HOMENAJE A PIAZZOLLA

La Camerata Bariloche interpretará en el Teatro Colón un programa dedicado al compositor y bandoneonista, a veinte años de su muerte, en un concierto organizado por La Nación.


El ciclo Experiencia adn ofrece este mes un concierto de la Camerata Bariloche, con el bandoneonista Néstor Marconi como invitado, en homenaje a Astor Piazzolla. La cita es el lunes 16, a las 20.30, en el Teatro Colón y las entradas ya están a la venta en el sitio www.tuentrada.com.
En la tercera edición del programa cultural de La Nacion, que presenta Citibank y cuenta con el auspicio de Carolina Herrera, Mercedes-Benz y Swiss Medical, la agrupación dirigida por Freddy Varela Montero interpretará un repertorio integrado por obras del compositor que revolucionó el tango en el siglo XX: "Adiós Nonino", "La muerte del Ángel" y "Oblivion", con Andrés Spiller (oboe) como solista; "Decarissimo" y "Escualo", con el violinista Varela Montero, y Concierto para bandoneón y orquesta , con la participación de Marconi. Será una noche especial para recordar a Piazzolla, al cumplirse veinte años de su muerte.
Integrada por dieciocho músicos, en esta oportunidad la Camerata contará con una arpista (Lucrecia Jancsa) y un percusionista (Arturo Vergara en timbales), además del oboe de Spiller y el bandoneón de Marconi.
Alrededor de cinco mil personas asistieron el año pasado a los siete encuentros de Experiencia adn. En 2012, el ciclo comenzó con un recital de la cantante Ligia Piro, en el auditorio de Malba. En junio, también en Malba, Kevin Johansen y Liniers ofrecieron un espectáculo multimedia, con canciones y dibujos. Este mes, el encuentro cultural de La Nacion se traslada al Teatro Colón para recibir a la prestigiosa orquesta argentina de música de cámara con 45 años de trayectoria, que compartió escenario con Piazzolla en varias oportunidades. En diciembre de 1987 tocaron juntos el Concierto para bandoneón y orquesta en el Luna Park y fueron ovacionados por el público.

Más información.

Cuándo : Lunes 16 a las 20.30.
Dónde: Teatro Colón, Libertad 621, 4378-7100.
Venta de localidades:
www.tuentrada.com y en la boletería del teatro, viernes y sábado de 10 a 20 y el domingo de 10 a 17. Desde $ 15.

LOS 80 AÑOS DE LA MUERTE DE MARÍA BLANCHARD




Pintora, cántabra, cubista y coetánea de grandes figuras como Picasso, Juan Gris y Diego Rivera. María Blanchard es la gran desconocida de la generación que, desde París, revolucionó el mundo del arte a golpe de vanguardia. Ahora su obra se expone en Santander. Y a partir de octubre podrá verse en Madrid. La Fundación Botín y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía han unido sus fuerzas para descubrir al gran público la obra de María Blanchard, cuando se cumplen 80 años de su fallecimiento. Desconocida para el público, pero profundamente respetada por sus compañeros. Era la plástica misma, según la definía Diego Rivera, para quien María Blanchard era la autora de las mejores obras cubistas, aparte de Picasso.

UN MULTIMILLONARIO NEOYORKINO
PODRÍA SER EL COMPRADOR DE "EL GRITO" DE MUNCH


El cuadro del pintor noruego Edvard Munch 'El grito' es subastado por la casa Sotheby's de Nueva York en una venta de arte impresionista, moderno y contemporáneo el 2 de mayo.


Por Mario Tama


El multimillonario empresario y financista estadounidense Leon Black podría ser el comprador de la versión de 'El grito', del pintor noruego Edvard Munch, subastada en mayo pasado en Nueva York por la cifra récord de 119,9 millones de dólares, dijo el miércoles el diario Wall Street Journal.
El periódico cita a "varias personas cercanas" a Black, un reconocido coleccionista de arte.
Por su lado, el portavoz de Black no confirmó ni rechazó la información difundida por el rotativo: "No tenemos comentarios para hacer", dijo a la AFP contactado vía telefónica.
Leon Black, de 60 años y oriundo de Nueva York, es el fundador y socio principal del fondo de inversiones Apollo Management y su fortuna personal está estimada en 3.400 millones de dólares, de acuerdo con la revista Forbes.
La esperada venta de 'El grito', de Munch, el pasado 2 de mayo en la casa de remates Sotheby's de Nueva York había durado sólo 12 minutos, creciendo su precio por momentos en más de 10 millones de dólares por minuto, antes de culminar con un estruendo de aplausos en una sala colmada. El nombre de su comprador, que se disputó la obra contra otros seis interesados, no se había dado a conocer.
La versión subastada de'"El grito', realizada en 1895, representa a un hombre agarrándose la cabeza sobre un trasfondo de cielo rojizo, y era la única de los cuatro ejemplares de la obra aún en manos de un particular.
Entre 1893 y 1910, el pintor expresionista Edvard Munch (1863-1944) realizó cuatro versiones de 'El grito', que se convirtió, con el paso del tiempo, en símbolo de la angustia universal.
Las otras versiones de 'El grito' pertenecen una a la galería nacional de Oslo y dos al Museo Munch, en Oslo.

