intervenir) con aerosol una publicidad impresa sobre papel–, el arte ubicado en el espacio público tiene una característica común: el acceso libre y gratuito. Funciona, así, como recordatorio al paso. Como memorial –snack urbano, de rápido bocado pero lenta digestión–. Sin embargo, algunas obras llegan a cumplir una condición que otras no: algunas, con el tiempo y gracias al pueblo –y a la apropiación que éste hace de estas obras–, llegan a convertirse en patrimonio cultural.
Poniendo el acento en la importancia de este tipo de obras de arte tan especial, Ñ consultó a trece especialistas de todo el país, desde Misiones a Ushuaia, pidiéndoles que eligieran los trabajos que, a su parecer, son los más representativos a nivel nacional. Y las obras que seleccionaron  fueron, en su mayoría, monumentos, categoría a la que pertenecen las dos obras elegidas por los expertos como la más destacadas en territorio nacional: Canto al Trabajo, de Rogelio Yrurtia (Buenos Aires, 1907), y Monumento al Ejército de los Andes, de Juan Manuel Ferrari (Mendoza, 1914).
“Monumentos –dirá más tarde Marina Aguerre, historiadora del arte especializada en el tema– esas obras que se diferencian de las esculturas por su carácter conmemorativo y su fin predeterminado”. Por haber sido elegido por la mayoría de los especialistas, entonces, es que surgen las preguntas. Cuando alguien dice “monumento” inmediatamente aparece, en el imaginario general, la visión de un héroe a caballo realizado en bronce. Pero parecería que los monumentos contemporáneos ya no son así. ¿Qué diferencias existen?
“Durante mucho tiempo se auguró el fin, la muerte del monumento conmemorativo –contesta Aguerre–. Se decía que era un objeto que había  tenido su sentido en una determinada época, como en los siglos XIX o XX. Sin embargo, lo que se ve es que, como objetos simbólicos, los monumentos contemporáneos siguen teniendo el mismo carácter de conmemoración. Y hay otro fin que siguen manteniendo: el pedagógico.
Por otra parte, no hay que olvidar los recursos estéticos a los que se apelaron en los distintos momentos: la escultura conmemorativa de fines del siglo XIX y principios del siglo XX era absolutamente realista. Por lo tanto predetermimucho más decodificable que estas obras contemporáneas abstractas, hechas con materiales no necesariamente caros ni valorados en términos de su materialidad.
“Buenos Aires es una ciudad que tiene muchísimas obras de arte en el espacio público –comenta por su parte Silvia Fajre, arquitecta especializada en patrimonio y ex ministra de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires– algunas de una calidad excepcional. Y conviven con dos criterios: algunas fueron emplazadas desde un concepto de adorno o embellecimiento de un lugar, dentro de una ciudad mucho más  planificada, como pasa con el monumento De los Españoles, por ejemplo. Hay otras obras de arte que se instalaron posteriormente en el  espacio público, que pasaron a enriquecerlo, pero que no fueron pensadas de forma especial ni con tal fin, como por ejemplo las obras que están en la Avenida 9 de Julio. Estas vienen como adición al mensaje público existente, dado que la 9 de Julio nunca fue prevista como un  paseo de las esculturas”. ¿Quién decide qué obra va emplazada en determinado lugar? “Quien decide qué obra y dónde, es un proceso no muy claro –sigue Fajre–. Muchas veces es el resultado de circunstancias muy particulares, como la donación de una obra, o la voluntad política de  poner una obra en determinado lugar. Pero este proceso que, justamente, debería ser muy aceitado, no lo es. No existe un plan de localización de obras en el espacio público”.
