ENCUENTRAN LA "MAGDALENA" PERDIDA DE CARAVAGGIO

Una de las mayores expertas en el artista halla la obra en una colección privada
La 'Magdalena en éxtasis' de Caravaggio. / LA REPUBBLICA

“Por fin, es ella”. Con estas palabras, Mina Gregori dio la búsqueda por cerrada, según La Repubblica. Ante los ojos de una de las principales expertas en Caravaggio de Italia se hallaba una de las pinturas perdidas del maestro: la Magdalena en extasis, la que llevaba consigo, junto con dos obras más, a bordo del barco que le condujo a Porto Ercole, donde falleció. La estudiosa la halló en una colección europea, según añade el diario italiano sin ofrecer más detalles, ya que la familia a la que pertenece ha pedido permanecer en el anonimato y no ha querido aclarar si algún día dejará que se exponga.
De este cuadro hay varias versiones por el mundo. Sin embargo, una sola es auténtica. Y, teniendo en cuenta la cantidad de atribuciones falsas que se asocian al nombre del artista italiano, el anuncio obligaría cuando menos a la sospecha. Hay, aún así, varios elementos que permiten confiar en la tesis de La Repubblica.
Ante todo, la propia Gregori es alumna de Roberto Longhi, considerado el estudioso por excelencia de Caravaggio. Ella misma asegura al diario italiano estar segura al 100%: "El cuerpo y sus tonalidades variadas, la intensidad del rostro, las muñecas fuertes y las manos de tonos lívidos con admirables variaciones de color y luz y con la sombra que oscurece la mitad de los dedos son los aspectos más interesantes de la pintura. Es Caravaggio”. Además, hay otra pista, esta vez detrás del óleo.
Un papelito colocado en la parte trasera de la obra, con grafía atribuible a la época del maestro italiano según La Repubblica, hace referencia al propio Caravaggio y a una obra que sería guardada en el barrio de Chiaia, en Nápoles, e iría en “beneficio del Cardenal Borghese de Roma”. Se trata, según Gregori, del detalle definitivo que permite atribuir la obra a Merisi. Pero, ¿por qué?
A 11 días del fallecimiento de Caravaggio, el 18 de julio de 1610, el obispo de Caserta, Diodato Gentile, envió una carta al cardenal Scipione Borghese, coleccionista y protector del artista. En la misiva, que sufrió un destino parecido al óleo y solo reapareció en 1994, el obispo informaba de la muerte de Merisi. De ahí que las obras que este llevaba consigo acabaran en las manos de Costanza Colonna, marquesa amiga de Caravaggio que vivía en Nápoles, en el barrio de Chiaia, y fue la encargada de cuidar de ellas a la espera de devolvérselas al cardenal.
La misión, evidentemente, no dio los resultados esperados. El San Juan que hoy todavía se expone en la galería Borghese sí llegó al destino final. La Magdalena y otro San Juan desaparecieron. Por lo menos, la primera ha vuelto.



Fuente: elpais.com

CAVAR UN FOSO POR ADOLFO BIOY CASARES

   Adolfo Bioy Casares por Sara Facio

"Dos años antes, en una pensión de Necochea, donde veraneaban —ella con sus padres, él solo—, se habían conocido. Desearon casarse, no volver a la rutina de escritorios de Buenos Aires y soñaron con ser los dueños de una hostería, en algún paraje apartado, sobre los acantilados, frente al mar. Empezando por el casamiento, nada era posible, pues no tenían dinero. Una tarde que paseaban en ómnibus por los acantilados vieron una solitaria casa de ladrillos rojos y techo de pizarra, a un lado del camino, rodeada de pinos, frente al mar, con un letrero casi oculto entre los ligustros: ideal para hostería. se vende. Dijeron que aquello parecía un sueño y, realmente, como si hubieran entrado en un sueño, desde ese momento las dificultades desaparecieron.
Esa misma noche, en uno de los dos bancos de la vereda, a la puerta de la pensión, conocieron a un benévolo señor a quien refirieron sus descabellados proyectos. El señor conocía a otro señor, dispuesto a prestar dinero en hipoteca, si los muchachos le reconocían parte de las ganancias. En resumen, se casaron, abrieron la hostería, luego, eso sí, de borrar de la insignia las palabras «El Candil» y de escribir el nombre nuevo: «La Soñada».
Hay quienes pretenden que tales cambios de nombre traen mala suerte, pero la verdad es que el lugar quedaba a trasmano, estaba quizá mejor elegido para una hostería de novela —como la imaginada por estos muchachos— que para recibir parroquianos. Julia y Arévalo advirtieron por fin que nunca juntarían dinero para pagar, además de los impuestos, la deuda al prestamista, que los intereses vertiginosamente aumentaban.
Con la espléndida vehemencia de la juventud rechazaban la idea de perder La Soñada y de volver a Buenos Aires, cada uno al brete de su oficina. Porque todo había salido bien, que ahora saliera mal les parecía un ensañamiento del destino. Día a día estaban más pobres, más enamorados, más contentos de vivir en aquel lugar, más temerosos de perderlo, hasta que llegó, como un ángel disfrazado, mandado por el cielo para probarlos, o como un médico prodigioso, con la panacea infalible en la maleta, la señora que en el piso alto se desvestía, junto a la vaporosa bañadera donde caía a borbotones el agua caliente.
Un rato antes, en el solitario salón, cara a cara, en una de las mesitas que en vano esperaban a los parroquianos, examinaron los libros y se hundieron en una conversación desalentadora.
—Por más que demos vuelta los papeles —había dicho Arévalo, que se cansaba pronto— no vamos a encontrar plata. La fecha de pago se viene encima.
—No hay que darse por vencido —había replicado Julia.
—No es cuestión de darse por vencido, pero tampoco de imaginar que hablando haremos milagros. ¿Qué solución queda? ¿Carlitas de propaganda a Necochea y a Miramar? Las últimas nos costaron sus buenos pesos. ¿Con qué resultado? El grupo de señoras que vino una tarde a tomar el té y nos discutió la adición.
—¿Tu solución es darse por vencido y volver a Buenos Aires?
—En cualquier parte seremos felices.
Julia le dijo que «las frases la enfermaban»; que en Buenos Aires ninguna tarde, salvo en los fines de semana, estarían juntos; que en tales condiciones no sabía por qué serían felices, y que además, en la oficina donde él trabajaría, seguramente habría mujeres.
—A la larga te gustará la menos fea —concluyó.
—Qué falta de confianza —dijo él.
—¿Falta de confianza? Todo lo contrario. Un hombre y una mujer que pasan los días bajo el mismo techo, acaban en la misma cama. Cerrando con fastidio un cuaderno negro, Arévalo respondió:
—Yo no quiero volver, ¿qué más quiero que vivir aquí?, pero si no aparece un ángel con una valija llena de plata…
—¿Qué es eso? —preguntó Julia.
Dos luces amarillas y paralelas vertiginosamente cruzaron el salón. Luego se oyó el motor de un automóvil y muy pronto apareció una señora, que llevaba el chambergo desbordado por mechones grises, la capa de viaje algo ladeada y, bien empuñada en la mano derecha, una valija. Los miró, sonrió, como si los conociera.
—¿Tienen un cuarto? —inquirió—. ¿Pueden alquilarme un cuarto? Por la noche, nomás. Comer no quiero, pero un cuarto para dormir y si fuera posible un baño bien calentito…
Porque le dijeron que sí, la señora, embelesada, repetía:
—Gracias, gracias.
Por último emprendió una explicación, con palabra fácil, con nerviosidad, con ese tono un poco irreal que adoptan las señoras ricas en las reuniones mundanas.
—A la salida de no sé qué pueblo —dijo— me desorienté. Doblé a la izquierda, estoy segura, cuando tenía que doblar a la derecha, estoy segura. Aquí me tienen ahora, cerca de Miramar ¿no es verdad?, cuando me esperan en el hotel de Necochea. Pero ¿quieren que les diga una cosa? Estoy contenta, porque los veo tan jóvenes y tan lindos (sí, tan lindos, puedo decirlo, porque soy una vieja) que me inspiran confianza. Para tranquilizarme del todo quiero contarles cuanto antes un secreto: tuve miedo, porque era de noche y yo andaba perdida, con un montón de plata en la valija, y hoy en día la matan a uno de lo más barato. Mañana a la hora del almuerzo quiero estar en Necochea. ¿Ustedes creen que llego a tiempo? Porque a las tres de la tarde sacan a remate una casa, la casa que quiero comprar, desde que la vi, sobre el camino de la costa, en lo alto, con vista al mar, un sueño, el sueño de mi vida.
—Yo acompaño arriba a la señora, a su cuarto —dijo Julia—. Tú cargas la caldera.
Pocos minutos después, cuando se encontraron en el salón, de nuevo solos, Arévalo comentó:
—Ojalá que mañana compre la casa. Pobre vieja, tiene los mismos gustos que nosotros.
—Te prevengo que no voy a enternecerme —contestó Julia, y echó a reír—. Cuando llega la gran oportunidad, no hay que perderla.
—¿Qué oportunidad llegó? —preguntó Arévalo, fingiendo no entender.
—El ángel de la valija —dijo Julia. Como si de pronto no se conocieran, se miraron gravemente, en silencio. Arriba crujieron los tablones del piso: la señora andaba por el cuarto. Julia prosiguió—: La señora iba a Necochea, se perdió, en este momento podría estar en cualquier parte. Sólo tú y yo sabemos que está aquí."