Fuente: AFP

EXPONEN LA OBRA DE KLIMT EN TODAS SUS FACETAS,
EN SU 150 ANIVERSARIO

Un hombre camina por delante de la obra "The Kiss" del pintor austríaco Gustav Klimt en el palacio Belvedere en Viena el 12 de julio de 2012. Los museos vieneses proponen una mirada íntima sobre Klimt a raíz del 150º aniversario de su nacimiento, revelando facetas casi desconocidas del personaje, incluida una dosis de cursilería.

Por Sim Sim Wissgot 


Los museos vieneses proponen una mirada íntima sobre el pintor austríaco Gustav Klimt a raíz del 150º aniversario de su nacimiento, revelando facetas casi desconocidas del personaje, incluida una dosis de cursilería. Nacido el 14 de julio de 1986 y fallecido en 1918, Klimt se labró en el siglo XX un amplio reconocimiento internacional incluso más allá de la esfera puramente artística, al punto de que Viena usa su célebre cuadro "El beso" en sus campañas oficiales de publicidad.
Sin embargo, su trabajo provocó fuertes reacciones al inicio del siglo XX, con su obra que alternaba entre la opulencia y personajes claramente atormentados.
El museo Leopold expondrá las 400 cartas y mensajes intercambiados con su viejo amigo Emilie Floge, que dejan al descubierto una personalidad fantasiosa y tranquila.
"Quería mandarte una tarjeta graciosa, pero primero tengo que superar la enorme estupidez de los seres humanos. Afectuosamente, Gustav", escribió en una de sus notas a Floge.
También se expondrán diversas fotografías de Klimt, con su delantal deforme, el pelo rebelde y una sonrisa maquiavélica, o sosteniendo un gato en brazos.
El museo Wien decidió aprovechar la oportunidad para mostrar "un artista estelar, cuya desgracia es que todo el mundo cree conocerlo muy bien": expondrá objetos marcados por la cursilería.
Al inicio de este año el museo había usado la red social Facebook en una campaña para encontrar "lo peor de Klimt".
En total, fueron seleccionados 140 objetos, incluyendo una tapa de inodoro decorada con motivos de su obra, y un huevo que se abre y expone a la pareja del cuadro "El beso" mientras se escucha la canción "Can't Help Falling in Love", de Elvis Presley.
El museo Wien expondrá su colección completa de Klimt, incluyendo la máscara mortuoria del artista y más de 400 obras entre las que destacan algunas de sus inicios como alumno en la Escuela de Bellas Artes.
"Queremos una visión íntima en el desarrollo de Klimt y de su obra, y nos proponemos ofrecer un plan general sobre el artista", dijo el director del museo, Wolfgang Kos.
Por su parte, el tradicionalmente serio Museo de Belvedere, que abriga "El beso", organizó un "Concurso de sosias de Gustav Klimt y de Emilie Floge", que se realizará el 14 de julio.
Los que prefieran concentrarse en las obras centrales del artista también tendrán su espacio.
La Galería Secesión -nombre del movimiento artístico del que Klimt fue uno de los creadores- expondrá los siete paneles del famoso "Fresco de Beethoven", presentado en 1902, aunque los visitantes podrán apreciar la impresionante obra sobre una plataforma a más de tres metros del suelo.
En tanto, un documental en video ofrecerá detalles sobre la trabajosa reconstrucción del fresco, que había sufrido serios daños.
Klimt fue una las principales figuras del arte en Viena en momentos en que la capital austríaca era, junto con París y Berlín, uno de los centros culturales y artísticos de Europa.
En ese momento coincidían en Viena figuras como Sigmund Freud, los arquitectos Adolf Loos y Otto Wagner, y el entonces joven pintor Egon Schiele, un discípulo de Klimt.
Actualmente, la obra de Klimt puede ser apreciada en Viena en paragüas, bolígrafos o una multitud de objetos a la venta para turistas. "Klimt se convirtió, de forma póstuma, en una de las mejores agencias de publicidad para Viena", dijo Kos, director del museo Wien.

