EL DÍA DEL CAPRICHO DE ESTADO

Inauguran el monumento a Juana Azurduy detrás de la Casa Rosada. (Juano Tesone)

Alfredo Leuco

Y finalmente, Cristina se salió con la suya. Le importó un rábano el sentido común, el dinero de todos los argentinos y los 11 millones de pobres que dice defender. Si yo fuera diputado propondría declarar a este miércoles 15 de junio de 2015 como el Día del Capricho de Estado. Hablo de la inauguración por parte de Cristina y Evo Morales de la hermosa estatua de Juana Azurduy que donó el gobierno de Bolivia. Antes, ahí estuvo erguido Cristóbal Colón. Es casi una metáfora de la fractura social expuesta que este gobierno instaló. Nosotros o ellos.
Nada le importó a la presidenta de la Nación que se subió arriba de la topadora pese a los problemas legales, jurisdiccionales y a la ofensa que su actitud implica hacia la colectividad italiana que donó el monumento. Sus seguidores dirán que eso demuestra su capacidad de conducción y liderazgo. Logra todo lo que se propone. Por el contrario, yo tengo una certeza: esto confirma que se perpetró un capricho autoritario de Cristina.
El viejo marino y comerciante genovés fue destituído por el oficialismo nacional con la complicidad del gobierno de Mauricio Macri que cedió a las presiones de Cristina sin explicar los motivos a los vecinos. Es la imagen viva del despilfarro de estado. El último viaje de Colón hacia la Costanera Norte costó una verdadera fortuna de 25 millones de pesos. ¿Escuchó bien? Cristina quemó 25 millones de pesos para darse un gusto personal. Pero no le prendió fuego a sus billetes negros que cosechó en estos años. Utilizó nuestros ahorros, los pesos de todos los argentinos.
Fue muy triste ver a Colón marchando al destierro arriba de un camión, cruzado por cables de acero, como si se tratara de un preso. Dicen que emplazarlo en su pedestal frente al Aeroparque va a tardar más de un año. Mientras tanto va a estar allí, en el llano, sin rumbo y a la deriva que es lo peor que le puede pasar a un navegante.
Esta situación bizarra comenzó porque Cristina decidió que Colón era un personaje nefasto y que ese lugar debía ser ocupado por Juana Azurduy, la gran patriota, como un homenaje a los pueblos originarios. La presidenta avanzó a paso redoblado y a tambor batiente y como suele ocurrir, lo hizo de prepo, sin escuchar a nadie y sin respetar las leyes.
Le dijeron que podían convivir los dos. Era un buen símbolo de la mixtura de lo que somos. ¿Por qué siempre esa letra “o” que divide y nunca la letra ” y” que suma? ¿Porque Cristina no aceptó que convivieran Colón y Juana Azurduy? Esa escultura de Arnaldo Zocchi, ese Colón de 26 metros de alto que pesa 623 toneladas estaba allí desde 1921. Juana fue una valiente heroína que luchó por la emancipación junto a Manuel Belgrano y Güemes. Su escultura la muestra con una espada en la mano y un bebe en su espalda sostenido por un aguayo.
Pero nada frenó a Cristina. Ella ordenó que desarmaran la obra de arte con los riesgos graves que se corrieron de que se rompiera en mil pedazos. Hugo Chávez fue el autor intelectual. Miró por la ventana del despacho de Cristina y le preguntó : “¿Como tienen a ese genocida de Colón tan cerca? Nosotros lo colgamos de un árbol hace mucho”. Eso empujó a Cristina a convertirse en la autora material del derrocamiento de quien fuera el descubridor de América. Hasta le cambió el nombre a uno de los salones de la casa de gobierno. Ahora se llama “Pueblos Originarios” y ya Colón quedó en el pasado. Sugerencia para la presidenta: No se quede a mitad del río, doctora. Vaya a fondo, vaya por todo. ¿Qué le parece rebautizar el teatro Colón como auditorio Hugo Chávez?
¿O mejor, Néstor Kirchner como el Centro Cultural?
Vaya por todo presidenta. La intolerancia gratuita habla de quien la ejerce.
¿No hay otra forma de dialogar con Cristina que ceder a sus órdenes totalmente arbitrarias? Nadie es capaz de decirle a la presidenta que ella es una inquilina y no la dueña de la Casa Rosada. Nadie se atreve a decirle que con su misma actitud, dentro de pocos meses si gana Scioli o Massa podrían resolver instalar a Juan Domingo Perón o si triunfa Macri tal vez prefiera poner a Arturo Frondizi en ese lugar o Margarita colocar a Alfredo Palacios o si gana Sanz, podría poner a don Hipólito Yrigoyen en ese espacio privilegiado? ¿O a Raúl Alfonsín? ¿Por que, no? Es el padre refundador de la democracia.
Esos delirios de que la patria empieza cuando llega el kirchnerismo, esa arbitrariedad prepotente es parte del cansancio que produjo Cristina en la mayoría de los argentinos. Por actitudes como estas, llenas de altanería, entre otras cosas, es que aumentó tanto su imagen negativa y no pudo conseguir un heredero político de su riñón. Colón descubrió América. Yo no descubro nada si digo que el monumento a Colón hoy se transformó en el monumento al capricho, al despilfarro y a la fragmentación. Cristina lo hizo. Un capricho de estado de 620 toneladas. Cristina volteó a Colón. Ella fue la destituyente.



Fuente: Radio Mitre








Inauguran el monumento a Juana Azurduy detrás de la Casa Rosada. (Juano Tesone)
Inauguran el monumento a Juana Azurduy detrás de la Casa Rosada. (Juano Tesone)



Inauguran el monumento a Juana Azurduy detrás de la Casa Rosada. (Juano Tesone)

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