RECORD EN SOTHEBY'S:
PAGARON 20,4 MILLONES POR UNA OBRA DE AUGUSTE RODIN

NUEVA YORK - Una escultura de Rodin ha alcanzado un precio récord para una obra del artista durante una subasta en Sotheby's, donde fue vendida por 18 millones de euros (20,4 millones de dólares). La escultura en mármol de Rodin 'L'Eternal Printemps' superó con creces el rango estimado de 7 a 10,5 millones de euros.

La elevada cifra alcanzada en la subasta podría ayudar, según los expertos, para reanimar un mercado que muchos temen que se encuentre en fase de ralentización tras años de precios al alza.
Las ventas de arte moderno e impresionista de Sotheby's recaudaron en total 126,5 millones de euros, frente a una expectativa generada por la venta de los 62 lotes de arte de 145 millones de euros. Un tercio de artículos subastados se quedó sin vender.
La subasta estuvo dominada por una alta tasa de artículos sin comprador y precios que fueron en cierto modo bajos para las obras que sí fueron adquiridas.
Tras años de precios al alza, Sotheby's y su rival Christie's han experimentado ventas en primavera marcadamente menores. 'Les Voiles rouges', cuadro de Andre Derain que se esperaba que fuera la estrella de la subasta con un rango de 13 a 17,5 millones de dólares quedó sin venderse al igual que el 'Buste d'homme Laure' de Picasso, para el que había un rango esperado de 7 a 10,5 millones de euros.
'Sous-bois' de Maurice de Vlaminck fue adquirida por 14,4 millones de dólares -en la mitad del rango estimado- y 'Maree basse aux Petites-Dalles' de Monet se vendió por 8,7 millones de dólares con los que casi dobló el extremo superior del rango. Entre los 10 lotes de mayores precios hubo tres obras de Monet.
LONDRES Un empleado de Sotheby’s junto a la escultura “La eterna primavera” (L'Éternel Printemps), de Auguste Rodin, en la sede de la casa de subastas de Londres, Reino Unido. La escultura alcanzó el récord del artista al venderse por 20,4 millones...
LONDRES Un empleado de Sotheby’s junto a la escultura “La eterna primavera” (L'Éternel Printemps), de Auguste Rodin, en la sede de la casa de subastas de Londres, Reino Unido. La escultura alcanzó el récord del artista al venderse por 20,4 millones de dólares muy por encima de lo estimado. EFE/Will Olive

Fuente: REUTERS/EP

LA CIUDAD RECIBIRÁ EL MURAL
DE UN PIONERO DEL ARTE CONTEMPORÁNEO



Kenneth Kemble lo hizo en el 60. Un equipo del Museo de Arte Moderno está reconstruyendo la obra. Se verá en arteBA y luego irá a un lugar público.
Con modelo. La reconstrucción del mural de Kenneth Kemble y de su método de trabajo. / Gerardo Dell'Oro

   Con modelo. La reconstrucción del mural de Kenneth Kemble y de su método de trabajo. / Gerardo Dell'Oro
Julia Villaro

