EL PATRIMONIO CULTURAL ES DEL CIUDADANO

 Foto: LA NACION

Por Álvaro Abos

La demolición de la estatua de Colón, detrás de la Casa Rosada, es, además de un acto injusto y autoritario, una decisión estúpida. La Presidenta ordenó por cuenta propia abatir ese monumento, y lo hizo. Se dice que el inspirador fue Hugo Chávez , quien, mirando por la ventana del despacho presidencial, le dijo a su colega: "¿Cómo tienes ahí la estatua de un genocida?". Pero Colón no fue un genocida sino un descubridor, un soñador que sus contemporáneos enviaron a la cárcel. La Presidenta no debió ensañarse con un perseguido. A pocos metros de Colón tiene su estatua Juan de Garay, que sí era un conquistador de armas tomar, de los que mataba indios. Nadie cuestionó esa estatua. Decenas de ciudades de América latina tienen estatuas de Colón. Hasta en Cuba hay una. La que había en Caracas fue destrozada en 2004 por una turba chavista que colgó esa efigie de un árbol. Pero no me interesa iniciar una polémica histórica.
La estatua integraba el escenario urbano. Era, como tal, parte de la ciudad de Buenos Aires, de su pasado, de su imaginario, de la memoria sentimental de sus ciudadanos y visitantes. Estaba presente en fotografías que integraban la historia personal de tantos hombres y mujeres. El paisaje de una ciudad, sus calles, plazas y monumentos, sus arboledas, sus fuentes y sus edificios forman parte de la vida de los hombres y mujeres que la habitan, que en ella han vivido, sufrido, amado. Una ciudad es sede de la historia grande y también de la pequeña y de la historia personal de las personas. Se debe ser cuidadoso con ese sentimiento. Espero que la apelación del fallo que convalidó el estropicio contra la estatua del genovés subsane esa mutilación patrimonial, consentida a su vez con un vergonzante convenio entre el poder demoledor y las autoridades de la Ciudad, que en este caso no supieron defender su patrimonio. La comunidad italiana se ha sentido ofendida por la afrenta. Organizaciones de la sociedad civil las acompañan en el reclamo judicial. Y muchos ciudadanos.
Como porteño, el barbarismo me ha dolido en cuanto mutilación paisajística. La estatua de Colón no es un mero banco de plaza. Pensar que un gobernante, porque ocupa un puesto público, puede disponer sobre la ciudad es como pensar que puede cambiar un artículo de la Constitución a piacere. El episodio refleja una deformación argentina: largas épocas de sumisión ciudadana han consolidado la falsa premisa de que el poderoso puede ser amo y señor de una ciudad.
A veces, los gobernantes cambian el nombre de las calles. Hay ediles que, para cumplir con sus intereses políticos o personales, intentan rebautizan las calles. Así, mortifican la memoria de la gente que tiene derecho a recordar y recrear su pasado asociado a una esquina o a una plaza. Una ciudad, decía Cesare Pavese, es el mapa de muchas vidas, y en ese mapa hay heridas y gozos. Si se tuviese en cuenta este precepto se respetaría más el patrimonio material e inmaterial. No quiere decir que no haya lugar para cambios y mejoras.
La antigua confitería Richmond de la calle Florida cerró sus puertas y sus dueños le vendieron el local a la fábrica de zapatillas Nike. Hubo protestas que pretendieron preservar ese café, que ocupa un gran papel en la mitología literaria argentina y parecía protegido por una norma. Pero, finalmente, el Estado municipal se contentó con la fachada. Ahora la vieja Richmond, bar notable, joya del pasado porteño, es un zoco de camisetas y zapatillas deportivas. No tengo nada contra la indumentaria deportiva, que, como cualquier mortal, también uso. Pero me da tristeza entrar al lugar que albergó las tertulias y las invenciones de Jorge Luis Borges, Ricardo Güiraldes, Macedonio Fernández, Leopoldo Marechal y Oliverio Girondo, que vio nacer al grupo Martín Fierro, aquel que revolucionó la literatura argentina y la hizo moderna, y que recibió a tantos visitantes ilustres, de Pirandello a García Lorca, y observar que los sillones de cuero en los que se sentaban esas lumbreras están ahora encerrados en los probadores, para que los clientes se sienten a calzarse el último modelo de las Nike Free Run. El gobierno porteño se ha jactado de que mantuvo la marquesina. Pero ahora, con ese interior, ¿qué significa esa marquesina? Nada. Por el contrario, es una especie de humillación perversa. Cada año el municipio celebra el día de los bares notables, un acierto, pero cuando alguno tan notable como la Richmond va al matadero, no se hace nada para salvarlo.
Comprendo que un gobierno no puede gastar tanto dinero como el que hubiera costado comprar ese bar para preservarlo, pero hay fórmulas jurídicas que permiten conciliar interés privado con interés público, llámense exenciones impositivas, subsidios, créditos, concesiones de servicios. La vida literaria de la ciudad, su tradición cultural y el fervor que despierta son atractivos reales que Buenos Aires ofrece, no ya como preservación del pasado cultural, algo que es imprescindible para la identidad de cualquier ciudad, sino como material concreto del turismo cultural. Las autoridades no parecen valorar estas joyas. Ahora la expropiación de la confitería El Molino, cuando el edificio está en ruinoso estado, quizá permita alguna esperanza.
Las ciudades albergan lugares de celebración, pero también de horror. ¿Qué hacer con ellos? En la antigua ESMA el gobierno nacional creó un museo y un centro cultural. Nada que objetar. Es una manera de recordar esas atrocidades y revertirlas en beneficio de la comunidad. Lamentablemente, ese lugar, como otros espacios culturales nacionales, es manejado con criterio faccioso, como si lo que allí sucedió no fuera una herida de todos. Recientemente cambió el destino del antiguo Batallón 601, luego Secretaría de Informaciones del Ejército, un edifico situado en la ochava SO de Viamonte y Callao. Este inmueble de diez pisos que fue sede de la represión durante el Proceso y luego, en democracia, central de espías, ha sido vendido a la Universidad del Salvador, que desarrollará tareas docente y académicas. Allí, en la oficina que ocupó el coronel Moore Koenig, permaneció, de pie, apoyado contra una pared, el ataúd que contenía el cadáver embalsamado de Eva Perón, robado por la llamada Revolución Libertadora, hasta su traslado, bajo identidad falsa, al cementerio de Milán.
Celebro que la alegría de cinco mil estudiantes renueve lugar tan sombrío. Espero la actitud que adoptará la universidad respecto del pasado del edificio. Creo que sería erróneo ignorar lo allí sucedido, porque cualquiera que se interese por el terrible crimen que supuso el robo del cuerpo de Eva Perón puede enterarse del itinerario de ese cadáver. Por más que el edificio se transforme, los hechos de la historia no pueden desconocerse. Confío en que la recordación sea madura, quizá sencilla, en todo caso respetuosa de la forma en que Tácito quería que se tratara la historia: sine ira et studio, esa fórmula que tantas traducciones ha tenido. La que prefiero es "sin odio y con dignidad".

