EN URUGUAY DICEN QUE RESOLVIERON LA POLÉMICA
SOBRE EL ORIGEN DE GARDEL


A partir del pasaporte rescatado de los restos del avión en el que falleció, medios charrúas sostienen que resolvieron la polémica sobre si nació en Francia, Argentina o Tacuarembó

En Uruguay dicen que resolvieron la polémica sobre el origen de Gardel

La discusión lleva más de 70 años. A partir de un documento que certifica la llegada de Charles Romuald Gardes a la Argentina, algunos sostienen que el genial cantante de tango nació en Toulouse, Francia, el 11 de diciembre de 1890. Otros, en cambio, aseguran que nació el mismo día, pero de 1887 en Tacuarembó, Uruguay. Incluso, unos pocos sostienen que nació en ese lugar, pero en 1883.
Si bien todos reconocen que Carlos Gardel fue argentino por adopción, charrúas y galos se disputan la gloria de ser la cuna del intérprete. Ahora, el diario El País de Uruguay asegura haber saldado la discusión a partir del chamuscado pasaporte que se rescató del accidente de avión que el cantante sufrió el 24 de junio de 1935 en Colombia.
Si bien el dato estuvo a la vista durante 77 años, el periodista Alberto Moroy asegura haber sido el primero en detectarlo: Carlos Gardel nació, según ese pasaporte, el 11 de diciembre de 1882 en Tacuarembó, dando por tierra con casi todas las fechas que se manejaban hasta el momento.
De todos modos, el medio uruguayo aclaró que la verdadera edad del cantante no es "un descubrimiento sino una reivindicación, pues el 25 de junio de 1935, al informar del fallecimiento, el diario uruguayo La Mañana publicó una necrológica en la que aseguraba que Gardel tenía 52 años el día del accidente aéreo. La fuente no debió pasarse por alto –destaca Moroy– pues era don Pedro Bernat, íntimo amigo y apoderado en Uruguay de los negocios del ídolo".


Fuente: infobae.com

LOS GEOMÉTRICOS DE HOY EN LA ARGENTINA


Una muestra reúne un conjunto de obras de artistas argentinos en su madurez creativa que pueden considerarse tributarios de la tradición geométrica. Itinerará por Córdoba, Santiago del Estero y Salta.


CECILIA BIAGINI. “La tela espacial”, 2009, pintura vinílica sobre tela, 150 x 150 cm.

EMPECINAMIENTO FUNDACIONAL




La segunda. Garay funda Buenos Aires donde hoy está Plaza de Mayo.

