MUSEO EMBALADO:
TESOROS DEL ARTE ASIÁTICO, LEJOS DE LOS OJOS DEL PÚBLICO

El año que viene cumplirá medio siglo, pero está cerrado desde 2001: el Museo Nacional de Arte Oriental espera en las sombras su renacimiento y sólo puede ser visitado virtualmente.

 Foto: Emiliano Lasalvia

Por Silvina Premat


Al traspasar la puerta, invaden al visitante en tropel las ideas: una mezcla confusa de conjeturas, sentimientos, interrogantes... Un rápido vistazo registra Budas de bronce sentados en la clásica posición padmasana dentro de una vitrina, a poquísimos centímetros de otra en la que dos primoroso perros de porcelana verde china posan para nadie. Un poquito más allá un paño negro deja adivinar otra figura humana. Casi sin pensarlo, el visitante se acerca, corre la tela y descubre la sonrisa eternizada en piedra en una cabeza shivaita echa en la India en el siglo XIII.
No se trata de imitaciones, sino, al menos en gran parte, de piezas originales. No es un depósito ni un local comercial. Si bien es difícil de creer, se trata de un museo embalado; un museo nacional que tiene 3100 piezas de las milenarias culturas orientales, tres empleados dependientes del Ministerio de Cultura y un cargo vacante de director.
Es el Museo Nacional de Arte Oriental (MNAO), que el año que viene cumplirá medio siglo desde su creación y catorce años desde que se mantiene cerrado al público. Sí, así como se lee: el MNAO sigue funcionando sin acceso de público. La situación se remonta a enero de 2001 luego de una decisión del área de Cultura cuyas razones nunca salieron a la luz. También vieron poco la luz, en esta casi década y media, las valiosas piezas de su patrimonio. Fue sólo para las pocas veces que se logró organizar una muestra en alguna embajada o en otras salas del Museo de Arte Decorativo, que hospeda, en su elegante sede de Palermo, al de Arte Oriental. Allí, en el primer piso del palacete Errázuriz Alvear, en Avenida del Libertador al 1900, el Museo de Arte Oriental está, según personal del de Arte Decorativo, "ocupando espacio".
En tanto, se mantiene la incomprensible decisión de no disponer de un espacio adecuado para la exhibición del acervo cultural, los empleados del MNAO no perdieron el tiempo. Fueron los primeros en responder a la convocatoria oficial para digitalizar el patrimonio y también para completarlo en versión digital.
Por eso, el MNAO se puede visitar, sí, pero sólo en el espacio virtual de las Colecciones Nacionales Argentinas (Conar), del Ministerio de Cultura de la Nación, donde está gran parte del patrimonio museístico: http://conar.senip.gob.ar.
A través de otra grieta virtual, ofrecida en este caso por la red social Facebook, se coló la comunicación entre el público y el personal del museo. Creado hace poco menos de dos años, el muro del MNAO alcanzó hace pocos días los 5000 seguidores. Allí el público hace preguntas, difunde actividades culturales vinculadas al mundo oriental y acompaña a los empleados en su pesar por no poder atenderlos personalmente. Por su parte, ellos aprovechan ese espacio para difundir la cultura oriental por intermedio de las fotos y descripciones de las obras guardadas bajo llave.
Los que corren con ventaja son los investigadores, que, enviados por alguna embajada o institución, pueden acceder a la observación y el estudio de las piezas. Fue el caso, el año pasado, de Amaury Rodríguez, un cubano que vive en México y trabaja en los Estados Unidos y Europa especializado en estampas japonesas. Según el personal del MNAO, al ver las imágenes en tela, Rodríguez murmuró que eran mejores que las que tiene el Museo del Prado. En comunicación con LA NACION desde Kyoto, Japón, donde por estos días Rodríguez se encuentra trabajando, dijo que la del MNAO en Buenos Aires "es una colección muy interesante, con la que estamos justo ahora trabajando para documentarla completamente y poder pensar en una exhibición".



Foto: Emiliano Lasalvia

La de las estampas japonesas es una de las muestras que están preparadas a la espera de un lugar adecuado. Otra de las muestras que se proyectan es sobre piezas de la India. Una de las más entusiastas con ese proyecto es Paula Savón, licenciada en estudios orientales a cargo de la cátedra de historia del arte y cultural oriental en la carrera Gestión del Arte en la Universidad del Salvador. Entre los valiosos objetos que expondrían hay una colección de pinturas en miniaturas rajput de la escuela Mewar, del siglo XVIII-XIX, y esculturas como una base de columna de la dinastía Pala, de los siglos VIII-XIII.

"En este momento tenemos cinco propuestas de muestras que no tenemos dónde hacer. Dos están siendo pedidas por embajadas y tres son por iniciativa nuestra", reveló a LA NACION Carmen "Menchu" Schiavon, presidenta de la Asociación de Amigos del MNAO. Para Menchu, como todos la llaman, la reapertura del museo es "una cuestión personal". Es sobrina de Ricardo Schiavon, uno de los coleccionistas que más impulsaron la creación de este museo y al que enriqueció con valiosas piezas de su propia colección."Mi meta es que mis nietos y los nietos de todos puedan disfrutar lo que nosotros hemos disfrutado en mi casa, porque todas las piezas fueron donadas para ser vistas y no para estar encerradas en cajas", sigue la mujer, quien desde hace cuatro años, cuando asumió la Asociación de Amigos, comenzó a pedir a las autoridades de Cultura la reapertura del MNAO.
Cuando Teresa Parodi asumió, Schiavon les mandó cartas a ella y a todos los funcionarios de su ministerio. Le respondió la directora de Patrimonio y Museos, Araceli Bellotta. "Fue la primera vez en tantos años que recibí una invitación para dialogar durante una hora y media sobre la situación y perspectivas del museo. Noté a Bellota muy comprometida y tengo esperanzas de que esta vez se pueda concretar el traslado a un lugar definitivo", dijo Schiavon. LA NACION quiso conocer el parecer de la funcionaria, pero no fue posible. No respondió a los pedidos de entrevista realizados durante esta semana.