¿Cómo distinguir lo que merece ser recordado de lo que no, dentro del espacio público? “Lo que merece ser recordado va mucho cargar de una  serie de contenidos, en función de que la gente lo elige como un ícono muy significativo. Y supongo que lo eligen no sólo por su valor estético, sino porque ocupa un lugar estratégico dentro de la ciudad, en el cual su mensaje cobra otra dimensión.”
“El Obelisco fue una consecuencia de la decisión del espacio público, no fue generador del espacio público –comenta por su parte el arquitecto Ramón Gutiérrez–. A los tres meses de construido, el Concejo Deliberante decidió demolerlo. Lo votó. Pero el presidente Justo determinó que, con menos de un año de vida, fuera monumento nacional. Y así se salvó el Obelisco. A nadie hoy se le ocurriría demolerlo. Pero eso demuestra cómo el problema de la apropiación patrimonial es un tema contextual, de época”.
Como resultado del proyecto planteado por Ñ, otro tipo de obra resultó elegida por los especialistas reiteradamente: los murales, una expresión importante en el arte de espacio público de nuestro país. Como el realizado por el artista Pablo Siquier en 2009, en el edificio Los Molinos de Puerto Madero, o el de Luis Seoane, de 1960, en la sala Casacuberta del Teatro General San Martín, “un mural que, más allá de sus extraordinarias dimensiones y tal como pasa con otros grandes murales de Buenos Aires, corre el riesgo de pasar desapercibido como un motivo más de decoración, por la disposición de los elementos de la arquitectura”, dice sobre él el artista Eduardo Stupía, uno de los consultados. El tercer mural que resultó elegido por los especialistas fue el del edificio de Correos de Ushuaia.
No sorprende que la pintura mural haya llamado la atención de varios de los consultados, en regiones tan diferentes, dado que la Argentina  existe una interesante tradición de pintores muralistas, como los del Taller de arte mural, formado por Antonio Berni, Juan C. Castagnino, Lino E. Spilimbergo y Demetrio Urruchúa –quienes, junto con Manuel Colmeira Guimaraes, pintaron, en 1946, los murales de las Galerías Pacífico–.
También son importantes los murales de la escuela-taller de Benito Quinquela Martín en La Boca (1936), los murales en mayólica que aparecen en las estaciones de subte de Buenos Aires, realizados muchos de ellos durante la década de 1930, reproduciendo obras de artistas ya  conocidos; los frescos de Castagnino, Policastro y Urruchúa en la galería San José del barrio de Flores (1956); los frescos de Battle Planas,  Leopoldo Presas, Leopoldo Torres Agüero, Getrudis Chale, Noemí Gerstein y Raúl Soldi de la galería Santa Fe, en Recoleta (1954-56); los más de 30 murales de la ciudad de Corrientes, realizados por el grupo Arte ahora (1980-1990).
Aunque, claro, de todos ellos, sólo los de Corrientes  se ubican en la calle. Y también los realizados recientemente por camadas de artistas jóvenes, con técnicas alternativas y de permanencia  efímera. ¿La coincidencia de unos y otros? Su voluntad de libre acceso y participación, una voluntad activa, dinámica. Generadora. Un estímulo al diálogo. Como lo es la misma calle, escenario y paraíso del arte público.