Por Miguel Jurado
Editor Adjunto Arq

El sábado pasado, después del partido con los muchachos, Gastón empezó con que la solución de los piquetes era trasladar la Capital. “¿Te das cuenta? si la Presidenta, los ministros y el Congreso no estuvieran acá, no tendría sentido cortar puentes y avenidas porteñas para protestar”, explicaba y volvía a contar el calvario del viernes pasado cuando los piquetes cortaron varios accesos a la ciudad. “Sí, tenés razón –se sumó el Manteca en lo que sería el comienzo de una memorable saga de desaciertos–, habría que mudarla a Viednam como quería Alfonsín”. “¡Viedma, animal, Viedma!”, lo corrigió Nacho con la ternura que lo caracteriza.
“Qué curioso –terció el Gallego–, vos decís eso de mudar el gobierno a otro lado y justo el viernes se cumplieron 25 años de ley que ordenaba el traslado de la Capital a Viedma. Y ojo que todavía está vigente”. Manteca recobró valor y volvió a la carga “Ves, ves. Acá viejo, nadie cumple las leyes. Si la ley dice que hay que mudar la Capital, hay que mudarla y ya”, sentenció. “Pará animalito de Dios, no es cuestión de cambiar la capital de un país porque a vos te molestan los piquetes”, le espetó Nacho, convirtiendo la discusión en su causa personal. “Es más –agregó el Gallego con ese tono doctoral que anticipa su clase de historia– varios proyectos represivos buscaron aislar a las autoridades nacionales de la protesta social. Sin ir más lejos, los milicos tenían la idea de hacer una ciudad gubernamental separada de Buenos Aires frente a Costanera Sur. Por eso que empezaron a rellenar lo que se convirtió en la Reserva Ecológica”. “Sí, sí, lo que digas, el asunto es que acá siempre tenemos excusas y mirá los brasileños, ellos dijeron vamos a hacer una capital y se mandaron Brasilia en medio de la selva”, saltó Gastón.
Tuve ganas de explicarle que Brasilia no está en el medio de la selva sino en el mato , que es otra cosa, pero no sabía por dónde empezar porque, además, la capital del Brasil fue una necesidad geopolítica desde que esa nación existe como tal. Una apuesta estratégica a colonizar el interior de un país sumamente costero. Y también nació como la solución a la rivalidad histórica entre San Pablo y Río de Janeiro. Es más, su existencia estuvo establecida de antemano en la propia constitución brasileña.
Para cuando había organizado mi discurso, el Gallego había empezado su clase magistral y tuve que meter violín en bolsa. “Las capitales no se inventan, nacen, crecen, ejercen su liderazgo con pertinaz determinación. Buenos Aires, por ejemplo: fijate la insistencia en fundar una ciudad en un lugar que no daba más que disgustos y, para colmo, no tenía riquezas naturales. Juan Díaz de Solís descubre el Río de la Plata en 1516 pero se lo almuerzan los guaraníes. Veinte años más tarde, Pedro de Mendoza, enfermo de sífilis, funda Buenos Aires y se muere de regreso a España. Ahora nadie sabe bien dónde fundó su puerto. Algunos dicen que en Parque Lezama, otros en Vuelta de Obligado o en Parque Patricios. Y no faltan los excéntricos que afirman que la primera fundación fue en Escobar, a más de 60 kilómetros del Obelisco; el asunto es que fue un fracaso”.
“Y claro, qué animal –interrumpió el Manteca– ¿Cómo va a fundar Buenos Aires tan lejos de Centro?”. Ahí creí que Nacho lo mataba. Gracias a Dios, el Galle no lo escuchó y siguió: “El caso fue que, al principio, los querandíes se hicieron amigos de los españoles pero después no se los bancaron más y les dieron para que tengan. Al fin, los pocos que quedaron, muertos de hambre, abandonaron la primera Buenos Aires. Pero mirá vos que empecinamiento de la Historia, 44 años más tarde, Juan de Garay vino a refundar la ciudad, primero mató a los indios y puso un poste fundacional el 11 de junio, un día como el lunes, hace 442 años ¿Y sabés qué, Manteca? No va el suertudo de Garay y funda Buenos Aires justo en la Plaza de Mayo ¿No te parece un mensaje del destino como para aceptar que siga siendo la Capital?”.

Fuente: clarin.com

MURIÓ A LOS 91 AÑOS
EL PINTOR ABSTRACTO GEORGES MATHIEU

Muere Georges Mathieu, pionero del happening.
Sus cuadros, composiciones espontáneas hechas con manchas arbitrarias de colores. (AFP)

Muere Georges Mathieu, pionero del happening. Sus cuadros, composiciones espontáneas hechas con manchas arbitrarias de colores. (AFP)
El pintor francés Georges Mathieu, uno de los máximos representantes de la abstracción lírica y precursor del "happening" (surgido en los 50’ caracterizada por la participación de los espectadores), falleció hoy a los 91 años en París, informan medios locales.
Fue uno de los pintores franceses más famosos del mundo en las décadas de los ‘60 y ’70 y llegó a ocupar en Francia el rol de artista oficial y fue el primer artista de ese país en reaccionar contra la abstracción geométrica.
Los cuadros de Mathieu son en su mayoría composiciones espontáneas de manchas arbitrarias de colores en las que en ocasiones hay trazos en forma de espiral, indica la agencia alemana DPA.
Las obras del pintor y publicista se han mostrado sobre todo en París y Nueva York. En 1959, el artista participó en la documenta de Kassel y su última gran retrospectiva tuvo lugar en 2002 en París.
Mathieu nació el 27 de enero de 1921 en Boulogne sur Mer. Tras estudiar filosofía y literatura, en 1942 decidió dedicarse plenamente a la pintura. Autodidacta, se sintió atraído en su forma de pintar por la caligrafía japonesa y estuvo influenciado por el arte informal.
Los happenings integran el conjunto del llamado performance art y mantiene afinidades con el llamado teatro de participación. La propuesta original del happening artístico tiene como tentativa el producir una obra de arte que no se focaliza en objetos sino en el evento a organizar y la participación de los "espectadores", para que dejen de ser sujetos pasivos y, con su actividad, alcancen una liberación a través de la expresión emotiva y la representación colectiva.