Aquella suerte de pincelada gigante irrumpiendo en el espacio público que todo aquél que visite ArteBa –o al menos sus inmediaciones- va a poder ver en la fachada de la Sociedad Rural, tiene menos de gesto espontáneo que de metódica operación en equipo. El mural de extensas dimensiones hecho con módulos de madera pintada es una reconstrucción de aquél que hace cincuenta y seis años emplazó (en ese mismo espacio) el artista argentino Kenneth Kemble, con motivo de la Exposición Internacional del Automóvil. El trabajo conjunto realizado en estos días por el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el Distrito de las Artes y Julieta Kemble –hija de Kenneth- tiene por objetivo rendir homenaje a un artista fundamental –y fundacional- de la historia del arte argentino del siglo XX.
El mural original fue hecho por Kemble siguiendo la misma metodología con la que realizaba muchas de sus obras durante esos años: partiendo de un boceto pequeño que el artista después pasaba a una tela de mayores dimensiones, mediante un riguroso sistema de retículas, que le permitía realizar a escala el mismo signo del boceto -una suerte de ideograma indescifrable, una caligrafía propia- en una operación híper controlada. Un análisis conceptual de la pincelada antes del conceptualismo, que permite pensar a su autor como una bisagra entre el arte moderno y el contemporáneo.
mural de Kenneth Kemble
Mural de Kenneth Kemble
El mural original fue hecho por Kemble siguiendo la misma metodología con la que realizaba muchas de sus obras durante esos años: partiendo de un boceto pequeño que el artista después pasaba a una tela de mayores dimensiones, mediante un riguroso sistema de retículas, que le permitía realizar a escala el mismo signo del boceto -una suerte de ideograma indescifrable, una caligrafía propia- en una operación híper controlada. Un análisis conceptual de la pincelada antes del conceptualismo, que permite pensar a su autor como una bisagra entre el arte moderno y el contemporáneo.
Es por eso que el Mamba decide presentar este mural/homenaje en el marco de los festejos por sus 60 años. Nómade en sus orígenes (“el museo soy yo”, decía Rafael Squirru, su fundador, cuando le preguntaban por el edificio), hoy el museo busca salir a la ciudad, interpelar la calle: qué mejor que hacerlo a través de este mural de Kemble, “una de las primeras obras contemporáneas en la vía pública”, según explica Javier Villa, curador del Mamba a cargo de su reconstrucción.
Con modelo. La reconstrucción del mural de Kenneth Kemble y de su método de trabajo. / Gerardo Dell'Oro

Con modelo. La reconstrucción del mural de Kenneth Kemble y de su método de trabajo. / Gerardo Dell`Oro



El mural que se emplazará en ArteBa sigue estrictamente la forma planteada en el boceto realizado por el artista, y facilitado al equipo por su hija, Julieta Kemble. “El boceto es la guía” dice Julieta; tanto que se han omitido de su reconstrucción los mínimos retoques que el artista hizo en el original una vez montado, y que sólo pueden verse en las fotos. Más que de re-construir una obra, se trata de reconstruir una metodología de trabajo. Las personas a cargo de su realización “se están metiendo en la labor que hizo Kemble”, agrega Julieta.Pero si en el 60 el mural original fue desmontado y perdido después de la exposición (“yo tengo más apego a sus obras que él mismo”, dice su hija) esta vez la intención es que perdure emplazado en la vía pública ni bien culmine la feria. Una forma de que el arte asalte la calle, le quite acaso dominio a las publicidades; también de que el público en general acceda al legado visual del artista. “Su trascendencia en la historia del arte no llegó al lugar que tenía que tener” dice Julieta de su padre, quien paradójicamente legó un vasto archivo –visual y textual- del arte y la cultura de su tiempo, y por supuesto de su propia obra. “Gracias a su obsesión y su orden con el archivo es que hoy podemos hacer el mural”.

 
Fuente: clarin.com

EL OTRO PALACIO QUE BRILLA EN RETIRO

Secreta Buenos Aires.

La Basílica del Santísimo Sacramento, de 1908, es una obra monumental con mármoles, mosaicos venecianos y oro francés.

Esplendor en el altar mayor de la Basílica construida sobre San Martín al 1000. Las columnas son de mármol con vetas grises. (Alfredo Martínez)
Esplendor en el altar mayor de la Basílica construida sobre San Martín al 1000. Las columnas son de mármol con vetas grises. (Alfredo Martínez)