En busca de un hogar

Desde que abrió, en agosto de 1966, si bien había sido creado un año antes, el MNAO está "de manera provisoria" en el primer piso del palacio Errázuriz Alvear. Primero ocupó cuatro habitaciones y, luego que se cerró al público, fue reducido a tres.
El derrotero que vivió incluyó otro episodio novelesco. Desaparecieron y reaparecieron 519 de sus piezas. En 2001, a poco de ser intervenido, se abrió una investigación judicial para hallar esas obras denunciadas como "desaparecidas". Al poco tiempo, 456 de ellas "aparecieron" y, para que no queden dudas, se las exhibió en enero de 2003 en una muestra titulada "Desapariciones y apariciones". Según se registró, habría habido un "problema de inventario" por el que se dieron por perdidas y luego se hallaron allí mismo junto al resto del patrimonio.
Alberto Bellucci, director del Museo de Arte Decorativo desde más de dos décadas, fue designado interventor del MNAO por aquellos años de crisis. "Es muy difícil saber qué pasó con las piezas faltantes y en qué período desaparecieron. Había mucho desorden en la forma de trabajo. Algunas seguramente se deterioraron por el hacinamiento en que estaban. Y otras, en fin, siendo tan pequeñas.", dijo sobre la desaparición de esas piezas
Bellucci había sucedido al último director contratado -Osvaldo Svanascini, que se desempeñó entre 1996 y 2000- y fue reemplazado por otro interventor, que se mantuvo en su cargo hasta 2007, y luego por Alejandra Siquier, que pidió licencia y no regresó, por lo que el MNAO se encuentra actualmente acéfalo y el propio Bellucci tiene la delegación de la firma de despacho para los trámites administrativos.



Foto: Emiliano Lasalvia
"¡Es una barbaridad que el museo esté cerrado al público desde hace tantos años sin ninguna resolución que así lo establezca!", se sorprende todavía Irma Arias Duval, miembro honoraria de la Federación Argentina de Asociación de amigos de Museos (Fadam), frente a la que representa al Oriental. Arias Duval, que integra la Asociación de Amigos del MNAO desde 1972, agregó: "La oportunidad para reabrirlo hoy es excelente por la injerencia que están teniendo las relaciones comerciales con los países orientales y que se podrían complementar perfectamente con un intercambio cultural a través de un museo".
Hasta el momento, los tres empleados conviven su jornada laboral con las colecciones de piedras de la India y de monedas de China, entre otras miles. En tanto, Anush Katchadjian se encarga de documentar y registrar, junto con Patricia Rodríguez, los movimientos de las piezas, su limpieza y su relevamiento anual; el arquitecto Luis Zo tiene a cargo la tarea de mantenerlo y conservarlo.
"Lugar faltó siempre. Cuando se hacían exhibiciones poníamos en depósitos las piezas que no se mostrarían y luego se intercambiaban", dijo Zo, quien, con los materiales a los que tuvo alcance y con virtuosismo y paciencia propios de la cultural oriental que protege, ha ido confeccionando cajas y contenedores especiales para que cada pieza no sea dañada al ser movida de lugar. Como es el caso de la "cunita" que le hizo a una langosta hecha en marfil de tamaño natural y originaria del siglo XIX en Japón. Luis la sacó del cajón de manzanas en el que la mantenían para hacerla reposar dentro de una caja plástica de archivo común a la que le colocó una acolchada espuma de polietileno recortada según la forma de la langosta, de su cuerpo y patas, que están talladas independientemente y ensambladas de manera tal que se puedan apreciar sus articulaciones.
Los proyectos para trasladar el patrimonio del MNAO y abrirlo en otro espacio fueron varios a lo largo de los años. La mayoría de ellos llegó a elegir un edificio y a difundir la noticia del traslado del patrimonio como un hecho inevitable e inminente. En ese trajín se vieron involucrados edificios históricos como el de Riobamba al 985
991, que ahora aloja a la Casa Nacional del Bicentenario. Ese inmueble fue "concedido en forma definitiva" para el Museo de Arte Oriental por un decreto del ex presidente de la Nación Carlos Menem, en julio de 1996, y en respuesta a una solicitud de la Asociación de Amigos del Museo de Arte Oriental.
Durante la gestión presidencial de Fernando de la Rúa, se impulsó ese proyecto, y el arquitecto Luis Caffarini, un incansable colaborador del museo, diseñó una remodelación de cuatro pisos y una azotea según modernos conceptos museísticos de ingreso de luz y conservación de las piezas. Para fines de 1999, esas refacciones estaban en ciernes y sus planos se incluyeron en un catálogo del museo impreso en ese mes. Exactamente un año después, se dispuso el cierre al público del museo, que funcionaba en el de Arte Decorativo, y se frenaron las obras en el edificio de Riobamba, que ya se habían concretado en un 70 por ciento.


