Luces y ritmo en el renovado edificio de San Telmo. Así el Gobierno porteño celebró la restauración de la fachada del MAMba y la apertura de dos nuevas salas tras cinco años de cierre por obras. El público disfrutó de muestras de grandes artistas. Luces y ritmo en el renovado edificio de San Telmo.
Por Nora Sánchez
Con el corte de cinta y el aplauso de la gente que se sumó, ayer volvió a la vida tras cinco años el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, MAMbA. El edificio de San Juan 350, dependiente del Ministerio de Cultura porteño, fue reinaugurado con una ceremonia y dos muestras y tuvo su momento cumbre con una fiesta de luces y música en la calle, luego del cierre por remodelación y ampliación durante la gestión Ibarra, que abarcó 3.000 m2.
El acto fue presidido por el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, junto al ministro de Cultura, Hernán Lombardi. Mientras Macri presentaba el espacio, haciendo una comparación con otros pares del mundo como el MoMA o el Pompidou, fue insultado. Un hombre le gritó “facho”. El jefe de Gobierno le respondió que su actitud era la contracara de lo que se estaba viviendo. “Clamo por la paz y la convivencia”, expresó. “Acá estamos inaugurando un museo de arte y a unas pocas cuadras vemos la otra cara de la moneda: la violencia”, sobre los incidentes en Constitución (ver El País ).
Luego, funcionarios, vecinos y curiosos pudieron redescubrir el MAMbA (creado en 1956 por el crítico Rafael Squirru y con más de 7.000 obras de arte argentino de los siglos XX y XXI). En la de planta baja, de 380 m2, recorrieron la muestra “Narrativas Inciertas”, un reflejo del arte local de los últimos 20 años con dibujos, objetos, pinturas y videos de artistas como Max Gómez Canle o Incola Costantino.
Mientras, en la sala de 488 m2 del primer piso la gente pudo visitar “El imaginario de Ignacio Pirovano”, un panorama del arte abstracto con obras de la Colección Pirovano y también del patrimonio del MAMbA.
Una de las primeras en entrar fue la artista Marta Minujín, que dijo: “Nunca debimos haber perdido este museo, no puede ser que una Ciudad como esta no tenga un museo de arte moderno, verlo ahora es too much , muy bueno”, agregó. Mientras el público recorría este MAMbA que durante más de 30 años funcionó en varios lugares hasta que en 1989 fue instalado en su sede actual, se vio a otras personalidades, como el empresario automotriz Cristiano Rattazzi, Cristiano Rattazzi, presidente de las Asociación de Amigos del Museo. “Siempre estuvimos esperando este momento, y hoy se reabre un tercio: ojalá que no pasen otros cinco años para abrirlo la obra que falta”, declaró.
La renovación presentada ayer también alcanzó al acceso por la avenida San Juan. En el hall habilitaron una boletería, un guardarropa y una tienda del museo. También instalaron ascensores, una escalera escultórica y otra contra incendio. Acondicionaron un depósito para embalaje de obras de arte y restauraron la fachada original. En el primer piso, hicieron baños para el público y en planta baja, para los visitantes con movilidad reducida. Además, renovaron el equipamiento y la infraestructura. Las obras estuvieron a cargo del Ministerio de Cultura y del de Desarrollo Urbano.
Precisamente el ministro Lombardi tuvo una frase justa para la ocasión: “Esta es la flor nueva del viejo romance que mantienen los porteños con la cultura”. Mientras se preparaba el show de luz y sonido de la compañía de teatro Ojalá!, dirigida por Pichón Baldinú, un vecino de San Telmo, Eduardo, contó: “Vi cosas muy lindas en este museo cuando estaba abierto, y espero que el nuevo MAMbA sea un espacio democrático para los artistas que no están de moda pero vienen trabajando desde hace mucho”.
Y estalló la fiesta en la calle. El show fue como si la fachada del edificio “hablara”, mediante luces audiorrítmicas desde el interior, que asomaban por distintas ventanas de los dos pisos superiores del edificio y se iban iluminando. Fue un gran cierre de vanguardia digno de semejante museo.
Fuente:clarin.com
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