Eduardo Parise
“Si yo vivo en un palacio, mi Dios también merece uno”. La frase se la atribuyen a María Lina de las Mercedes Castellanos. Y cuentan que ella cumplió su sueño de crear un palacio religioso unos años después de la muerte de su esposo, Nicolás Hugo de Anchorena Arana, ocurrida en 1884. La joven viuda (nacida en Rosario el 24 de septiembre de 1840) había heredado, entre otros bienes, un terreno sobre la calle San Martín, en el barrio de Retiro. Y ese fue el lugar para erigir una de las iglesias más bellas y lujosas de Buenos Aires: la Basílica del Santísimo Sacramento, un templo pensado por Mercedes Castellanos después de haber visto en París el que tenía la congregación de los padres sacramentarios.La piedra fundamental, en San Martín 1039, se colocó el 25 de marzo de 1908. La primera idea para la construcción la tuvo el sacerdote francés Antonio Seignon de la congregación del Santísimo Sacramento Expuesto. Convocado por la benefactora, había llegado a Buenos Aires en 1903, junto con otros miembros de esa orden. Seignon había sugerido que los planos fueran trazados por dos arquitectos franceses: Alfred Coulomb y Louis Pierre Léopard Chauvet. Sobre el trabajo de ellos, luego se agregó el aporte del arquitecto salesiano Ernesto Vespignani, que fue quien dirigió la majestuosa obra. Aquella tarea llevó ocho años y el 15 de julio de 1916 (en poco más de dos meses se cumplirá el centenario) la iglesia fue consagrada al culto por el arzobispo Mariano Antonio Espinosa. En noviembre de ese año, el Papa Benedicto XV la elevó a la categoría de Basílica Menor.En torno a la Basílica hay una leyenda. Dicen que, por un encono entre familias, Corina Kavanagh hizo construir el monumental edificio que está enfrente para taparle la visual a la iglesia que Mercedes Castellanos observaba desde su residencia (el actual Palacio San Martín, sede de la Cancillería). Cuentan que Corina tenía un romance con Aaron (uno de los diez hijos que Mercedes tuvo con Nicolás) y que ésta impidió la relación. Por eso la venganza de Corina, quien para comprar el terreno donde está el rascacielos vendió tres estancias. Los historiadores afirman que eso es un mito porque Mercedes murió el 9 de julio de 1920 y el Kavanagh se inauguró en 1936.Pero volvamos a la Basílica. Entre sus lujos se destacan el Altar Mayor donde se ubica la Custodia del Santísimo. Mármol blanco con vetas grises, además de ónix y mosaicos venecianos, son parte de ese altar. Sobre ese emblema del edificio hay un templete con ocho pares de columnas de ónix granate de Marruecos. También hay cuatro ángeles esculpidos en mármol de Carrara. La Gran Custodia fue realizada en oro y plata por la casa Poussielgue Roussand de París. Además el púlpito, los confesionarios, la sillería del coro y las puertas, todos hechos en madera, fueron realizados por los tallistas de la Casa Wespelaere de la ciudad belga de Brujas. Esos son sólo algunos de los detalles impactantes del lugar. Claro que no se debe olvidar otro elemento muy importante: el órgano, comprado directamente a la casa Mutin Cavaillé-Coll, de París, por Mercedes Castellanos. Tiene cinco mil tubos.En el exterior se destacan las cinco torres (tres están en el frente y dos en la zona del ábside del edificio; la torre central tiene cincuenta metros de altura) y el grupo escultórico dedicado al beato Pedro Julián Eymard, fundador de la orden de los padres sacramentarios. Tanto esa imagen como la de los ángeles de rodillas a sus pies, están hechas en mármol de Carrara. Pero la gran curiosidad de la iglesia está dada en la cripta del subsuelo, una construcción tan lujosa y de las mismas dimensiones del templo que está arriba. El piso de la cripta está cuatro metros abajo del nivel de la calle y sus columnas, de una sola pieza, son mucho más robustas porque sirven de apoyo para los que sostienen la gran Basílica. El piso granítico fue traído desde Alemania, los bancos de madera también fueron hechos en Brujas y los mármoles y las luminarias llegaron desde Italia. La cripta (también es una cruz latina y tiene tres naves) se inauguró en 1911. En ese lugar está la bóveda con los restos de Mercedes Castellanos de Anchorena, a quien el Vaticano había nombrado como Condesa Pontificia y había condecorado como Dama de la Rosa de Oro, algo excepcional.En la construcción de la cripta también intervino Ernesto Vespignani. Se recuerda que, del proyecto original, este arquitecto salesiano sacó dos hileras de columnas que quedaron como sobrantes. Pero como las columnas ya estaban en Buenos Aires, Mercedes Castellanos decidió aprovecharlas y decidió donar los fondos para construir otra iglesia: es la de Nuestra Señora de las Mercedes (el nombre tiene relación con el de su benefactora) y está en la calle Echeverría 1371, en el barrio de Belgrano. Fue inaugurada el 24 de septiembre de 1914. Pero esa es otra historia.