(Fuente: agencias)

Fuente: clarin.com

FALLECIÓ EL ESCRITOR ARGENTINO HÉCTOR BIANCIOTTI



Fue uno de los más destacados exponentes de la literatura argentina y era miembro de la Academia Francesa de Letras.
Murió en París, solitario y pobre, tras una larga enfermedad.




Inmortal. Una imagen del día que entró a la Academia francesa.


Héctor Bianciotti, uno de los más destacados escritores argentinos y miembro de la Academia Francesa de Letras, murió ayer en París tras una larga enfermedad. 
Parte de una generación de expatriados, Bianciotti era una figura mítica.
Hijo de piamonteses y nacido Córdoba, se crió en la Pampa argentina. Entró al seminario a los 12 años y a los 18 empezó a estudiar francés, confrontando la prosa de Paul Valery con su traducción al español.
Se fue de la Argentina en 1955. Pasó por España e Italia hasta que llegó a Francia en 1961, donde empezó a trabajar en la editorial Gallimard y se volvió periodista literario en Le Nouvel Observateur.
Bianciotti ya soñaba en francés pero seguía escribiendo en español. Hasta que en 1982 recibió la ciudadanía francesa y decidió escribir en francés. En 1983 recibió el Premio al mejor libro extranjero. El amor no es amado y Sin la misericordia de Cristo son algunos de sus títulos más destacados.
Se fue de Argentina en 1955. Pasó por España e Italia hasta que llegó a Francia en 1961. Una vez allí, fue la escritora argentina Elvira Orphée, quien, también de naturaleza nómada, le dejó su cargo en Editorial Gallimard en 1962 cuando se volvió al país. A esa altura, sólo tenía publicado su primer libro de poesía, Salmo en las calles. Publicó sus primeras críticas literarias en el quincenario La Quinzaine littéraire, luego ejerció como periodista literario en Le Nouvel Observateur y finalmente publicó en Le Monde.


Héctor Bianciotti, miembro de la Academia francesa, desde enero de 1996, y el único de los miembros de origen hispánico.

Bianciotti ya soñaba en francés pero seguía escribiendo en español. Hasta que en 1982 recibió la ciudadanía francesa y decidió escribir en ese idioma. La busca del jardín, de 1977, fue la última novela que escribió en su idioma natal, sobre recuerdos de infancia. El escenario es la Pampa gringa, pero la aborda de una manera absolutamente distanciada, lejos de todo localismo. "Es un lenguaje muy poco argentino ya, porque era un expatriado. Eso le da una fuerza muy rara porque es como ver un paisaje por primera vez. Esa es su gran conquista”, dice Leopoldo Brizuela, quien en 1985 le presentó su primera novela, Tejiendo agua, para publicarla en Gallimard. Eso finalmente no sucedió, pero lo recomendó a Tusquets.“Él sentía que su familia había venido acá, él había nacido acá, pero no se sentía argentino, sino francés”, cuenta Brizuela. De ahí su escritura en francés, idioma con el que, con el tiempo, fue logrando una fluidez que en español había perdido.
Como lector, difundió a escritores poco conocidos como Ferdinando Camon, Jean-Baptiste Niel, o Eduardo Berti.
Los desiertos dorados es su primera novela, escrita en 1968. Ritual y El amor no es amado son algunos de sus títulos más destacados. En 1983 recibió el Premio al mejor libro extranjero, el título de oficial de la Legión de Honor y de la Orden del Mérito. Ya había sido galardonado con el Premio Medicis en 1977, concedido a autores poco conocidos, con el que se consagró. En 1985 recibió el Premio Femina por Sin la misericordia de Cristo -su primera obra en francés. En 1993 le otorgaron el Príncipe Pierre de Mónaco y el Premio de la Lengua Francesa en 1994. Como la huella del pájaro en el aire es su última novela, publicada en 1999.  
Como sus personajes -cuentan- Bianciotti no era muy sociable. Hacía ya siete años que padecía Alzheimer. Murió solo, en la miseria y con escasísimos amigos que lo visitaban en un hospital del barrio 15 de París.

FRAGMENTOS DE UNA ENTREVISTA EN CLARÍN, 1997


Roberto Arlt: “Representa el eterno problema de civilización y barbarie que planteó Sarmiento. Es decir que es un hombre que tiene intuiciones y obsesiones muy extraordinarias y que no sabe escribir. Cualquier traducción mejora a Arlt.”

