Empezó Pinta, la feria de arte moderno y contemporáneo de la región. Se presentan propuestas audaces, en plena época de subastas millonarias en la ciudad
Un símbolo de nuestro tiempo. La “disección” del dólar en el espacio, una obra del argentino Emiliano Miliyo, a pasitos de Wall Street. /PINTA |
Ana María Battistozzi
Nueva York - Especial
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La semana despuntó con la noticia de los 142,4 millones que se pagaron la noche del martes en Christie’s por los tres estudios de Lucien Freud que pintó Francis Bacon en 1969. La suma empinó en 30 millones el récord que marcó el año pasado El grito de Munch. Le siguió el Balloon Dog, escultura de acero de Jeff Koons que alcanzó 58,4 millones y esta semana marcó la suma más alta pagada hasta ahora por un artista vivo.
No se equivocó Diego Costa Peuser, el director de Pinta, la feria de arte moderno y contemporáneo latinoamericano de New York, en hacerla coincidir con los remates neoyorquinos de otoño.
La semana próxima será el turno del arte latinoamericano y muchos de los pesos pesado del coleccionismo de la región ya están aquí. Habrá que ver si comparten el espíritu comprador, aunque todo el mundo es consciente de la diferencia en cifras. Justamente, quizás resida allí el atractivo de Pinta; arte de calidad a precios todavía accesibles.
La agenda comenzó con visitas a estudios como el del argentino Fabián Marcaccio, que exhibirá el próximo año en la colección Daros de Brasil, o al Balcony del Metropolitan, espacio de acceso restringido donde se exhibe una instalación de Nicola López, una de las artistas que está en Pinta. La estrategia busca pone, en contexto a los artistas que participan.
Al promediar la tarde de ayer, los dos pisos del espléndido loft de 15 mil metros cuadrados de la calle Mercer, en pleno Soho neoyorquino se fue colmando de figuras del mundo del arte: artistas coleccionistas y gente de negocios. En los pasillo de la feria se vio entre otros a Solita Mishaan, coleccionista de Kuitca, al matrimonio Adler –importantes coleccionistas de Houston– y a Lili Scarpetta, de Colombia. También a Marta Minujin, a Facundo Gómez Minujin –hasta hace poco presidente de ArteBA– y a Alan Faena.
Más de 60 galerías de Estados Unidos, Europa y América latina se reunen en esta séptima edición para presentar 300 artistas. Ya consolidada, la feria se aventura con novedades. Básicamente, un diseño a cargo de profesionales como José Roca, asesor de arte Latinoamericano para el museo inglés Tate, Cecilia Fajardo Hill, ex colección CIFO de Miami y Museo de Arte Latinoamericano de Los Angeles, y Octavio Zaya, curador español con amplia trayectoria en Latinoamérica. Todos fueron convocados por su trabajo en el p osicionamiento del arte latinoamericano en Europa y los Estados Unidos.
Esto se completa con un programa de conferencias que tiene el apoyo del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, que además presenta aquí un espacio con una instalación del artista Emiliano Miliyo (1970) y obras de Karina El Azem (1970). Las obras de ambos tienen como referencia el ADN. Lo de Miliyo es una “disección” del dólar en el espacio, según el autor ”uno de los símbolos más pregnantes de nuestro tiempo”. Lo de El Azem es una serie de retratos llamada Inocence Project: refiere a pruebas de ADN que permitieron liberar a condenados por crímenes que no cometieron.
La sección curada por Cecilia Fajardo Hill bajo el título de Moderno articula trabajos de maestros consagrados por la modernidad latinoamericana con artistas conceptuales como las argentinas Margarita Paksa y, Marie Orensanz. En su selección, que incluye entre otras a Ana Mercedes Hoyos y Delia Cancela, hay una fuerte presencia de mujeres aunque su conjunto está lejos de ser una aproximación “de género”.
El capítulo que curó Roca fue auspiciado por Arcos Dorados y la argentina Erica Roberts, miembro del board de la Tate. Su título, Emerge: artistas muy jóvenes.
Luego hay una sección de Video que curó Octavio Zaya; y el proyecto Contemporáneo, ideado por el curador Ian Cofre partir de las galerías Arte x Arte de argentina, PanAmerican Projects de los Estados Unidos, Caja Negra, Walter Otero y Alfredo Ginochio. Aquí están las galerías de Estados Unidos más conocidas por representar a artistas de Latinoamérica. Cecilia de Torres de Nueva York, Alexandra von Hartz de Miami y Sammer Gallery, entre otras.
Fuente: Revista Ñ Clarín
Fuente: Revista Ñ Clarín
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