Fuene: clarin.com

RODOLFO TERRAGNO:
"EL COLÓN TIENE QUE SER DECLARADO
PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD"

El flamante embajador argentino ante la Unesco presentará también un proyecto para desclasificar documentos de la última dictadura.
Foto: Hernán Zenteno

Luisa Corradini / La Nación


PARÍS.- Hace un mes, cuando Rodolfo Terragno asumió en París sus funciones de embajador argentino ante la Unesco, traía en su valija diplomática, no uno, sino varios proyectos de envergadura en el terreno de la educación, la ciencia y la cultura. Uno de los más imbólicos será sin duda lograr la inscripción del Teatro Colón en la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad. "Hay muchos otros", confirmó el flamante embajador durante una entrevista con LA NACION. "Éste es un lugar ideal para afianzar la posición de la Argentina en materia cultural y científica. En lo cultural tengo muchos proyectos de distinta índole", precisó.
Cuenta que, apenas llegó, sus homólogos de México, Chile, Estados Unidos, Rusia, España y Brasil organizaron un almuerzo de bienvenida. Y enseguida corrige: "Yo digo embajadores, pero, en realidad, los representantes de estos últimos cuatro países son mujeres. Fue un momento encantador".
Para Terragno, que sucede en el cargo al pianista Miguel Ángel Estrella, su presencia en un organismo internacional que cuenta con 195 miembros y ocho miembros asociados, no sólo será la oportunidad de aprender de otras experiencias, conocer historias de éxitos y fracasos y ver lo que el mundo puede aportarle a nuestro país: "También será la ocasión de mostrarle al mundo lo que significa la Argentina", precisa.En los pocos días que lleva en París, una vez concluidas las presentaciones protocolares con autoridades de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) y las reuniones de bienvenida, ha puesto en marcha varios de esos proyectos que llegaron con él desde Buenos Aires.

- ¿Por ejemplo, el Teatro Colón?

Exactamente.
La Unesco atribuye la condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad a sitios de cultura de trascendencia mundial. Eso es el Teatro Colón. Voy a trabajar con la cancillería, la Conaplu, el Ministerio de Cultura y la Ciudad de Buenos Aires, para luego llevar adelante aquí en París la idea.

- ¿Tiene esperanzas de que salga?

-No tengo duda de que va a salir. Nómbreme cualquier tenor mundialmente famoso; no hay ninguno que no haya cantado en el Colón, desde Caruso hasta Pavarotti. Y ahí tocaron Strauss, Stravinsky... Pasaron directores como Toscanini, bailarines como Nureyev, bailarinas como Anna Pavlova y Margot Fonteyn. Y argentinos universales, como Barenboim, Martha Argerich, Julio Bocca? Además, el edificio del Colón, por su magnitud -el teatro de ópera más grande del mundo hasta que se construyó el de Sydney-, por su arquitectura, y por su acústica, es un templo musical como muy pocos.


- ¿Cómo lo recibió la organización? ¿Le parece un monstruo difícil de doblegar?