Fuente: AFP

BUSCAN IMPEDIR QUE HAGAN UNA TORRE
JUNTO A UNA IGLESIA




En ronda. Los vecinos se manifestaron frente a la iglesia. /juano tesone


Bajo el lema “Defendamos a Santa Catalina”, unas 150 personas, entre vecinos e integrantes de la ONG Basta de demoler, se reunieron ayer para participar de un abrazo simbólico al conjunto colonial más antiguo de la Ciudad (es del año 1745),ubicado en San Martín entre Córdoba y Viamonte. Así buscan oponerse a la construcción de una torre de 60 metros y seis subsuelos ya que,dicen, pone en serio riesgo de derrumbe al convento y causaría un impacto negativo en toda la zona. Para evitarlo, ya presentaron un recurso de amparo ante la Justicia y ayer anunciaron que cuentan con nuevas evidencias para probar que hubo “irregularidades” en la concesión del permiso de obra. La construcción fue aprobada en marzo de 2011, meses antes de que la Legislatura ampliara el área de protección histórica de la Ciudad, dentro de la que quedó incluida la manzana de Santa Catalina. “Me parece una barbaridad. Además de afectar al convento, va a dañar a las casas del entorno, que son muy antiguas y no tienen cimientos”, afirmó Juan Carlos Vacatello (76), vecino del barrio. Por su parte, María Teresa Sanda, que tiene 72 años y hace 70 que vive en la zona, aseguró: “Hay casas de más de cien años que son habitables, pero si excavan seis subsuelos va a haber problemas. Y es una falta de respeto a la zona y a la historia”. Por otra parte, hay quienes sostienen que se está vulnerando un espacio de valor arqueológico, ya que también hubo un cementerio. En ese sentido, el arquitecto Lucas Terra, también vecino del barrio, aseguró: “El edificio va a afectar la visualización de la iglesia y va a generar un impacto negativo entre el convento, la Ciudad y la zona, en la que hay otras construcciones históricas protegidas”.

Fuente:clarin.com


EL GUERNICA CUMPLE 75 AÑOS EN MEDIO DE UNA DISPUTA:
LO QUIEREN EL PRADO Y LOS VASCOS


Pintado por Pablo Picasso a pedido de la República Española, relata el bombardeo alemán, en apoyo de Franco durante la Guerra Civil Española, sobre un pueblo del norte de España. Hoy se lo considera uno de los íconos universales del dolor y el sinsentido de la guerra.