Foto: Emiliano Lasalvia

Después se habló de un edificio en Callao al 400 y, luego, en otro intento frustrado a mediados de 2004, se anunció con bombos y platillos la reapertura del museo en el inmueble donde funcionaba el Banco de la Nación en la ciudad de Rosario. Para esto el entonces secretario de Cultura de la Nación, Torcuato Di Tella, llegó a firmar en presencia del presidente Néstor Kirchner un contrato de comodato sin plazo con la entonces titular del Banco Nación, Felisa Micheli. En ese momento, se dijo que "en un mediano plazo" se trasladarían las piezas del acervo artístico del organismo a un edificio bancario que, si bien estaba en condiciones, había que hacerle reformas. En declaraciones a la prensa, los funcionarios de Cultura anunciaban la inauguración en la sede bancaria durante el primer semestre de 2005. No se concretó. Los años que siguieron se mencionó el viejo Correo Central, que está siendo refaccionado para fines culturales; el segundo piso del palacete sobre la avenida Alvear donde funcionan oficinas del Ministerio de Cultura, y también se aludió, como posible sede, a la casa de Lucio Mansilla, en Belgrano.
El patrimonio actual se formó gracias a múltiples donaciones de coleccionistas particulares, entre los que figuran los valiosos legados de Torre Bertuccci y Ricardo Schiavon. Además, también hubo donaciones de los gobiernos de China, la India y Turquía, y de embajadas, entre otras, de Tailandia, Indonesia y Malasia, el legado Rubén Vela.
Otro historiador apasionado por el arte oriental, Julio Sánchez, destacó "la labor de la Asociación de Amigos de un museo fantasma que funciona gracias al amor, el esfuerzo y poco dinero de mucha gente", como "el restaurador Osvaldo Grimaldi, que ha trabajado siempre con mucha dedicación". En cuanto al acervo del MNAO, Sánchez recordó haber visto "piezas maravillosas, como, por ejemplo, los instrumentos musicales tibetanos y tantos otros". También reconoció "calcos de piezas más importantes".
Sánchez insistió en la necesidad de contar con un espacio adecuado para el museo. Y no por razones puramente estéticas. "Si este tipo de piezas no se contextualizan bien pueden pasar por objetos exóticos para nosotros, que tenemos una sensibilidad diferente con todo lo que sea de Oriente. Es decir, lo que para ellos es arte sagrado, porque revela el resplandor de la divinidad, para nosotros no es más que arte oriental en general."


UN DESTINO INCIERTO

Los empleados pasan su jornada laboral rodeados por joyas de la India, China y Japón. Son en total 3100 piezas que incluyen Budas, porcelanas y estampas. Según el personal del Museo de Arte Decorativo, que hace las veces de temporario hospedaje, los objetos orientales no hacen más que "ocupar espacio", mientras esperan, pacientes, un nuevo destino.


Fuente: lanacion.com

JEFF KOONS, ENTRE EL ARTE Y LA MERCANCÍA

Muestra

Una completa retrospectiva que se exhibe en el Centro Georges Pompidou activa el debate sobre los méritos del artista más caro del planeta.

En la línea del pop art, Koons desarrolló su obra alrededor de los mitos de la cultura de masas  Foto: AFP
En la línea del pop art, Koons desarrolló su obra alrededor de los mitos de la cultura de masas. Foto: AFP

Por Luisa Corradini / La Nación


PARIS.- El arte de Jeff Koons puede ser desconcertante, a tal punto que la exposición que se abrió recientemente en el Centro Georges Pompidou de París ha sido calificada por la crítica simultáneamente de "crocante", "nítida", "absurda", "espectacular", "aburrida", "insensible" y "repulsiva".
La explicación reside acaso en que -como creen algunos especialistas- el estadounidense Koons es la encarnación artística del capitalismo en su actual nivel de desarrollo, fundado en tecnologías digitales en constante evolución, cuyos protagonistas pueden convertirse en millonarios en poco tiempo y tener una celebridad efímera: una reciente encuesta realizada por la revista norteamericana ARTnews entre un centenar de directores de museos reveló que ninguno de ellos piensa que Koons será una referencia artística dentro de un siglo.
En todo caso, el artista no sabe dibujar, pintar, esculpir y hasta es incapaz de armar un collage. En 2013, sin embargo, Koons vendió uno de los cinco ejemplares de Balloon Dog en 58,4 millones de dólares. Esa proeza, lograda por la casa de subasta Christie's de Nueva York, lo convirtió en el artista vivo más caro del planeta.
A los 59 años, Koons acaba de obtener una nueva consagración con la suntuosa retrospectiva organizada -y magistralmente presentada por el curador Scott Rothkopf- por el museo Georges Pompidou. Para quienes siguen su trayectoria, esta muestra marca la última etapa de una incesante campaña de marketing del papa del neo-pop art que lo condujo a las mayores catedrales del arte moderno: la bienal Whitney y el Sculpture Project de Münster, las prestigiosas galerías Ileana Sonnabend en Nueva York, Max Hetzler en Colonia y Anthony D'Offay en Londres, y, sobre todo, el MoMA de Nueva York. En 2008, cuando invadió el palacio de Versalles con sus esculturas kitsch, Koons provocó una tempestad histórica. Hoy, y hasta el 27 de abril próximo, el museo de arte contemporáneo más importante de Europa le ofrece otra "galería de los Espejos" solo para él.