-Yo tenía percepciones previas de mi adolescencia, cuando coleccionaba El Correo de 
la Unesco. Siempre me interesaron las materias que trata la organización. Mi libroArgentina Siglo 21 es un proyecto de desarrollo económico para nuestro país, pero basado en la educación, la ciencia y la tecnología. De modo que el nombramiento me produjo una enorme alegría.


-También se reunió con la actual directora general del organismo, Irina Bokova. ¿Hablaron sólo de asuntos protocolares?

-Exactamente. La Unesco atribuye la condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad a sitios de cultura de trascendencia mundial. Eso es el Teatro Colón. Voy a trabajar con la cancillería, la Conaplu, el Ministerio de Cultura y la Ciudad de Buenos Aires, para luego llevar adelante aquí en París la idea.

-También se reunió con la actual directora general del organismo, Irina Bokova. ¿Hablaron sólo de asuntos protocolares?

-No. También solicité la desclasificación de documentos relativos a todas las denuncias que recibió
 la Unesco durante la dictadura.


-¿Qué le contestó?


-Que lo iban a atender. Pero además, como
la Unesco está muy comprometida con el programa sobre protección de monumentos históricos sujetos a la depredación de las guerras y el terrorismo, le informé que el Ministerio de Cultura de la Argentina acaba de firmar con Italia un acuerdo para aportar técnicos a ese programa. Ella aún no lo sabía y le produjo una verdadera satisfacción.

-Asimismo, tiene en carpeta un programa de envergadura en terreno científico?


-Estoy apoyando los trabajos del Ministerio de Ciencia y Tecnología sobre medicina de precisión. Ésta se basa en la variabilidad genética, porque las mutaciones, las combinaciones y las recombinaciones de genes abren un campo nuevo para el diagnóstico y la terapia. Y aquí en
la Unesco hay un reservorio de información científica.

-En educación, seguramente su tarea será la promoción del proyecto del presidente Mauricio Macri, cuando prometió una "revolución educativa en la Argentina".


-La gran tarea que se nos plantea en el futuro inmediato es cómo conciliar educación de calidad e inclusión social. Y también en este terreno
la Unesco es una fuente enorme de posibilidades. La organización tiene excelentes programas ya en marcha a los que podríamos recurrir. No hace falta comenzar todo de cero.



 Fuente: lanacion.com

FRANÇOIS PINAULT, CON MUSEO PARA SU COLECCIÓN

Será en la antigua Bolsa de Comercio; abrirá en 2018
Pinault, durante la presentación en París: detrás, el edificio que será reformado para albergar su colección foto: Archivo
   Pinault, durante la presentación en París: detrás, el edificio que será reformado para albergar su colección foto: Archivo

El
empresario francés François Pinault inaugurará en París un museo privado para exhibir su colección de arte, anunció hoy la alcaldesa de la capital gala, Anne Hidalgo. "Que se puedan ver por fin sus colecciones en la capital francesa es una noticia maravillosa."
El nuevo museo de arte moderno y contemporáneo tendrá su sede en el edificio histórico de la Bolsa de Comercio de la capital francesa. Se trata de una construcción redonda del siglo XVIII coronada por una cúpula, ubicada entre el museo del Louvre y el forum de Les Halles, el centro comercial y cultural construido en el lugar del antiguo mercado de abasto de la ciudad.El edificio será alquilado por 50 años a la Fundación Pinault, anunciaron Hidalgo y el propio Pinault, titular del grupo empresario enfocado a las marcas de lujo como Gucci, Yves Saint Laurent, Boucheron. Balenciaga y Alexander McQueen, así como la firma deportiva Puma y la cadena Fnac. Su fundación financiará las obras necesarias para transformar el edificio y asumirá los gastos de funcionamiento del nuevo museo.El empresario indicó que quería instalarse en el tejido cultural parisino "con respeto y consideración por quienes son ya sus actores y deseando contribuir al brillo de París de manera original". El nuevo centro de arte será inaugurado a fines de 2018. La reforma del edificio estará en manos del arquitecto japonés Tadao Ando, que ya convirtió en museos a órdenes de Pinault el Palazzo Grassi y la Punta della Dogana en Venecia.Con más de 4000 obras, se considera que Pinault tiene una de las mayores colecciones del mundo de arte moderno y contemporáneo. En 2005 quiso ya crear un museo en las antiguas instalaciones de una fábrica de la firma automovilística Renault situada en la isla Seguin, en el Sena, al oeste de París.A raíz de dificultades administrativas, renunció finalmente a ese proyecto e instaló su fundación en el Palacio Grassi de Venecia (Italia). Adquirió después, también en Venecia, la Punta de la Aduana, convertida en centro de arte contemporáneo en 2009, y el Teatrino, abierto en 2013. "Había desde hace tiempo la idea de que Francia había perdido un poco la colección de François Pinault" y "yo siempre tuve en la cabeza" que pudiera volver a París, dijo Hidalgo.

