Por Guido Carelli Lynch
“(Victoria) debe estar dando vueltas en el cajón”, decía ayer con dramatismo la famosa vestuarista y productora cinematográfica Rosa Zemborain, sobrina de la legendaria Victoria Ocampo. El tiempo dirá si semejante expresión fue precipitada, pero el futuro de Villa Ocampo, la imponente casona que habitó la creadora de la mítica revista Sur en Beccar es incierto.
“(Victoria) debe estar dando vueltas en el cajón”, decía ayer con dramatismo la famosa vestuarista y productora cinematográfica Rosa Zemborain, sobrina de la legendaria Victoria Ocampo. El tiempo dirá si semejante expresión fue precipitada, pero el futuro de Villa Ocampo, la imponente casona que habitó la creadora de la mítica revista Sur en Beccar es incierto.
La Organización de las Naciones Unidas para
la Ciencia y la Cultura (Unesco) tomó posesión de la casa en 1979 por
voluntad de Victoria, que no quería someter su legado a los vaivenes de
la política doméstica. Pero ahora el organismo planea ceder en comodato
la mansión a la secretaría de Cultura de la Nación. La cartera que
dirige Jorge Coscia piensa inaugurar allí un “Centro Internacional sobre
Políticas de Diversidad Cultural, Desarrollo y Creatividad”. Así consta
en el acta (http://unesdoc.unesco.org/images/0022/002265/226516s.pdf)
de la Reunión del Consejo Ejecutivo que tuvo el organismo en París el 7
de marzo. Entre los objetivos del nuevo centro se destaca “canalizar la
promoción del diálogo y el intercambio de información entre los Estados
miembros de la Unesco sobre diversidad, desarrollo y creatividad;
incorporar la cultura como elemento estratégico en políticas regionales
e internacionales de desarrollo”. La suerte de Villa Ocampo quedaría
sellada en la próxima reunión del organismo a mediados de abril en
París. Unos días antes cerrará en esa ciudad la muestra Victoria Ocampo y Francia, que inaugura el 24 de marzo.
La Unesco pretende darle a Villa Ocampo, que recibe 25 mil visitas
anuales, un “uso más estratégico y con una mejor relación
costo-eficacia”. La decisión, que se discute desde 2012, responde a la
situación financiera del organismo.
Según trascendidos, el año
pasado Villa Ocampo exploró la posibilidad de un acuerdo con la
Universidad de San Andrés, que no prosperó.
La Secretaría de Cultura confirmó oficialmente a Clarín
la existencia del proyecto, que administraría la Dirección Nacional de
Política Cultural y Cooperación Internacional de la cartera, que dirige
Mónica Guariglio. La iniciativa, según el acta de la Unesco, partió de
la Argentina.
A varias de las personalidades que ayudaron a poner en valor la casa –que estuvo abandonada durante dos décadas– les preocupa que entre las prioridades del nuevo centro no esté la pluralidad,
una virtud que caracterizó a Victoria, quien recibía en su casa a
intelectuales de las más diversas ideologías, como Graham Greene, Albert
Camus, Aldous Huxley, Le Corbusier, Octavio Paz o Pablo Neruda. “Una
cosa es que Villa Ocampo albergue un tal Centro; otra muy distinta es
que se transforme en él”, escribieron en la carta que la lingüista
Ivonne Bordelois, Sonia Berjman, directora honoraria del centro del
paisaje de Villa Ocampo; y la propia Zemborain, remitieron el lunes al
director de la oficina regional de la Unesco, con sede en Montevideo,
Jorge Grandi. En efecto, el préstamo en comodato habilitaría al consejo
directivo del nuevo centro (integrado por un representante del gobierno,
otro de los estados miembros de la Unesco y un tercero de la directora
general del organismo) a administrar las obras de arte, los muebles y
los 12 mil libros de la biblioteca de Victoria. “Es un gran golpe para
la memoria de Victoria y para Villa Ocampo”, sentenció Berjman.
Fuente: clarin.com
Fuente: clarin.com