Adolfo Bioy Casares

Fragmento de "Cavar un foso"


Fuente: sara facio fotografías

ARTE EN EL CIELO


ARTE EN EL CIELO. Los surfistas caminan bajo la instalación realizada por el artista argentino Alejandro Propato llamado “Amanecer permanente” en Tamarama Beach de Sydney, Australia. Artistas de 16 países preparar sus trabajos para la próxima muestra de arte en el mar. (AFP)

Los surfistas caminan bajo la instalación realizada por el artista argentino Alejandro Propato llamado “Amanecer permanente” en Tamarama Beach de Sydney, Australia. Artistas de 16 países preparan sus trabajos para la próxima muestra de arte en el mar.

Foto: AFP

UN LUIS FELIPE NOÉ SIGLO XXI

YUYO. A los 81 años, el gran pintor Luis Felipe  Noé sigue tan inquieto como siempre. Es un querido referente histórico de nuestro arte, integrante del grupo Nueva Figuración, inaugura su nueva exposición llamada Noé siglo XXI porque son todas obras producidas en los últimos 14 años. (David Fernández)

YUYO. A los 81 años, el gran pintor Luis Felipe Noé sigue tan inquieto como siempre.

Es un querido referente histórico de nuestro arte, integrante del grupo Nueva Figuración. Inaugura su nueva exposición llamada Noé siglo XXI porque son todas obras producidas en los últimos 14 años.



Foto: David Fernández

LOS EDIFICIOS EMBLEMÁTICOS ABRIERON SUS PUERTAS
Y 18 MIL VECINOS SE ASOMARON A MIRAR

Patrimonio: joyas de la arquitectura porteña.Arrancó la segunda edición de Open House, el festival que invita a conocer 80 lugares que suelen estar cerrados al público. Ayer se agotaron los cupos y hoy se repite la experiencia.
Visitantes. El patio del pasaje que nació como caballeriza de una comisaría. / Martín Bonetto


Visitantes. El patio del pasaje que nació como caballeriza de una comisaría. / Martín Bonetto


La búsqueda del tesoro está en marcha. Las joyas a descubrir son piezas únicas de la arquitectura de la Ciudad, ya sea por su valor patrimonial o histórico o por su estilo. Entre ayer y hoy, hay 80 edificios para recorrer, 400 voluntarios para mostrarlos y 18.000 personas ávidas por conocer lugares a los que, generalmente, no se puede acceder. De eso se trata la segunda edición del Buenos Aires Open House, el festival de arquitectura que se desarrolla este fin de semana y que apela a la curiosidad de la gente por conocer “la casa de otro”.
“Este evento no está orientado sólo a arquitectos, sino a quienes pasan por la puerta de un edificio y no se imaginan qué hay adentro”, explica Santiago Chibán, integrante de Cohabitar Urbano, el grupo que organiza el evento.
El festival propone redescubrir edificios públicos, como el Teatro Colón o la Biblioteca Nacional. O entrar a otros semipúblicos, como el hotel NH City, en Bolívar 160, una construcción de 1931 de estilo art decó con influencia neogótica. Pero, por sobre todo, Open House invita a conocer la intimidad de viviendas privadas.
Para participar, el público tuvo que inscribirse en un registro con 18.000 cupos, que se agotaron con rapidez. Hoy se pueden visitar sin inscripción el Centro Metropolitano de Diseño CMD (Algarrobo 1041, de 10 a 14 y de 15 a 19), la Usina del Arte (Caffarena 1, de 11 a 17), la Manzana de las Luces (Perú 272, de 15 a 19), la Casa de la Cultura (Av. de Mayo 575, a las 15 y a las 16), el Palacio Municipal (Bolívar 1, a las 15 y a las 16). Además, desde el Museo de Arquitectura (Libertador 999)), partirán recorridos guiados en bicicleta a las 12, a las 14 y a las 16. Mientras, entre las 11 y las 18 habrá artistas callejeros pintando los muros del hospital Pirovano, sobre las calles Roque Pérez, Rivera y Melián.


Fuente: clarin.com

CON JUANITO Y RAMONA, VUELVE ANTONIO BERNI
Y NOS HABLA DEL PRESENTE

Una muestra del gran maestro rosarino abre el viernes.
Sus personajes del chico pobre y la prostituta no perdieron vigencia

La gran tentación o la gran ilusión. De 1962
La gran tentación o la gran ilusión. De 1962

Llegaron los monstruos, gigantes hechos de cartón, madera, metal y basura. Ellos asustan y se comen a Ramona -prostituta pobre primero, sofisticada después- con sus enormes bocas llenas de dientes filosos creados de chapas oxidadas y clavos. En sus pesadillas, Ramona –el personaje mítico creado por el gran artista Antonio Berni- sueña, cuando se descuida, cuando baja la guardia, que los monstruos la devoran. A su lado, Juanito –el pequeño niño de la villa pobre “pero no el pobre niño”, detalló Berni en su momento- juega en cuadros enormes con sus barriletes, trapos y perros a la vera del Riachuelo contaminado: un riachuelo de brea. Los cuadros están hechos directamente sobre paredes de casillas de la villa, tienen la escala de esas casas. Señores, estos son los dos personajes emblemáticos de Berni y esta es la exposición más grande jamás organizada sobre ellos. Y es impresionante: porque nos muestra a nosotros mismos, la realidad que nos rodea. Y además comprueba que desde los 60 –los años en que Berni creó estas series- muy pocas cosas han cambiado: la situación sólo se profundizó.

Antonio Berni: Juanito y Ramona abre al público este jueves en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). Fue co-producida por el Museo de Bellas Artes de Houston (Estados Unidos), espacio donde se exhibió el año pasado.
Ramona en la calle. 1964..
Ramona en la calle. 1964.