Fuente: lanacion.com

SOLEIO CUERVO, EL CEREBRO DEL 'LIKE'

Cuervo pudo ir a una buena secundaria y a la Universidad de Duke gracias a un programa de ayuda para niños con talento. Andrew Lamberson para The Wall Street Journal
Cuervo pudo ir a una buena secundaria y a la Universidad de Duke gracias a un programa de ayuda para niños con talento.. Foto: Andrew Lamberson para The Wall Street Journal

So
leio Cuervo no está resentido porque Facebook haya ampliado su menú de emociones más allá del botón "Like" o "Me gusta". Ahora hay emoticones para decirle a los amigos que está triste, enojado, riéndose, sorprendido, o que algo realmente le encanta, no sólo le gusta.
A Cuervo, que empezó a trabajar para el gigante de redes sociales en 2005 como su empleado número 30 y uno de sus primeros diseñadores, se le atribuye la creación del ahora omnipresente ícono.
Mientras conversábamos sentados en las oficinas de Facebooken Nueva York, Cuervo negó sentirse marginado. "De ningún modo. Si hay una cosa acerca de Facebook", agregó, "es que nunca hemos sido sentimentales respecto al pasado".
"Si no evoluciona", dijo, citando la filosofía de la empresa, "las fuerzas externas lo van a hacer evolucionar"
Cuervo dejó Facebook en 2011, para convertirse en jefe de diseño de Dropbox, la compañía de almacenamiento de datos en la nube. Actualmente es un inversionista y asesor de empresas de alta tecnología que están en su fase inicial.
Es también un graduado de Seeds, una organización educativa sin fines de lucro con sede en Newark, Nueva Jersey, que ayuda a estudiantes de familias de bajos ingresos a acceder a escuelas y universidades privadas de alto nivel.
En 1995, Cuervo se graduó de uno de los primeros programas de Seeds. La semana pasada, voló desde Los Altos, California, donde reside, para hablar sobre el cultivo de la diversidad en el sector tecnológico en un evento organizado por ex alumnos del programa.
Aunque tiene apenas 34 años de edad, en sus ocasionales visitas a la sede neoyorquina de Facebook, Cuervo es tratado como una suerte de "viejo sabio" de la compañía, a pesar de que ya no trabaja en ella.
Y aunque Facebook no emite una tarjeta de identidad vitalicia enchapada en oro, "no tengo demasiados problemas para entrar al edificio", declaró modestamente.
No pude resistir la tentación de preguntarle qué pensaba de La red social, la película de 2010 ganadora de varios Oscar (al mejor guion adaptado, a la mejor banda sonora y a la mejor edición) que cuenta los orígenes de Facebook y su fundador, Mark Zuckerberg.
"Cuando [la película] describe la fiesta del primer millón de usuarios, la oficina que muestra se parece a esta", dijo, señalando el enorme espacio que se expandía más allá de los cristales en la sala de conferencias donde nos encontramos. (Estaba llena de programadores adecuadamente vestidos con onda retro, aperitivos gratis y un cartel que citaba a Yoda: "Hazlo o no lo hagas. No existe el 'traté"). La fiesta real, cuenta, "fue sólo un montón de tipos sentados alrededor de una mesa". Dice que le resultó incómodo ver cómo otro se adueñaba de "nuestra historia".