El autor, escritor, acaba de recibir uno de los Premios Konex de Platino a las Letras

Fuente: lanacion.com

LUNA LLENA EN EL SALADO, 1992


LUNA LLENA EN EL SALADO

 
Piedra libre, grandiosa,
rojiza Luna redonda, que oronda surges del horizonte,
custodiada por la terca rusticidad de los talas,
seduciendo aquí y allá con tu gracia infinita.
Tu estola de bruma cubre la contundencia hídrica del salado río viajero.
La generosa capa de rocío potencia tu brillo espectral
mientras unos álamos Carolina
te ceden sus hojas para que cubras con ellas tu blanca palidez.
Barranca… meandro… tero…
Acantilado… cardo… brujas…
Brujas que pasan misteriosas,
esbozando casi en secreto sus esquivas trayectorias celestes.
Las ranas te cantan su férica sinfonía con partitura propia y arreglo anónimo.
Sólo el búho osa interrumpirla con su gritado chirrido de guerra
participando el sanguinario convite en torno a su presa.
La magnolia te homenajea con el frescor de sus pétalos
y te presta su perfume de familiar profundidad,
subrayando algo más, si cabe, tu encanto.
Y las dos confrontan sus blancuras de plata.
El monte de acacios guarda los reflejos de tu cara iluminada, como acariciándolos.
Sola has llegado ya al cenit.
Es tan grande la claridad que se ha adueñado del campo todo,
que parecería provenir de tus dos caras radiando al unísono.
Con la fuerza del óleo, con calidades de acuarela y matices pastel…
¡Qué fiesta se haría Cachoud con esas paredes encaladas que bañas con tu luz!
No hace frío todavía.
La leña espera, prolija, cerca del alero su turno para crepitar
y nuestro gozo invernal a su lado.
Los reflejos de tu imagen en el río me llevan a pensar
en ese velo que la tecnología no ha logrado descorrerte,
en el persistente misterio de tu eterno devenir,
en tus cíclicas apariciones en escena…
En tu poder de atracción,
en tus pleas y bajas mares,
en amores crecientes, menguantes y nuevos nacidos a la luz de tu luz.
Percibo el horizonte claro del cercano río y del inmenso mar que se adivina atrás
y las siluetas oscuras se recortan contra él.
Quisiera volver a sentirte, luna del níveo rictus y de todas las advocaciones.
Sospecho que me importa lo que poco importa.
Qué largo será el urbano mes que tardaré en volver a verte.
No faltes a la cita.
¡No te hagas desear !
¡Vuelve !
Aquí estaré, esperándote.

Pedro L. Baliña
Lezama, abril de 1992

EL PINTOR QUE RETRATÓ A ROSAS Y SU ÉPOCA



En lápiz. Rosas, en 1845.

Rosas, un boceto de la cara de Rosas en papel –¿tomado a escondidas, como una cámara oculta?–, un Rosas colorido, Manuelita Rosas, Agustina Rosas de Mansilla, Josefa Ezcurra. Y además de Rosas y familia, la alta sociedad de la época.
El pintor detrás de todas estas imágenes, Fernando García del Molino, había nacido en Chile en 1813 pero a los siete años ya vivía en Buenos Aires. Esas obras se exhiben ahora, y quedan muy a tono, en el bellísimo Museo Pueyrredón, de San Isidro.
“García del Molino forma el primer capítulo de la pintura argentina hecha por argentinos”, explica Patricio López Méndez, uno de los curadores de la muestra Retratos para una identidad.
La muestra se hizo a partir de una investigación minuciosa de López Méndez y otro curador, Gustavo Tudisco. Hubo que identificar personajes, armar redes sociales, trazar hipótesis sobre posibles autorías. No siempre se sabía de quién eran los cuadros. Algunos, los de funcionarios rosistas, estaban en el Museo Histórico Nacional.
Aunque había empezado a pintar a la elite en 1828, García del Molino se convirtió en el pintor ineludible entre 1837 y 1835, un momento en que las imágenes religiosas cedían lugar en las salas a los retratos de los dueños de casa y de su prosperidad. La Revolución –explican los curadores– había cambiado los parámetros de distinción. No era el origen sino la riqueza lo que daba honorabilidad. Y luego las familias construían un nombre. El registro de acontecimientos centrales ponía su granito de arena en ese sentido.
Es un recorrido por otra época en un edificio que acompaña, con jardines que caen al río.

Hasta el 15 en Rivera Indarte 48, Acassuso.


Fuente: clarin.com

PATRIMONIO: CUANDO LA HISTORIA SE QUEDA SIN SUS BIENES

Tema del domingo
Por décadas, objetos y obras de arte argentinos han desaparecido o han sido abandonados. Algunos aparecen en remates y de otros no hay rastro. Especialistas dicen que faltan políticas de Estado.
"Ejercicio Plástico". El mural restaurado de Siqueiros se exhibe gratis. Denuncian que el permiso para mostrarlo venció. /MARIA EUGENIA CERUTTI
"Ejercicio Plástico". El mural restaurado de Siqueiros se exhibe gratis. Denuncian que el permiso para mostrarlo venció. /MARIA EUGENIA CERUTTI
Silvina Heguy