Y promete ser una muestra histórica: porque trata sobre la historia de nuestros niños y mujeres pobres pero también sobre todas las situaciones marginales, injustas y de pobreza que existen en el mundo. Hay que notar cómo expone esas situaciones ese gran innovador y genio que fue Antonio Berni, completamente reconocido en nuestro país pero una figura a la que todavía le falta conquistar al público mundial. Esta gran exposición –fruto de 3 años de investigaciones- puede ayudar a eso: a situarlo definitivamente en un contexto internacional.
Curada por la puertorriqueña Maricarmen Ramírez –del museo de Houston y una de las más inteligentes y poderosas curadores especializadas en arte latinoamericano- en conjunto con Marcelo Pacheco –ex curador del MALBA- la exposición reúne 150 obras que abarcan la trayectoria de Berni de 1958 a 1978 (casi hasta su muerte, en 1981).
Hay pinturas bidimensionales, los famosos grabados con relieve de Berni, que muestran una técnica innovadora: en la matriz, la base desde la que se hacen los grabados, Berni pegaba directamente trozos de metal, chapas, tuercas; con ellos ganó el Gran Premio de Grabado en la Bienal Internacional de Venecia de 1962 y fue el primer artista argentino en lograr un premio allí.
Ramona levanta pesas. 1963.
Ramona levanta pesas. 1963.

Hay xilocollages y xilocollages-relieves –aún todavía más innovadores que los anteriores, en ellos Berni armaba la matriz con yeso y esculpía allí con las gubias, para lograr luego en la copia, en el grabado, un efecto volumétrico muy fuerte, prácticamente escultórico. Esto se ve clarísimo en la exposición porque ¡Oh, gran-sorpresa-gran! ¡Se exhiben las matrices originales! También hay presentados ensamblajes y construcciones polimatéricas, como las complejas construcciones de los monstruos.

El mundo prometido a Juanito Laguna. Una obra de 1962
El mundo prometido a Juanito Laguna. Una obra de 1962

Hay que fijarse dos cosas fundamentales en la obra de Berni, relacionadas directamente con la elección de una fuerte temática social. Una es el uso de materiales atípicos (basura, ruedas, chapas) en forma de ensamblaje en sus pinturas y esculturas, que refuerzan el sentido de lo que quiere decir: Pacheco dirá que “el uso del collage y del ensamblado puso aún más en juego el problema de “lo real real”. Y, por otro lado, el especial uso de la narración que hace Berni: él cuenta la historia de sus personajes, los sigue en el tiempo, hace una Figuración Narrativa (algo innovador en los años 60 en pintura).
Desde allí, desde estas historias contadas con metal, raíces, óxido y cartón, Berni criticará el mundo sin ningún pudor, sin ninguna vergüenza, con la fuerza poderosa de todos los materiales existentes a la vista. Con un enorme compromiso social e interior.

Ramona, vida de una prostituta

Uno de los personajes de Antonio Berni.

Mercedes Pérez Bergliaffa

Ramona se esforzó por ser costurera pero la plata no le alcanzaba. Entonces la prostitución fue la solución que encontró. Berni la pintó –y sobre todo la retrató en sus maravillosos xilo-collages relieves- momento a momento, mostrando toda su evolución: una Ramona niña, luego convertida en una prostituta burda y más tarde en una más sofisticada y amiga del poder.
Adelantándose a su tiempo, en los 70 el pintor deja señales en los cuadros: cómo se coloca a la mujer en el lugar de una especie de objeto, se le pide que use corpiños X para agrandar sus senos, que sea sexy…
La televisión –muy presente en estas obras de Ramona- será una influencia fuertísima en la construcción de la imagen femenina, y aparecerá siempre muy cerca de las Ramonas, algunas hechas de brillos, otras muy opacas y solitarias, construidas con yeso y papel.

Juanito: el mundo prometido está lejos

Uno de los personajes de Antonio Berni.

Juanito (1978). En el conurbano
Juanito (1978). En el conurbano.

Berni lo pintó en los 60 pero podría haber sido pintado ahora: jugando sentado en medio del barro o en un bote en el Riachuelo.

Juanito –siempre con una cara distinta, Juanito no tiene un rostro específico, Juanito es un arquetipo- mira hacia el cielo y ve pasar una nave. La carrera espacial está comenzando pero para él la realidad es otra: llevarle la comida al mediodía a su padre –laburante de una fábrica-, compartir el pan dulce de Navidad con la familia y los perros dentro de la casilla donde todos convivían; emigrar de la villa con una pequeña bolsa al hombro –todas sus pertenencias-, cuando hiciera falta.
Juanito juega con aviones de juguete y sueña con volar. Lo rodean latas de gaseosas, publicidades prometiendo viajes, playas, relojes, ropa… La sociedad de consumo post-industrial lo rodea: en lo más hondo del conurbano.
Berni usa directamente las chapas de esas publicidades y las atornilla en sus pinturas: con ellas arma al niño, un Juanito pobre, lleno de señales y contradicciones. El mundo prometido queda lejos, muy lejos.



Fuente: clarin.com

DISPUTA SOBRE ARTE DE VÍCTIMAS DEL NAZISMO

Christie's y Sotheby's difieren sobre el manejo de dos obras de Schiele
"Mujer sentada con la pierna izquierda doblada" de Egon Schiele. Foto Sotheby's
Por PATRICIA COHEN y GRAHAM BOWLEY  
The New York Times

Las similitudes entre dos obras de arte que se subastarán el próximo mes por Christie y Sotheby en Nueva York son sorprendentes. Ambos fueron creados por el expresionista austríaco Egon Schiele. Y tanto una vez perteneció a Fritz Grünbaum, un artista de cabaret vienés cuya gran colección de arte fue inventariada por agentes nazis después de que fuera enviado al campo de concentración de Dachau, donde murió.
Pero también hay una diferencia notable en la forma en que las casas están manejando las ventas.
Christie's vende la acuarela "Ciudad en el Río Azul," de Schiele, de 1910, el 5 de noviembre, en relación con un acuerdo de restitución de que trata el trabajo como arte saqueado y ofrece una indemnización a los herederos de Grünbaum.
Sotheby 's está vendiendo un gouache y lápiz de trabajo de 1917, "Mujer sentada con la pierna izquierda doblada," el 4 de noviembre en un arreglo que no compensa a la familia. La casa de subastas se apoya en sentencias de los tribunales federales de Estados Unidos que se ha encontrado la familia esperó demasiado tiempo para presentar su reclamación y que no había pruebas suficientes para concluir "Mujer sentada" había sido robado.
"El tribunal fue muy claro al considerar que las obras no fueron saqueadas", dijo Jonathan A. Olsoff, el abogado de Sotheby's y experto en casos de restitución.
La historia de estas dos obras con una historia compartida ilustra cómo, incluso 70 años después de la guerra, los expertos del mercado internacional de arte pueden estar en desacuerdo sustancial acerca de cómo manejar la venta de obras de arte que alguna vez fueron propiedad de judíos en Europa durante la época nazi.
"La falta de normas es uno de los mayores problemas que tenemos", dijo Thomas Kline, un abogado de Washington que se especializa en la recuperación de obras de arte robadas y bienes culturales. El resultado, agregó, es a menudo "la ruleta restitución."
Las dificultades se vuelven particularmente agudas en casos como el de Grünbaum, donde hay versiones contradictorias, grandes lagunas en los registros y las diferentes nociones de lo que constituye una solución justa.
Al igual, varios museos de Sotheby propietarias de Schiele una vez en la colección de Grünbaum, incluyendo el Instituto de Arte de Chicago y el Museo de Arte Moderno, dicen que han investigado la procedencia y que ellos también están convencidos de que sus obras no fueron saqueadas. Al mismo tiempo, la familia se ha ganado el apoyo de expertos en el arte de restitución, y ha enumerado la colección con la base de datos de arte perdido de Internet, que está dirigida por el gobierno alemán.
"Estos problemas se complican extraordinariamente porque no hay reglas fijas y que no saben sin duda lo que pasó en muchos casos", dijo Mónica Dugot, directora internacional de la restitución en Christie's. "Tenemos que estar en una posición en la que podemos estar seguros de que podemos transmitir buen título a las obras en nuestras ventas."