La fortuna de un heredero

Con un centenar de piezas expuestas, la célebre galería del sexto piso del Pompidou encanta a admiradores y a críticos por igual. La retrospectiva acoge al visitante con obras de 1980, cuando Koons tenía 25 años y aún era trader en Wall Street: electrodomésticos como el New Hoover Deluxe Shampoo y el New Hoover Celebrity IV, lavatapices y aspiradoras que han sido artísticamente fijados a las paredes.
"Para Koons, Hoover es el succes-story de un hombre que inventa una aspiradora con la idea de liberar a la mujer (consecuencia que queda aún por verificar). Como la aspiradora, en la mayoría de sus obras está presente algún símbolo cotidiano que tiene que ver con la cultura de masas. Esa es la cultura que interesa a Koons. En eso, es un digno heredero del pop-art", afirma Bernard Blistène, director del museo.
Antiimagen del artista contemporáneo, Koons está siempre impecablemente vestido de traje y corbata como un modelo de Ralph Lauren, el cabello corto y bien peinado, sonriente y amable. Tampoco bebe como Francis Bacon, desde hace 20 años su matrimonio es ejemplar, aborrece el cinismo que hizo célebre a Damien Hirst y no practica la ironía autodestructiva de Maurizio Cattelan ni la gravedad misteriosa de Anselm Kiefer.
Sus seguidores jamás dejan de señalar que, si bien no posee ninguna técnica artística, Koons tiene un enorme talento para hacer fabricar sus creaciones por 130 artesanos que trabajan exclusivamente a su servicio. Sus detractores indican que trabaja "como un serial creator": produce cada una de sus obras en varios ejemplares de distintos colores, algunas de las cuales están destinadas a los museos. De cada una de sus obras mayores, además, extrae fragmentos o productos derivados que comercializa en forma independiente.
Toda su obra está concebida sobre la base de mitos o iconos de la cultura norteamericana. Los homenajes de Koons a los súper héroes son tan numerosos como las evocaciones de Andy Warhol a Marilyn Monroe, Jackie Kennedy, Coca-Cola y Elvis.
Esa simpleza le permite acercarse a un público educado en los mismos valores, pero que no siempre es sensible al arte contemporáneo: "No aspiro a hacer un arte popular, sino que pretendo crear un arte popular accesible", explica Koons. "Que sea accesible al público, haciéndole vivir una experiencia que no sea intimidante."

Fuente: lanacion.com

EL MUSEO BRITÁNICO PRESTA LOS MÁRMOLES DEL PARTENÓN
A RUSIA

Tensión con Grecia, que los reclama como propios.

Reliquia. Los mármoles de Elgin, en el Museo Británico. /EFE
Reliquia. Los mármoles de Elgin, en el Museo Británico. /EFE

María Laura Avignolo

CHARLES THAYS, EL JARDINERO FRANCÉS
QUE CAMBIÓ LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

DURANTE NOVIEMBRE Y DICIEMBRE DE 2009, UNA MUESTRA PUDO VERSE EN EL CENTRO CULTURAL RECOLETA.
    Una vista del Jardín Botánico, una de sus más conocidas obras.

Creó la mayoría de los parques, desde el Botánico hasta los Bosques de Palermo.
 
Por Silvia Gómez

Un siglo atrás, Carlos Thays diseñó, proyectó y construyó espacios públicos a semejanza de las grandes capitales europeas. Una Buenos Aires surcada por calles profusamente arboladas y atravesada por cientos de plazas y parques. Espacios verdes que hoy son identitarios de los barrios: el Parque Tres de Febrero y el Jardín Botánico, en Palermo; las Barrancas, en Belgrano; el Parque Centenario; la ahora enrejada Plaza Colón, detrás de la Casa Rosada; el Parque Lezama, en San Telmo; y el eje Plaza de Mayo y de los Dos Congresos, avenida de Mayo incluida. Una enumeración definitivamente caprichosa, porque alrededor del 80% de los paseos de la Ciudad llevan su firma. Casi no debe haber un porteño que no haya caminado por algunas de sus plazas o sus parques. Su genio le permitió embellecer con jardines hasta la frialdad de edificios públicos, hospitales y regimientos. Desde hoy, y hasta el 6 de diciembre, se podrá ver en el Centro Cultural Recoleta una muestra que aborda su vida y la huella indeleble de Thays en Buenos Aires. Es un homenaje al gran transformador de la Ciudad.

                                 El busto de Thays, 1849 -1934, en el Jardín Botánico.

Era como un hombre del Renacimiento: artista y científico. Dominaba el arte de diseñar un jardín, pero además dibujaba planos y era un gran acuarelista. Fue botánico, jardinero, horticultor y ambientalista", así lo describe Sonia Berjman, la curadora de "Carlos Thays, un jardinero francés en Buenos Aires". En la exposición pueden verse fotos, maquetas, planos, acuarelas, mobiliario urbano y objetos personales dan cuenta de la historia de este francés que soñó una Ciudad permanentemente florida. No fue al azar que mandó a plantar jacarandás, tipas, lapachos y palos borrachos a lo largo de calles, avenidas y parques. Junto al Parque Tres de Febrero, el Jardín Botánico es una de sus obras insignia. En ese jardín, hoy rodeado de torres, reunió la flora de todas las provincias argentinas y se dio el gusto de plasmar una suerte de compendio de los tres tipos de diseños paisajístico: simétrico, mixto y pintoresco. Un dibujo ecléctico que es parte del encanto del Botánico, junto con los invernaderos que, como no podía ser de otra manera, también diseñó.