El 29 de marzo de 2014 la casa de remate Stack’s Bowers Galleries vendió por 1.100.000 dólares la medalla de oro que Carlos Saavedra Lamas recibió en 1936 cuando se convirtió en el primer argentino en ser condecorado con el Premio Nobel de la Paz. La pieza por su valor en metal estaba cotizada en 9.000 dólares, pero su significado histórico lo multiplicó. Nadie sabe bien cuál fue el camino que recorrió la medalla para llegar a subasta. La empresa rematadora argumentó que su dueño era un estadounidense que la había comprado en una oficina de empeños. Meses más tarde hubo un intento desde la Cámara de Diputados para recuperarla, pero no tuvo éxito y parte del patrimonio histórico argentino ahora permanece en manos de un comprador anónimo.
Una lista de objetos perdidos atraviesa a parte del patrimonio cultural argentino. El bastón de mando y la banda presidencial del ex presidente Arturo Frondizi fueron robados de la vitrina del museo de la Casa Rosada en 2009. Cuando notaron que faltaban hicieron la denuncia aunque el robo pudo haber ocurrido meses antes. En agosto de 2007, del mismo lugar, desaparecieron el reloj chalequero y uno de pulsera de oro de los presidentes Nicolás Avellaneda y Agustín Pedro Justo. En el mismo robo desapareció la lapicera de oro de otro ex presidente: Roberto Marcelino Ortiz. En el rubro de piezas históricas robadas también aparece el reloj de Manuel Belgrano, que desapareció del Museo Histórico Nacional.
“Faltan muchas cosas”, dice Abel Ferrino, el investigador del patrimonio cultural y docente de “Tráfico de Bienes Ilícitos de Bienes Culturales”. Según Ferrino, el patrimonio no está protegido. “Es una gran deuda de la democracia: no hay una ley general destinada a preservar el patrimonio”, explica.
Si se hace un “top ten” de las grandes pérdidas del patrimonio nacional las bibliotecas privadas figurarían en la lista como un colectivo. La historia de los libros que han desaparecido parece repetir en un patrón. Los herederos del dueño de los libros los venden como piezas de colección y así ese mundo de lectura con una lógica e historia propia desaparece. Incluso muchos libros están ahora en bibliotecas de otros países.
El arquitecto Daniel Schávelzon, especialista en arqueología urbana y autor del libro “El expolio del arte en la Argentina: robos y tráfico ilegal de obras de arte”, describe a la Argentina como un país vacío en términos de patrimonio.
“Hubo un proceso real de vaciamiento. El tipo de cambio de los últimos años también favoreció para terminar de ‘exportar’ todo lo que quedaba. Si se recorren los remates ya no hay piezas como antes. Muchas de las piezas valiosas del patrimonio argentino están en el exterior. También hubo coleccionistas que se llevaron sus objetos. Ya no es la época de los 90 que hasta había grandes bandas que robaban museos”, explica. La riqueza paleontólogica argentina también fue saqueada. En 2006, el Gobierno logró impedir la venta de cuatro toneladas de fósiles en una de las ferias más importantes en el mundo de la paleontología en Arizona, EE.UU. Después de interponer un pedido a un juez norteamericano se logró repatriar un contenedor repleto de restos paleontólogicos entre los que había huevos de dinosaurios. La trama por la cual semejante cargamento salió de la Patagonia hacia el remate en EE.UU. quedó sin esclarecer. 
En este caso, como en muchos otros, cuando aparecen bienes a la venta es muy difícil que se logre determinar cómo llegaron hasta esas subastas, la mayoría en otros países.
Cuesta imaginarse a una valiosa momia de más de 2.000 años en una encomienda. Pero eso fue lo que descubrieron a través de los escaners empleados de la Aduana en mayo de 2011. El paquete venía desde Bolivia, pero la pieza arqueológica era originaria del sur de Perú y su destinatario, un argentino, que acaba de ser condenado por contrabando a 4 años de prisión, en un caso que quedará en la historia como antecedente de la lucha contra el tráfico ilícito. La sentencia de cumplimiento efectivo fue apelada. El caso sirvió también para comprobar los rumores que en el mercado del arte se venían escuchando: Argentina se ha convertido en un país de tránsito en el contrabando de bienes sobre todo arqueológicos y paleontológicos hacia Europa y Oriente.
“Las piezas vienen sobre todo de Perú -explica Ferrino-, las más buscadas son las de las culturas Moche y Paracas y las cerámicas eróticas”. En la lógica del mercado ilegal siempre se sabe que estos saqueos son por encargo de coleccionistas o museos que no cumplen con la norma de no comprar bienes de dudoso origen. 
Entre los grandes misterios de la historia del patrimonio cultural argentino ya hay robos célebres. El de la Navidad de 1980 del Museo Nacional de Bellas Artes hasta mereció un documental en la serie “El arte del robo”, que emitió Film&Arts. Mientras en la mayoría de las casas se recuperaban del brindis de Nochebuena, desaparecieron catorce cuadros de autores impresionistas entre los que había de Gauguin, Renoir y Cézanne. La pista de estas piezas se pierde hasta que en 2001 un estadounidense apareció en la rematadora Sotheby´s de Londres con las fotos de los cuadros robados para venderlos. Dos expertos viajaron a Taiwán, donde estaban, y comprobaron que eran auténticos. Argentina intentó recuperarlos pero como no había tratados con la isla la medida quedó en la nada y los cuadros volvieron a desaparecer. Un año después, un taiwanés se presentó con tres de los cuadros robados en París. Esta vez, la Justicia francesa pudo actuar y los recuperó. En 2005 fueron devueltos a Argentina. Del resto nadie sabe dónde están. Pero la causa por el robo se cerró casi inmediatamente: en 1983. La principal hipótesis extrajudicial es que los cuadros se usaron para pagar armas que Argentina no podía comprar a causa del bloqueo internacional a la dictadura militar que gobernaba el país.
Desde aquella época se han sucedido robos y en muchos de ellos han actuado bandas especializadas. Hubo picos de actividad como en 2008 cuando se estimaba que se habían robado bienes patrimoniales por 3 millones de dólares. Una de las características de este mercado ilegal es que la mayoría de las veces los ladrones actúan por encargo. Contra ellos, hay un departamento de Interpol en Argentina dedicado específicamente a este delito y leyes que protegen en particular a los bienes arqueológicos y paleontólogicos como la 25.743 del año 2003, o que regulan el movimiento de las obras de arte, sobre todo con respecto a la salida del país.
De que crezca o no el “top ten” del patrimonio descuidado depende de la voluntad política, señala Schávelzon. El último edificio declarado patrimonio cultural fue el Luna Park y ahí están en Buenos Aires la confitería El Molino que fue declarado monumento histórico en 1997 y se sigue deteriorando día a día frente al edificio del Congreso de la Nación.
“El problema es la concepción que se tiene sobre el patrimonio”, dice Schávelzon. “Su protección no es un gasto superfluo. No terminamos de entender que también sirve para ganar dinero. Muchos argentinos van a Europa a ver su patrimonio como también a México o a Perú”, insiste. La necesidad de una política de Estado, para el especialista lo esconde el gran símbolo de la recuperación del patrimonio de los últimos años: el mural de Siqueiros. La obra del artista mexicano, que estuvo abandonada en unos contenedores hasta que el Estado logró en un proceso judicial recuperarla, se exhibe gratis en el Museo del Bicentenario. Pero, según Schávelzon, los permisos de exhibición están vencidos.


Fuente: clarin.com

EL ARTE PAGA:
VENTAS POR 270 MILLONES DE DÓLARES EN UNA NOCHE


Cabeza. De Modigliani.
Cabeza. De Modigliani.

Tal vez la crisis no toque al arte y eso explique las cotizaciones millonarios de ciertas obras en Estados Unidos y en Europa. O al revés: tal vez la crisis haya convertido esas obras en refugio de valor y llevarse un cuadro de un artista consagrado sea algo así como comprar acciones de una empresa que es difícil que se caiga.
El punto es que el martes la subastadora Sothebys de Nueva York tuvo una sesión record en sus 270 años de historia: reunió 422 millones de dólares en una noche.
En esa suma pesó la escultura Chariot (Carro) del suizo Alberto Giacometti, que casi bate su propio récord al convertirse en la segunda más cara jamás subastada, cosechando 101 millones de dólares. La obra representa la figura de una diosa sobre dos ruedas. Mide casi 145 centímetros de alto y fue realizada en bronce y madera entre 1950 y 1952. En parte, el valor de esta obra se explica por la rareza de la obra, que fue pintada para enriquecer la textura del bronce.
El récord en esculturas lo mantiene hasta hoy otra obra de Giacometti (1901-1966), El hombre que marcha I, subastada en 2010 por 104 millones de dólares.


Chariot. El record de la subasta
Chariot, el record de la subasta



Otra de las piezas destacadas de la noche fue el busto Tête (cabeza), del italiano Amedeo Modigliani (1884-1920)
Esculpida entre 1911 y 1912 siguiendo la tradición egipcia, la pieza de 73 centímetros de altura cosechó 70,7 millones de dólares, un récord para una escultura del artista. Su valor estaba estimado en unos 50 millones de dólares.
Durante la velada se subastó también el lienzo Nature morte, vase aux marguerites et coquelicots (Naturaleza muerta, florero con margaritas y amapolas), del pintor holandés Vincent van Gogh, que recaudó 61,8 millones de dólares, un 20 por ciento más de lo esperado.

Nature morte, vase aux marguerites et coquelicots de Vincent Van Gogh

Con todo, pese al éxito de la subasta organizada por Sotheby's y la imponente suma recaudada, la casa está lejos de igualar los resultados de su rival, Christie's: hace justo un año, ésta juntó en una sola tarde 745 millones de dólares.



Fuente: clarín.com

EL LEÓN RUGE OTRA VEZ: ABRE UNA MUESTRA DE FERRARI

Desde el sábado en el Museo de Arte Moderno.
La familia de León Ferrari donó 72 dibujos al MAMBA.
Son el centro de una muestra que planea sobre toda su obra.