La estrella de cabaret Fritz Grünbaum alrededor de 1925. Foto: Imagno / Getty Images

En los últimos años, han sido elogiados tanto de Christie's y Sotheby's por su diligencia en la investigación de la procedencia y sus esfuerzos para organizar los asentamientos de restitución con herederos de arte saqueado. Pero hace décadas, ambos venden pinturas que pertenecieron a Grünbaum sin tales acuerdos.
La acuarela que Sotheby's está ofreciendo el próximo mes se vendió en una subasta en Londres en 2005. El propietario, David Bakalar, compró a una galería de Nueva York por  4.300 dólares en 1963, pero la venta de 2005 fue cancelada cuando los herederos de Grünbaum, Leon Fisher y Milos Vavra, afirmaron que había sido saqueada.
Para los próximos ocho años, la acuarela fue atado en litigio y las dos casas de subastas se mantuvieron alejadas de las obras que alguna vez fueron propiedad de Grünbaum por la preocupación de que cualquier venta podría ser impugnada. Ahora ambas cámaras dicen que tomarán decisiones caso por caso.
El debate sobre las obras de Grünbaum se ha centrado en gran medida en si se le debe creer a un marchand de arte suizo que dijo que le compró docenas de obras de Schiele a la cuñada de Grünbaum. Grünbaum tenía unas 450 obras, entre ellas 81 de Schiele, cuando su colección fue inventariada por agentes nazis en 1938, apenas unos meses después de que Grünbaum, un cómico famoso conocido por sus púas sobre el Tercer Reich, fuera enviado a Dachau.
Es imposible saber si la "Ciudad" y "Mujer asentada" fueron algunos de esos trabajos. Ni se las nombra específicamente en el inventario, que señala sólo en un resumen que la colección incluye docenas de obras de colores, dibujos y grabados. A continuación, la caché de arte fue trasladada a un depósito de almacenamiento en Viena. Grünbaum murió en 1941, y su esposa, Elisabeth, murió en 1942, en un campo de concentración en Minsk.

La colección de arte de Grünbaum incluyó este Schiele, "Ciudad en el Río Azul," de 1910. Foto Christie's

La próxima vez que cualquiera de las obras de la colección de Grünbaum aparecieron en el mercado del arte estaba en la década de 1950, cuando el comerciante suizo, Eberhard Kornfeld, vendió algunos. Sr. Kornfeld más tarde dijo que los había comprado a la hermana de Elisabeth Grünbaum, Mathilde Lukács-Herzl, quien murió en 1979. El Sr. Kornfeld producido correspondencia con la señora Lukács-Herzl, timbres fiscales y otra documentación que respalde su cuenta.
Jonathan Petropoulos, el ex director de investigación técnica para la Comisión Asesora Presidencial sobre los Activos del Holocausto en los Estados Unidos, ha tildado de sospechosa a la historia del Sr. Kornfeld, en parte debido a que los documentos llevan variadas formas de escribir el nombre de "Matilde" en las firmas a lápiz y porque lo hizo no identificarla como la fuente de las obras hasta décadas después de su muerte. En cualquier caso, el Sr. Petropoulos, que fue contratado por el equipo jurídico de la familia Grünbaum, argumenta que la Sra Lukács-Herzl no tenía título para el arte porque ella nunca fue declarada heredera de Grünbaum por un tribunal austriaco, según sea necesario.
William Charron, el abogado del Sr. Bakalar, respondió que la Corte Federal de Distrito en Manhattan, que gobernó en demanda de la familia de la Grünbaum sobre "Mujer sentada", "rechazado el argumento de que el Sr. Kornfeld tenía documentos falsificados".
"Todos estos argumentos fueron transmitidos a fondo en los tribunales", dijo.
Así el catálogo de Sotheby's incluye el nombre de Mathilde Lukács-Herzl en la procedencia de "Mujer sentada", que tiene un valor estimado de 1,2 a $ 1,8 millones de dólares. En el catálogo de Christie's, la procedencia de la obra de Schiele que sale a venta no incluye ninguna mención de Lukács-Herzl. Su valor estimado es de 800.000 a 1,2 millones de dólares.
Timoteo Reif, un pariente Grünbaum, dijo que su familia se alegró de que Christie's y los propietarios de la acuarela "The Town", la finca de Ilona Gerstel, habían optado por reconocer la pretensión de la familia.
"Los esfuerzos de la familia Gerstel y por Christie's", dijo, "para llegar afirmativamente a la familia Grünbaum son ejemplos de la forma en que debería abordarse esta trágica serie de cuestiones.


Fuente: nytimes.com

FRANK GEHRY, UN PROTAGONISTA DE LA TEMPORADA EUROPEA

Del flamante premio Príncipe de Asturias de las Artes, que hizo ayer un controvertido arribo a Oviedo, se inaugura en París la cristalina fundación Louis Vuitton; el Pompidou repasa su obra
La nueva Fundación LVMH se dedicará al arte contemporáneo; el arquitecto creó también el Guggenheim de Bilbao  Foto: AP
La nueva Fundación LVMH se dedicará al arte contemporáneo; el arquitecto creó también el Guggenheim de Bilbao. Foto: AP
Por Nathalie Kantt

PARÍS.- La revista del diario Le Monde puso recientemente a Frank Gehry (Toronto, 1929) en portada y le dedicó más de seis páginas, mientras el Centro Pompidou le consagra por estos días una retrospectiva de su obra, la primera en Europa, que durará tres meses. No es que Francia esté descubriendo recién ahora a uno de los arquitectos más célebres del mundo -autor, por ejemplo, del Guggenheim de Bilbao, que lo catapultó a la fama en 1997-. Todos los proyectores están sobre él porque su última creación, la Fundación Louis Vuitton, que terminó de construir en marzo y que abre al público el lunes, se convirtió en uno de esos monumentos arquitectónicos osados que esta ciudad no veía desde hacía mucho tiempo. Una especie de nave marítima gigantesca de 12.000 metros cuadrados, una "nube" -como la llama su creador- que se eleva a 48 metros, con doce inmensas velas de vidrio que sobresalen en medio de los árboles de los bosques de Boulogne, en el oeste de la ciudad. Destinada al arte contemporáneo, incluye 11 salas de exposición (una, de 17 metros de altura), una sala de conciertos, un restaurante, una librería y tres terrazas con vistas inéditas de París.
Además de haberse convertido en el protagonista de la temporada cultural de esta ciudad, el padre de obras como el Walt Disney Concert Hall de Los Angeles; el Vitra Design Museum, cerca de Basilea; la torre de Spruce Street, en Nueva York; el Puente de Vida Museo, en Panamá, recibe hoy el Príncipe de Asturias de las Artes, galardón que en otras disciplinas el rey Felipe dará hoy al argentino Quino, padre de Mafalda, y el escritor irlandés John Banville, entre otros. "Fue una sorpresa. La verdad es que no sabía mucho sobre el premio, pero me sentí honrado", confesó. Quizá cansado por una agenda europea cargada, durante la conferencia de prensa de ayer en Oviedo respondió con un gesto de fuck you cuando le preguntaron qué opinaba de quienes dicen que su arquitectura es espectáculo. Luego, agregó: "Hoy el 98% de lo que se construye y se diseña es pura mierda. No hay sentido del diseño, ni respeto por la humanidad ni por nada. Son malditos edificios y ya está. De vez en cuando, sin embargo, hay una pequeña cantidad de personas que hace algo especial. Son muy pocos. Pero ¡Dios santo!, déjenos en paz".
Reconocido en 1989 con el Pritzker, suerte de Nobel de la arquitectura, es adulado por personajes tan distintos como Brad Pitt, Lady Gaga y la ex secretaria de Estado Hillary Clinton. Gehry forma parte de ese grupo de arquitectos más conocidos, y reconocidos, del siglo XXI, aunque no soporta la expresión "arquitecto-estrella".
Nacido en una familia de inmigrantes judíos polacos, de padre vendedor de flippers y con una madre ama de casa melómana, pasó su infancia en un suburbio de Toronto, Canadá, y durante mucho tiempo no supo qué haría de su vida. Al llegar a Los Angeles con su familia, a los 17 años, pasó por muchos trabajos (chofer de pesos pesados, empleado de limpieza en los aviones) antes de inscribirse en la carrera de arquitectura en la University of Southern California. Cambió de nombre (su verdadero apellido es Goldberg) a pedido de su primera mujer, con quien tuvo dos hijas y de quien se divorció, que quería proteger a sus hijas de posibles agresiones antisemitas. Su segunda mujer, Berta, con quien tuvo dos varones, es panameña y se ocupa de la contabilidad de Gehry Partners: la sociedad instalada en una especie de fábrica en Marina del Rey, L.A., en donde, rodeado de arquitectos jóvenes, nacen todos sus proyectos. Ella quiso que su marido retomara su apellido de origen, pero para ese entonces, su carrera, que empezó tarde, cuando él tenía ya 50 años, estaba lanzada.