Cuerpo de consultores

Ana María Battistozzi. Crítica de arte, curadora y gestora.
Eliana Bórmida. Arquitecta, Premio Konex 2012.
Américo Castilla. Presidente de la Fundación TYPA.
Silvia Fajre. Arquitecta y planificadora urbana, ex ministra de cultura porteña.
Ramón Gutiérrez. Arquitecto. Fundador del Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana, CEDODAL.
Miguel Jurado. Arquitecto. Editor adjunto de ARQ, Clarín.
Leonardo Lupiano. Especialista en conservación.
Elena Martínez. Directora de Patrimonio de Salta.
Alfredo Poenitz. Doctor en Antropología Social.
Rep. Artista plástico y gráfico.
Beatriz Soto García. Artista.
Eduardo Stupía. Artista.
Eduardo Villar. Editor de la sección Arte de la Revista Ñ.

Obra que resiste con hidalguía


Por Ana Maria Battistozzi - Crítica de arte


La lógica de la escultura tiene sus convenciones –sostiene la crítica norteamericana Rosalind Krauss– y más allá de que se hayan mostrado lo suficientemente flexibles como para adecuarse a los cambios de la modernidad, no pueden servir a cualquier cosa, (por caso que un videasta como Bill Viola sea premiado en el rubro escultura, en la Bienal de Venecia). Tales convenciones hacen que la escultura sea inseparable de la lógica del monumento dentro de una tradición que atraviesa gran parte del arte occidental. Desde la estatua de Marco Aurelio a la infinidad de esculturas que proliferaron en espacios públicos de Europa y América durante el siglo XIX y principios del XX. Es decir, lo que el gran público reconoce en ella es una representación conmemorativa. Sobre todo si se asienta en el espacio público. Y aunque la mayor de las veces sea definida por formas verticales y grandes pedestales no siempre es estrictamente así, tal como ocurre con Canto al trabajo . El grupo escultórico de Rogelio Yrurtia que resultó elegido seguramente lo fue por su forma y contenido. Pero también porque ha resistido con notable hidalguía la indiferencia de los porteños frente a los monumentos. Tanto más si se piensa en cuán heroicamente sobrelleva la fatalidad de habitar el espacio público en una megaurbe del siglo XXI evocando valores y formas propias del siglo XIX. No es difícil imaginar lo que implica medirse con la desmesura del crecimiento urbano desde un monumento a escala de principios del siglo XX que plasma una visión utópica, que confió la grandeza de un pueblo al esfuerzo de sus hombres. Una alegoría dedicada al poder del trabajo en tiempos de su progresiva extinción parecería un contrasentido propio de estos tiempos. Acaso sea la dimensión nostálgica uno de sus mayores encantos. Pienso entonces que el gran atractivo que ejerce Canto al trabajo, tiene que ver con el diálogo armónico que logró mantener con su entorno a través de los años. Al punto de que si algo le pasara, la gente que circula distraída ante él seguramente lo echaría en falta. No son demasiados los monumentos por los que los habitantes de la ciudad se batirían en cruzada. De la mayoría de ellos se desconoce qué evocan. Hoy que los verdaderos monumentos de la ciudad contemporánea son sus edificios, los jóvenes eligen fotografiarse en el Puente de Calatrava en Puerto Madero y no incorporan a su escenario Canto al Trabajo.

URGE TOMAR MEDIDAS

El patrimonio escultórico de Buenos Aires es importantísimo pero está en un estado calamitoso.
Desde hace varios años, el patrimonio escultórico de la Ciudad está siendo cada vez más agredido como resultado del que para mí es nuestro peor problema: la falta de educación.
La grave emergencia que está sufriendo el patrimonio escultórico de la Ciudad requiere urgentes medidas coyunturales para resolver la contingencia y salvar obras MUY IMPORTANTES.
El aumento de la pobreza, de la cantidad de gente en situación de indigencia y el actual estado general de inseguridad, vienen repercutiendo muy negativamente sobre las condiciones actuales de las importantes obras que integran el notable patrimonio escultórico de la Ciudad.
Hace muchos años, desde que Carlos Grosso era Intendente Municipal de Buenos Aires, intento salvar una de las más grandiosas obras de arte de la Ciudad: el Monumento a Sarmiento, hecho por Auguste Rodin, padre de la escultura moderna, que está en un alarmante estado de deterioro y es permanentemente agredido.
Muchos países del Mundo, aún desconociendo quien fue Domingo Faustino Sarmiento, darían cualquier cosa por tener ese monumento dentro de sus patrimonios públicos.
Personalmente consideraría una gestión exitosa al frente del M.O.A., la coordinación de Monumentos y Obras de Arte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a la que lograra asegurar la preservación para las futuras generaciones de argentinos a cinco de las obras del patrimonio escultórico de la Ciudad a las que considero fundamentales:

- MONUMENTO A SARMIENTO, de Auguste Rodin
- HERACLES ARQUERO, de Antoine Bourdelle.
- EL PENSADOR, también de Auguste Rodin.
- CANTO AL TRABAJO, de Rogelio Yrurtia.
- FUENTE DE LAS NEREIDAS, de Lola Mora.