Retrasar la evolución de la lengua:
“Creo, contrariamente a esas teorías de la vanguardia que auspician la destrucción de la sintaxis para poder expresarse, que una de las misiones del escritor es la de retardar la evolución del idioma, porque si se acelera no puede haber literatura. Sería una literatura emocional, que al cabo de la cuarta generación haría imposible la lectura de libros.


Buena porque no es sudamericana:
La literatura del Río de la Plata es muy importante porque no es esencialmente sudamericana como las otras. Actualmente se empobreció mucho porque trabaja según la idea que Europa les creó.

Fuente: clarin.com

RESTOS DE GRANDEZA FLOTANDO EN EL AIRE



Es paradójico que el origen de obras tan delicadas como las que muestra Gustavo Bonevardi en la Fundación Alon sea una catástrofe.

Es parte de su extraña, melancólica belleza.

Formado como arquitecto, Gustavo Bonevardi encarna con especial sutileza el frecuente cruce que enlaza desde tiempos inmemoriales las prácticas de la arquitectura y el arte. En la arquitectura, su trabajo internacionalmente conocido y reconocido por “Tribute in light” (Tributo de luz), que realizó en colaboración con su socio, John Bennett, para el Ground Zero, es sin duda una de las respuestas más sensibles e impactantes que se generaron tras el atentado a las Torres Gemelas.
Diseñado para demarcar con haces de luz el vacío que dejó la caída de la torres en el perfil de Nueva York, la obra se enciende cada 11 de septiembre y funciona como una gran instalación lumínica a escala urbana. Fundamentalmente concebida como una intervención destinada a subrayar la ausencia, es a la vez un acto de resistencia y una aparición fugaz que en parte ha contribuido poéticamente a la catarsis de los conmocionados habitantes de la ciudad. Podría decirse que de algún modo la arrolladora experiencia de ese día, que dio lugar a esta obra monumental de leve materialidad, está también contenida en las pequeñas piezas –ya no arquitectónicas– que Bonevardi presenta en la serie de trabajos que ha reunido para la Fundación Alon.
“La mañana del 11 de septiembre me trasladó a mi infancia”, ha dicho Gustavo, hijo del gran Marcelo Bonevardi, que de joven se mudó a Nueva York y allí realizó gran parte de su carrera hasta poco antes de morir, en 1994. “Crecí en el Meat Package District, cerca de las torres, y su construcción fue el telón de fondo de buena parte de mi infancia”, añade Gustavo. Cualquiera puede imaginar el impacto que le provocó su derrumbe. Sin embargo, una de las cosas que llamó su atención en ese momento aturdidor que cambió la historia de Nueva York, fue el destino del enorme caudal de papeles corporativos: cartas, informes y documentación guardados en cientos de oficinas que volaron en un instante.
A esa inquietud se diría que remiten muchos de los dibujos en papel que integran el conjunto que presenta ahora en la Fundación Alon. En especial la serie Falling, 16 dibujos que sugieren hojas de papel cayendo, como si fueran vistas a través de una ventana y al mismo tiempo dejaran miles de letras flotando libradas a su suerte. Esos millones de hojas de papel esparcidas por el aire son para el artista uno de los recuerdos más impactantes de aquella fatídica mañana. Y acaso también una sentida excusa para ahondar en la multiplicidad de sentidos y en la capacidad expresiva de la letra que constituye un motivo de reflexión que lo acompaña desde siempre. 