Fuente: lanacion.com

ESPACIO DE EXPERIMENTACIÓN EN ARTE Y TECNOLOGÍA

Hirsch y su corto Canciones napolitanas  Foto: LA NACION / Hernán Zenteno
Hirsch y su corto Canciones napolitanas. Foto: LA NACIÓN / Hernán Zenteno

Por Natalia Blanc


En una pantalla gigante, ubicada en medio de una sala a oscuras, se ve una boca de labios carnosos en primer plano. El movimiento indica que está masticando algo. Es hígado crudo. Cuando termina de devorar el último pedazo de víscera, llega el postre: la boca se abre para comerse una tarjeta postal. El corto, de diez minutos, se titula Canciones napolitanas y fue filmado en 1971 por Narcisa Hirsch, pionera del cine experimental de la Argentina. A los 85 años, la realizadora es la artista homenajeada de la nueva edición de Fase 6.0, la muestra de arte, ciencia y tecnología que se inaugura hoy en el Centro Cultural Recoleta y podrá visitarse hasta el 9 de noviembre con entrada libre y gratuita.
Con el lema "Tecnologías: políticas y poéticas", la exhibición ocupa todas las salas del Recoleta. Además de las películas fundamentales de la filmografía de Hirsch, el público podrá conocer los trabajos experimentales de estudiantes del UNA (nueva denominación del Instituto Universitario Nacional de Arte), la Universidad Maimónides y la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Entre los artistas invitados figuran Leo Núñez, Germán Sar, Fabiana Gallegos, Agostina Uribarri y Eva Semino. Realizadas con diferentes soportes y recursos, las obras exhibidas son interactivas. En Resquicio, por ejemplo, alumnos y docentes de la Facultad de Arte de la Universidad del Museo Social Argentino proponen un recorrido por un enorme laberinto construido con cajas de telgopor: cientos de embalajes de equipos de computación desechados en las calles se transformaron en paredes para la proyección de cortos referidos a las grietas sociales causadas por la tecnología.
El homenaje a Hirsch sigue la línea del lema "políticas y poéticas": artista de vanguardia, la cineasta se mantuvo siempre por fuera del circuito oficial de arte e, incluso, por fuera de espacios como el Instituto Di Tella. Su posición artística fue también política. Para el tributo a su trayectoria en Fase 6.0, Hirsch no quiso discursos ni actos. Prefirió actualizar su emblemático corto Canciones napolitanas, cuya versión original fue realizada en el formato de 16 mm y ahora se exhibe como una instalación en soporte digital. "En los años 70 y 80 lo proyecté en sótanos de espacios alternativos; luego ya pudo verse en el Instituto Goethe. Pero siempre iban las mismas diez personas", contó durante el recorrido por Fase 6.0 con LA NACIÓN. Tres pantallas de plasma, en la sala Prometeus, pasarán en continuado sus films Come out, Pink Freud, Taller y Aída. Al fondo, sobre una pared blanca, se verá El mito de Narciso, largometraje de una hora en el que Hirsch abordó el género documental para contar la historia de su vida.

Laboratorio en "Noé. Siglo XXI"

  • En el marco de la muestra "Noé. Siglo XXI", que se inauguró esta semana en la Colección Fortabat, con curaduría de Rodrigo Alonso, hoy se realizará un laboratorio interdisciplinario de artistas visuales, sonoros y audiovisuales, en el que crearán en vivo una obra en colaboración. Participarán varios artistas, además del propio Luis Felipe Noé. A las 16, en Olga Cossettini 141.

    Fuente: lanacion.com

¡TAMBIÉN FLOTARÁS!

El diseñador Alex Chinneck hace magia con los edificios. ¡Vuelan!

¡También flotarás!

Juan Göttling

Hoy comienza a desarmarse la instalación Take my lightning but don’t steal my thunder. La obra, del diseñador británico Alex Chinneck, estaba en exhibición en Covent Garden, una “piazza” turística de Londres. Consistía de un edificio “levitando”: la mitad, arrancada del resto, flotaba, como si hubiera sido arrancada, y el público puede pasar por abajo sin problemas. La instalación es una réplica del pub Punch and Judy que se encuentra en el sector oeste de la plaza, y respeta el estilo arquitectónico de Covent Garden.
Alex explicó al Sí! cómo consiguió la ilusión y qué significó este trabajo para él: “Siempre fui más artista que diseñador. Mis preocupaciones fundamentales son aquellas típicamente asociadas con el hacer arte, que incluyen las decisiones visuales, conceptuales y de materiales para crear experiencias poderosas. La parte de diseñador es sólo una manera de facilitar intenciones creativas y realizar ambiciones esculturales”.
–¿Hay algún mensaje en esto?
–Soy feliz de que la gente tome lo que quiera de mis obras. Personalmente encuentro que en la búsqueda de transmitir un mensaje conceptual, el impacto escultural se pierde fácilmente. También siento que el espacio público no es el lugar para sermonear, es el lugar para actuar. Espero que las experiencias sean naturalmente divertidas pero físicamente sorprendentes.
–¿Cómo creaste la instalación de Covent Garden?
–Para crear la ilusión de que el edificio entero levitaba, lo hicimos sin cables, soportes ni nada por el estilo. Esto es posible gracias a un contrapeso de seis toneladas ubicado en un extremo del edificio, que está disimulado como un puesto de mercado.
-¿Cuál fue el mayor desafío?
-Es un desafío significativo para la ingeniería y muy complejo de llevar a cabo. Lo más estresante fue cuando había diez camionetas grandes entrando y saliendo de la Piazza, cargando más de quince toneladas de acero.