Creo que por el Monumento a Sarmiento de Rodin y por el Herakles Arquero de Bourdelle, el GCBA debería hacer un convenio con la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación y darlos en custodia al Museo Nacional de Bellas Artes, para ser exhibidos bajo techo, junto a sus colecciones permanentes. Tal como se hizo con el sable corvo del General José de San Martín, que, desde que fue recuperado después del último robo, fue dado en custodia al Regimiento de Granaderos a Caballo, que lo tiene en un templete blindado en la entrada del edificio de la Jefatura, en su cuartel de Palermo.
El proyecto de la diputada porteña Teresa Anchorena para trasladar a El Pensador de Rodin desde su actual ubicación en Plaza Lorea al rellano central de la escalinata del Congreso Nacional, está aprobado desde hace cuatro años.
Me pregunto qué esperan los senadores para terminar de conformar ese traslado.
¿Estarán esperando que esa maravillosa escultura vuelva a ser salvajemente vandalizada como lo fue el año pasado?
A esa magnífica obra del gran Rogelio Yrurtia que es el Canto al Trabajo, la reja con la que se lo rodeó resulta insuficiente y tiene fácil acceso a través de una puerta que forma parte de ella. Debería desalojarse al o los indigentes que se han instalado adentro mismo del centro de la obra con todos sus enseres, restaurar la obra y cerrar bien la puerta, cuidando que la obra no vuelva a ser invadida.
La Fuente de las Nereidas de Lola Mora, es permanentemente rota y saqueada y el cercano paso de autos a su alrededor le transmiten vibraciones muy perjudiciales para el gran grupo escultórico. Debería hacérsele una pileta a modo de foso todo alrededor de 3 m de profundidad, para que no se pueda hacer pie, y 5 m de ancho y tenerlo permanentemente lleno con agua. Esa agua contrarestaría las vibraciones del paso de los autos de alrededor y desalentaría a elementos dañinos que constantemente acceden a su parte central con la intención de robarle piezas a la obra o de agredirla y vandalizarla.

Pedro L. Baliña

Profesor Nacional de Bellas Artes.
Ex asesor del Ministerio de Ambiente y Espacio Público del GCBA sobre el tema de la puesta en valor de las obras de arte de los espacios públicos de la Ciudad.

EL PORQUÉ DE LOS VOTOS

Qué motivó a los especialistas consultados por Ñ a optar por obras de arte en espacio público tales como el Monumento a la Bandera y la fuente Las Nereidas, entre otras favoritas.

Héroes de Malvinas. A. Mirwald, Salta, 2000
Aunque en el andar cotidiano pueden pasar desapercibidos, de repente esculturas, murales y monumentos vuelven a llamar la atención, acostumbrada a esas obras de arte que enriquecen el espacio público. Trece consultores especializados fueron convocados por Ñ para elegir las 25 mejores obras de arte en el espacio público de la Argentina, delineando un mapa de estilos y mensajes versátiles.
Canto al Trabajo, el monumento de Rogelio Yrurtia inaugurado en 1907 e instalado en Paseo Colón al 800 (Buenos Aires) fue la obra elegida entre los votantes: la arquitecta y ex ministra de Cultura porteña Silvia Fajre, la artista plástica Beatriz Soto García y la crítica de arte Ana María Battistozzi coincidieron en señalarla como favorita. Para Fajre, el trabajo de Yrurtia “transmite con maestría el movimiento ralentizado por el esfuerzo”, mientras que para Soto García “da la sensación de que las figuras están caminando”.
Los siguientes cinco trabajos que generaron coincidencias entre los especialistas fueron: el Monumento al Ejército de los Andes, emplazado en 1914 al pie del Cerro de la Gloria, en la ciudad de Mendoza, y creado por Juan Manuel Ferrari; el Monumento Histórico Nacional a la Bandera, instalado en 1957 a orillas del río Paraná, en Rosario, diseñado por Angel Guido, Alfredo Bigatti y José Fioravanti; el mural que el artista plástico Pablo Siquier realizó en 2008 para el edificio Los Molinos, de Puerto Madero; la fuente monumental Las Nereidas, de Lola Mora, inaugurada en 1903 y hoy emplazada en la Costanera Sur; y el Monumento Ecuestre a Carlos María de Alvear, que el escultor francés Antoine Bourdelle erigió en 1926 en Plaza Francia.
Ramón Gutiérrez, arquitecto y director del Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana (CEDODAL), eligió la obra instalada en Rosario “por ser generadora de un espacio público con diversos recorridos, incluyendo un museo”. Sobre el monumento en Mendoza, la arquitecta Eliana Bórmida, que obtuvo el Premio Konex en su disciplina este año, dice que “en la primera estribación cordillerana, el Monumento al Ejército de los Andes sostiene en lo alto el avance de la Libertad”.
El artista plástico Eduardo Stupía fue uno de los que se inclinó por el trabajo de su colega Pablo Siquier: “Apelando a la inconfundible complejidad geométrica y estructural de sus indescifrables diseños, Siquier captura la atención del inadvertido paseante”, comenta. Sobre Las Nereidas, una de las obras más emblemáticas de la ciudad de Buenos Aires, Soto García comenta que “Lola Mora fue una mujer de terrible temple, y así lo demuestran las figuras femeninas que brotan del agua”, mientras que Fajre asegura que “no es tal vez la fuente más importante, aunque sí una de las más bellas de Buenos Aires; es pequeña, pero posee una fuerza extraordinaria que nos atrapa”.