    La casa de Thays en el Jardín Botánico de Buenos Aires.

En la muestra del Centro Cultural Recoleta también se puede ver la maqueta del edificio que hoy es la dirección del jardín, pero que fue su casa; allí vivió con su familia. Hoy ya son cuatro las generaciones Thays que han heredado también la pasión por el paisajismo.Carlos Thays llegó a la Argentina con 40 años y ya estaba escrito que todas sus obras iban a ser casi fundacionales. Su primer trabajo lo hizo en Córdoba: en lo que todavía era un territorio virgen plasmó una obra ícono de la ciudad, el Parque Sarmiento. Y dos años después ya se había instalado en Buenos Aires. Como Director de Parques y Paseos Públicos -un puesto que obtuvo por concurso público- comenzó a darle forma al sueño de dotar a la Ciudad de espacios públicos de calidad. Thays consideraba que los parques no tenían por qué ser exclusivos de las clases altas. La transformación de Buenos Aires fue tan espectacular que rápidamente se hizo reconocido. Era tan famoso que la revista Caras y Caretas publicó una caricatura suya y lo llamó el "jardinero de la Nación". Esta ilustración firmada por Cao también se podrá ver en la muestra. Organizada por los gobiernos municipales de Buenos Aires y París, la Fundación YPF, la Embajada de Francia en Argentina y la Alianza y la Cultural francesas, la muestra "busca que todos tomemos conciencia del patrimonio cultural que significan los parques. Son uno de los tesoros de Buenos Aires que muy pocas otras ciudades tienen", aseguró Berjman. Un llamado a la reflexión cuando se debate la reducción del presupuesto para el mantenimiento de algunos de los parques creados por el genio de Carlos Thays.

    El Jardín Botánico, en su homenaje, lleva su nombre. Aquí una de sus fuentes.

Los trabajos más famosos

1.- Tres de Febrero. El gran pulmón verde de la Ciudad, en el barrio de Palermo.
2.- Botánico. Plantó en el jardín de Las Heras las especies del resto del país.
3.- Parque Lezama. Uno de los pocos espacios verdes de San Telmo.
4.- Parque Centenario. En el corazón del lugar hasta diseñó hasta un lago.
5.- Plaza Congreso. Dibujó también los ornamentos de los monumentos.
6.- Plaza de Mayo. Postal ineludible de la Ciudad de Buenos Aires.
7.- Palermo Chico. Las calles circulares de este barrio llevan su firma. 

8.- Plaza Colón. La pensó como una continuación hacia el Río de la Plata.
9.- Parque Patricios. Sobre la avenida Caseros, se inauguró en 1902.
10.- Plaza Solís. En La Boca, fue la primera plaza pública del barrio. 




Una foto de Thays y la tapa del catálogo de la exposición en el Centro Cultural Recoleta.











  Jacarandás florecidos en Plaza San Martín.


Carlos Thays (París, 1849 – Buenos Aires, 1934)
 - Fue conocido como el Jardinero Mayor de Buenos Aires. Su obra en el territorio argentino se desarrolló desde 1889 hasta bien entrado el siglo XX. Aunque francés de nacimiento y formación, adoptó a la Argentina como patria, estudiando y valorando su acervo natural y cultural. - Construyó parques y paseos determinantes para la conformación de la imagen urbana nacional, incorporando flora extranjera y nativa y abarcando una amplia paleta de colores. - Como Director de Paseos de la Ciudad de Buenos Aires concretó y remodeló la mayoría de sus espacios verdes: parques 3 de Febrero, Los Andes, Ameghino, Colón, Patricios, Chacabuco, Pereyra, Centenario, Lezama, Avellaneda e Intendente Alvear así como las plazas del Congreso, de Mayo, Rodríguez Peña, Solís, Castelli, Brown, Balcarce y otras. - También construyó jardines en hospitales, regimientos, edificios públicos y arboló las calles con 150.000 ejemplares. - La figura de Thays también fue clave en la protección del patrimonio natural, la producción de la yerba mate y la botánica científica. - Cuando comenzó su gestión como Director de Parques, los Bosques de Palermo tenían unas 180 hectáreas. Él logró triplicar su extensión. Además de dibujar parques y plazas, también diseñaba el mobiliario, incluidos los bebederos y las casas de los guardianes. También diseñó invernaderos y luminarias que mandaba a traer desde París. - La obra del arquitecto y paisajista Carlos Thays no se agota en los parques, el arbolado y calles de la Ciudad. Puede verse en distintos pùntos de la Argentina y otros países, como el Parque Sarmiento (Córdoba), el 9 de Julio (Tucumán), el Independencia (Rosario), el San Martín (Mendoza), el Urquiza (Paraná), la urbanización balnearia de Mar del Plata, los parques de estancias emblemáticas como La Candelaria de Lobos o La Porteña de San Antonio de Areco, el barrio de Carrasco (Montevideo) y el Maranhao (Brasil). - Además de paseos públicos, construyó parques para estancias y residencias privadas.