Fuente: Suplemento Sí Clarín

CREAR, DESTRUIR, REPONER UN HUEVO

Nosotros afuera, la mítica obra efímera que Federico Peralta Ramos presentó en el Di Tella en 1965, “renace”, ahora perdurable, en Nueva York y en Buenos Aires.
   Federico Peralta Ramos. “We, The Outsiders”, 2014. Vista de la exhibition en e-flux, Nueva York. Cortesía de la familia Peralta Ramos, © e-flux.
Por M. S. Dansey

La anécdota es bien conocida, casi una leyenda urbana de la mítica Buenos Aires de los años 60. El artista payaso, el chamán conceptual, el dandy festivo y atormentado que hasta ese momento venía coqueteando con el arte informal presenta para el Premio Di Tella de 1965 un enorme huevo de mampostería y yeso. La obra, “Nosotros afuera”, es construida en la misma sala por una cuadrilla de albañiles que terminan sobre la hora. Como toda documentación, existe un par de fotografías que muestran al artista de riguroso traje parado junto al huevo descomunal. Las fotos permiten adivinar la humedad en los últimos trazos del fratacho. El premio va para Peralta Ramos, pero según los comentarios de quienes vivieron para contarlo, en medio de la premiación el huevo comienza a temblar y cede sobre sí mismo: implosiona. Otra foto de color lavado, posiblemente de una cámara portátil, muestra al artista destruyendo su propia criatura a mazazos. Se dice que después de esto no volvió a hacer piezas formales. No como lo hacía antes.
“El huevo puso fin a su ansiedad por convertirse en un artista conceptual, de ser parte de un movimiento; una figura capaz de comentar o contribuir a ciertas tradiciones”, opina Chus Martínez, curadora española de proyección internacional, que acaba de inaugurar We, the outsiders , en el espacio e-flux de Nueva York. La muestra funciona alrededor de la reconstrucción de esa pieza histórica que sirve como eje de otras obras actuales del cineasta alemán Lutz Mommartz; el artista argentino Eduardo Navarro y la pintora polaca Agnieszka Brzezanska.
Si el huevo plantaba una correspondencia entre la racionalidad –el afuera– y el sin sentido –el adentro–, “el sentido se suspende cuando el huevo comienza a partirse y reduce toda posibilidad narrativa a escombros”, dice Martínez. Para ella “el huevo es el fin del pensamiento crítico y es al mismo tiempo una invención”, en el sentido de que clausura lo establecido para proponer sus propias condiciones, leyes y lenguaje.
A partir de este suceso se consolidaría el performer, por usar un término ubicuo que no termina de caberle del todo a este artista extraordinario, mezcla de filósofo callejero y profeta sui-generis, que usó el dinero de la beca Guggenheim para dar un banquete en el hotel Alvear, que recitó poesías en Karim y dio cátedra en el Florida Garden; que se le adelantó 40 años a Marina Abramovic con eso de presentarse en la sala solito y su alma. El anecdotario es interminable y las obras, a esa altura, sirven como souvenirs de lo que fue una revolución andante.
“Nosotros afuera”, es la anti-obra por excelencia. La criatura que engendraba aquel huevo nunca hubiera podido llegar a ser nada. Estaba condenada a la fugacidad del instante.
Desde esa perspectiva, el huevo de Martínez, incluso con materiales nobles y tecnología de punta, tiembla como el original y amenaza con caerse a pedazos. Su texto lo justifica, lo pone en contexto. La curadora apela a la selva tropical, como símbolo de una anarquía vital que resignifica cualquier categoría crítica. Todo muy lindo, pero lo dice y lo hace desde un prístino cubo blanco neoyorkino, donde resulta impensable una mancha de moho, un grito de guerra.
Una cuestión similar provocó el homenaje impulsado por un grupo de amigos del artista y llevado adelante por el secretario de Desarrollo Económico porteño, Miguel Chain. El mismo huevo, esta vez de concreto, será emplazado en la plazoleta Ginastera, entre la Plaza San Martín y el ingreso al edificio Kavanagh. Como sucede con toda obra que vaya a ser ubicada en la vía pública de manera definitiva, el proyecto debió pasar por la Legislatura. Su redacción –proyecto presentado por la diputada Lía Rueda– presentaba la contradicción que esta obra acarrea. Según el texto se trataría de una “escultura” adaptación de la que se había presentado en el Di Tella. Cabe la pregunta: ¿Una escultura? ¿De quién? ¿De su grupo de amigos? ¿del ministro Chain? ¿de la diputada Rueda? ¿Un monumento a vaya a saber qué en nombre del artista sin obra?
Después de largas discusiones en reunión de asesores el caso se resolvió con un juego de palabras que a Federico Manuel le hubiera causado gracia: “Monumento en homenaje a la obra realizada por el artista…”. Y bla bla bla. Vale decir que los trabajos ya empezaron y el huevo será inaugurado antes de fin de año.
En paralelo a esta inauguración, el empresario Deni di Baiggio, otro de los dandis porteños que hizo migas con el artista, planea acompañar la celebración con una muestra en el subsuelo de Pizza Filo, bodegón súper-glam y un poco decadentón ubicado en la manzana loca, hábitat natural de Peralta Ramos. Mientras le sigue la pista a fotos caseras, esquelas, dibujos y piezas menores esparcidas por su círculo íntimo, la curadora, Mariana Rodríguez Iglesias, se concentra sobre todo en la memorabilia. “La mejor expo de Federico hoy –dice la treintañera– serían sus relatos, las historias que otros pueden contar de él. Su obra es inmaterial y su soporte, la oralidad y el recuerdo”.
Su postura parece coherente con la manera de circular que tenía Peralta Ramos. Hasta entonces, los que pasen por el espacio e-flux, en Nueva York, podrán darle vueltas y experimentar con el cuerpo ese otro huevo de factura impecable. Y los que no, no dejaremos de preguntarnos cuán legítimo es rehacer una pieza destruida ex profeso para sostener las mismas ideas que llevaron al artista a darle fin haciendo uso de todas sus fuerzas.
   Eduardo Navarro. Obra del artista argentino que es parte de la muestra en e-flux.



Fuente: Revista Ñ Clarín

FESTIVAL PARA CURIOSOS:
70 EDIFICIOS PORTEÑOS ABREN SUS PUERTAS
DURANTE DOS DÍAS

Este fin de semana será la segunda edición de Open House, donde se podrá recorrer espacios privados, que suelen estar cerrados al público, de gran valor arquitectónico y patrimonial
 El colosal ‘Pasaje Barolo’, todo un emblema de la tradicional Avenida de Mayo
El colosal ‘Pasaje Barolo’, todo un emblema de la tradicional Avenida de Mayo


Por Ximena Casas

Será un auténtico festival para curiosos y amantes de la arquitectura. Una oportunidad para descubrir los secretos mejor guardados de Buenos Aires. El próximo fin de semana, se realizará la segunda edición de Open House Buenos Aires, y durante dos días sábado 25 y domingo 26 se podrán recorren los interiores de 70 edificios porteños, destacados por su valor arquitectónico y patrimonial, pero que habitualmente están cerrados al público.
Las jornadas son organizadas por el grupo CoHabitar Urbano, que reúne a jóvenes arquitectos, músicos, docentes, fotógrafos y músicos independientes. Y aunque la entrada es libre y gratuita, es indispensable realizar una inscripción previa en la web Open House (www.openhousebsas.org), ya que los cupos son limitados. Los organizadores esperan que participen cerca de 20.000 personas.
Esta oportunidad que se da una vez por año de recorrer edificios famosos, y no tanto, de la ciudad nació en Londres, hace 23 años, con el objetivo de "entrar en el corazón" de los lugares que transforman la cara de una ciudad. Desde entonces, la iniciativa se replicó por más de 20 ciudades de todo el mundo y el año pasado llegó a Buenos Aires, que se convirtió así en la primera ciudad abierta de América Latina. "¿Nunca sentiste curiosidad por conocer la casa de otro?", es la frase dela convocatoria.
Algunos de los edificios emblemáticos y peculiares de la ciudad que estarán abiertos al público el próximo sábado y domingo son el edificio Bencich; el Barrio Parque Los Andes (un ejemplo de vivienda colectiva en el barrio de Chacarita de mitad de los años 20); Los Molinos Building; el histórico Palacio Barolo en la Avenida de Mayo; la Galería Güemes; la Casa Scout (en Palermo, reconocida por su arquitectura interior con paneles que se abren y tabiques de madera que se corren para comunicar espacios); el Mirador Comega; el teatro Gran Rex; la escuela Ecos; el Zanjón de Granados (edificio histórico del siglo XIX) y la Casa Mínima (la casa más angosta de Buenos Aires, de dos metros de ancho, en San Telmo); el Palacio Paz (Círculo Militar); y el ex Banco de Londres.
También abrirán sus puertas los hoteles de la cadena NH, ubicados en bellos edificios históricos de la ciudad. Entre ellos, el NH Collection Lancaster, con su fachada georgiana sobre la calle Reconquista, a metros de la Plaza San Martín, famoso por ser el elegido por Jorge Luis Borges para sus tardes de té. Y el NH City & Tower, de estilo art decó con revestimientos de roble, mosaicos españoles y esculturas talladas en los cielorrasos. Cada hotel ofrecerá bebidas, tapeos y especialidades de su cocina para los visitantes.
Para guiar a los participantes durante el recorrido, los organizadores ya cuentan con un grupo de 400 voluntarios. Además se desarrollarán otras actividades en simultáneo como Open Bici, Open Foto y Open Muro, un recorrido organizado edificio por edificio. Los organizadores recomiendan visitar cinco edificios como máximo al día para poder recorrerlos con tranquilidad.