Desde el sábado en el Museo de Arte Moderno.La familia de León Ferrari donó 72 dibujos al MAMBA. Son el centro de una muestra que planea sobre toda su obra. (Martín Bonetto)
Desde el sábado en el Museo de Arte Moderno.La familia de León Ferrari donó 72 dibujos al MAMBA. Son el centro de una muestra que planea sobre toda su obra. (Martín Bonetto)



Por Bárbara Álvarez Plá

“Lo único que le pido al arte es que me ayude a decir lo que pienso con la mayor claridad posible”, solía de cir León Ferrari. Y bajo esta consigna dedicó su vida a crear y explorar, siempre en busca de nuevos caminos que le permitieran expresarse y, como él mismo decía, “ordenar la barbarie de Occidente”.
Lo hizo con sus pinturas, sus esculturas, sus collages, sus intervenciones en obras clásicas y fotografías y con todos los formatos que utilizó. Lo hizo en las obras en que atacó la religión de manera contundente, y que lo harían famoso. Como la jaula con dos palomas que defecan sobre una reproducción de El juicio final, de Miguel Angel.
Ferrari también buscó nuevos caminos en sus dibujos, que son los principales protagonistas de la muestra La donación León Ferrari, con curaduría de Victoria Noorthoorn y Alejandra Aguado, que abre el sábado en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.Son 72  dibujos de diferentes épocas que la familia del artista decidió donar al Museo y que como apunta Victoria Noorthoorn, la directora de la institución, “son un contrapunto íntimo en su obra”. Los dibujos no están solos, en la muestra hay, además, otras obras que formaban ya parte del acerbo del museo, otras que la familia dio en comodato durante cinco años y otras que prestó para la ocasión.Aunque no están sus obras más controversiales ni el célebre avión  de combate que lleva un Cristo crucificado, el panorama es extenso: dibujos, esculturas, fotografías intervenidas, instrumentos musicales y esa coherencia que Ferrari mantuvo en toda su producción y que hace que obras realizadas en distintos lugares y en diferentes épocas puedan convivir en la misma muestra sin hacer ruido.
Líneas tensas, negras y angustiosas a veces y más relajadas y coloridas otras. Líneas que dialogan con palabras, con una caligrafía con la  que este artista, eterno provocador e irreverente inconformista, pretende comunicar un mensaje que nos habla de la imposibilidad de comunicar. Laberintos, alfabetos, signos, erotismo. Ese era Ferrari, y todo él, se puede sentir en la sala que acoge esta muestra.En muchos de los dibujos se intuyen palabras que a veces se pueden leer y otras no, letras que se dejan caer hacia abajo como derretidas, como lágrimas. Con ellas conviven las esculturas, entre ellas una de color rojo, que es la primera de las que realizó para su serie de poliuretano. Una masa informe habitada por seres indescriptibles.Hay también un Cristo adentro de una caja con alfileres clavados en la cabeza, tableros de ajedrez invadidos por insectos o aves, un imagen del Congreso por la que pululan cucarachas, jaulas repletas de pájaros con figuritas de santos debajo, fotografías intervenidas, como esa en la que, en el cuerpo de una mujer desnuda, escribió Ferrari una frase de Borges, “Me duele una mujer en todo el cuerpo”.Y más. 


Dos grandes collages compuestos con noticias de diarios que aluden al horror de la dictadura, al repudio a la Iglesia Católica, al hambre, a la miseria. Hay esculturas construidas con alambre y madera que recuerdan a jaulas y remiten a algunos de los dibujos que también se pueden ver en la muestra. “Nada se puede encasillar en su obra”, afirma Noorthoorn, “todo se relaciona y todo se escapa, pero dentro de un universo totalmente coherente”.Imposible no echar la vista atrás diez años y llegar a aquella polémica retrospectiva que, en 2004 y  desde el Centro Cultural Recoleta fue repudiada por grupos extremistas católicos apoyados por el entonces cardenal Bergoglio y que fue clausurada por orden judicial, reabierta y finalmente cerrada antes de tiempo por decisión del artista. ¿Qué diría el hoy Papa Francisco ante esta nueva muestra? ¿Qué dirán los detractores del artista cuando se abran las puertas?El secretario de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Hernán Lombardi, tiene posición tomada: “Estamos muy orgullosos de que Ferrari llegue al Mamba. Es una donación importante. Por su creatividad y por la variedad de su obra, Ferrari es uno de los puntos más altos del arte argentino contemporáneo. Y por lo polémico. Está muy bien que el arte sea controversial y busque los límites, el arte tiene que revolver espíritus”, Eso, Ferrari, lo tenía muy claro.

FICHA


“Donación León Ferrari”
Dónde: En el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Av. San Juan 350.
Cuándo: Desde el sábado 8 hasta el 15 de febrero. Ma. a vi. de 11 a 19 h. Sa., dom. y feriados de 11 a 20.
Cuánto: $15. Martes gratis.


Fuente: Revista Ñ Clarín

INUNDACIONES EN EL TIGRE.

INUNDACIONES EN TIGRE. Impresionante postal del Museo de Arte de Tigre (edificio donde funcionó el histórico Tigre Hotel ), que se funde en las desbordadas aguas del Rió Luján, a raíz del temporal de fuertes vientos e intensas lluvias caídas durante todo el fin de semana. (Foto Gentileza Gloria Gradín / Télam)
Impresionante postal del Museo de Arte de Tigre (edificio donde funcionó el histórico Tigre Hotel ), que se funde en las desbordadas aguas del Río Luján, a raíz del temporal de fuertes vientos e intensas lluvias caídas durante todo el fin de semana.


(Foto Gentileza Gloria Gradín / Télam)

UNA CELEBRACIÓN A LO PÁEZ VILARÓ

Retrospectiva del artista, que murió en febrero.
A ocho meses de su muerte, reúnen sus obras en una muestra donde los colores estallan.

“Voy a pintar todo lo hermoso que hay aquí. Su gente, sus comparsas. Voy a pintar el alma de este lugar”. Eso afirmó el pintor uruguayo Carlos Páez Vilaro (Montevideo 1923-Casapueblo 2014), cuando llegó, allá por los años 40, al conventillo Mediomundo, en Montevideo, para convertirlo en su taller. El candombe, la negritud, las coloridas ropas del Carnaval serían desde entonces  los tema dominantes en sus obras, que se pueden ver en la retrospectiva Páez Vilaró sin fin que desde hoy, justo el día en que el artista cumpliría 91 años, y hasta el 14 de diciembre se puede visitar en el Museo de Tigre.
Hay pinturas, esculturas, recreaciones de algunas de sus obras realizadas por artistas del Tigre, y hasta una reproducción de su famosa Casapueblo, en Punta del Este, esa que diseñó como casa de vacaciones, que él llamaba “mi barco quieto” y que recuerda a las construcciones de algunas islas griegas. “El arquitecto veía los diseños de Vilaró y luego veía cómo hacía para que no se cayera”, dice Diana Saiegh, coordinadora de la muestra. En la recreación que ahora está en el Museo hay también algunas de las esculturas que él había elegido para decorar su singular casa.
Para empezar, aparecen algunas pinturas tempranas, como la que nos recibe ni bien comenzamos a recorrer la sala. Se llama El candombe de San Benito y muestra a hombres y mujeres negros celebrando el carnaval. Sus rostros se confunden con el fondo oscuro del lienzo y son sus coloridas ropas las verdaderos protagonistas de la pintura, realizada en 1955. Hay además pinturas y máscaras que recuerdan los días que vivió en África buscando el origen de lo que veía en Montevideo.
A un lado, se alza el mural Raíces de paz, que Vilaró realizó en 1960 para la sede de la OEA en Washington. No es el original, de 162 metros de largo, sino una reproducción, más pequeña pero igualmente enorme, que los Fileteadores del Conurbano hicieron para la ocasión. Colores fuertes y figuras abstractas y líneas marcadas. “La línea muy marcada es una de las características de su obra”, explica Saiegh, y cuenta que por eso hay una línea que por lo más bajo de la pared, nos va guiando en el recorrido de la muestra.
Una instalación recuerda a su serie Bares. Junto a paredes en chillones tonos rojos, naranjas y amarillos, dos mesas y sus sillas recrean la atmósfera de un bar. En la pared, la pintura de una mujer rubia, tumbada, irreal, con los senos desnudos y pintados de rosa. Más allá, el autorretrato “Yo y mi gato Barouk”. De nuevo chillan los colores.
Y como la idea de esta muestra era hacer una retrospectiva no sólo de su obra sino de su vida, hay dos paneles con fotografía salidas del archivo de la que fue su casa en Tigre. Podemos ver a Vilaró acompañado de Fidel Castro, Brigitte Bardot, Pelé, Pepe Mujica, Picasso y Horacio Guaraní, entre otros. Al lado, otro panel más personal, muestra fotos de su esposa y sus hijos, entre ellos, el sobreviviente de la tragedia de los Andes.
“La morena bien lo sabe/que es el pintor de los negros/Carlitos Páez Vilaró/que Dios te ampare en el tiempo/. En la zona dedicada al candombe se lee esta frase y hay debajo unos tamboriles que hoy, sonaran para la inauguración.