LA EXPOSICIÓN:

Se llama Un jardinero francés en la Argentina y se lleva a cabo en las salas Cronopios, J y C, del Centro Cultural Recoleta, desde el miércoles 4 de noviembre al domingo 6 de diciembre. Con un sentido didáctico-estético, la muestra hace foco en la necesidad de valorizar y cuidar los espacios verdes urbanos y naturales del país.
La exposición está dividida en varias secciones dedicadas a diversos aspectos claves de la personalidad y del trabajo de Carlos Thays:
Una vida, dos continentes: explica la vida privada y pública de Thays en Francia y Argentina.
El arte del jardín: muestra sus principales realizaciones públicas y privadas (plazas, parques y jardines; urbanizaciones; estancias y residencias)
Ciencia y técnica: se centra en su actividad relacionada con la botánica, el medio ambiente natural y la horticultura. Rincón infantil: introduce lúdicamente a los niños en el conocimiento de las plazas de otras épocas.
Paseos virtuales: para quienes gustan de los paseos al aire libre, una video instalación los lleva a los parques de París y Buenos Aires.
Jardín Exterior: la exposición se completa con un Jardín de Bienvenida.


EL TRIBUTO QUE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES Y EL PAÍS LE DEBÍAN A THAYS.

Por fin, este gran hacedor tiene este más que merecido homenaje en el Centro Cultural Recoleta.
Vale la pena hacerse de un buen rato e ir al Centro Cultural Recoleta para poder abarcar y disfrutar a fondo todo lo mucho que hay para ver en esta excelente, documentada, exhaustiva, estética y didáctica exposición sobre la titánica obra de Thays. Ha sido montada en base a un cuidadísimo proyecto de la Arq. Ana María Ricciardi, en base a unidades temáticas y, como correspondía al homenaje a un as del diseño, siguiendo un muy bien ponderado proyecto. Se ven en ella los proyectos originales acuarelados de
Charles Thays, fotos, planos, ornamentos, maquetas, objetos personales, mobiliario urbano, etc.
En el acto de inauguración de la muestra, el Jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, anunció que se va a hacer el Museo de los Parques de Buenos Aires, con punto de partida en el fantástico archivo que donarán los descendientes de Thays, lo que es una buenísima noticia para todos quienes admiramos su magnífica obra, su creatividad, buen gusto, conocimientos y tesón.

Pedro L. Baliña

LAS 10 CARTAS MÁS SORPRENDENTES DE LA HISTORIA

Postales del pasado.Las recopiló un publicista inglés para promocionar una empresa papelera.
Leonardo Da Vinci busca empleo.
Leonardo Da Vinci busca empleo.












En una época en la que prima la celeridad del Facebook o el WhatsApp, o la sinopsis extrema del Twitter, sumergirse en las profundidades de una carta manuscrita es casi un viaje antropológico. Por el soporte del papel, por el hecho de descubrir la letra de otra persona, por las extensiones de los textos, por la paciencia necesaria para recibir la respuesta. El publicista Ashon Usher lo hizo, se sumergió, y descubrió montones de Cartas Memorables, como la de Virginia Woolf escrita antes de suicidarse, o la de la reina Isabel II con su receta de scones, la de Gandhi, que le pide a Hitler mantener la paz. Y así. Letras finitas, con firuletes, desprolijas, desesperadas. Momentos de la historia condensadas en un centenar de cartas. El inglés Shaun Usher se topó con los textos casi por casualidad, mientras trabajaba en una agencia de publicidad y un cliente le propuso promocionar una empresa de papelería. Se metió en bibliotecas y archivos y así fue encontrando telegramas y cartas bien amarillentas con anécdotas, pedidos, consejos, de todo un poco.



Tanto se involucró que comenzó un blog trascribiendo algunos de los textos encontrados, y tuvo tanto éxito que ahora acaba de lanzar un libro con cien de las mejores cartas encontradas. Muchas son de personas comunes, pero muchas otras son de famosos. “Cartas memorables” viene con fotos y anotaciones propias en las que explica el contexto histórico de cada carta. Ha contado Usher que le llevó messiglo XIV antes de Cristo. También hay de amores y amantes, científicos, músicos, políticos. Se ve quees acceder a los originales y conseguir los derechos para reproducirlos tal como fueron escritos, a mano o a máquina, con sus borrones y tachaduras. La más antigua es una tabla de arcilla grabada del  a Usher le gusta recopilar. Su última idea es un libro de listas, de supermercados, tareas pendientes, trámites.


El miedo a los robots de Ray Bradbury.
El miedo a los robots de Ray Bradbury.

Listas.
1. Jack el Destripador te envía un riñón

2. El sobrino de Hitler quiere luchar contra su tío

3. Nick Cave renuncia a los premios MTV porque "mi musa no es un caballo"

4. El miedo a los robots de Ray Bradbury

5. Leonardo da Vinci solicita empleo

6. Elvis Presley se ofrece a Nixon como agente antinarcótico

7. Dostoievski narra su (abortado) fusilamiento

8. Anaïs Nin: no hay buen sexo sin amor

9. Einstein sí creía en Dios

10. Mark Twain elogia las "maravillas" de la técnica



Fuente: lanacion.com

PARA INSPIRARSE,
CHINA OBLIGA A LOS ARTISTAS A VIVIR EN EL CAMPO

El régimen de Beijing.  El presidente pretende que el arte “sirva al socialismo”.
Y por eso tendrán que pasar un mes “con las masas”.