“¿Usted hizo ésto?”, le preguntó, ante una fotografía del Guernica, un oficial alemán a Picasso, en la París ocupada de 1940. “No, fueron ustedes”, le contestó el pintor ícono del arte español del siglo XX.
Es que el cuadro “relata” el bombardeo de la Legión Cóndor alemana sobre el pequeño pueblo vasco que le da el nombre, durante la Guerra Civil Española, el 26 de abril de 1937. Poco después, el 12 de julio de ese año, hace 75, Pablo Picasso mostró la obra, en la apertura de la Exposición Internacional que se hacía en París. Y el Guernica se transformó en uno de los símbolos de la guerra. Hoy es objeto de disputa: lo tiene, y lo quiere conservar, el Museo Reina Sofía. Lo quiere el otro gran museo público madrileño, el Museo del Prado. Y lo reclaman los nacionalistas vascos.
Picasso lo pintó en 1937, a pedido de la República española, que quería mostrarlo en París para atraer la atención y el favor del público hacia la causa republicana. El pintor dio el sí –era tan republicano como la mayor parte de sus colegas– y lo pintó en 33 días en su atelier parisino.
La recepción de la obra no fue muy entusiasta en París: pasaron años hasta que esas figuras recortadas golpearan en las mentes y en los corazones. El Guernica viajó para ayudar a juntar fondos para los republicanos españoles. Y más tarde, con España ya dominada por Franco, estuvo exiliado: Picasso decidió dejarlo en el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York, hasta que volviera la democracia.
Tardó. Las décadas que se pasó en Manhattan, se las pasó con un cartel que decía: “Bajo préstamo del pueblo de España”. El cuadro volvió a España en 1981. Y siguió viajando, aunque ya no en avión sino en flete. En los primeros años se mostró en el Casón del Buen Retiro, dependiente del Museo del Prado. Luego, con el nacimiento del Museo Reina Sofía, que tiene una colección de arte del siglo XX y contemporáneo, fue trasladado allí.
A Miguel Zugaza, el director del Prado, le gustaría tener algún día el Guernica , a pesar de que su colección llega hasta el Siglo XIX. Se apoya en declaraciones del pintor, que alguna vez manifestó su deseo de que su obra se midiera allí con las obras de grandes maestros como Velázquez o Goya.
Los nacionalistas vascos también lo quieren. Aducen que la tragedia ocurrió en su territorio y que tienen un lindo museo para cuidarlo, el espectacular Guggenheim de Bilbao. Y el pueblo que sufrió el bombardeo, Guernica, también cree tener argumentos para erigirse en residencia del cuadro: después de todo, la obra narra el peor episodio de su historia y más de uno habrá perdido entonces algún bisabuelo.
Para el 70° aniversario del bombardeo, en 2006, el gobierno regional lo pidió en préstamo, pero el Ministerio de Cultura se negó, alegando el delicado estado del cuadro, deteriorado por los viajes que hizo por el mundo cuando lo custodiaba el MOMA: cada vez que era trasladado había que enrollarlo porque su tamaño no permitía otra cosa, lo que le ocasionó daños varios. En 1998, un estudio determinó que la tela presentaba numerosas rasgaduras y rayones y que trasladarla podría ocasionarle daños irreparables.
“No nos rendimos. Seguiremos batallando para que el Guernica esté donde corresponde, aprovechando que tenemos una de las instituciones más importantes de arte contemporáneo del Estado como es el Guggenheim”, dijo hace poco el diputado del Partido Nacionalista Vasco (PNV) Aitor Esteban.
Fuerte, enorme –7,76 por 3,49 metros– y símbolo del dolor de la guerra sin discusión, atrae a un millón de visitantes por año al Reina Sofía, donde se exhibe desde 1992 como joya de la colección. Pero llega a los 75 como eje de una disputa.

Fuente:Revista Ñ Clarín

NUEVAS HISTORIAS DE UNA ARGAMASA MILENARIA

Un recorrido por “Cambiando paradigmas en la cerámica contemporánea: la colección de Garth Clark & Mark del Vecchio” en el Museo de Bellas Artes de Houston, Estados Unidos.
Por Mercedes Pérez Bergliaffa