También discrepó con la representación de Zuckerberg en el film. "Al comienzo, Facebook atrajo personalidades altamente competitivas", recordó Cuervo. "Mucho de eso fue la cultura que Zuck creó alrededor de su motivación para ganar. Pero nunca hubo una cosa hostil".
Cuervo, un estadounidense hijo de inmigrantes de Bogotá, Colombia, dice que debe su propio éxito a un bully de quinto grado en Piscataway, Nueva Jersey, donde creció. "Me dijo: 'Amigo, sacas solo A [la nota más alta]. Deberías saltarte un grado".
Eso plantó en la mente de Cuervo la idea que lo llevó a Seeds, al internado St. Andrews en Delaware y de allí a la Universidad de Duke. "Fue como Hogwarts antes de que hubiera Hogwarts", dice Cuervo de St. Andrews, en referencia a la escuela de magos de Harry Potter. "Hasta ese momento no había sido expuesto a [otros] niños muy motivados de familias con logros".
En St. Andrews, dijo, ya no era el mejor estudiante "sólo por el hecho de ir a clase".
Sin embargo, su talento para el diseño fue rápidamente reconocido por un maestro que, impresionado con el boletín que Cuervo había producido para la liga de fútbol de salón del internado, lo reclutó para trabajar durante el verano en la oficina de comunicaciones de St. Andrews.
Cuando fue a Duke en 1999 se hizo rápidamente un nombre diseñando sitios web para las bandas de rock y profesores de la universidad. Ahí tuvo otra epifanía, al darse cuenta que detrás del torpe programa de publicaciones que estaba usando había una cosa llamada código.
"¿Por qué diablos estaba perdiendo el tiempo?", recordó. A partir de ese momento, "sólo quería escribir código. Fue como descubrir que dentro de un auto hay un motor. Todo ese trabajo, en última instancia, me llevó a San Francisco y lanzó mi carrera como desarrollador".Personalmente, uso el "Me gusta" de Facebook con moderación. Para mí es una forma abreviada, incluso un sustituto, de la comunicación, de la cosa real. Una rebaja de la cultura. Cuervo no tomó mis críticas en forma personal, sino que con una cortesía respaldada por datos expresó su desacuerdo. "Había mucha preocupación por la canibalización del compromiso", dice recordando el momento en que el botón de "Me gusta" se encontraba en la fase de prueba. "El temor era que la gente dejara de escribir comentarios para hacer clic en un botón".
En cambio, lo que sucedió fue la irrupción del universo de compartir desde videos de gatos hasta publicaciones sobre candidatos presidenciales. Ese es el universo en que vivimos hoy en día."En realidad, [el Me gusta] actuó como un lubricante social", dijo Cuervo. "Debido a que habíamos reducido radicalmente el costo del compromiso, aumentamos su probabilidad".


