TODAS LAS VOCES TODAS.
RECOPILAN LOS DISTINTOS MODOS
DE HABLAR ESPAÑOL.



UN DICCIONARIO DE LA ASOCIACION DE ACADEMIAS DE LENGUA ESPAÑOLA
Por primera vez, los americanismos tienen registro oficial. El próximo martes se presenta en el país.

Por: María Paula Bandera

¡ Pobre Juan!, él está fotuto y su mujer en la valija. La oración está en español, pero un argentino no entiende ni jota de lo que significa. Para facilitar la comprensión entre americanos, la Asociación de Academias de la Lengua Española publicó el Diccionario de Americanismos, el cual recoge más de 70 mil voces, frases y locuciones de uso actual en la región.
La presentación de esta gran obra iba a realizarse en marzo pasado, en la ciudad chilena de Valparaíso, con motivo de la V Congreso Internacional de la Lengua Española, pero el terremoto que azotó al país vecino obligó a suspender la celebración.
Por eso ahora se está presentando de manera individual en cada uno de los países que participaron del proyecto.
Si bien los argentinos ya cuentan con un Diccionario del Habla, el cual tiene dos ediciones (2003 y 2008), gracias a esta nueva obra "podrán saber cuales son los argentinismos netos, es decir aquellos que no tienen uso fuera de nuestro ámbito. Bacán, por ejemplo es un argentinismo de origen pero se usa en Uruguay, Chile, Colombia, Costa Rica, etc.", señala Pedro Luis Barcia, presidente de la Academia Argentina de Letras.
El diccionario, editado por Santillana, comenzó a redactarse en Madrid, donde un equipo de lexicógrafos españoles e hispanoamericanos preparó borradores de cada letra. Cada vez que completaban una letra, la remitían a las Academias americanas ­la C, por ejemplo, tuvo que fragmentarse en seis envíos debido a su gran extensión­, estas se encargaban de revisar cada lema y sus respectivas marcaciones.
Según cuenta Humberto López Morales, director del proyecto y Secretario General de la Asociación de Academias de la Lengua Española, "las correcciones devolvían a Madrid documentos muy cambiados" porque los redactores del equipo madrileño no tenían demasiada experiencia sobre el manejo del español en los países americanos.
Cada palabra del diccionario viene acompañada de marcas sociolingüísticas que indican, por ejemplo, su valoración social (vulgar, tabú, etc.), si es de uso culto o popular, en qué tipo de registro se utiliza (carcelario, delincuencial, infantil, etc.), y a qué estilo lingüístico corresponde (espontáneo o esmerado).
También incluye un índice sinonímico, cuya simple viste arroja que las palabras con mayor cantidad de sinónimos son: hombre homosexual, hombre afeminado, morir, pene y coito.

Palabras nacionales

Si una mujer está a dieta a Colombia, no es que esté bajo un régimen alimenticio sino que guarda reposo después de haber pasado por un parto; y si una panameña está opa opa, su ropa interior se le ha metido "por dentro de las nalgas involuntariamente".
Comer mucho es ponerse pilinqui en México y estar como chinche en Puerto Rico; mientras que en Honduras, ponerse chucho es enojarse y ponerse lucas, emborracharse. Quien sufre por amor en Colombia es un entusado, y si para ahogar sus penas se agarra una juma (borrachera) de aquellas, después devolverá las gentilezas (vomitará).
Las voces inglesas, como drive o wall, se utilizan sobre todo en Puerto Rico y México. Por eso allí se comen una buena barbecue (parrillada) mientras toman unos drinks (tragos). Su inclusión en repertorio cotidiano es lógico, ya que Estados Unidos es el segundo país con mayor cantidad de hispanohablantes (45 millones), sólo superado por México (104 millones). Argentina ocupa el cuarto lugar de la lista (36 millones) que cierra Panamá (3 millones) En caso de que no cuente con los $299 para comprar el diccionario y sacarse la duda, vale aclarar que el pobre Juan del comienzo está sin un peso, y su mujer embarazada.

Revista Ñ Cultura- Clarín

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