A la izquierda, tras la puerta principal del imponente pero simple Museo de Bellas Artes de Houston (MFAH), aquí, al sur de los Estados Unidos, impacta la entrada hacia una sala roja: hay algo que destella. Podrían ser piezas de orfebrería, doradas: quizás bronces reales. Pero lo que se ve de cerca sorprende, se trata de cerámicas, de obras realizadas en un precioso e inusual barro domesticado. Más de un centenar de trabajos hechos con diferentes tipos de arcillas y métodos conforman la extraordinaria muestra “Cambiando paradigmas en la cerámica contemporánea”. Pura evidencia de todo lo que un artista puede hacer hoy con un simple montoncito de arcilla, un poco de agua y un horno. Pero a no engañarse, acá, en esta disciplina –siempre tan anclada en la tradición y el folclore-, lo imprescindible  es lo que adelanta el título: no solamente el material, sino su desobediencia. Es decir, las posibilidades que brinda la arcilla y que –quizá debido a una enseñanza ortodoxa, estructurada y tendiente a la repetición-,  no se aprovechan.
Son cinco salas enormes las que hay que atravesar para ver la exposición, una muestra integrada por la colección de cerámica de Garth Clark  y Mark Del Vecchio, una de las más importantes del mundo. Compuesta por 400 obras creadas después de 1940, el conjunto fue adquirido en 2007 por el MFAH. Y es un grupo especial de obras: se debe a que Clark y Del Vecchio - reconocidos especialistas y académicos de la disciplina-, fueron forjando durante cincuenta años una nueva postura en torno a la cerámica. Recorrieron los cinco continentes visitando talleres de ceramistas y escultores, museos y coleccionistas; escribieron libros, organizaron simposios; llevaron a cabo más de seiscientas exposiciones de cerámica moderna y contemporánea. En su juventud, Clark hasta decidió vender todo lo que tenía en su vida de Johannesburgo, Sudáfrica, para largarse a recorrer junto a su mujer ceramista en una vieja van Renault toda  Europa, desde Gran Bretaña hasta Turquía. La van era una especie de taller de cerámica móvil. Así viajaron, conociendo artistas y creando, también, nuevas piezas de cerámica. Además, Clark y su socio, Del Vecchio, tienen desde hace 27 años una galería especializada con sus sedes principales en Nueva York y Los Angeles.
La muestra que presentan ahora en el MFAH está dividida en cuatro secciones: “Implicaciones: el pote moderno”, “Algunas otras funciones del pote: sonidos de la risa y sombras de la Tierra”, “El pote posmoderno” y “Nacido de arcilla”. Y no llama la atención que una gran parte de la exposición se base en esa forma primera, tan mínima y humana de la cerámica, una forma que acompaña desde siempre a la humanidad y que siempre se reinventa: el pote. Nacido del intento de imitar nuestras dos manos juntas al guardar agua, comida, calor  u otra mano. Nacido del intento de cobijar.
La estrella de esta muestra es la joven artista japonesa Aoki Katsuyo. Sin dudas. Ella trabaja con porcelana, esa forma tan refinada de amar, cocinar y esmaltar la tierra, a medio camino entre el barro y el vidrio. Sus obras ocupan una sala exclusiva. “Sueño predecible” es el título de esa pieza clave que es una calavera con innumerables caminos, salidas, huecos, entradas y ornamentos. Llena de elementos decorativos, la calavera tiene influencias de los antiguos movimientos artísticos Rococó, Barroco y Manierista, aunque Katsuyo también incorporó en ella elementos del Western, el lejano oeste americano: un punteado, un lazo, una vuelta… y siempre esos dos agujeros donde tendrían que ir los ojos (señal inequívoca de drama, agujeros del infinito).
Y resulta extraño pensar en el chiste oculto que Katsuyo nos cuenta a través de la elección de la técnica: la porcelana es un invento japonés, que recién llego a Occidente en el s XVIII. Por eso, que la use recreando ornamentos del Rococó y lacitos de vaqueros del oeste produce sorpresa; o  quizás, escalofríos.
“Laberinto”, obra que va adosada a la pared, con dos patas de caballo sobresaliendo, de las que cuelgan unos collares, también es de la misma artista y  de porcelana. Más allá hay un ciervo: Y no es ninguna imitación. Es una cabeza de ciervo momificada, envuelta en resina, adosada a un cuerpo de cerámica. El animalito reposa serenamente, mira desde su base de flores y avellanas gigantes. Y aunque parezca una feliz recreación de un día de bosque, en el fondo es una escena bastante terrible (siempre que en las obras contemporáneas los artistas adosan cuerpos muertos a las obras, me otorga una sensación de oscuridad). Su autor, John Byrd, es un norteamericano que se caracteriza por realizar este tipo de cruce en sus cerámicas, mezclas de taxidermia con tierra cocida y pintada. En el caso de “Cervatillo sin titulo”, Byrd utilizó gres, un tipo de barro más bien rústico y de alta resistencia una vez horneado.