Fuente: lanacion.com

REINAUGURÓ EL MUSEO PICASSO: ESPLENDOR Y MODERNIDAD

La colección se formó con los cuadros que los herederos donaron para pagar el impuesto a la herencia. Está en un antiguo hotel de París.

Por María Laura Avignolo

 

Más de tres cuadras de cola en la apertura del Museo Picasso en París. Franceses y turistas se alinearon disciplinadamente el sábado, aún bajo la lluvia, para que finalizara la inauguración oficial del presidente Francois Hollande y se reabrieran las puertas del Hotel Salé y así ver la mas completa y reinventada colección del maestro español, en la majestuosidad estética de uno de los palacios mas lindos.
Un placer visual y una epopeya burocrática de las autoridades francesas, que lo mantuvieron cerrado por 5 años por querellas internas, crisis económica, problemas de gerenciamiento, batallas de egos, que terminaron con el pedido de renuncia a su directora Anne Baldassari, quien fue finalmente la curadora, porque es una de las voces mas autorizados en Pablo Picasso y en quien su hijo Claude confía.
Todos estos dramas se olvidan al acceder a uno de los hoteles particulares más espectaculares de París. Los 43 millones de euros que costó la refundación, bajo la renovación del arquitecto Jean Francois Bodin y Anne Baldassari, que consiguió el 65 por ciento de los 43 millones de euros con 21 exposiciones de Picasso organizados alrededor del mundo, están bien gastados. Su nuevo director es Laurent Le Bon .
Bajo su batuta, Picasso está desplegado como nunca con 400 obras de su amplia colección. Jerarquizada, concebida en tres tours de visita, cronológica y temática. Más su colección personal de pintura, de Cézanne, Degas, Braque, Rousseau, que compró o le regalaron sus amigos, y lugares donde se evocan los diferentes ateliers del maestro. Sus pinceles, su silla azul, donde depositaba sus pinturas, sus pinceles y sus trapos.
No están allí desplegadas las 4555 obras que el Estado francés eligió para que los herederos de Picasso pagaran su impuesto a la herencia. El hotel de Salé conserva los más detallados archivos de Picasso. El guardaba todo. Un éxito del Estado francés, frente a una familia dividida por la herencia de un gran maestro, con una vida personal de Picasso, tan emocional como intensa, trágica, perturbadora y fragmentada.
La grandiosidad del palacio del siglo XVII ha sido recreado pero en el siglo XXI. El arquitecto le agregó 40 salas y 3000 metros de espacio de exhibición.
En la misma semana que en París se inauguro la moderna Fundación Vuitton en el Bois de Boulogne y la FIAC de arte contemporáneo en el Grand Palais, la reapertura del Museo Picasso se convirtió en el mayor evento cultural francés. Mas de 4000 personas lo visitaron en un solo día.
“Lo que tenemos aquí es la obra por la Picasso tenía más afecto”, explicó Anne Baldassari. “Lo que tenemos aquí son sus claves, sus elecciones. La razón por las que no fueron vendidas es porque no soportaba venderlas” siguió Baldassari, una de las expertas mundiales en Picasso, más allá de haber sido despedida por la ex ministra de Cultura de Hollande. Por eso se puede ver el retrato de Dora Maar de 1937, Corrida de 1923, La Minotauromania de 1927, Bodegón con una cabeza de toro de 1958, El Beso en Mougins en 1969, Nino jugando con un tren, 1954, y sus pinturas de Claude y Paloma , sus hijos, de 1954. Obras únicas, muy personales, casi íntimas.
Cuando el ministro de cultura francés Andre Malraux hizo aprobar la ley de “Dation”, que permitía a los herederos de los artistas pagar los altos impuestos a la herencia con obras de ellos, estaba pensando en Picasso. Pero si bien el maestro malagueño murió en Mougins en 1973, la familia recompuesta de Picasso tardó seis años en ponerse de acuerdo en su legado, incluidos sus hijos nacidos fuera de la familia legal. Así ,en 1979, el Estado francés eligió 203 pinturas, 158 esculturas, 29 cuadros con relieve, 88 cerámicas, 1500 dibujos e instalaciones y 1600 manuscritos como la herencia del siglo. Sobre ella comenzó a nacer el Museo Picasso, el pintor español que eligió Francia como su país de adopción.
El nuevo despliegue de la obra de Picasso va desde 1985 a 1973. Y permite reconstruir su obra a lo largo de su vida. Su colección particular muestra un diálogo de Picasso con Gauguin, Degas, Roussier, Matisse, Braque, Miro, Renoir y Modigliani y la influencia sobre su obra. Luego están las fotos de los ateliers en los Grands Augustins, la Villa California en Cannes o la “bastide” de Notre Dame de Vie a Mougins. En ese tour se ven los rastros, la desestructuración, los progresos, la selección de colores y la atmósfera del mundo en su obra.
Picasso pintor, grabador, escultor, ceramista y poeta. El maestro y sus instalaciones, sus guitarras, sus “collages”. Todo esta allí. Para cumplir con su frase histórica: “Denme un museo y lo lleno”.

Las obras que Picasso no quiso vender y que “dicen mucho de su intimidad”

Entrevista a Laurent le Bon, director del Museo Picasso de París.

Por Laura Avignolo


Laurent le Bon llegó al Museo Picasso como director para calmar la tempestad y reabrirlo, después de cinco años de demora y drama. Ex conservador en el Centro Pompidou y en el Pompidou Metz, recibió a Clarin el día de la apertura de su nuevo gran proyecto en el Hotel Sale, en el barrio parisino del Marais.
–¿Usted esperaba este suceso?–No lo esperábamos. Es un momento un poco mágico. Después de cinco años de cierre, esperábamos un interés. Pero ahora el público está allí: la gente está contenta y nosotros también.
–¿Cual es la diferencia entre el viejo museo y este?–Es extraño, pero todo ha cambiado y todo ha quedado. Está el Hotel Salé, esta extraordinaria arquitectura del siglo XVII, y lo que ha cambiado es el recorrido. Jean François Bodin, el arquitecto, ha conseguido hacer en el hotel un gran conjunto de salas, 40 exactamente, muy luminosas. Son 3.000 metros de exposición y 400 obras.
–¿Ustedes han renovado la exposición?–Sí. Restauramos las obras, las hemos valorizado y tenemos un trayecto más amplio, más fluido, y a eso se le suma un valor agregado: parte de la colección personal de Picasso, con sus Degas, Matisse, Renoir, Cezzane, que están allí.
–¿Siempre tuvieron esta colección personal o ha sido una decisión de la familia–La donación personal es de 1973, después de la muerte del artista. Al contrario, el resto de las obras pertenece a la “Dations” para pagar el impuesto a la herencia en 1980. – Y esta colección personal de Picasso, ¿qué dicen de él las obras que seleccionó? –Dice mucho de su intimidad. Son los Picasso de Picasso. El era un gran coleccionista y quiso guardar estas obras a lo largo de su vida. Esas son las obras del Museo Picasso: no se trata de obras anecdóticas.
–En esta readaptación, ustedes establecen el vínculo entre Picasso y la fotografía. ¿Cómo es?–Hay algo muy importante, que es un archivo de unos 12.000 documentos. Y por milagro, tenemos las fotografías, que muestran otro aspecto de Picasso. Es notorio cómo fue influido por las fotografías que coleccionaba o que hacía él mismo: reflejaban su puesta en escena. Él se mostraba como un maestro genial del siglo XX.
–Después de todos los escándalos, la calma ha llegado al Museo.–Yo llegué en junio. Aquí reina la serenidad. Picasso nos sobrepasa y estamos al servicio de su obra. El presidente Hollande nos ha dado el placer de venir: ha sido una bella semana para Francia.