Fuente: lanacion.com

PARECE PERO NO ES: EXHIBEN ARTE ARGENTINO FALSIFICADO

Parece pero no es: exhiben arte argentino falsificado Son obras incautadas por Interpol. Hay cuadros que simulan se de Berni, Quinquela y otros. La muestra, en el ministerio de Hacienda, se hace para alertar a posibles compradores de arte.
Un Berni que nunca existió. "Juanito Laguna en Villa Tachito".
Foto: Gerardo Dell'Oro
Un Berni que nunca existió. "Juanito Laguna en Villa Tachito". Foto: Gerardo Dell'Oro
Mercedes Pérez Bergliaffa
¿Qué tienen en común Benito Quinquela Martín, Antonio Berni, Florencio Molina Campos y  Antonio Seguí? Que todos son artistas argentinos, sí, pero también que sus alter-egos (es decir, sus dobles) exponen ahora sus pinturas juntos: se trata de una muestra creada confalsificaciones de obras hechas durante los últimos años. Y los falsificadores e intermediarios sabían lo que hacían: esas pinturas están valuadas en 600 mil dólares. Pero la cadena se rompió cuando la operación  fue descubierta por InterpolLa exposición -que se inauguró ayer- constituye la primera muestra de pinturas falsas decomisadas que se hace en nuestro país. Interpol las exhibe para alertar a posibles compradores de arte.

Los cuadros están en el segundo y quinto pisos del Palacio de Hacienda. Son unas cuarenta pinturas de alrededor de las 230 que una conjunción de organismos –formada por Interpol Argentina, Interpol Internacional, el Ministerio de Seguridad y el Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas, entre otros- investigó. FInalmente, desarticularon a la banda que las comercializaba y falsificaba.¿Se parecen a las originales? Los Quinquela Martín tienen poco color; el Milo Lockett posee una paleta demasiado oscura y sucia; el niño de Berni –Juanito en Villa Tachito, los títulos de las obras también son inventados- es demasiado esquemático, costumbrista, cliché; pero sí, el Seguí engaña. “Es increíble, el Seguí está perfecto”, comentaba ayer asombrada, después del acto de inauguración, la propia galerista de Seguí, Mariana Povarché (a quien el año pasado le robaron cinco obras de Luis Felipe “Yuyo” Noé que este año fueron recuperadas y devueltas).


La exposición se inauguró ayer con la presencia de Marcelo Griffi –secretario del Ministerio de Economía-, Mario Ferreiro –Jefe de Interpol en Argentina-, Marcelo El Haibe –a cargo del área de Patrimonio Cultural de Interpol- y Mario Naranjo –coordinador de Patrimonio cultural en el Ministerio de Economía-, quienes vienen trabajando en conjunto.“Se falsificaron las pinturas pero también los certificados de autenticidad”, comentó El Haibe a Clarín. “Para escribirlos hasta usaron papel añejo, original; sellos creados ex profeso y máquinas de escribir de la época”. Estos certificados también se exhiben: parecen verdaderos. Pero no lo son. De ahí la importancia de chequear con las fundaciones, galeristas y familiares de un artista a la hora de comprar una obra de arte. Interpol Argentina tiene líneas telefónicas de denuncia: 4346-5152/5150.


En el caso de las obras ahora expuestas en el Ministerio el círculo ilegal fue así: aparecieron obras “raras” de artistas conocidos por distintos locales de San Telmo. Los familiares y galeristas de esos artistas las vieron e hicieron las denuncias. En uno de los libros de notas de estos locales apareció una dirección en San Isidro. La policía fue hasta allá: resultó ser la casa de un intermediario en la cadena, un hombre con un trabajo de bajo salario pero que vivía ostentosamente en una casa muy grande de la zona norte. En esta casa la policía descubrió datos de los falsificadores: eran todos hombres mayores. Las obras fueron decomisadas y los eslabones de la cadena del mercado negro, juzgados.


Mientras tanto, si usted se diera una vuelta por la exposición, esté atento: algunos detalles a veces hasta resultan cómicos. Como el marco dorado de una falsa pintura de Quinquela Martín: para hacer los “agujeritos” de las polillas en la madera, los falsificadores dieron un par de cuchillazos o gubiazos. Una serie de agujeritos que, más que a Quinquela, hacen recordar a ¡Lucio Fontana! Pero no son ni uno ni otro: porque por aquí todo, hasta las firmas, es falso.


Fuente: clarin.com