   Viviendas del Barrio Parque los Andes
                              La cúpula de la Galería Güemes


Fuente: cronista.com

UN HOMENAJE AL ARTE HIDROCINÉTICO DE GYULA KOSICE

Obras de distintas épocas permiten al público acercarse a su peculiar estilo creativo
Gota de agua (2014)
    Gota de agua (2014)
Por María Elena Polack

"Lo que más me interesa es que chicos de todas las edades y de zonas más alejadas puedan tener contacto con mi producción y con el arte en general. El arte es, después de todo, moneda de lo absoluto", afirma Gyula Kosice, al celebrar la exposición de obras suyas en Tecnópolis.
Doce obras, fotos históricas y un neón de gran tamaño, permiten al público tener una primera aproximación al mundo de este creador desde sus inicios, en 1946, hasta la actualidad.
¿Por qué exponer en Tecnópolis? Para responder, Kosice primero recuerda que en 2005 convirtió su taller, en Almagro, en museo. Y amplía: "Si bien el museo es visitado asiduamente por particulares e instituciones escolares de todos los niveles, una exposición en Tecnópolis implica la posibilidad de que cientos de miles de personas puedan acercarse a mi obra".
En el pabellón ArTec, la muestra del fundador del movimiento Madí dedicado al "hidrocinetismo" convoca especialmente al público joven, que es guiado en grupos para observar cada una de las 12 obras expuestas.
La muestra incluye fotografías históricas e imágenes de sus intervenciones en lugares públicos de la Argentina, Uruguay y Corea, y la línea de tiempo para entender quién es y qué ha hecho en su carrera artística Gyula Kosice, nacido como Fernando Fallik en la ciudad de Kosice, en 1924. Junto con su familia, se radicó en nuestro país a los 4 años.
Para llegar a ver su propuesta, hay que atravesar dos lúdicas y muy atractivas instalaciones: La tormenta, de Leandro Erlich, y Cualquier salida puede ser un encierro, de Graciela Sacco. El exterior del pabellón también tiene su cuota artística con Guardarail, la colorida intervención de Andrés Sobrino.
Para esta exhibición, Kosice presenta un nuevo neón de gran tamaño. "Fue hecho especialmente a partir de una obra mía de 1946, cuando utilicé el gas neón por primera vez en el plano internacional", contó a LA NACIÓN.
Cuatro obras hidrocinéticas e hidrolumínicas, un relieve lumínico, cuatro esculturas de distintos momentos de su creación, una pintura madí y una maqueta de la Ciudad Hidroespacial completan la exhibición, curada por la arquitecta Liliana Piñeiro.
¿Qué obras despiertan la mayor curiosidad del público? Gota de agua con luz led (2014), con un seductor juego de colores; Planetoide Kosice (2011), de agua comunicante y leds; la maqueta de la Ciudad Hidroespacial S (1969), que tiene un atractivo especial si se piensa en aquellos años tan lejanos a la tecnología, y Semiesfera y gota espejada suspendida (2007), que requiere cuidadosa contemplación para develar cómo el objeto queda en el aire, sin ningún sostén.
La ministra de Cultura, Teresa Parodi, encabezará el martes próximo, a las 19, un acto de homenaje y cierre de la muestra de arte y de toda la propuesta de Tecnópolis, que volverá a abrir sus puertas en julio próximo.
Kosice en Tecnópolis puede verse de miércoles a domingo, de 12 a 20. Entrada y estacionamiento gratuito. Juan Bautista de la Salle 4341, Villa Martelli, Buenos Aires.



Fuente: lanacion.com

DESPUÉS DE CINCO AÑOS DE OBRAS,
EL MUSEO PICASSO DE PARÍS VUELVE A BRILLAR

Invirtieron 51 millones de euros y ahora podrá recibir el doble de público; es un acontecimiento en Francia
El edificio del Marais posee la mayor colección del artista español  Foto: LA NACION / Musée National Picasso / Beatrice hatala
   El edificio del Marais posee la mayor colección del artista español. Foto: LA NACIÓN / Musée National Picasso / Beatrice hatala
Por Nathalie Kantt / Para La Nación

PARÍS. - Luego de una primera visita al hôtel particulier todavía en obra en marzo, y de una segunda cuando el edificio ya estaba terminado hace un mes, los medios de todo el mundo pudieron finalmente visitar durante estos últimos días el nuevo museo Picasso tal como lo podrá contemplar el público a partir de este sábado, fecha aniversario del nacimiento del artista malagueño: con las obras expuestas. La tercera es la vencida. Instalado en el corazón del Marais, el museo reabre sus puertas tras cinco años de remodelaciones que, por los retrasos y un costo de 51 millones de euros, no escaparon a las críticas y a la polémica.
Construido en el siglo XVII, mezcla de clasicismo francés y estilo barroco de la época, y después de 25 años desde su inauguración como museo, tiempo en el que recibió 12 millones de visitantes, el edificio necesitaba ponerse al día con las normas de seguridad actuales. Se cambiaron puertas, ventanas y techos, se mejoró el acceso para hacerlo, y se aprovechó para reformar las salas, mudar las oficinas administrativas y técnicas a otro espacio a pocos metros de este edificio, renovar el jardín, habilitar nuevos espacios y construir un auditorio. "Es un diálogo entre lo contemporáneo y lo patrimonial. El conjunto de estas operaciones se llevó a cabo respetando las reformas originales de Roland Simounet, el arquitecto a cargo del museo en 1985", explica el nuevo presidente del establecimiento, Laurent Le Bon. Algunas partes de este edificio, como la gran escalera, las fachadas, el patio o la terraza, están protegidas, lo que obligó a contar con un arquitecto adicional especializado en monumentos históricos para supervisar la obra. El resultado es una superficie de exposición de 3800 m2 (antes era de 1600 m2), 13 salas adicionales (37 en total), un último piso más íntimo -antes cerrado al público- en el que se exhibe parte de la colección privada del artista español (compuesta de una centena de obras de artistas como Cézanne, Braque, Modigliani, Miró y Matisse, entre otros), un nuevo atelier destinado a la educación artística de los más chicos, una librería renovada y un café en la terraza.
Desde las ventanas se puede contemplar parte del Marais, lo que permite sentir que este gran museo parisino, que alberga la colección más importante de Picasso a nivel mundial, conserva esa característica tan propia de ser un museo de barrio, a diferencia de grandes establecimientos como el Grand Palais, el Louvre o el Orsay. Las paredes blancas sugieren que se quiso dejar en segundo plano las instalaciones para priorizar las obras, aunque con esos espacios más universales se pierde un poco ese espíritu previo a las reformas: entrar en una casa ajena, a escala humana, y perderse en las obras de Picasso. El museo podrá ahora recibir el doble de visitantes (prevé 139.000 personas de aquí a fin de año y 715.000 durante 2015), lo que le permitiría aumentar sus beneficios, estimados en 1,6 millones de euros para el próximo año. Éste era también uno de los objetivos de las remodelaciones: volver el museo aún más rentable.
Además de un subsuelo dedicado a los ateliers de Picasso y de un último piso con la colección personal del artista, la exposición inaugural propone sobre tres plantas un recorrido cronológico y temático con 400 de las 5000 obras que posee este establecimiento. Pinturas, pero también esculturas, dibujos y collages, que permiten repasar el conjunto de su producción desde 1895 hasta 1972, divididos en las sucesivas fases estilísticas: génesis, monocromía (períodos azul y rosa), primitivismo, cubismo, polimorfismo, metamorfosis, pinturas de guerra, años pop y los maestros. Esta primera exhibición está a cargo de Anne Baldassari, una muestra de respeto a esta antigua presidenta del museo destituida de su cargo en mayo.
Mientras el museo estuvo cerrado, parte de las 5000 obras donadas al Estado francés por los herederos del artista en los años 70 (4000 obras gráficas, 300 pinturas y 300 esculturas, 46 pinturas de la colección privada de Picasso y 200.000 piezas de archivo, entre otras) fueron prestadas para 20 exposiciones itinerantes en trece países. Los 31 millones de euros recaudados permitieron ampliar los trabajos inicialmente limitados presupuestariamente en una Francia en crisis y adquirir un nuevo hôtel particulier, en el que se relocalizó a medio centenar de empleados.