Fuente: Revista Ñ Clarín

Y (DE NUEVO) SE HIZO LA LUZ

La Capilla Sixtina estrena iluminación y ventilación, cuando se cumplen 450 años de la muerte de Miguel Ángel Buonarroti
 


Irene Hdez. Velasco - Corresponsal Roma

Y por fin se hizo la luz... Fue el 31 de octubre de 1512. Justo ese día, del que mañana se cumplen 502 años, los frescos realizados por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina fueron desvelados a los ojos del mundo. La capilla estaba entonces iluminada con luz natural que entraba en ella a borbotones a través de unos grandes ventanales situados en su parte de arriba, y los que contemplaron la maravilla de aquellos frescos quedaron absolutamente boquiabiertos. "Es una obra tan luminosa para el arte de la pintura que ella sola basta para iluminar el mundo, que durante tantos centenares de años ha estado en las tinieblas", dejó escrito en 1568 Giorgio Vasari en su famoso compendio 'Vida de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos'.
Pero el Vaticano decidió en 1980 clausurar los ventanales de la capilla Sixtina, para evitar que los temidos rayos ultravioletas de la luz solar pudieran dañar esa obra de arte. Desde entonces los aproximadamente ¡seis millones de personas al año! (con picos de unas 20.000 personas al día) que la visitan se ven obligadas a contemplar la obra cumbre de Miguel Angel bajo la triste luz de unos focos artificiales. Pero a partir de hoy mismo eso va a cambiar, se va a hacer de nuevo la luz: la capilla estrena un nuevo sistema de iluminación que le devuelve todo su esplendor y que permite a los visitantes admirar sus frescos como nunca, bajo una luz específicamente estudiada para simular la natural que llegaba desde los ventanales superiores. Un modo de celebrar el 450 aniversario de la muerte de Miguel Angel, amén de los 20 años del famoso proceso de restauración que en 1994 restituyó los frescos de 'El Divino' a su riqueza cromática original.
Expertos en iluminación de las universidades de la Sapienza de Roma, la de Budapest y la de Barcelona han trabajado codo con codo en un proyecto de investigación europeo puesto en marcha para decidir el mejor modo de alumbrar la Capilla Sixtina, un proyecto bautizado como LED4ART en el que han manejado la luz con el mismo mimo y cuidado con el que Miguel Angel utilizaba los pigmentos, incluido el polvo de lapislázuli afgano con el que por ejemplo pintó el cielo del Juicio Universal.



El vaticano se plantea poner un techo de 20.000 visitantes al día (2.000 personas a la vez) en la capilla
El resultado es unA revolucionaria instalación compuesta por 7.000 diodos emisores de luz (LED) que con la irradiación tenue y uniforme que proyectan permiten que desde el suelo se aprecien mucho mejor los detalles de los frescos pintados por Miguel Angel. "El nuevo sistema de iluminación exalta todas las maravillas, incluidos los más pequeños detalles, de la que sin duda es la antología artística más importante del renacimiento italiano", sentencia Antonio Paolucci, director de los Museos Vaticanos, recordando de además del famoso Juicio Universal de Miguel Ángel la capilla Sixtina también alberga frescos de Sandro Boticelli, del Ghirlandalo y de otros maestros del siglo XV que hasta ahora pasaban con frecuencia desapercibidos y que ahora vuelven a la luz.


La mejor experiencia visual


"Ha sido un reto enorme para todos nosotros. Pero pensamos que hemos conseguido el equilibrio perfecto entre el espectro lumínico y los pigmentos de las obras de arte para de ese modo crear la mejor experiencia visual posible", señala Mourad Boulouednine, coordinador del proyecto. "Además, la nueva instalación tiene una eficiencia energética mucho mayor que el sistema anterior y no dañará las obras de arte. En definitiva, los resultados son fantásticos y todos estamos muy orgullosos".

La Capilla Sixtina estrena iluminación y ventilación

El Vaticano también está contento porque, más allá de resaltar los frescos, el nuevo sistema de iluminación de la capilla Sixtina le permitirá un ahorro energético del 60% respecto a un sistema tradicional. Algo de agradecer en tiempos de crisis y más cuando sus finanzas no atraviesan su momento más boyante: la Santa Sede cerró 2013 con un déficit de más de 24 millones de euros, aunque hay que precisar que el estado Ciudad del Vaticano lo hizo con un activo de más de 33 millones de euros.

Pero la instalación de los 7.000 LED es sólo el primer paso. A principios de 2015 el Vaticano ofrecerá a quienes acudan a ver la Sixtina unas gafas inteligentes de usar y tirar que les permitirán ver una reconstrucción virtual en tres dimensiones de la famosa capilla antes de adentrarse en ella y llevar a cabo la visita real.
El problema siguen siendo las enormes masas humanas que soporta la Capilla Sixtina, y que con el polvo que arrastran provocan un enorme daño en sus frescos. De hecho, además de la iluminación hoy se estrena también un nuevos sistema de climatización de última generación realizado por una compañía estadounidense que permitirá reducir los niveles de anhídrido carbónico, polvo y otras sustancias que perjudican a la capilla, así como controlar su humedad y temperatura. Aun así el Vaticano, que desde hace tiempo baraja la posibilidad de poner límite al número de personas que acuden a admirarla, parece decidido a hacerlo si los turistas siguen creciendo. Antonio Paolucci así lo confirma: "Desde este momento los Museos Vaticanos exigiremos un crecimiento cero en el número de visitantes. Y si estos continúan aumentando pondremos un techo de 20.000 personas al día, con un máximo de 2.000 personas a la vez".