SIN TITULO, 2008. Grafito sobre papel, 33 x 57 cm.
SIN TÍTULO, 2008. Grafito sobre papel, 33 x 57 cm.
Es la letra que contribuye tanto a la forma como al volumen en la serie de grafitos sobre papel Fabriano que presenta aquí. Todos de exquisita factura. La letra y la propia marca del papel sugieren y operan como recursos de una singular poética visual que pareciera subrayar el carácter evanescente y pasajero de las cosas. Nada pareciera tener permanencia en esta serie de letras tratadas como partículas flotantes. Acaso sea porque la letra, como el artista mismo ha confesado, es algo escurridizo, que desde siempre se le ha escapado como agua entre las manos.
“Amo la lectura, pero siempre me resultó difícil. Escribo y escribo por horas y aún así los resultados son dudosos”, ha escrito, una vez más como para desafiar ese viejo sentimiento de frustración. De allí que para él la letra sea más un medio de expresión visual que le permite una alta dosis de gracia y lirismo, que ese esquivo sistema de signos capaz de traducir conceptos literarios, filosóficos o científicos.
Ese mismo sentir penetra la serie de acuarelas que aportan una dosis de color al conjunto de papeles. Aquí el modelo pareciera sintonizar con el universo sensible de la estampa japonesa, ese territorio delicado, de una sutil economía de trazos.
En cuanto a las pequeñas esculturas en piedra que completan la exhibición, no se equivoca Ed Sullivan en el texto incluido en el hermoso libro editado para la muestra, cuando evoca a la Piedra Rosetta. Como en aquel célebre fragmento de piedra que contribuyó a desvelar los misterios del antiguo Egipto, los fragmentos de propilita negra de Africa que trabaja Bonevardi descubren en sus incisiones la misma nube de letras que imaginó aquel día flotar en el aire. Como si en su condición de rastro para una arqueología del futuro, las letras no lograran adherirse del todo a la superficie más pulida de la piedra, ni tampoco a la más rugosa. Como si un extraño y repentino cataclismo las hubiera condenado a una inquietante flotación.
De cualquier modo, y a pesar de ese origen, no sé por qué imagino que a Jorge Luis Borges le fascinarían esos trozos de piedra oscura con marcas tan inquietantes. Acaso porque traen ecos de culturas lejanas, que transportan a quien se enfrenta a ellos más allá del tiempo, hacia civilizaciones eventualmente desaparecidas, cuyas razones de desaparición no alcanzamos a intuir. Hay en estos pequeños trozos un universo de letras, cargado de enigmas por descifrar; un mundo de signos que resultan familiares pero que en el fondo no lo son. Acaso en ellos anide el secreto del irrefrenable impulso humano hacia la propia destrucción.

FICHA:
Gustavo Bonevardi. Bonevardi Works
Lugar: Fundación Alon para las Artes (Viamonte 1465, piso 10).
Fecha:
hasta fin de junio.

Horario:
lunes a viernes, 12 a 18.

Entrada:
gratis. 

Fuente: Revista Ñ Clarín

LA CRISIS AHORA GOLPEA AL NOBEL:
BAJARON 20 % EL MONTO DE LOS PREMIOS

 

Es para evitar una reducción del capital de la Fundación ante el caos financiero.

Ceremonia. La tradicional entrega se realiza todos los 10 de diciembre.
Obligada por la crisis en Europa, la Fundación Nobel anunció ayer que reducirá la dotación de sus conocidos premios un veinte por ciento este año para evitar una disminución de su capital a largo plazo.
La dotación de los seis premios Nobel –Medicina, Física, Química, de la Paz, Literatura y Economía– bajará por tanto de los 10 millones de coronas suecas (1,4 millones de dólares o 1,1 millones de euros) a los 8 millones (1,1 millones de dólares o 876.785 euros), señaló en un comunicado la institución con sede en Estocolmo.
La medida se justifica para lograr en los próximos años un rendimiento del capital de la fundación “ajustado a la inflación”, ya que éste ha descendido en la última década con respecto a los gastos. En un comunicado, la fundación consideró que “el valor está sobre todo en el hecho de que se trata de un premio absolutamente único”.
Los próximos premios, como todos los años, se conocerán en octubre, y la entrega se realizará el 10 de diciembre, en Estocolmo.
En su testamento, el magnate sueco Alfred Nobel (1833-1896), creador de los galardones, dispuso que su fortuna se invirtiera en valores mobiliarios y seguros y que los intereses se dividieran en cinco partes iguales –el premio de Economía fue creado más tarde–.
Tras recuperar los bienes de Nobel, que estaban repartidos por Europa, el rey Oscar II de Suecia promulgó en 1900 los estatutos de la fundación, una de cuyas tareas principales es salvaguardar la base económica de los galardones.
“El capital dejado por Alfred Nobel debe por tanto ser manejado de forma que sea posible repartir los premios Nobel a perpetuidad, garantizando a la vez la independencia de las instituciones que otorgan los galardones”, se indica en el comunicado.
La última vez que la fundación alteró la dotación de los premios fue en 2001, cuando pasaron de los 9 a los 10 millones de coronas suecas. Ahora, en tiempos de ajuste, los cambios en los montos serán a la inversa.

Fuente: clarin.com