Fuente: lanacion.com

HABÍA UNA VEZ...
UNA ESTATUA DE COLÓN Y UNA PRESIDENTE CONFUNDIDA

Una foto de época que da una pauta del tiempo que hacía que estaba el Monumento a Colón donde estaba

Por Malú Kikuchi

En 1453 cayó el imperio romano de oriente en manos de los turcos. Europa se quedó sin acceso marítimo a todo aquello que necesitaba de “Las Indias”. Tenían que llegar de alguna manera, ¿pero cómo?
Sin revisionismo histórico, le propongo volver a la escuela primaria. Volver a la emoción de escuchar a la maestra contar ese maravilloso cuento sobre las fantásticas aventuras de un loco marino genovés, qué creía que la tierra, ¡era redonda! Tan loco, que con un compás y unos inverosímiles números, consiguió que la reina Isabel de Castilla creyera en sus promesas. En los cuentos siempre hay una reina, y esta era buena. Tan buena que vendió parte de sus joyas para comprar tres carabelas. Hoy serían 3 cáscaras de nuez.
El loco marino genovés consiguió, con permiso de los reyes Católicos de España, contratar 120 hombres para emprender su aventura. Dos capitanes, Martín y Alonso Pinzón, algunos hombres de mar y el resto, presidiarios. Recuerde la curiosidad por saber cómo seguía el cuento. Un día, el 3/8/1492, con la Santa María, la Pinta y la Niña, partió del puerto de Palos de la Frontera y se lanzó al mar. Se llamaba Cristóbal Colón. Cruzó el Atlántico para llegar a las Indias, tuvo problemas de todo tipo, hambre, angustia, incertidumbres.
Ya casi sin esperanzas, apenas nacido el viernes 12/10/1492, a las 2 horas, Rodrigo de Triana, desde la Pinta gritó: “Tierra, veo tierra”. Desembarcaron ya amanecido el día 12 en una pequeña isla llamada Guanahani, en las Antillas. Luego Colón hizo 3 viajes más a este formidable continente sin saber lo que había descubierto. Volvió en 1493, 1498 y 1502. Murió sin saber. Protagonizó, hasta hoy la más increíble aventura del hombre, sólo comparable al alunizaje, pero el descubrimiento de Colón, cambió la historia.
Tendríamos que ubicarnos a finales del siglo XV, sin baños en los palacios, con pestes incontrolables, madres muertas de sobre parto, Inquisición, luz de velas, mugre, miseria, promedio de vida bajísimo, tiempos en que un libro era un objeto precioso, saber leer y escribir un milagro en manos de la iglesia, supersticiones de todo tipo, olores nauseabundos, cubiertos inexistentes, una vida terrible para las mayorías. Una vez ubicados en tiempo y lugar, imaginemos la odisea de Colón peleando contra la ignorancia sólo con sus conocimientos, que no habían sido comprobados por nadie antes de su aventura maravillosa.
¿De qué lo acusan a Colón? ¿De haber descubierto América? ¿De haber cambiado la historia de la humanidad? ¿De haber ampliado horizontes a costos increíbles, no sólo para los colonizados, también para los colonizadores? No fue fácil. Nada es fácil cuando hay un antes y un después “de”. ¿De quién surgió la peregrina idea que Colón fue un genocida? ¿Chávez? Puede ser. El típico resentimiento de alguien acusado de ser indio en un ejército de blanquitos. No fue culpa de Colón. Colón fue un descubridor, ni un conquistador, ni un colonizador.
En cuanto a estos últimos, que en alguna mente afiebrada podrían ser considerados genocidas, sería pertinente recordar que los tiempos eran otros. Matar y morir eran hechos habituales. Como ahora, pero un poco más. No se habían inventado los DDHH, ni los delitos de lesa humanidad. Los pueblos originarios eran terriblemente salvajes entre ellos. Igualmente lo eran los conquistadores entre ellos. Y los unos lo fueron con los otros. No había medios de comunicación, no se filmaban videos sobre degüellos por temas religiosos, la TV no los retransmitía, las led no iluminaban los crímenes, las redes sociales no los amplificaban. Todos, los unos y los otros, fueron crueles. Y la humanidad a pesar de todo, ha crecido moralmente. Hay hechos que hoy no toleramos. O decimos que no los toleramos.
Dejando a Colón de lado, ya que no tiene nada que ver con crímenes de ningún tipo, juzgar la conquista y la colonia con los ojos, la moral y los códigos de hoy, es delirante. El tiempo y el lugar son fundamentales. Hay que hacer un ejercicio de imaginación y situarse. Quizás así tomemos conciencia del disparate de vilipendiar el día del descubrimiento, tener la estatua de Colón tirada en alguna parte de esta ciudad, rota y sucia. Esperando que el acuerdo entre nación y CABA le encuentren un lugar. Sin recordar que esa estatua estupenda se hizo bajo el proyecto de Antonio Devoto, exitoso inmigrante italiano que lideró la colecta de los demás ítalo/argentinos para hacerla posible, que el parque que rodeaba el monumento lo diseñó Carlos Thays y que era un orgullo para la ciudad.
Y si a la presidente, que tiene fecha de vencimiento como los yogures (10/12/2015), le molesta la estatua del inmenso Colón, y reivindica los pueblos originarios, aunque permite que se mate de hambre y sed a los qom, wichis, tobas y otras etnias del NEA, le recuerdo que se llama Cristina, que viene de Cristo, Fernández, nombre castizo si los hay, Wilhem, alemán; que se casó con Néstor, nombre griego, Kirchner, alemán. Y si piensa reemplazar a Colón por Juana Azurduy, regalo de Evo Morales, también le recuerdo que la coronela del ejército del Norte, que nos merece todo el respeto, se llamaba Juana, hebreo, Azurduy, vasco, de Padilla, castizo. No existirían en América sin Colón. Ninguna de ellas se llama o llamó Moctezuma, Manco Capac, Namuncurá o Tupac Amarú.
¿Es mucho pedir un poco de sentido común? Por mi parte, gracias Colón por ese mítico 12/10/1492 de hace 522 años. Gracias, porque a pesar de todo, me gusta ser argentina y pertenecer al continente americano.