Fuente: elmundo.es

EL MUSEO "ENRIQUE UDAONDO" DE LUJÁN, BAJO EL AGUA


Complejo Museográfico Provincial "Enrique Udaondo"


En el marco del “Protocolo de Emergencia para Inundaciones”, en el día de ayer (29/10/2014), aproximadamente a las 20 horas, se culminaron las tareas de levantamiento preventivo de Salas y Espacios Administrativos (según prioridades ya establecidas).
Dicho Protocolo se puso en funcionamiento con los recursos humanos de la Institución.
El río Luján, aún no ha llegado hoy 30 de octubre de 2014, a las 12 horas, al pico máximo de su crecida y debemos destacar que la presente es una de las peores inundaciones de las que se tenga memoria. El Río se encuentra en este momento a 5,28 metros sobre el nivel de su cauce, aunque crece a menor velocidad.
Funcionarios de la Institución permanecieron durante toda la noche dentro del Complejo Museográfico Enrique Udaondo, recorriendo sus diversas áreas en una tarea de conjunto con personal afectado de la Policía de Bomberos de la Provincia de Buenos Aires.
Al momento de este informe no puede hacerse (en virtud de la continuidad del fenómeno climático), una evaluación exhaustiva del impacto de la inundación sobre el patrimonio del Museo.
Desde la madrugada, personal de mantenimiento en conjunto a otros funcionarios y al Director del Complejo recorrieron sus cuatro áreas, pudiendo informar a estas horas:
Área I (Museo Colonial e Histórico): El agua ingresó a los jardines, a la Capilla, sin afectar los bienes museales ni los de su administración. Se encuentran totalmente inundados sus patios y de continuar profundizándose el suceso, es muy probable ingrese en Salas (particularmente Federal y el Pabellón que alberga la Exposición Transitoria “La Cultura del Trabajo”). Se está evaluando el estado edilicio y un plan para la limpieza de los desechos dejados por el agua.
Área II (Museo de Transporte): El agua afectó al Área II entre 25 y 40 centímetros, dependiendo de la cota de esa manzana. Fueron afectados los jardines, el interior del Pabellón de Transportes y la recientemente inaugurada Sala de Lectura de Biblioteca y Archivo. No se han advertido, con estos niveles de crecida y en función de los trabajos realizados en el día de ayer, daños sobre los bienes museales. Se está evaluando el estado edilicio, el patrimonial y un plan para la limpieza de los desechos dejados por el agua.
Área III (Pabellón Belgrano, Reservas, Salón de Exposiciones y Eventos): El agua ingresó al Area III entre 40 y 60 centímetros, dependiendo de la cota de esa manzana. Fueron afectados los jardines, el Depósito, el Pabellón de Exposiciones y el Pabellón Belgrano. El importantísimo ingreso de agua no ha afectado los bienes museales (que fueran cautelados sobre tarimas a 1.85 m de altura entre los meses de junio y agosto de 2013). Se está evaluando el estado edilicio y un plan para la limpieza de los desechos dejados por el agua.
Respecto del Area III en donde está el Pabellón Belgrano, lamentablemente y a días de su apertura, a pesar de los trabajos de contención con bolsas de arena realizados en el día de ayer, es muy posible que se haya afectado la museografía, por lo que la tan anhelada reapertura del espacio que lleva 25 años cerrado, quizás se deba postergar. Se está evaluando el estado edilicio y un plan para la limpieza del lugar.
Área IV (Administración, Laboratorios, Mantenimiento y Casa de Pepa Galarza): El agua ingresó a los jardines, en los espacios de boletería y en diversas oficinas administrativas, sin afectar los bienes museales ni los de su administración. Se está evaluando el estado edilicio.
La Casa de Pepa Galarza fue afectada por un ingreso de agua de aproximadamente 5 centímetros.
Permanecemos en alerta en función de los niveles actuales de cota del río y las proyecciones de avance del evento climático.
Por lo antes dicho nuestro Museo permanecerá cerrado al público hasta nuevo aviso.
¡¡¡Disculpe las molestias!!!

DESCUBRIERON UN TESORO OCULTO
EN EL INFRAMUNDO DE TEOTIHUACÁN

Valioso hallazgo arqueológico
Se trata un túnel de 103 metros ubicado bajo esa ciudad prehispánica en México. Allí encontraron más de 50.000 piezas de todo tipo, entre piedras de jade, conchas y caracoles marinos, cerámica y esculturas.
El Camino al Inframundo en Teotihuacán comienza a revelar sus secretos con el hallazgo de un tesoro arqueológico. (AFP)
El Camino al Inframundo en Teotihuacán comienza a revelar sus secretos con el hallazgo de un tesoro arqueológico. (AFP)

El camino al inframundo de los antiguos habitantes de la zona arqueológica de Teotihuacán, un túnel de 103 metros, ha comenzado a revelar sus secretos con el hallazgo de más de 50.000 ofrendas, informaron hoy expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
“Los hallazgos son extraordinarios y nos permitirán revisar nuestras ideas sobre Teotihuacán", dijo el arqueólogo mexicano Sergio Gómez al dar a conocer, en rueda de prensa, los avances en la excavación del túnel que permaneció oculto casi 1.800 años.
El túnel se encuentra bajo el Templo de Quetzalcóatl o de la Serpiente Emplumada en uno de los extremos de Teotihuacán a unos 18 metros de profundidad, precisó el jefe del proyecto "Tlalocan, Camino bajo la tierra”.
Teotihuacán es una ciudad prehispánica (150 ac - 650 dc) ubicada a unos 50 kilómetros al noreste de la capital mexicana que llegó a ser una de las más grandes en el mundo antiguo con una extensión de unos 20 kilómetros cuadrados y más de 100.000 habitantes.
El túnel fue descubierto en 2003, pero pasaron nueve años para que los expertos llegaran hasta el final, tras extraer manualmente unas 950 toneladas de tierra y piedras que los teotihuacanos utilizaron para sellar el camino que representaba el inframundo para esta cultura.


En las excavaciones se utilizó tecnología de punta: georradares, escáner láser y dos robots, el Tlaloque I y Tláloc II, los cuales fueron construidos por Hugo Guerra, un estudiante de Mecatrónica del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
El túnel comienza a quince metros de profundidad pero desciende hasta los 18 metros al final, donde hay tres cámaras en las que han sido halladas numerosas ofrendas de tipo ceremonial.
En total, más de 50.000 piezas de todo tipo, entre piedras de jade, conchas y caracoles marinos, cerámica, esculturas y diversas figuras, semillas de diversas plantas, pelotas de hule, restos óseos de aves y felinos, así como objetos de madera en perfecto estado.
Gómez indicó que los estudios con carbono 14 han determinado que este pasaje subterráneo funcionó entre principios de nuestra era hasta el años 250 después de Cristo, antes de que se construyera la ciudadela de Teotihuacán.
En el túnel se colocaban las ofrendas importadas desde las costas del Golfo de México y del Caribe, como son los "grandes caracoles de hasta 60 centímetros, cuentas de jade de Guatemala, pelotas de hule de las zonas tropicales, así como cerámica de diversas zonas del actual territorio mexicano", dijo.
También se encontraron unas 15.000 semillas de tuna, jitomate, maíz y restos de flores de calabaza, "que muestran la variedad de la flora que consumían los pueblos prehispánicos de principios de nuestra era", apuntó.


El arqueólogo señaló que conforme avanzaban por la estructura fueron confirmando diversas hipótesis sobre el carácter ceremonial de toda la ciudadela, como una representación de los grandes mitos de la creación entre los antiguos pueblos. Dijo que este túnel había sido construido para representar "su visión del inframundo con montañas, cielo estrellado y ríos que lo cruzaban".
Según la mitología de los teotihuacanos, los ritos más importantes se realizaban bajo tierra, debido a que la Serpiente Emplumada recuperó ahí sus huesos humanos, nacieron los hombres y se inició el tiempo.
Asimismo, los especialistas creen que en los túneles del inframundo se desarrollaban los rituales de transmisión de poderes entre los gobernantes, por lo que consideran que los restos de los altos jerarcas se depositaban en este lugar.
Gómez espera encontrar en las cámaras los restos mortuorios de alguno de los personajes gobernantes o de la alta jerarquía política. "Eso solo es una hipótesis que esperamos poder confirmar", apuntó. Y es que las tres cámaras que están al final del túnel aún tienen gran cantidad de tierra y piedras con más de dos metros de espesor que deberán ser removidas para llegar al fondo.