. Héroes de Malvinas. V. Nattero, Ushuaia, 1994.
Héroes de Malvinas. V. Nattero, Ushuaia, 1994.
Las otras 19 obras elegidas se distribuyeron en varias localidades del país: el historiador y antropólogo social Alfredo Poenitz, que vive en Misiones, eligió precisamente las Ruinas Jesuíticas de San Ignacio, en esa provincia mesopotámica. Otra obra elegida por él fue la cruz diseñada por el arquitecto Daniel Cella e instalada en 2011 en la cumbre del cerro Santa Ana, de Misiones.
A varios miles de kilómetros, en Ushuaia, el especialista en patrimonio Leonardo Lupiano elige dos obras de la ciudad más austral del mundo: una es el monumento Héroes de Malvinas, ubicado en la costanera e inaugurado en 1994; la otra, un mural en el edificio de correos que da cuenta de los habitantes que poblaron el lugar a lo largo de la historia. De vuelta en el norte, en el Campo Histórico la Cruz, cerca de la ciudad de Salta, otro monumento conmemora la Guerra de Malvinas: Elena Martínez, directora del área de Preservación del Patrimonio Arquitectónico y Urbano de esa provincia elige el Monumento Héroes de Malvinas. Creado por Andrés Mirwald e inaugurado en 2000, Martínez dice que es una manera de “asegurar la presencia del hecho histórico en el lugar”.
El Monumento al general Martín Güemes, al pie del cerro San Bernardo de esa ciudad, también integra la lista elaborada por Ñ : “Muestra al héroe gaucho como vigía y centinela del lugar”, dice Martínez sobre una obra de 1931.
En Mendoza se encuentra otra de las obras elegidas: el Monumento a la Hermandad Hispano-Argentina, inaugurado en 1947 y ubicado en la Plaza España, con un delicado trabajo en mármol travertino; mientras que en Rosario se destaca el Palacio Minetti, inaugurado en 1929 bajo órdenes de Domingo Minetti. El emplazamiento más original es el de la obra elegida por Eduardo Villar, editor de Arte de Ñ : la Reconstrucción del retrato de Pablo Míguez, de la artista Claudia Fontes, se encuentra en las aguas del Río de la Plata, en Costanera Norte. Villar explica que la figura se encuentra mirando al horizonte, de espaldas al espectador, y cita a la autora al referirse a la condición de desaparecido de Míguez: “Está presente pero nos está vedado verlo”.
En la costanera de Vicente López se encuentra el Monumento al Fin del Milenio, del escultor Amancio Williams, diseñado en 1966 para representar a la firma Bunge y Born en una exposición y luego puesto a disposición del público. Y otro de los trabajos más recientes es el Monumento a la Democracia, del artista Gyula Kosice, instalado en 2000 sobre la avenida 9 de Julio.
Las otras cuatro obras que cierran la lista también se emplazan en Buenos Aires: el Monumento a la Carta Magna y las cuatro Regiones Argentinas, conocido como Monumento de los Españoles; el Monumento a Sarmiento que esculpió el célebre artista francés Auguste Rodin; el edificio Otto Wulff, emplazado en Monserrat; y Hércules arquero, otra escultura de Bourdelle, único artista repetido entre las elecciones del jurado. Sobre el Hércules, emplazado en Palermo e inaugurado en 1909, Battistozzi asegura que “se trata de uno de los trabajos emblemáticos que dan cuenta de un proyecto urbano irrepetible”.