Próxima al cervatillo, ladeada y descansando, aparece una cabeza gigante. “Soñador rosado desnudo”, de Michael Lucero. Desde done se la mire, siempre es distinta. De un lado tiene la faz, del otro, un plano pleno con una mano esgrafiada (grabada a presión, si uno pasara el dedo por sobre ella, podría sentir los caminos, las incrustaciones de las líneas del dibujo). En otro de los costados tiene formas poliédricas, levemente  irregulares, que sobresalen y entran; y atrás, en la nuca, paisajes. Porque toda esta cabeza tiene pintada y grabada sobre ella ríos, bosques, cielos y nubes con colores brillantes, característicos de la obra de Lucero. Son los paisajes internos de un hombre de barro que sueña.
“¡Oh, por favor, ¿podríamos quedárnosla, mamá?”, le dicen los niños a su madre, señalando una vaca; y ése es el título de la obra del muy joven inglés Barnaby Barford (anda por los escasos 30). Hay una familia Mac Donalds alrededor del animal, mirándolo con simpatía; y los niños piden, piden…. Están hechos con nuestra amiga, la porcelana. Y eso seduce, además de su escala pequeña, su terminación perfecta- parecerían de plástico-, su brillantez... Y su ironía.
“Tallas de baldosas styroformes”, “Botella china de  peregrinos” y “Tetera arquitectónica” son, definitivamente, obras de quiebre, dentro del lenguaje específico de la cerámica aplicada a los  utensilios. Su autora, la norteamericana Anne Kraus –quien falleció hace algunos años con sólo cuarenta y tantos -, era una ceramista con pasado de pintora. Por eso el color en estas obras es un elemento tan importante como las texturas, las formas y el peso, el volumen que presenta cada pieza. “Mis sentimientos hacia la historia de la cerámica, hacia la tradiciones de la cerámica, son  de un gran amor”; explicó en cierta ocasión la artista. “Veo en ella algo que encuentro tan hermoso, que sólo quiero hacer mi propia versión de eso. Es como un tributo que le hago.” Y Kraus recordaba entonces la temprana relación que estableció con la cerámica, cuando de niña miraba las vasijas prusianas que decoraban el living de la granja de su abuela, en el norte de Dakota.
Teteras, vasos, tazas, jarrones: utensilios tradicionales que aquí son distintos, porque ninguno se puede usar. Presentan textos y narrativas en clave de cómic. ¿De dónde salieron estas palabras, estas imágenes…?  Kraus mantuvo durante mucho tiempo un diario en el que iba anotando sus sueños, bocetándolos y escribiendo los diálogos que de ellos recordaba. Llenó docenas.  Por eso   - como pasa en todos los sueños-, tampoco sus teteras, jarrones y copas pueden terminar de comprenderse siguiendo un solo sentido.  Por eso, como en los sueños, es mejor entrever y recibir sus mensajes de manera oblicua, y aceptarlos así.
”Vos, sueño, que estuviste sentenciado a dos años pero te escapaste…”, dice un tetera. Kraus mantiene con sus obras una relación totalmente personal, en la que el público muchas veces está excluido.
Muy cerca hay una piedra preciosa en una vitrina: una pequeña pieza abstracta, parecida a una roca de fuertes colores, de fuertes texturas. Una simple cerámica pintada que mantiene una forma y energías totalmente originales, pregnantes. Y están las direcciones que marca cada una de las caras de este objeto… sobre todo, su superficie dura, ruda, a veces áspera, producto, probablemente, del raspado y extracción de arcilla durante los diferentes estadios de secado del barro (esos en los que la masa ya no era aceitada ni babosa pero tampoco dura ni seca).
“Chino”, se llama, y es del norteamericano Ken Price. “Inventiva, enigmática, obsesiva, preciosa”: así describen en los Estados Unidos a la cerámica de este reconocido artista, considerado un guía innovador dentro de las nuevas corrientes de la disciplina. “Chino”: el título se debe a su particular gama de colores, influenciados por los de la dinastía Song de ese país (960- 1279).
“La cerámica no es un solo medio homogéneo”, sostiene el especialista Clark, “no es un mundo de una sola voz parecida, uniforme, sino que es una actividad compleja que combina una tecnología sutil, muy desarrollada, con un oficio, arte y diseño. Es una historia de trece mil años que enriqueció a otras disciplinas, en especial a la escultura. Una historia que se puede dividir en varias escuelas”. George Bernard Shaw decía: piensen en la cerámica como en muchas actividades distintas, unidas por un solo material común: la arcilla.  
Entonces,  ¿qué es la tradición en este campo, después de todo...?  Es todo eso hecho con un mismo material y con lo que hay que romper, arrastrando su uso al límite. Pero  a un  límite conceptual.

LISTADO DE OBRAS QUE APARECEN EN EL VIDEO
Por orden de aparición:

“Sueño predictivo”, Aoki Katsuyo
“Laberinto”, Aoki Katsuyo
“Cervatillo sin título”, John Byrd
“Soñador rosado desnudo”, Michael Lucero
“Oh, por favor, mamá, ¿podríamos quedárnosla?”, Barnaby Bradford
“Tallas de baldosas styroformes”, Anne Krauss
“Botella china de  peregrinos” Anne Krauss
“Tetera arquitectónica”, Anne Krauss
“Jarra sin título”, Ralph Bacerra
“Chino”, Ken Price
“Demonios del intelecto (profesando ser sabios, pueden devenir locos)”, Richard T. Notkin
“En la habitación del sueño”, Elise Siegel


Fuente: clarin.com