Fuente: La Vanguardia / abc.es

COMO PARA PENSARLO III


DE ESTA DESTRUCCIÓN SE HABLA


Las estatuas de Messi, Maradona y Batistuta fueron inaguradas el 5 de junio en la plaza Intendente Torcuato de Alvear, en la Recoleta.
Las puso TyC Sports para celebrar su 20° aniversario homenajeando a los tres máximos referentes que tuvo la Selección Argentina de Fútbol.
Pero hoy, la empresa las removerá para repararlas, porque volvieron a ser dañadas intencionalmente.
La figura de Maradona sufrió la rotura de la nariz y otras partes de su cara; a la de Messi le cortaron los dedos índices que caracterizan su festejo de gol, y la de Batistuta tiene golpes y roturas en el rostro.
El vandalismo también se ensaña con las estatuas que coloca el Gobierno porteño para homenajear a otros personajes populares, como ocurrió con las de Alberto Olmedo y Javier Portales en la avenida Corrientes. Aún así, el Ejecutivo hoy lanzó un nuevo recorrido con más de estas figuras. Se trata del "Paseo de la Gloria", en la Costanera Sur, cuya primera estatua es la de Emanuel "Manu" Ginóbili.
En el Paseo, que está ubicado en la avenida Tristán Achával Rodríguez y Rosario Vera Peñaloza, también pondrán a la leona Luciana Aymar, los tenistas Guillermo Vilas y Gabriela Sabatini, el golfista Roberto de Vicenzo, el boxeador Pascual Pérez, el automovilista Juan Manuel Fangio, el rugbier Hugo Porta y los futbolistas Lionel Messi y Diego Maradona. "Este paseo forma parte de la preparación para los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018", explicó la vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, en la inauguración.

DE ESTA DESTRUCCIÓN, NO SE HABLA

De la destrucción del Monumento a Cristóbal Colón ordenada por la presidenta de la Nación al modo de los Talibán, gastando sumas enormes en alquiler de grúas para llevar a cabo el desguace, llevándose puestas a la Historia, a la Colonia Italiana donante, a las disposiciones judiciales, etc., etc...
Se acata mansamente lo que dicta el relato, lo que se ordena el admirado modelo bolivariano de perfección, las viles, disparatadas acusaciones de genocidio que infundadamente se hacen sobre el descubridor de América, las mentirosas afirmaciones de que se lo removía a Colón para restaurarlo, cuando ya había sido restaurado y cuando, en todo caso, si hubiera estado necesitado de restauración, lo más contraindicado era moverlo, etc.
De esta destrucción, no se habla.

COMO PARA PENSARLO II


El tema de hoy es que a la "estatua" de Luis Alberto Spinetta le robaron los anteojos por cuarta vez. Lo dice el GCBA y lo difunden los medios.
También que intentaron robarle la guitarra pero, que gracias al sistema con el que fue fijada, los vándalos no pudieron lograr su cometido.


Del Monumento a Sarmiento, hecho por Auguste Rodin, padre de la Escultura moderna, inaugurado donde está por el Presidente Julio A. Roca en el año 1900, cuyo pedestal de mármol blanco está íntegramente rajado y que debería estar guardado en el Museo Nacional de Bellas Artes desde hace años, NO se dice absolutamente nada.

Como para pensarlo... ¿no?

LOS INVENTOS DE AMANCIO WILLIAMS

Tres dimensiones.
Imaginó una aeroísla y un auditorio de acústica perfecta, también flotante.

 En medio del río. Así ideó Williams una versión de su Sala del Espectáculo Plástico y del Sonido en el Espacio.
En medio del río. Así ideó Williams una versión de su Sala del Espectáculo Plástico y del Sonido en el Espacio

Se acuerdan de la Aeroísla. La que lanzó Alsogaray en la época de Menem. La idea era hacer una inmensa isla frente a Costanera Norte y sobre ella construir una aeroestación. Esa no fue la primera vez que alguien proponía semejante proyecto. Semanas atrás, Miguel Jurado mencionó en esta misma sección el plan de Le Corbusier para Buenos Aires que incluía un círculo en medio del estuario del Río de la Plata donde ponía un aeropuerto. Sobre esa idea se montó Amancio Williams, el autor de la legendaria Casa del Puente o Casa del Arroyo en Mar del Plata, para proyectar una revolucionaria aeroestación flotante.
Williams, quien hoy tendría 101 años, es el invitado de la semana a Tres Dimensiones. Es que además, su reciente aniversario coincide con la publicación de su obra en la colección Cuadernos ARQ, Maestros de la Arquitectura Argentina. Y no sólo eso, anda circulando un documental sobre su vida que fue suceso en el festival de cine Bafici, se proyectó en el Centro Cultural San Martín y está recorriendo salas de Rosario, Tucumán y Salta.
El aeropuerto flotante no fue la única creación de Williams para Buenos Aires. Como dice Roberto Fernández, autor de este Cuaderno ARQ, fue lo que se conoce como un “type-giver”. O sea, no fue un simple creador de formas sino un inventor de tipos arquitectónicos, como pueden ser la casa “chorizo”, la casa con patio, la torre o el rascacielos.
En esa búsqueda esencial creó en los años 40, una propuesta de viviendas extendidas y ajardinadas (Viviendas en el Espacio), unos bloques de residencias colectivas con circulaciones muy anchas y escaleras mecánicas (Block H) y un impactante auditorio de acústica perfecta (Sala del Espectáculo Plástico y del Sonido en el Espacio) que en una de las propuestas alojó en medio del río.
El tipo más exitoso fue el de sus replicados “paraguas” de hormigón. Originalmente los diseñó para el pabellón de Bunge & Born en la Exposición Rural de Palermo y luego los usó en una Estación de Servicio en Avellaneda (1954), en un Supermercado textil en Bernal (1960) y como sobretecho de la Escuela Industrial en Olavarría (1960), y en los hospitales que proyectó para Corrientes. Tan icónicos resultaron que en 1999 el arquitecto Claudio Vekstein los recreó en la costa de Vicente López para hacer el monumento a Williams y luego, en la ciudad de Santa Fe, los usaron para crear un gran tendido de sombra, como metáfora de bosque tecnológico, en la Fábrica Cultural El Molino. El arquitecto británico Norman Foster hizo algo similar cuando se valió de paraguas coloridos y de metal para las estaciones de servicio que creó para Repsol en 1997. Y seguramente se volvió a inspirar en ellos cuando proyectó la sede del Banco Ciudad en Parque Patricios, que ahora están por inaugurar como sede de gobierno porteño.
Otras de las influencia de Williams sobre el británico Foster, considerado hoy uno de los mejores arquitectos del mundo, es sin duda su propuesta para el rascacielos suspendido. Sin duda la famosa torre del HSBC de Hong Kong construida por Foster en 1979 reconoce el legado del rascacielo originalmente pensado para la esquina noreste de Paraguay y Esmeralda, en el centro porteño, donde hoy el Estudio Aisenson construye la Torre Bellini Plaza San Martín. La obra tenía la particularidad de tener una enorme estructura de hormigón de 115 metros de altura de la cual colgaban tres bloques metálicos de ocho pisos cada uno y otro de cuatro donde se ubicaban las oficinas.
Volviendo al aeroparque sobre el río, recuerdo que cuando Alsogaray lo lanzó, pocos días después, estuvo Foster en Buenos Aires, que estaba construyendo su aeroísla en Hong Kong. Y comentó que era una buena idea construir un aeropuerto en una isla artificial cuando no hay espacio suficiente en tierra pero que no le veía sentido hacerlo en Argentina donde hay suficiente espacio en otras partes.

*EDITOR GENERAL ARQ
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Fuente: ARQ Clar+