En problemas. El artista chino Ai Weiwei, en una foto de 2012. Estuvo preso y no puede salir del país.
En problemas. El artista chino Ai Weiwei, en una foto de 2012. Estuvo preso y no puede salir del país.
Beijing. EFE y AP
Los artistas chinos tendrán que ir al campo o a las minas para “conseguir inspiración”, una medida que trae reminiscencias de la Revolución Cultural y que se enmarca en la campaña del presidente, Xi Jinping, para que el arte “sirva al socialismo”. Un comunicado de la Administración de Prensa, Publicaciones, Cine, Radio y Televisión decretó que los artistas chinos tendrán que pasar “al menos un mes” en comunidades rurales o en zonas de producción minera, como parte de una campaña que, a tenor de la institución de la que parte, parece dirigida a actores y directores de la pequeña y la gran pantalla.
 Dentro de esta iniciativa, la administración, que también se encarga de aplicar la censura audiovisual en el país, enviará además a equipos de rodaje completos a distintas zonas rurales de China para que “convivan con las masas” y creen cinco películas y series de televisión con temáticas dictadas por el Gobierno. Por otro lado, un centenar de periodistas, presentadores y directores de programas televisivos serán llevados a trabajar a zonas habitadas por minorías étnicas, a las fronteras o “áreas que contribuyeron a la victoria en la revolución”. La iniciativa no ha gustado a la comunidad artística nacional, que la considera “una mala noticia” no solo para ellos, sino para el “pueblo”, en palabras de un fotógrafo chino consultado por Efe que prefirió no identificarse. La orden se emite dos meses después de que el presidente Xi destacara en un discurso a las élites culturales chinas que éstas deben cambiar su actual modo de trabajo, ya que –según él– están demasiado obsesionadas en ganar dinero.
 Xi señaló entonces, en un muy comentado discurso ante destacados escritores, artistas plásticos y audiovisuales celebrado en el Gran Palacio del Pueblo de Beijing, que no deben ser “esclavos del mercado” y su trabajo no ha de seguir “el olor del dinero”. La administración estatal señaló que las medidas ahora dictadas, que espera aplicar a largo plazo, “ayudarán a que los artistas se formen un correcto punto de vista en el arte y creen más obras maestras”.
Todo ello recuerda, aunque por ahora sin las terribles consecuencias de entonces, a la Revolución Cultural (1966-76), cuando miles de artistas fueron enviados al campo para “reeducarse”, como parte del masivo experimento social en el que 17 millones de jóvenes urbanos fueron llevados a zonas rurales de China. Muchos de ellos pasaron años viviendo en duras condiciones y fallecieron víctimas del hambre o las enfermedades, aunque no hay cifras oficiales sobre éste ni otros efectos de la caótica Revolución Cultural. Ya en la guerra civil China, Mao Tse Tung recomendó, en un famoso discurso pronunciado en 1942 en la base revolucionaria de Yanan (donde compartió cuartel con el padre del actual presidente Xi, el general Xi Zhongxun), que los artistas viajaran al campo para inspirarse.
Para el presidente Xi, quien ha recuperado en sus discursos y en la estética del régimen elementos del maoísmo, el arte en China se ha vuelto excesivamente comercial y debe recuperar su función social, pero eso sí, al lado del Partido Comunista. Además el arte chino actual “está lleno de vulgaridad y lujuria”, señaló Xi Jinping en su discurso de octubre, una opinión que se enmarca en la creencia, en el seno del régimen, de que los artistas nacionales que se han enriquecido llevan una vida disipada y corrupta, en la que es habitual, por ejemplo, el consumo de drogas. A la campaña anticorrupción que el presidente Xi ha desplegado contra los altos cargos políticos le ha acompañado otra similar contra los artistas, que se han traducido en decenas de detenciones, especialmente de actores y directores de cine.
A raíz de estas detenciones, el Gobierno chino prohibió a las televisiones y otros medios del país que emitieran canciones, películas y otras producciones de artistas implicados en casos de drogas o prostitución. Una situación que tiene como caso paradigmático al polémico Ai Weiwei, “enfant terrible” de la élite cultural china que pasó varios meses encarcelado por fraude fiscal y tiene prohibido salir del país.


Fuente: clarin.com

MIAMI RESPIRA ARTE:
LA CIUDAD ES ANFITRIONA DE LAS ÚLTIMAS TENDENCIAS

En simultáneo, se suceden Art Basel, con 23 ferias satélites repartidas entre Midtown y Miami Beach, y Pinta, el espacio dedicado a la producción contemporánea latinoamericana; la propuesta de Alan Faena atrae especial interés.
Miami Beach se viste de arte en estos días en los que Art Basel convoca la mirada mundial  Foto: NYT
Miami Beach se viste de arte en estos días en los que Art Basel convoca la mirada mundial  Foto: NYT