Mural del Edificio del Correo. A. Abt y otros. Ushuaia, ‘90.
Mural del Edificio del Correo. A. Abt y otros. Ushuaia, ‘90.
En cuanto a la obra dedicada al autor del Facundo, Fajre sostiene que el trabajo de 1900 “jerarquiza el Parque 3 de Febrero con su enorme valor estético; es una obra poderosa que abre la puerta a la modernidad”. Sobre el Monumento de los Españoles, Soto García reflexiona: “Me parece significativo que justamente nuestros invasores nos hayan regalado a los argentinos este monumento que representa el no sometimiento y la libertad”.
El ex director del Museo Nacional de Bellas Artes y presidente de la Fundación TYPA, Américo Castilla, eligió obras efímeras como el Partenón de Libros que Marta Minujín instaló en la Avenida 9 de Julio una vez finalizada la última dictadura: “Sus columnas estaban forradas de libros y hacían una alusión impactante a la libertad de información y pensamiento”, dice Castilla. Y aunque el voto no se incluyó entre las 25 obras por no poder ser contemplada por el público hoy, su argumento invita a la reflexión: “No creo en las ‘obras de arte’ que intervienen de un modo permanente el espacio publico; descreo de la necesidad y de la eficacia de evocar la memoria por medio de un monumento. En cambio, las obras efímeras enriquecen de sentido al espacio público sin obstaculizar la actividad social de los ciudadanos de una nación”.
El mapa es interminable y depende de cada uno, aunque las observaciones de los especialistas puedan funcionar como una primera guía. Lo cierto es que en algún rincón de la propia ciudad siempre hay una manifestación artística que interrumpe el andar cotidiano e invita a contemplar, a disfrutar del espacio público, a que los ojos se vayan de paseo.

Trastienda de la producción: la narración de la historia

Por Julián Gorodischer


Reivindicamos, en esta producción de Ñ, la posibilidad de disfrutar de obras de acceso libre y gratuito; nos entusiasma redescubrir el territorio naturalizado por el tránsito cotidiano; a la luz de los resultados, repensamos a Canto al Trabajo y al Monumento a la Bandera menos como
clichés turísticos que como un conjunto de prioridades que una sociedad y una clase gobernante (de principios del siglo XX) definió al momento de conmemorar baluartes. Otra sociedad muy distinta, quizá menos épica, no menos sensible a la belleza de las formas, resignifica hoy, un siglo después, los mismos bronces y mármoles. Creemos que con esta consulta a algunos de los máximos exponentes de la arquitectura, el arte plástico y el patrimonialismo de distintas ciudades argentinas, estamos rejerarquizando el arte del espacio público.
Para darle rigor y representatividad al relevamiento fue que Mercedes Pérez Bergliaffa, crítica de arte de la revista, convocó a Ramón Gutiérrez, fundador del Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana, y a Américo Castilla, ex director nacional de Patrimonio y Museos, para –juntos– diseñar un cuerpo de consultores que La narración de la historia congregara a reconocidos profesionales desde Salta a la Patagonia, y a ellos se les encargó que priorizaran, en sus elecciones, el aporte y la singularidad de cada obra en diálogo con su contexto urbano y la  relevancia de su carácter de recordatorio memorial. Mercedes recuerda una primera cita en la que todo parecía una misión imposible: “Américo Castilla fue un incansable colaborador de este proyecto: él supo aportar datos, nombres, fechas, lugares y visiones originales –como la de ‘obra de arte efímera en espacio público’– que nos ayudaron a ampliar perspectivas y conceptos, a la hora de analizar los resultados”. Con los consultores ya convocados, comenzó la peregrinación de Julieta Roffo, en busca de un mapa de arte público al menos representativo, variado y  federal.
“No fue fácil compilar los votos de tantos especialistas sin que quedaran fuera del listado final obras de gran valor como El pensador, de Auguste Rodin, instalado en la Plaza Congreso, o el Edificio Cavanagh, un emblema del barrio de Retiro –asume nuestra cronista–. Fue curioso encontrarse con que el Obelisco, el monumento retratado en tantas postales de la Argentina, no obtuvo ningún voto”. La lección que le dejan los elegidos es precisa: “Embellecen el paisaje pero, más importante aún, recortan una narración de nuestra historia”.

Fuente: Revista Ñ Clarín

ARTE CON LUZ PROPIA

Bajo el lema “el Sur... una luz”, durante noviembre 55 artistas de la región exhiben trabajos en el Mes del Arte Fueguino, en Ushuaia.