Por Loreley Gaffoglio / La Nación

MIAMI BEACH.-La llaman la "Art Basel season", por la revolución económica y cultural que durante una semana genera a puro frenesí. Desde que, en 2002, la mayor feria de arte contemporáneo del mundo desembarcó en esta ciudad tropical, selló un destino de bonanza, empujada por una agitación artística llevada al paroxismo.
Esculturas monumentales en plazas públicas; museos con programación de lujo, colecciones privadas y talleres de artistas abiertos con horarios extendidos; hoteles y restaurantes colonizados por el arte y siempre fully booked. Y, por supuesto, caos de tránsito y precios por las nubes.
Miami se convirtió desde anteayer en la capital universal del arte y, con ella, la peregrinación incesante de entusiastas de los lenguajes visuales llenan de color sus arterias, de Ocean Drive al Midtown y más allá también. No sólo por el despliegue indoors que la Feria de Basilea, con sus 267 galerías de 31 países, incluidas cuatro argentinas (Ruth Benzacar, Jorge Mara, SlyZmud y Liprandi), trae al Convention Center, en el corazón de Miami Beach, con las mejores obras y artistas del globo. Otras 23 ferias de arte satélites, desplegadas entre la franja oceánica y el Midtown, potencian una oferta cultural a todas luces inabarcable.
Las huestes militantes del arte (unas 100.000 personas, más 140 directores de museos e instituciones culturales de prestigio mundial) saben que sólo se podrán recorrer cuatro ferias, asistir a un puñado de art events y fiestas y no más. Unos 200 jets privados, con los más gravitantes coleccionistas planetarios, aterrizaron aquí. Arribaron antes de la apertura oficial de la feria de Basilea para asistir a otros convites, como las muestras en el Faena Art District o las ferias Untitled y Pinta, que abrieron ayer para VIP con lleno total.
Pinta, la propuesta fogoneada por el director de Arte al Día, Diego Costa Peuser, estrenó un formato compacto en el Midtown. En cinco manzanas se levantan siete carpas que albergan las ferias de gramática emergente. Con 45 galerías, se diferencia con la producción latinoamericana contemporánea sin perder su foco en la abstracción geométrica de los 50, 60 y 70. "Las obras históricas le dan solidez a la feria entre tanta iconografía vanguardista", dijo ayer Costa Peuser.
Hoy será el "día D" para Art Basel, que además de correr el telón a obras de artistas consagrados (Warhol, Lucien Freud, Kandinsky, Munch y Miró) promete un despliegue hipnótico con los lenguajes más rupturistas. Gran expectativa convoca la performance The slow motion walk, pasado mañana, de Marina Abramovic. La artista serbia que cautivó en el MoMA al permanecer sentada en silencio 700 horas estableciendo contacto visual con los asistentes a su retrospectiva. A Lady Gaga se la verá en el sector Kabinett, dedicado a shows, en un video de Robert Wilson representando una obra icónica del Louvre: La muerte de Marat, de Jacques-Louis David, en la que la estrella posa con su cuerpo "exangüe" tal como plasmó el pintor neoclásico al líder de la revolución francesa en 1793.
Como en años anteriores, la convocatoria a la feria se estima en 75.000 visitantes, incluidos Miley Cyrus; Kim Kardashian; los magnates rusos Roman Abramovich y Len Blavatnik; el director de cine Baz Luhrmann, y Alan Faena, que se repartirán por otras ferias. Art Miami mostrará una obra pública de Banksy que fue "retirada" de un edificio londinense. Untitled mostraba ayer esculturas de Chamberlain y de Tony Cragg. Su competencia en Ocean Drive, Scope, se jactaba de exhibir the new contemporary: los artistas del grafiti conquistando las galerías neoyorquinas.
Faena se ha convertido en la última luminaria de la escena local. Tapa de la revista dominical del Miami Herald hacia su faraónico proyecto de seis manzanas del Faena District (FD) derivan muchas de las miradas. El mundillo de arte toma nota de la revolución cultural en ciernes cuando en 2015 se inaugure el Faena Forum: la "escultura" ícono del FD, un cilindro y cubo blancos, inspirados en el Panteón romano y el Teatro Colón, diseñado por el holandés Rem Koolhaas, que operará como sede catalizadora para la experimentación de las artes en Miami.
Stairs, de Leila Tschopp, forma parte de la propuesta de Pinta  Foto: NYT
Stairs, de Leila Tschopp, forma parte de la propuesta de Pinta  Foto: NYT

Bajo la batuta de Ximena Caminos, pareja de Faena, adjunta al comité internacional de la Tate, un preview de ese hito cultural se verá desde esta noche hasta el cierre de la feria. En el Collaboratory, una gran carpa frente al mar, se exhibirán maquetas, dibujos y notas de investigación de Koolhaas, junto a una instalación site specific, Edén, producida en colaboración por el argentino Manuel Ameztoy y el colombiano Gonzalo Fuenmayor.
Gala sibarita, con Francis Mallmann a la cabeza, la "escultura blanda", de Ameztoy, envuelve con su exuberancia tropical la opulencia de caireles y bananos colgantes, en la obra de Fuenmayor, residente en Milán. El diálogo alude al cruce de influencias culturales que marcan la iconografía del colombiano. Otra escultura pop, firmada por Studio Job, inmortaliza los símbolos de la cultura Faena en Miami: arte más naturaleza más diseño de vanguardia con espíritu libre.
La contracara del arte son las multiples fiestas que conquistan la ciudad. Desde la que brinda el galerista Larry Gagosian para honrar al arquitecto y artista Peter Marino, a la del Pérez Museum, donde se exhibe la obra de Beatriz Milhazes, que se vio años atrás en el Malba, y la de Tommy Hilfiger, en el Raleigh Hotel, con Cyrus como invitada de lujo.
Nadie puede precisar el volumen de operaciones de Art Basel en Miami; la producción que tienta a miles de coleccionistas y museos orilla los tres mil millones de dólares. Art Basel funciona como formador del gusto planetario, legitimador de nuevos lenguajes y cita impostergable del coleccionismo mundial.
Los conocedores no pierden de vista otras gemas: la apertura de colecciones privadas como las De la Cruz y Margulies o instituciones como CIFO (Cisneros-Fontanalls), que invitan a hacer del arte en Miami una fiesta de alcance universal.


Fuente: lanacion.com